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Peixoto, Antonio Jorge. “El estereotipo del negro en la literatura
tradicional oral portuguesa”. Culturas Populares.
Revista Electrónica 8
(enero-junio 2009). http://www.culturaspopulares.org/textos8/articulos/peixoto.htm ISSN: 1886-5623 |
El
estereotipo del negro
en
la literatura tradicional oral portuguesa
Antonio Jorge Peixoto
Universidade Nova de Lisboa
Sumario
En este artículo intentaré construir un esbozo de
las características del estereotipo del negro en la literatura oral y
tradicional de Portugal, en diferentes momentos históricos. Se examinarán la
importancia de los caracteres morfológicos como características distintivas y
algunos trazos psicosociales asociados al carácter de lo negro.
Palabras clave: Negro, Estereotipos, Literatura oral y
tradicional, Portugal.
In this article I will seek to build an
outline of the stereotype of the black in various forms of Portuguese
traditional and oral literature, in various historical moments. It will examine
both the importance of body aspect as
distinctive feature and also some psychosocial traits associated with the
character of the black.
Keywords: Blacks,
Stereotype, Folk Literature, Portugal.
I. Las representaciones del negro en Portugal
L |
a representación de los negros en la cultura
portuguesa constituye una presencia silenciosa; cuando no es así, se trata de
una presencia muchas veces mal entendida y mal representada, sometida a
prejuicios falsos y exagerados; un silencio y unos prejuicios que reflejan
también la dificultad de abordar las cuestiones que se refieren tan
profundamente al ser portugués y que están estrechamente vinculadas a
cuestiones tales como la raza y la historia en la construcción no sólo del
Portugal del ayer, sino también del Portugal moderno, en la búsqueda de unas
identidades que día tras día se rehacen.
Hablar
de los negros es también hablar, a menudo, de prejuicios y estereotipos que no
se ajustan, en absoluto, a la realidad.
La
esclavitud desempeñó una función esencial, aunque no absoluta, en la
construcción de un estereotipo que trasciende el momento histórico y que se
manifiesta en la mentalidad colectiva de las más diversas maneras, muchas veces
definidas por un apriorismo más o menos encubierto, según el cual el negro es
inferior al blanco. Por lo tanto, y “porque racismo e esclavagismo estão
indelevelmente ligados”[1],
es importante atender a la persistencia de los prejuicios, y al modo en que
suelen consolidarse de forma más o menos rígida, y no siempre consciente,
trascendiendo el momento histórico y afirmándose como “force conservatrice, une
sorte de conservantisme spontané, qui veut conserver l'ordre social et les
distances sociales sur lesquelles cet ordre repose”[2].
Este estereotipo parte, de un lado, de la
relación amo/esclavo, polaridad compleja que implica “non seulement
l'intersection de conditions objectives et historiques, mais aussi l'attitude
de l'homme à l'égard de ces conditions”[3]. Es, sobre todo, una construcción, a veces caprichosa o caricaturesca
del blanco, lo que lleva Fanon a afirmar “ce qu'on appelle l'âme noir est une
construction du Blanc”[4].
Las palabras de una informante citada por Maria Belo lo
corroboran: “A base de tudo vem da escravatura. Isso achincalhou o preto. Eles
não querem admiti-lo [...] O preto fala sempre em relação à sua cor. O branco
julga-se sempre superior”[5],
y son similares a lo que dice Fanon: “C'est un fait: des blancs s'estiment
superiores a les noires”[6].
II.
El negro innominado
A partir de então, um negro cuja pele fosse tão escura
que lembrasse a cor preta começou a ser chamado homem preto e logo, por
economia, preto. O termo negro continuaria a constituir, oficialmente, o nome
genérico para a gente das mais variadas graduações de cor de pele, a partir do
amorenado ao pardo até aos tons mais fechados, mas, para o povo em geral, o
negro mais caracteristicamente africano passaria a ser sempre o preto[7].
El conflicto terminológico negro/preto ha generado controversia, a veces excesiva.
Ambos términos, en diferentes contextos históricos, tienen connotaciones
ideológicas. Maria Belo lo confirma cuando afirma que “os
termos preto e negro, quando adjectivos substantivados indicando um homem de
raça negra, são em geral utilizados com uma conotação ideológica [...]. Segundo
as épocas utilizou-se em Portugal uma forma ou outra, mas sempre com uma
conotação ideológica”[8].
Cabe señalar, sin embargo, un punto importante: el paso del adjetivo
calificativo al sustantivo “negro”, lo que significa que un hombre negro se
convierte en un negro, en el negro. Lo primero que muestra la tipificación es,
por lo tanto, no sólo la ausencia de nombre del "negro" que se
plantea en la literatura popular, sino sobre todo el hecho de que se toma como
nombre un adjetivo, lo que contribuye a la pérdida de cualquier individuación.
Esto lleva incluso a una deshumanización, lo que queda particularmente bien
ilustrado en la canción popular recopilada por Leite Vasconcelos:
O Preto só é gente
desde
que vem a noite escura.
tudo
diz lá vem um homem
ao
menos pela figura.
ninguém
diz lá vem um homem[9].
[El negro solo es gente
cuando
es noche oscura;
se
dice que “ahí viene un hombre”,
al
menos en la figura.
Desde
que viene la mañana clara,
desde
que rompe el Sol,
se
dice “ahí viene un Negro”,
nadie
dice que “ahí viene un hombre”.]
A
continuación, seguiremos intentando perfilar algún esquema tipológico que
aparezca en este tipo de carácter, y definir, asimismo, el modo en que se
relaciona con el estereotipo del negro.
III. Canciones y cuentos negros
La creación de un estereotipo parte de las
diferencias entre un determinado grupo y una supuesta norma, más o menos rígida.
Obviamente, en el caso del negro, los caracteres morfológicos tienen una
considerable importancia, ya que marcan una distinción física visible. El color
de la piel, por supuesto, destaca sobre los demás caracteres morfológicos, pero
otras características también son sacados a relucir para la producción de un
efecto cómico: los labios, la nariz, el cabello, la catinga (palabra que define el olor característico
de los negros provocado por su sudor), los “dientes arreganhados” (que aludiría
a la boca entreabierta).
Un
ejemplo del tratamiento jocoso que reciben algunos de estos caracteres
morfológicos son estas canciones populares:
Tomei amor's c'uma preta
com
tenção de zombar dela,
e
por mal dos meus pecados
fazem-me
casar com ela!
Tomei
amor's c'uma preta
que
até era cozinheira:
de
lamber a frigideira
Eu
casei-me c'uma preta
pelo
toucado que tinha;
deu-lhe
o vento no toucado,
apareceu-lhe
a carapinha[10].
[Me
he enamorado de una negra
con
la intención de burlarme de ella,
y,
por mal de mis pecados,
me
hacen casarme con ella.
Me
he enamorado de una negra
que
incluso era una cocinera;
tenía
los labios tostados
de
lamer la sartén.
Me
casé con una negra
por
la peluca que tenía;
le
dio el viento en la peluca,
apareció
su pelo.]
El pelo
de la negra también es motivo de risa en el cuento de A preta esfolada (La negra desollada):
Logo que lhe viu a cara, chamou um criado e
ordenou-lhe que atirasse a preta pela janela. O criado assim fez, mas a
carapinha da preta ficou enleada nas grades de uma janela.
Sucedeu passar por ali três
fadas que andavam a distrair uma sua irmã, que andava sempre triste e doente.
Ora esta, vendo a preta suspensa pela carapinha, pôs-se a rir[11].
[Cuando le vio
su rostro, de pronto llamó a un criado y le ordenó que arrojara a la negra por
la ventana. El criado cumplió su orden, pero el pelo de la negra se quedó
enredado en las rejas de una ventana.
Por casualidad
llegaron tres hadas allí para entretener a una de sus hermanas, que siempre
estaba triste y enferma, la cual, al ver la negra suspendida por su pelo, se
echó a reír.]
La
piel negra y, por metonimia, el color negro, se presenta a menudo dentro de una
polaridad blanco/negro con los valores que tradicionalmente se asocian de una manera
simbólica a estos colores. Con el blanco se relacionan los conceptos positivos
de pureza, belleza, inocencia. Según Maria José Palla, ya
en la época de Gil Vicente “o branco designa a pureza, a beleza da pele, quer o
personagem seja religioso ou profano”[12]. Según la misma autora, la blancura es también “sinal de alto nível
social, é uma forma de distinção em relação ao povo servil”[13]. Frente al blanco, y en
un sistema de valores dicotómico, el negro está ligado a conceptos negativos,
vinculado a la idea de maldad, impureza o fealdad. En lo que tiene que ver con
la polaridad belleza / fealdad, es evidente la oposición de valores en algunos
relatos de nuestro corpus. En la narración que lleva el título de A menina e
a preta este contraste se
hace evidente, por la utilización del agua como un espejo, o como una frontera
que separa los dos mundos: la belleza etérea, celeste (es muy significativo que
la muchacha esté en la parte superior de un árbol) y la fealdad de la negra
imperfecta. La oposición se mantiene incluso cuando la niña se convierte en una
paloma, que mantiene los valores asociados con el blanco.
Olhou para cima da árvore e viu a menina, e
começou a dizer-lhe:
─A menina está aí sozinha! Não quer que a
acompanhe?
E subiu para cima da árvore.
Indagou da menina o que estava ali a fazer,
e depois disse-lhe.
─Ai ! Que cabelos tão bonitos que a menina
tem! Quer que a penteie?
E espetou-lhe um alfinete na cabeça.
A menina transformou-se numa pomba e foi a
voar.
O príncipe, quando veio, ficou admirado e disse:
─Que tens, menina, que eras tão bonita e
estás agora tão preta?
─Que quereis, respondeu a preta, deixaste-me
aqui ao sol e eu crestei-me!
O príncipe bem lhe quis
parecer que aquela não era a menina que ali tinha deixado, mas, como tinha dado
a sua palavra, levou-a para o palácio e casou com ela[14].
[Él miró el
árbol y vio a la niña, y empezó a decirle:
─¡La niña está ahí solita! ¿No
quiere que la acompañe?
Y subió al
árbol.
Le preguntó a
la niña qué estaba haciendo allí y, a continuación, le dijo:
─¡Oh! ¡Qué pelo tan hermoso
tienes! ¿Quieres que te lo peine?
Y le clava un
alfiler en la cabeza.
La niña se
convirtió en una paloma y escapó volando.
El príncipe,
cuando llegó, se sintió sorprendido y dijo:
─¿Qué es lo que te ha pasado,
mi niña, que estabas tan preciosa y ahora estás tan negra?
─¿Y qué quieres que yo le haga ─dice la negra─, si me dejaste aquí al sol
y me puse negra!
Al príncipe le
pareció que no era la niña que él había dejado allí, pero, como había dado su
palabra, se la llevó al palacio y se casó con ella.]
La
negra está asociada en este relato y en otros con la mentira, la envidia y la
maldad y, también, con el deseo de convertirse en blanca. Este deseo de
adquirir el color blanco es muy interesante, y refleja la asociación que el
negro hace entre el convertirse en blanco y la ascensión social. En los cuentos
A preta esfolada y A
preta queria casar com um branco, dicha relación blanco/negro se traduce en la imposibilidad, y la piel
surge como frontera infranqueable. “Une femme de couleur n'est jamais tout à fait respectable aux yeaux d'un
Blanc"[15].
El repudio conduce al príncipe engañado del
cuento A preta esfolada a
ordenar al criado que arroje a la negra por la ventana. Al
convertirse en una mujer blanca, “casou o príncipe com a rapariga,
arrependendo-se muito do seu engano”. De ahí viene la necesidad de esa transformación, de quitar la piel a
cualquier coste, incluso si el precio es la anulación de la identidad, la
muerte en sentido literal y figurado:
Era
uma preta que queria casar com um branco, e este disse-lhe que só casaria se
ela se fizesse branca. Para isso foi de noite para um telhado apanhar geada.
Pela noite adiante tremia de frio e disse: "Tremelicai, tremelicai, carnes
malditas / que amanhã ireis às glórias benditas” (= casar).
E
pela manhã apareceu morta, com os dentes arreganhados[16].
[Érase una vez una negra que
quería casarse con un blanco, que le dijo que sólo se casaría con ella si ella
se convirtiera en una mujer blanca. Con el fin de lograrlo, se subió una noche
a un tejado para quedarse helada. Durante la noche decía: "Temblad,
temblad, carnes malditas / que mañana os vais a las glorias benditas” (=
matrimonio).
Y
por la mañana apareció muerta, con la boca abierta.]
A
preta saiu logo e pôs-se a andar. Encontrou lá muito longe a casa de um
barbeiro.
─Mestre, esfole-me.
─O que diz você, mulher?
─Esfole-me e depois meta-me no forno de cal
que além está a arder. Sou eu que pago: aqui tem uma bolsa de dinheiro.
O
barbeiro, à vista do dinheiro, fez o que a preta lhe mandara fazer. Mãos à obra
e pôs-se a esfolá-la. Às vezes a preta estremecia.
─Paro com o trabalho? perguntava-lhe o
barbeiro.
─Vá esfolando e cale-se, respondeu ela.
─Veja lá, se quer, fecho a navalha. E você a
dar: faça a sua obrigação e cale-se.
Quando o barbeiro a viu quase esfolada e com poucas
horas de vida, meteu-a no forno de cal[17].
[La negra salió pronto y se
puso a caminar y, muy lejos, encontró la casa de un barbero.
─¡Desuélleme!
─¿Qué dice usted, mujer?
─Que me desuelle, y que me meta a
continuación en el horno de cal, el que está allí encendido. Ahora mismo le
pago: aquí tiene el dinero.
El
barbero, tras ver el dinero, hizo lo que la negra le ordenó, y se puso a
desollarla. En algún momento la negra se estremeció.
─¿Quiere que pare el trabajo? ─le preguntó el barbero.
─Cállese y siga desollando ─respondió la negra.
─Piénselo bien; si quiere,
cierro la navaja.
─¡Y usted sigue repitiendo lo
mismo! Cállese y siga con su trabajo.
Cuando
el barbero la vio casi sin piel y con pocas horas de vida, la metió en el horno
de cal.]
El
color negro se asocia también muchas veces a la idea de suciedad, como si el
negro fuera, de nuevo, una máscara que se pudiera quitar y poner. De nuevo la
inutilidad de intentar eliminar esse mal que é de nação se refleja en muchos proverbios y canciones:
Negro ensaboado, tempo perdido, sabão
esperdiçado.
O
que é de nação, nem a poder do sabão.
Para
que vai a preta ao banho se branca não pode ser?
Quando
o mal é de nação nem a poder do sabão.
Quem
é preto de nação, nem a poder do sabão.
Quem
quiser branquear um preto, perde o sabão[18].
[Negro enjabonado, tiempo
perdido, jabón malgastado.
En
lo que es de nación, no tiene poder el jabón.
¿Para
qué va a ir la negra al baño, si blanca no puede ser?
Cuando
el mal es de nación, no tiene poder el jabón.
Quién
es negro de nación, ni por el poder del jabón.
Todo
aquel que quiera blanquear a un negro, pierde el jabón.]
ó
meu preto do inferno?
Não
há água que te lave,
nem
no pino do inverno... [19].
[¿Creías que te quería,
negro
del infierno?
No
hay agua que te lave,
ni
en el invierno...]
Ó
preto! P'ra que te lavas
se
branco nunca hás-de ser?
A
água já o jurou,
de
ti branco não fazer...[20]
¡Oye, negro! ¿Para qué te
lavas,
si
blanco nunca vas a ser?
El
agua ya ha prometido
de
ti blanco no hacer.]
En
ese mismo sentido de oposición antinómica se encuentra el agua en lugar del
fuego. Ecuación en que el agua es una vez más asociada a la pureza, al bien, al
“blanco”, y el fuego a lo negro, al mal, a lo que quedó "quemado" por
el fuego. Además, se suele decir popularmente que algo es negro como un
"tizón".
La
asociación del negro con la impureza del mal y del fuego da lugar también a la
asociación del negro con el diablo. Palla advierte que “na
Idade Média a cor preta evoca o que é satânico”[21]. Dicha asociación del
negro con elementos demoníacos es otra cuestión importante, relacionada con la
construcción estereotipada y maniquea de identidades fabuladas. El diablo está
en este sentido, tanto simbólicamente como en la iconografía, asociado al color
negro, y algunos de los epítetos que suelen recaer sobre él tienen que ver con
esto: “tição” o “tição negro”[22],
o simplemente "preto"[23].
Refranes como "o diabo é negro"[24]
o una variante jocosa "O diabo é negro e tem a p. .. azul"[25]
indican también la conexión que se establece en el imaginario popular entre el
negro y el diablo.
Destaca
también la existencia, en las supersticiones algarvias recopiladas por Reis
Dâmaso, de un niño negro con un gorro rojo, “entidade graciosa que faz birras e
pirraças às crianças para as enraivecer”[26],
y que sería el hijo más joven del diablo. Esta relación entre el diablo y el
negro tiene enlaces y explicaciones especialmente curiosas en algunos relatos
populares. A Criação do preto
y Porque há pretos e brancos
tienen una dimensión genésica, y en ellas están vinculadas y justificadas
algunas características morfológicas existentes en la relación establecida
entre las dos fuerzas opuestas: Dios y el diablo. Así, en ambas historias,
aparece de nuevo la negación de la salvación y de la purificación a través del
agua (en Porque há pretos e brancos, son los negros los que niegan el agua; y en A Criação do preto es el agua la que niega los a negros).
Então
o senhor foi para a água e começou a caminhar sobre ela, dirigindo-se para a
outra margem do rio .
A
multidão foi atrás dele e os mais corajosos e crentes lançaram-se à água,
levados pelo poder da sua fé. Mas os outros, a grande multidão, ao chegar à
água, mal lhe sentiu o frio na planta dos pés e nas palmas das mãos, recuou
apavorada e ficou na margem a ver os seus irmãos corajosos, que iam cortando a
corrente e chegavam ao outro lado, fiados na palavra do Mestre.
Depois
disto é que os fiéis e corajosos perderam a cor negra e formaram o povo branco,
e os outros, que não tiveram coragem, continuaram pretos, conservando desse
tempo as plantas dos pés e as palmas das mãos brancas, que foi o que puseram na
água, como sinal de Deus.
Eis
o motivo por que há no mundo gente branca e preta[27].
[Enseguida
marchó el Señor al agua y empezó a caminar por encima de ella, y se dirigió a
la otra orilla del río.
La
multitud lo siguió, y los más valientes y creyentes se lanzaron al agua,
poseídos por el poder de su fe.
Pero los
demás, los que formaban la gran multitud, tan pronto llegaron al agua y
sintieron el frío en la planta de los pies y en las palmas de las manos, se
asustaron, retrocedieron y se quedaron en la orilla contemplando a sus
valientes hermanos que llegaban al otro lado, creyentes en la palabra del
Señor.
A
continuación, los creyentes y valientes perdieron su color negro y
constituyeron un pueblo blanco. Por el contrario, los demás se quedaron de
color negro, pero con la planta de los pies y las palmas de las manos blancas,
ya que solo esas partes pusieron en el agua, como señal de Dios.
Por ese
motivo existe en el mundo la gente blanca y la negra].
Ali
ao pé corria límpido e transparente o branco rio Jordão. Satanás teve uma
ideia: lavar o seu homem para lhe tirar a negrura.
E,
pegando nele pela cintura, como se pega num cachorro, mergulhou-o no rio.
Mas
as águas do Jordão afastaram-se imediatamente, enojadas com aquela negrura, e o
homem de Satã, o primeiro negro, apenas mergulhou os pés e as mãos no lodo[28].
[El río Jordán corría muy
cerca, con sus aguas claras y transparentes de color blanco. Satanás tuvo una
idea: lavar a su hombre para eliminar su color negro.
Lo tomó
por la cintura, como se coge a un perro y lo sumergió en el río.
Pero las
aguas del Jordán se apartaron de inmediato, por causa del asco, y el hombre de
Satanás, el primer negro, tan sólo sumergió los pies y las manos en el barro.
De modo
que sólo las palmas de las manos y de los pies fueron lavados y se quedaron
blancos].
En
la narración denominada A Criação do preto, el negro es una vez más visto como el "hijo del diablo",
en una relación negro/diablo que está en correlación directa con la relación
blanco/Dios. Cada carácter morfológico, desde el color de la piel hasta el
pelo, pasando por los labios, la nariz y las palmas de las manos y los pies, es
sucesivamente “explicado” como consecuencia de la intervención demiúrgica del
diablo:
No tempo da criação do Mundo, Satanás vendo
o Padre eterno criar Adão dum pedaço de barro, quis também fazer o mesmo.
Pegou
num pedaço de argila, deu-lhe as mesmas voltas que vira dar-lhe Deus, e depois
insuflou-lhe a vida num sopro.
Mas,
com grande espanto e com grande raiva sua, esse bocado de barro, como tudo em
que tocava, ficou negro: o seu homem era um homem preto[29]
[En el
momento de la creación del mundo, viendo Satanás que el Padre eterno creaba a
Adán de una pieza de arcilla, quiso él también hacer lo mismo.
Tomó un
trozo de arcilla, le dio las mismas vueltas que Dios y, a continuación, le
insufló vida de un soplo tan sólo.
Pero,
con gran sorpresa y enfado, vio que esta pieza de barro, como todo lo que él
toca, se convirtió en una pieza negra: su hombre era un hombre negro.]
El color de la piel ha jugado un papel
decisivo en la construcción de estos estereotipos, no sólo físicos, sino
también morales: "Il semble en effet que [...] le Blanc et le Noir
représentent les deux pôles d'un monde, véritable concéption manichéiste du
monde; le mot est jeté, il faut s'en souvenir - Blanc ou Noir, telle est la
question"[30].
IV. Los negros pintan a sus demonios de blanco
"Le
problème de la colonization comporte ainsi non seulement l'intersection de
conditions objectives et historiques, mais aussi l'attitude de l'homme à
l'égard de ces conditions"[31].
La complejidad de la relación
amo/esclavo es, para algunos autores, la matriz de un complejo de dependencia
de los colonizados (entre ellos, el negro) que dio lugar a un complejo de
inferioridad que puede manifestarse en el deseo del negro de convertirse en
blanco, o bien, en la necesidad de demostrar a los blancos “la richêsse de leur
pensée, l'égale puissance de leur esprit”[32].
La
idea central es, de nuevo, una construcción maniquea, surgida de la situación
colonial y basada en dos grupos: el de los civilizados y el de los primitivos,
con los que se pretende justificar una serie de acciones que no serían más que
los actos resultantes de un proceso de aculturación. La colonización y la esclavitud son prácticas que no se relacionan sólo
con los Descubrimientos, sino que cruzan la historia de la humanidad. De hecho, la forma en que es practicada varía
entre Europa y África. Mannoni, por lo tanto, considera
que “o europeu recalca a interdependência para valorizar a independência e a
consequente gratidão, a confiança em si e na técnica enquanto o africano
valoriza a dependência e o dever de ajuda mútua e do dom”[33].
El negro aparece en la literatura popular
portuguesa como una especie de ser infantil en la relación amo/esclavo: el
esclavo tiene que ser educado o, en otros términos, civilizado, aunque sea como un animal, en un proceso de
deshumanización y de domesticación.
Los
relatos suelen tener un carácter ejemplar, sobre todo los que reflejan una
relación de amo/esclavo. Y las "travesuras" del negro suelen ser
castigadas por el señor de un modo severo pero no brutal, “para servir como un
ejemplo”. Estos cuentos parten casi siempre de una situación cómica: el
“pecado” más frecuente del negro es la gula. Los cuentos O Preto [O Preto
molha pão no azeite] y O
Preto e o Padre lo
ejemplifican:
Havia um sujeito muito rico, que tinha
muitos criados, sendo um deles um preto que dizia não gostar de ovos. O amo
deste preto um dia saiu e disse-lhe que ia muito longe e por isso que
arranjasse a casa muito bem, que quando ele viesse queria encontrar tudo limpo
e com asseio. O preto, que se viu só, porque o amo tinha levado com ele os
outros criados, disse consigo mesmo:
─Ó preto, toca a fazer uma fritangada[34].
[Había
un señor muy rico, que tenía muchos criados, y uno de ellos era un negro que
decía que no le gustaban los huevos. Cierto día, el señor de este negro salió y
le dijo que iba a ir muy lejos y que, a su regreso, quería encontrar todo
limpio y arreglado. El negro, cuando se dio cuenta de que estaba solo, porque
el señor se había llevado con él a los demás criados, se dijo para sí mismo:
─Oye negro, vete a
hacer una fritangada.]
Chegou a noite e a senhora ordenou ao preto
que fosse acender a lâmpada depressa, porque o patrão tinha ido fazer uma
jornada.
─Sim, minha sinhorzinha, o preto vai já.
Como
se achava seguro, levou uma garrafa de azeite. Logo que entrou na capelinha,
disse na forma do costume: " Remolha e torna a remolhar: santo de pau não
pode falar"[35].
[Llegó
la noche, y la señora ordenó al negro que fuera a encender la lámpara con
rapidez, porque el jefe se había ido a hacer un viaje.
─Sí, señorita mía, el negro
va a ir ahora mismo.
Como se
sentía seguro, tomó una botella de aceite de oliva. En cuanto entró en la
capilla, dijo de la forma habitual: "Remoja y vuelve a remojar: santo de
madera no puede hablar”.]
Era
uma vez um padre que tinha um preto por criado e mandou-lhe um dia lhe
preparasse uma galinha para o jantar. Cozeu o preto a galinha e vai que fez?
Comeu-lhe uma perna e arranjou-a de maneira que o amo não desse facilmente por
isso; mas o padre notou que faltava uma perna à ave e disse ao criado:
─Tu comeste uma perna da galinha?
─Não, meu senhor, não comi; ela era assim,
tinha só uma perna.
─Qual perna, nem meia perna! Tu pensas que
eu sou asno?
Ó
senhor padre, andam ali pelo quintal muitas outras galinhas que têm só uma
perna! Quando eu vir alguma, hei-de chamar o meu amo.
─Pois sim"[36].
[Érase
una vez un cura que tenía un negro como criado, y le ordenó un día que le
preparara una gallina para la cena. El negro cocinó la gallina y se comió una
pierna, e intentó que el señor no se diera cuenta.
Pero el
cura señaló que faltaba una pierna del ave, y dijo:
─¿Te has comido tú una pierna de
la gallina?
─No, mi señor, no me la he
comido. Es que la gallina tenía sólo una pierna.
─Pero ¿qué es lo que estás
diciendo? ¿Es que te crees que soy tonto, acaso?
─Oiga, señor cura, ahí tiene
en la huerta un montón de gallinas que tienen tan sólo una pierna. En cuanto
vea alguna, ya le diré.
─Pues sí, claro.]
La
asociación hombre negro/hombre primitivo, con sus rasgos morfológicos
caricaturizados, lleva a una aproximación del negro a la órbita de lo animal,
especialmente en algunas canciones en que hay referencias al negro como perro
y, sobre todo, como mono:
O preto é rei dos bichos,
imperador
dos macacos:
não
posso levar avante
o
preto calçar sapatos.
O
pretinho é rei dos bichos,
imperador
das doninhas;
não
posso levar avante
o
preto calçar botinhas[37].
[El
negro es el rey de los animales,
el
emperador de los monos:
no
puedo soportar
que
el negro lleve zapatos.
El
negro es el rey de los animales,
el
emperador de las comadrejas:
no
puedo soportar
que
el negro lleve botas.]
Oh
Zé rin-gan-gué
Viva
o Pai Zo-Zé!
Todo
o s'pretinho
Que
anda no mato
Cabeça
de fora
Parece
um macaco[38].
[Oh
Zé rin-gan-gué,
viva
el Padre Zo-Zé,
todo
el negrito
que
anda en el campo,
cabeza
de fuera,
se
parece a un mono.]
O
preto vai na tumba
padre
cura vai dizendo
saca
fora, cão danado[39].
[El
negro sigue en la tumba
con
sus dientes boquiabierto;
el
cura dice:
vete,
perro malvado.]
La
imagen del negro se abre a dos tipos: el del esclavo agresivo, “perro que muerde al blanco”; y el de la imagen “integradora
del negro hecho perro”[40],
el fiel esclavo de su señor. Por supuesto, lo común era que los comportamientos
violentos se identificasen con el tratamiento abusivo de los amos hacia sus
esclavos. En algunos textos tradicionales encontramos una vez más ciertos exempla
que destacan la importancia
de la alimentación (con referencia al vino, ya que, según el proverbio, o
preto não quer senão vermelho[41]) como una manera de promover el trabajo y la
"lealtad" de los esclavos a su amo.
O Preto:
o
trabalho com vontade,
dê-lhe
feijão, aguardente,
não
lhe tolha a liberdade[42].
[El Negro;
Quien
quiera que el negro haga
el
trabajo con facilidad,
que
le dé alubias, aguardiente,
no
le quite la libertad.]
Havia um preto a quem o senhor dava pão com bolor,
vinho azedo e sardinha salgada. mandava-o trabalhar para uma vinha onde havia
um pessegueiro, a cuja sombra o preto se deitava, dizendo:
Pão
bolorento,
Vinho
vinagrento,
Sardinha
salgada...
Trabalha
tu, enxada!
O
dono perguntava-lhe o que é que tinha feito, e ele respondia:
Ao
pé do pessegueiro chegar
E
daí não passar.
O
patrão, tendo ouvido esta resposta várias vezes, foi verificar o que ele fazia
e ouviu a quadra referida. Mandou, então, que o alimentassem convenientemente,
e o preto, ao chegar ao serviço, começou a trabalhar, dizendo:
Bom
comer
e
bom beber,
bom
serviço fazer[43].
[Había un negro a quien el
señor le daba pan con moho, vino avinagrado y sardinas saladas. Lo enviaba a
trabajar a un viñedo en el que había un melocotonero, a cuya sombra el negro
solía acostarse, diciendo:
Pan
duro,
vino
avinagrado,
sardinas
saladas...
¡Trabaja
tú, azada!
El
dueño le preguntó qué era lo que había hecho, y él respondió:
Llegar
al melocotón
y
no pasar de ahí.
El amo,
tras escuchar varias veces aquella respuesta, marchó a comprobar qué era lo que
el negro se ponía a hacer, y escuchó aquella estrofa. En el acto ordenó que
alimentasen el negro de la manera adecuada. Y, cuando llegó a su trabajo, empezó
diciendo el negro:
Buen
comer
y
buen beber,
un
buen servicio hacer.]
IV. Conclusiones
La presencia del negro en la cultura
portuguesa trasciende, en buena medida, estos estereotipos burlescos que
obligan al negro a representar un papel dentro de un juego. Pero es verdad que
estas representaciones que hemos conocido tienen un cierto arraigo en la
cultura popular, que busca sólidas identidades y distinciones en la relación
del yo con el otro. Todos estos estereotipos tuvieron en el pasado una influencia
grande, pero hoy es preciso hacer una crítica clarificadora y profunda de
ellos, y conocerlos y analizarlos justamente para desmitificarlos, para
denunciar sus falsedades, para desmontar sus mecanismos de fabulación y para
arribar a la única conclusión posible: la de que el negro es un ser humano
igual, en capacidades y dignidad, que cualquier otro ser humano.
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[1] Lopes, Clara Rodrigues (1996), Preto em Cordel [texto policopiado]: Jogo, Subversão, Preconceito, Lisboa, p. 49.
[2] Michael Banton (1971), Sociologie des
relations raciales,
Payot, París, pp. 327-328.
[3] Frantz Fanon (1952), Peau Noire,
Masques Blancs, Editions
du Seuil, p. 68.
[4] Frantz Fanon (1952), p.11.
[5] Maria Belo (1999), Preto e branco [texto
policopiado]: De como os portugueses expressaram a estrutura da sua cultura nas
modalidades do seu relacionamento com os africanos, Lisboa, p. 28.
[6] Frantz Fanon (1952), p. 7.
[7] José Ramos Tinhorão (1988), p. 77. Por ser una cita algo más extensa, la traduzco al español: “desde
entonces, un hombre negro, cuya piel fuera tan oscura que recordara el color
negro que comenzó a ser llamado negro y, a continuación, preto. El término negro sigue siendo, oficialmente, el nombre genérico para
las personas de diferentes grados de color de la piel, de los tonos marrones a
los más cerrados; pero para la gente en general, el negro de África más
característicamente africano pasaría a ser llamado preto”.
[8] Maria Belo (1999), p.19: “los términos negro
y preto, utilizados como
adjetivos sustantivados, se usan generalmente con una connotación ideológica.
En diferentes momentos históricos se utilizó en Portugal una manera u otra,
pero siempre con una connotación ideológica”.
[9] Leite de Vasconcelos (1975), Etnografia
Portuguesa, Vol IV, Lisboa,
Imprensa Nacional Casa da Moeda, p. 42.
[10] Pires de Lima (1940), Mouros, Judeus e
Negros na História de Portugal,
Porto, Livraria Civilização, p. 155.
[11] Oliveira Ataíde (1905), Contos
tradicionaes do Algarve, vol
II, Porto, Typographia Universal, p. 84.
[12] Citado por Maria Belo (1995), p.17:
“el blanco significa pureza, la
belleza de la piel, ya sea el personaje religioso o profano”.
[13] Citado por Maria Belo (1995), p.17:
“un signo de alto nivel social,
es una forma de distinción para con el pueblo servil”.
[14] Consiglieri Pedroso (1978), Contos populares portugueses, Lisboa: Vega, p. 29.
[15] Frantz Fanon (1952), p. 34: “una mujer de color nunca es totalmente
respetable a los ojos de un blanco”.
[16] Leite de Vasconcelos (1966), Contos Populares e Lendas, II, Coimbra: Universidade de Coimbra, p. 100.
[17] Oliveira Ataíde (1905), p. 84.
[18] José Marques da Costa (1994), O Livro dos provérbios Portugueses, Lisboa, Editorial Presença, p. 43.
[19] Pires de Lima (1940), p. 101.
[20] Pires de Lima (1940), p. 94.
[21] Citada por Maria Belo (1999), p.
16: “en la Edad Media el color
negro evoca todo lo que es satánico”.
[22] Adolfo Coelho (1995), Contos Populares Portugueses, Lisboa: D. Quixote, p. 333: “tizón”, “tizón negro”.
[23] Leite de Vasconcelos (1975), Vol
VIII, p. 245.
[24] Leite de Vasconcelos (1975), Vol
IV, p. 52: “el diablo es negro”.
[25] Leite de Vasconcelos (1975), Vol
VIII, p. 245: “el diablo es
negro y tiene la p... azul”.
[26] Leite de Vasconcelos (org), (1882), Anuário para o estudo das
tradições populares portuguesas, Porto, Livraria
Portuguesa de Clavel e Companhia, pp. 61-62: “ente gracioso que hace jugarretas
para enfadar a los niños”.
[27] Leite de Vasconcelos (1966), I, p. 268.
[28] Leite de
Vasconcelos (1966), II, p. 606.
[29] Vasconcelos, Leite de (1966), Vol. II, p.
606.
[30] Frantz Fanon (1952), p. 36: “En realidad, parece que el blanco y el negro
representan dos vertientes antagónicas del mundo en una verdadera concepción
maniquea. La palabra está lanzada, hay que recordarlo: blanco o negro, esta es
la cuestión”.
[31] Frantz Fanon (1952), p. 68: “El problema de la
colonización tiene que ver no sólo con la conexión de las condiciones objetivas
e históricas, sino también con la actitud del hombre en relación con dichas
condiciones”.
[32] Frantz Fanon (1952), p. 7: “la riqueza de su pensamiento, el poder
similar de su espíritu”.
[33] Citado por Maria Belo (1999), p. 135: “el
europeo recalca la vinculación para enfatizar la independencia y la
subsiguiente gratitud, la confianza en sí mismo y en la técnica. En cambio, el
africano da valor a la dependencia, a la obligación de la ayuda recíproca, y
también al don”.
[34] Leite de Vasconcelos (1966), Vol. II, p. 98. Fritangada puede ser traducido al español como “fritanga”.
[35] Leite de Vasconcelos (1966), Vol. II, p. 99.
[36] Adolfo Coelho (1995), p. 239.
[37] Pires de Lima (1940), p. 97.
[38] Pires de Lima (1940), p. 98.
[39] Pires de Lima (1940), p. 164.
[40] E. Martinez Lopez (1998), p. 34.
[41] Pires de Lima (1940), p. 66.
[42] Pires de Lima (1940), p. 66.
[43] Leite de Vasconcelos (1975), Vol X, p. 397.