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Díaz Tena, María Eugenia. “La vida de
Santa Librada y su fuente medieval”. Culturas
Populares. Revista Electrónica 8 (enero-junio 2009). http://www.culturaspopulares.org/textos8/articulos/diaz.htm ISSN: 1886-5623 |
La vida de Santa
Librada
y su fuente medieval
María Eugenia Díaz Tena
CiLengua (La Rioja) y CITCEM (Universidade do
Porto)
Resumen
La vida de Santa Librada, virgen y mártir, ha llegado hasta nuestras
manos en forma de pliego de cordel en prosa de mediados del siglo XVI. Se
mezclan en este pliego la leyenda de Santa Librada y el tremendismo que tanto
gustaba al público receptor de los mismos.
Nuestra
intención es analizar la fuente medieval de este pliego, que es –con toda
probabilidad- el Leccionario Seguntino del siglo XII y los elementos folklóricos y
literarios de este texto hagiográfico con orígenes medievales. Además,
aportaremos datos sobre el pliego, ya que carece de colofón, no tiene
indicación de autoría, ni se indica el editor, ni el impresor, ni el lugar en
el que fue impreso.
Palabras clave: Santa
Librada, pliego, fuente medieval, motivos literarios.
Abstract
The life of Saint Librada,
virgin and martyr, has reached our hands in the form of a chapbook in prose
from the middle of the 16th century, mixture of the legend of Saint
Librada and the “tremendismo” that appealed so much to the readers of these
works.
The
intention of this paper is to analyse the medieval source of this chapbook
—which is, most probabily, the Leccionario Seguntino of the twelfth
century— as well as the folk and literary components of this hagiographic text
of medieval origins. It also bring foward some data about the chapbook, since
it lacks colophon, has no explicit author, and indicates neither the editor,
nor the printing place.
Keywords: Saint Librada,
Chapbook, Medieval Source, Literary Motifs.
P |
retendemos
en estas pocas páginas retomar un tema tratado en otro artículo, para completar
y rectificar datos ya aportados y para analizar de forma más detallada el
contenido literario del texto y su fuente. El tema en cuestión es un pliego
suelto del siglo XVI que contiene la vida y pasión de Santa Librada ─una santa sobre la que pesan bastantes incógnitas[1]─ y se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid[2].
❧ Más noticias
sobre el impresor:
En
nuestro anterior trabajo le seguimos la pista al impresor vallisoletano de
mediados del siglo XVI: Sebastián Martínez[3],
editor, librero y un buen ejemplo de impresor ambulante; y comentábamos su
querencia por las portadas a modo de frontispicio[4],
que guardaban un cierto parecido con la de nuestro pliego suelto en prosa. Pero
nos llamaba más la atención la presencia de un mismo signo tipográfico ─un calderón con florón─, en otra
obra de Martínez. Actualmente nos encontramos en disposición de poder indicar
dos obras más de este impresor ─además de la
ya indicada en el anterior artículo─ en las que
aparece este signo tipográfico: el Vocabularium Ecclesiasticum de Rodrigo Fernández de Santaella, impreso en 1555, en Methinae: apud
Sebastianum Martinez, según indica la portada[5];
las Ordenanças reales de Castilla. Por las quales primeramente se han de
librar los pleytos civiles y criminales[6], que imprimió en Alcalá de Henares, en 1565, donde encontramos un
calderón con florón de cuatro pétalos, bastante más perfeccionado que el que
aparece en el pliego; y su última obra impresa en la ciudad de Valladolid, en
1566[7],
que ya mencionábamos en el trabajo anterior: Comentarios del licenciado
Pedro Hernández[8] en que se
contiene lo que el hombre debe saber, creer y hazer para aplazer a Dios. En esta última obra[9]
─principalmente─ y también en la primera que mencionamos, impresas ambas en cuarto y
con letra gótica, encontrábamos muchas semejanzas tipográficas con el pliego
suelto de Santa Librada: el tamaño y el tipo de letra, el mismo sistema de
foliación y el mismo y extraño calderón con florón de seis pétalos que habíamos
encontrado en el pliego (ver apéndice I).
Todo esto nos sigue reafirmando en la idea de que este pliego suelto dedicado a
Santa Librada salió de la imprenta de Sebastián Martínez. Ya que no conocemos
el uso del calderón con florón en otro impresor.
❧ Más noticias
sobre la documentación de la vida de Santa Librada:
Ya hablamos de la importancia de la etapa del impresor Sebastián
Martínez en la ciudad de Sigüenza, porque allí el culto a Santa Librada ─que fue patrona de la ciudad, de la catedral y de la diócesis durante
siete siglos─ es muy importante[10].
Y que de la mano de Sebastián Martínez llegó la imprenta por primera vez a
Sigüenza, a petición del obispado, para realizar siete impresiones de textos
litúrgicos o religiosos en latín[11].
También tratamos la escasez de datos documentales sobre la
vida de Santa Librada, que no aparece documentada en las Actas de los
Mártires[12], ni en el Martirologio Romano[13], y que en diversos diccionarios de santos[14]
es confundida con Wilgeforte[15],
hecho ─por otro lado─ bastante común a partir del siglo XVI[16].
Tampoco aparece en los Flos sanctorum medievales castellanos o en la famosa Leyenda Áurea de Giacoppo da Vorágine. Tampoco aparece en las leyendas medievales en
castellano, aunque sí se hace referencia a Santa Quiteria ─también virgen y mártir y hermana de Santa Librada─ en un Flos sanctorum catalán[17]
y se la menciona en la estrofa 1312b del Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita: «la Quaresma católica dó la a Santa Quiteria»[18].
Por lo que respecta al siglo XVI y a textos escritos en
lengua castellana, sabemos que hacia 1569 Bartolomé Palau escribió una Farsa
de Santa Librada y sus ocho hermanas ─hoy desaparecida─, cuya
representación tuvo lugar, probablemente, en Burbáguena ─ciudad natal del autor─ con motivo
del traslado de algunas reliquias de la santa desde Sigüenza hasta dicha villa
turolense[19]. Que, según
la Historia de la diócesis de Sigüenza[20] de Toribio Minguella, un canónigo llamado Pedro de Salazar, numantino
para más señas, escribió una Vida y martirio de la gloriosa virgen santa
Librada, sacada de los códices y originales que están en la santa iglesia de
Sigüenza, escrita el año 1572 por el canónigo Salazar[21], que Minguella transcribe en su monumental obra sobre la diócesis. Y
que en la Hagiografía y vidas de los santos del nuevo testamento (1585) de Juan Basilio Santoro, se cuenta de forma muy resumida la
vida de Santa Librada[22].
Y en la primera mitad del siglo XVII tenemos otra comedia: El
retrato que es mejor, Santa Librada, de Jerónimo
Barrionuevo y Peralta, que a pesar de ser granadino pasó la mayor parte de su
vida como canónigo y tesorero de la Catedral de Sigüenza, ciudad en la que
falleció[23]. Éstos son
los pocos datos existentes en España sobre la santa en los siglos XV, XVI y
XVII.
Se sabe que las reliquias de Santa Librada, nacida en
tierras lusitanas ─según el texto del pliego de la Biblioteca Nacional─,
donde su padre Catelio era pretor, llegaron en el siglo XI a Sigüenza[24],
gracias a su primer obispo, D. Bernardo de Agen (1121-1152), quien las trajo de
tierras aquitanas, donde eran veneradas desde finales del siglo VIII. Es una
santa relacionada con la ideología de la Reconquista. El documento conocido más
antiguo sobre la vida de la santa, en España, es el Leccionario Seguntino[25] del siglo XII, dedicado a la santa y contenido en el Breviario de
Don Rodrigo, que fue obispo de Sigüenza en 1192.
Toribio Minguella y Arnedo supone que el Leccionario, «primorosamente escrito en vitela con letra galicana»[26],
fue escrito por Don Bernardo de Agen; opinión que comparte el deán Chantos. Lo
que no puede concretar Minguella es si Agen, al escribir la Vita et Passio
Sanctae Liberatae, tuvo presente algún códice o si se
limitó a consignar la tradición.
Sabemos que a principios del siglo XVI se intenta imprimir
íntegro el texto del antiguo Leccionario del siglo
XII, con la vida de nuestra santa. Según dice Minguella en su Historia de la diócesis de Sigüenza (op. cit., vol.1, 271):
En vísperas de inaugurarse el
magnífico retablo que D. Fadrique de Portugal, Arzobispo entonces de Zaragoza y
antes Obispo de nuestra Diócesis, dedicó á Santa Librada en nuestro templo
Catedral, publicó en Alcalá de Henares ─año 1536─ el Sr. D. Pedro Salazar, numantino, el
leccionario del siglo XII.
Pero como hemos podido comprobar en la obra de Martín Abad
sobre la imprenta en Alcalá, no se editó por esas fechas ninguna obra que se
pueda corresponder con ese Leccionario seguntino.
En el Archivo de la Catedral de Sigüenza no se conserva ningún ejemplar de esta
edición alcalaína, pero sí encontramos un manuscrito del siglo XVII (1616), el
ms. 98 (antiguo ms. 23), titulado Officia propria festivitatum, que in
cathedrali, et diecesi Seguntina sunt celebranda, si placuerit SSmo
D.D.N. Paulo P.P.V., que a partir del folio 127
incluye la historia sobre la vida y pasión de Santa Librada ─distribuida en 9 lecciones según la forma litúrgica del Breviario─, y tras la vida un epigrama de Pedro Salazar en honor del mausoleo de
la santa, así como los motivos de dicha incorporación y la fuente de donde fue
transcrito el texto, que dice ser un impreso alcalaíno del año 1536. Dice
González Chantos y Ullauri[27]
que el primer Breviario particular de la iglesia de Sigüenza se imprimió en
Logroño en 1528 y que en él estaría el texto de la vida y pasión de santa
Librada. Pero si consultamos la bibliografía riojana[28]
comprobamos que en 1528 no se imprime en La Rioja ningún breviario seguntino,
aunque sí se imprime una obra de Lucio Marineo Sículo que contiene una Passio
sante Quiterie virginis & martyris en la imprenta
de Miguel de Eguía, cuñado de Juan de Brocar ─que imprime
en Logroño y Alcalá─, de quien heredará tipos Sebastián Martínez.
❧ Sebastián
Martínez y la vida de santa Librada:
Con la llegada de Martínez a Sigüenza, se imprimirá
nuevamente la vida de la santa, pero no en su versión íntegra, tal y como la
recogía el Leccionario del siglo XII, porque el
recitado en el oficio canónico resultaba un poco largo; por eso, «al imprimirse
en 1561 el Breviario Seguntino, se hizo un
compendio de las nueve lecciones historiales en que estaba dividido el antiguo
rezo, reduciéndolas a seis mucho más breves»[29].
Es lógico, pues, que encontremos muchas semejanzas entre el texto del pliego y
el del Breviario latino, impreso por Sebastián
Martínez; aunque ─como es obvio─ faltan pormenores, debidos a esta reducción, que sí aparecen en el
pliego.
Sin embargo, si cotejamos el texto de nuestro pliego suelto
castellano sobre Santa Librada con el texto latino del Leccionario del siglo XII ─que se
conserva gracias a las transcripciones realizadas por Minguella (1910)[30]
y por Chantos (1806)[31]
y al ms. 98 del Archivo de la Catedral de Sigüenza (1616)─, comprobamos que el pliego es una traducción bastante fiel del texto
latino del Leccionario[32] y que ─grosso modo─ al pliego
solo le falta un fragmento de la lectura del santo evangelio según San Mateo,
que aparecía al final de la sexta lección del Leccionario, y la indicación de la fecha de la festividad de la santa (XV Kalendas
Februarii, 18 de enero), que aparece al final del texto del Leccionario[33].
Por lo tanto, Sebastián Martínez conoció perfectamente la
hagiografía de Santa Librada, pues fue el impresor del Breviarium de 1561, encargado por el obispo Pedro de la Gasca, para el que se usó
como base el Leccionario del siglo XII que contenía
el texto íntegro de la vida de la santa. Estamos casi seguros de que Martínez
tenía la información suficiente para poder imprimir un pliego dedicado a la
vida de la santa, pero desconocemos el motivo por el que lo imprimió, y la
ciudad en que lo hizo. Es muy probable que lo hiciera en Sigüenza a petición de
la propia Diócesis, ya que allí tenía instrumentos para llevar a cabo esa tarea
y la fuente del pliego; pero también lo pudo hacer en Valladolid, tras su
regreso de tierras seguntinas, pues los tipos móviles usados en el pliego son
los mismos, muy probablemente, que usa para imprimir los Comentarios de Pedro Hernández de Villaumbrales; o en Alcalá de Henares, ciudad en
la que monta su imprenta mientras está en Sigüenza al servicio del obispo y
donde imprime en 1565 las Ordenanças reales de Castilla, en las que también encontramos ese peculiar calderón con florón.
Debido a la movilidad del impresor entre 1561 y 1566 ─posible arco temporal en el que se imprime el pliego─, resulta difícil precisar el lugar de la impresión y el motivo por el
que no se aducen esos datos en el colofón o en la portada del texto. A pesar de
ello, nos atreveremos a formular una hipótesis sobre el uso o el motivo de
impresión de este pliego: desde el año 1537 hasta el 1568 se celebraba el día
15 de julio la fiesta de la traslación de los restos de Santa Librada al altar
que mandó hacer D. Fadrique de Portugal; tal vez, durante la estancia de
Sebastián Martínez en Sigüenza, la Diócesis le solicitó la impresión de este
pliego con el texto en castellano de la vida de Santa Librada para que los
fieles que asistían a esa celebración siguieran el rezo antiguo completo en
romance ─de ahí que no fuera necesario el pie de imprenta, ni las licencias─; y de ahí que no se traduzca la fecha original de la celebración de la
santa que aparece en la fuente del pliego, el 18 de enero, porque las
celebraciones de la fiesta de la traslación eran el 15 de julio.
❧ Motivos
literarios y folklóricos presentes en el texto de la vida de santa Librada:
Su
contenido representa una de las tendencias más pujantes de la literatura de
cordel durante el siglo XVI: la temática religiosa. Se mezclan en este pliego
la leyenda de Santa Librada con el tremendismo que tanto gustaba al público
receptor de los mismos[34],
ya que la santa nació en un parto múltiple, junto a ocho criaturas más.
Es significativa la presencia en este pliego de bastantes
elementos folklóricos y de motivos narrativos de honda raigambre clásica y
medieval, que mencionaremos a continuación:
§
El parto múltiple [T586], en este caso de nueve
criaturas [T586.1.3][35];
la consideración del parto múltiple como un oprobio, una ofensa, una
monstruosidad por la que se compara a la mujer con las bestias:
Y acontesció por disposición divina que la
sobredicha reyna se empreñó del rey e de un parto parió nueve hijas, lo qual a
algunos parescera cosa de no creer, mas acerca de Dios todas las cosas son
possibles, del poderío del qual ninguno deve dubdar. El qual, ciertamente en
una hora, crió de ninguna cosa las nueve órdenes de los ángeles, pues
fácilmente pudo hazer que una muger pariesse nueve hijas de un parto. El qual,
ansí mesmo contra las cosas que suelen ser, hizo que Nuestra Señora quedando
siempre virgen sin ayuntamiento de varón, conciviesse y pariesse Dios y hombre.
Pues no es de maravillar que una muger preñada de simiente de varón pariesse
tanta generación. Y quando la reyna vido que tanta multitud de hijas avía
parido, forçándole la vergüença y muy confusa en su coraçón, empeçó entre sí de
pensar qué haría por que esto no viniesse a noticia pública. Y considerava, que
si se supiesse, que sería a ella gran oprobio e a su linaje y que sería al rey
su mari-|[a ii] do gran offensa si tal cosa della se dixesse; lo
qual, aún a los puercos o a otras animalias es cosa
monstruosa[36].
La reina sabe perfectamente que el nacimiento de tantas
hijas[37]
puede ser una ofensa para su linaje y para su marido, ya que en el imaginario
popular solo se explica esa fecundidad excesiva si la mujer hubiera sido infiel
al marido. Además, en el texto castellano del pliego se compara el
alumbramiento múltiple con el de los puercos: «lo qual, aún a los puercos o a otras animalias es cosa monstruosa»; esta comparación no coincide exactamente con la que se hace en el Leccionario del siglo XII, donde se compara con las bestias de carga: «quod etiam
in jumentis, vel pecudibus monstruosum videtur».
La relación entre la mujer prolífica y los puercos[38]
es una analogía tradicional, que encontramos en los romances primitivos ─como muy bien estudió François Delpech[39]─, en la Leyenda de los infantes de Lara o
en el Caballero del Cisne[40].
Estas nueve[41]
mártires, que tras su pasión serán intermediarias entre Dios y los cristianos,
nacieron en un único parto como las nueve musas mitológicas, que para Platón y
los neoplatónicos eran las mediadoras entre el dios y el poeta.
§
A la reina Calsia, madre de las nueve mártires,
también se la acusa de tener menos sensibilidad que los animales: que la loba[42],
la osa, la tigre o la leona, todos animales
salvajes que ─según el texto del pliego─ «amando
tanto a sus hijos, si veen venir a los caçadores, por guardalles, mil vezes
ponen por ellos las vidas por defenderlos. Y esta muger se puede llamar más
fiera que todos estos animales, persiguiendo a su misma generación, porque se
trabaja en matarla».
Los animales con los que se compara a Calsia nos hacen
recordar el inicio del Infierno de Dante, cuando
estando el escritor en el bosque y en un momento de confusión, se le aparecen
una pantera, una loba y un león, que desde antiguo simbolizan los pecados de
lujuria, avaricia y orgullo, respectivamente. Pecados que, sin duda, pueden
atribuirse también a Calsia, la reina gentil que manda asesinar a sus hijas por
miedo a ser acusada de infidelidad o de lujuria.
§
La decisión de arrojar a las hijas al río[43], su abandono[44]
y la salvación final de las criaturas gracias a una buena cristiana ─una humilde partera, más noble en sus actos que la reina Calsia, que
procede de linaje real por su nacimiento─, sigue la
tradición bíblica de Moisés, «el salvado de las aguas», el cual tuvo la misión
de conducir al pueblo de Israel a la tierra prometida. Y Santa Librada y sus
ocho hermanas, todas vírgenes y mártires, tendrán la misión de conducir a los
hombres hacia el cristianismo ─la tierra
prometida─ con el ejemplo de sus pasiones.
§
El conflicto ideológico entre padre e hijas[45]: el padre ─el rey Catelio─, representa lo tradicional, lo acostumbrado y convencional, mientras
que las hijas representan las nuevas ideas, es decir, el incipiente
cristianismo, que es perseguido por los gentiles.
§
La belleza, la prudencia y la elocuencia que han de
ser características presentes en una buena reina medieval. Todos estos rasgos
están presentes en Santa Librada y en sus hermanas, que no dejan de ser hijas
de un rey terrenal ─Catelio─ y un rey celestial ─Jesucristo─. La belleza física de las nueve jóvenes se identifica con belleza de
espíritu. Aunque para los gentiles sea una cuestión meramente física, pues
quieren que estas jóvenes se salven por el hecho de ser bellas. De facto, los
verdugos de Santa Librada le ruegan que se convierta a los ídolos porque están
maravillados ante su belleza, como leemos en el pliego: «Y biendo su hermosura
della, maravillávanse e rogávanle que se tornasse a los ýdolos».
La
mención de la hermosura se emplea también para la construcción de una situación
dramática de pathos, pues aparece en relación con
la inminente muerte de las nueve hermanas. Y sirve de punto de contraste con la
fealdad que le impondrán sus verdugos al torturarlas y matarlas de forma atroz[46].
§
El voto de castidad[47] hecho por estas nueve mártires: motivo que las pone en oposición con
el resto de hombres y con un impulso fundamental de la naturaleza humana. A la
vez que se considera que esa continencia y esa castidad son medidas eficaces
para adquirir la fuerza necesaria para afrontar el martirio, que es la
consumación de una vida de fe.
§
La vida eremítica es considerada de suma importancia,
pues es la que llevará Santa Librada tras separarse de sus ocho hermanas y huir
de su padre, para impedir que éste peque al tener que ordenar que las asesinen
a todas por no convertirse a los ídolos.
Y,
finalmente:
§
La muerte por decapitación, que está profundamente
relacionada con el descubrimiento prehistórico de la cabeza como el sitio de la
mente, de las ideas, la sede de la fuerza espiritual[48].
Además encontramos en el pliego detalles propios de la
literatura popular: constante presencia de exclamaciones e interjecciones;
interpelaciones directas a los lectores u oyentes de esta historia; y
parlamentos en estilo directo de santa Librada, de Genivera ─una de sus hermanas─, de su
padre y de su madre,… que le dan a la historia un cierto aire de texto
dramatizado, parateatral.
¶
Conclusión:
Este
pliego suelto en prosa dedicado a la vida de Santa Librada, tiene una fuerte
relación con la ciudad de Sigüenza, por ser esta santa su patrona y por haber
estado allí la fuente latina del pliego, el Leccionario Seguntino del siglo XII, del cual solo conservamos testimonios ─el original se perdió en la guerra civil─ en latín
[a) ms. 98 de 1616, que copia el impreso alcalaíno de 1536, publicado por Pedro
Salazar, y del cual desconocemos el paradero; b) transcripción realizada por
Chantos en 1806; c) transcripción realizada por Minguella en 1910] y castellano
[El texto del pliego de ¿1561-1566?, que sería ─actualmente─ el más antiguo de los testimonios conservados del Leccionario del siglo XII con la vida de santa Librada].
El análisis de su contenido nos revela el uso de motivos de
raigambre medieval, por ser su fuente de esa época, como hemos podido
comprobar. Su impresor fue, con toda probabilidad, el vallisoletano Sebastián
Martínez, que estuvo en contacto con el texto latino de la vida de esta santa,
pues fue el introductor de la imprenta en esta ciudad e imprimió en 1561 el Breviarium latino que tomaba como base el Leccionario del siglo XII. Martínez editó este pliego en castellano con la vida de
Santa Librada, bien por mandato ─tal vez de
la propia Diócesis de Sigüenza─, bien por
voluntad propia ─para hacer negocio─, entre el
año 1561 y el año 1566.
Apéndice I
Apéndice II
Leccionario
de santa Librada, virgen y mártir, copiado directamente del Breviario que fue
del obispo don Rodrigo (1192 a 1231)[49]
Lección 1:
Fuit
Rex nobilis nomine Catellius, cuius Regni caput Balchagia civitas extitit, que[50]
olim inter occidentalium partium urbes[51]
populorum frequentia, opum affluentia, ac munitionis robore famossisima[52]
fuit, sed modum[53] meritis
exigentibus ad exiguae redacta brevitatem villulae mutato nomine, sicut et
statu, Estutiana[54] est
nuncupata. Rex iste
nobilitate praeclarus, divitiis opulentus, subditorum multitudine
potentissimus, inter finitimos Reges nulli secundus habebatur. Habuit autem
coniugem Calsiam nomine, ex illustri Regum prosapia[55] exortam, sicut matrimonii foedere, ita et
gentilitatis errore sibi conjunctam[56]. O foelices ambo, si terreni regni, cui
permittente[57] Deo praerant, dominatorem recognoscerent
Regem coelestem, qui est Rex Regum, et Dominus dominantium, per quem Reges
regnant, per quem Principes imperant! Accidit autem divina dispositione, ut
dicta Regina multiplici sobole foecundata[58], uno die novem filias pareret, quod licet
aliquibus incredibile videatur. Domino tamen omnia possibilia sunt, de cuius
omnipotentia nulli fas est aliquatenus dubitare. Qui enim una hora[59] creavit novem ordines Angelorum ex
nihilo, facile potuit uno die producere novem partus ex unius mulieris alvo: et
qui contra solitum fecit virginem, absque viri admistione[60], generare Deum et hominem, non est mirum
si matronam virili semine foecundam fecit parere plus solito copiosam prolem.
Lección 2:
Cum
copertum[61] esset Reginae quod tantam peperisset[62] faemineis[63] sexus multitudinem, pudore acta, et mente
valde confusa coepit secum volvere qualiter machinari posset, ut hoc factum ad
notitiam[64] publicam non perveniret. Existimabat enim
ad opprobrium sui, ad ignominiam generis, et ad viri offensam cedere si tale
quid de ipsa divulgatum fuisset, quod etiam in iumentis, vel pecudibus
monstruosum videtur, et maternae[65] pietatis oblita plus saecularem
attendebat infamiam, quam proprii partus immo sui ipsius miserabilem iacturam.
Excogitat itaque maligno[66] consilio vocans ad se[67] obstetricem, quae sibi familiaris, et
secretorum ipsius constia singularis erat, iubet ut totam illam turbam parvulam
latenter[68], et caute ad fluvium defferat[69], et ibi nullo omnino constio omnes simul
in profundum[70] gurgitis demergat. O mulibris[71], immo diabolica, adinventio! O furor omni
ferali feritate ferotior! Lupa siquidem[72], et ursa, tigris, et leena foetus suos insatiabili
amore diligunt, et pro eorum vitae tuitione venatorum telis, et canum morsibus
sese usque ad mortem opponunt. Haec autem[73] omni fera ferior[74] sobolem suam persequitur, et quas vix in
lucem[75] ediderat in ipso vitae ingressu morte
horribili extinguere festinat. Sed misericors Deus, qui de malis hominum
actibus bona consuevit elicere, de his infantulis aliter statuit, et novem
istas parvulas crudeliter abiectas inter novem Ordines Angelorum gloriose
collocare disponit[76].
Lección 3:
Accepto saevo mandato de parvularum
peremptione, coepit obstetrix meditare[77]
qualiter, et quando posset perficere, quod sibi fuerat[78]
imperatum. Interim autem reserva ad cor cogitat, et recogitat matris saevitiam
in famularum innocentiam, attendit generis nobilitatem, respicit puellarum
pulchritudinem, considerat etiam magnitudinem criminis[79],
tot animas innoxias perdere sine causa; his omnibus attonita, et naturali
pietate turbata, haeret, horret, et nunc mandatum Dominae ad animum revocans,
nunc Dei timorem ante oculos ponens trepidat et fluctuat[80]
quid inter haec sibi sit agendum[81].
Tandem, inspirante Deo, meliorem partem eligit, et pia devotione commota
innocentium vitae parcere disponit: firmatoque proposito de conservandis
puellis, tractat intra se, et deliberat qualiter hoc opportune valeat
adimplere. Post paululum vero[82],
volente Deo, opportunitate adinventa, accedit ad vicum, qui in suburbio
civitatis a Christianis inhabitabatur[83],
et ibi quaerens nutrices idoneas singulas singulis tradit, rogans, et
obsecrans, constituta sibi mercede condigna, ut eas summo studio, ac diligentia
nutriant, et maternum eis affectum[84]
modis omnibus studeant exhibere[85],
et quidquid[86] sibi
subtrahere poterat quotidie in earum usus sollicita ministrabat. O fidelis
famula, quae tam Dominae, quam sibi sapienter, et pie novit prospicere, ut et
Dominam conservaret a parricidio, et se ipsam gratam Deo redderet pro tam[87]
laudabili facto! Nempe non dissimilis haec obstetricibus Aegiptiis, quae magis
timuerunt Dominum[88]
quam Regem, unde et Dominus aedificavit eis domos. Huic quoque credendum est
pium Dominum[89] aeternam
domum in coelo pro tam pio opere preparasse[90].
Lección 4:
Suscipientes
christianae nutricis[91]
commendatas sibi infantulas, studuerunt illas pie, atque fideliter alere et
materno afectu[92], sicut
Ammonitae[93] fuerant per
omnia pertractare. Paucisque evolutis diebus fecerunt eas Sacramento Baptismi
regenerari, nomina illis imponentes. Sunt autem haec earum nomina: Genivera,
Liberata, Victoria, Eumelia, Germana, Gemma, Martia, Basilia, Quiteria, sicque
Dei nutu ereptae a voragine fluminis renatae sunt per undam lavacri salutaris.
Postquam autem transactis simpliciter annis infantiae pervenerunt ad aetatem
discretionis, edoctae sunt a fidelibus nutricibus, et ab aliis Christianis,
inter quos habitabant, Christum timere, et diligere, et pro amore ipsius carnis
luxus, et omnes saeculi contemnere[94]
voluptates. Tempore procedente, cum iam adolevissent[95]
per Christianorum cohabitationem, et collocutionem[96]
didicerunt genus suum, et ortum, casusque varios per quos transierant, et
qualiter liberatis a mortis periculo donaverit[97]
eis Dominus[98] vitam
corporis et mentis. Inde cum ingenti exultatione immensas[99]
Deo gratias referentes coeperunt sese[100]
exhortari in Domino, et sicut sorores carne se recogneverant, ita quoque
Germanae studuerunt esse devotione fidei, et pia conversatione: magisque
gratulabantur, de Patris coelestis aeterna, et immarcescibili[101]
gratia quam de patris terreni vana et[102]
transitoria nobilitate. Cum[103]
autem recogitarent quantam Dominus[104]
eis fecerat[105]
misericordiam, et deliberarent secum quid ei possent retribuere pro tanta[106]
gratia sibi collata, nihil aliud habentes quod ei offerrent, obtulerunt illi
semetipsas, hostiam mundam, et immaculatam, statuentes ad honorem ipsius
servare perpetuam virginitatem. Exinde[107] amplius
spiritu ferventes vigiliis, et[108]
orationibus, et bonorum operum exercitiis sese[109]
ex integro manciparunt.
Lección 5:
Postea[110]
instigante diabolo[111]
exorta est adversus nomen[112]
christianum persecutio[113]
saeva. Exiit edictum[114]
a Romano Imperio, ut quicumque repertus fuisset christianae fidei cultor, per
exquisita supplicia compeleretur[115],
aut Christum abnegare, et thurificare idola[116],
aut per diversa genera poenarum[117]
vitam finire. Ita videlicet quod nec aetati, neque sexui parceretur, sed nec
frater fratri, neque pater parceret filio, sed quisquis Christianos ubicumque
repertos incuntanter[118]
non proderet, ipse quoque pari cum eis supplicio teneretur[119].
Pervagatis igitur occidentalibus regionibus, ad urbem[120]
Balchagia pervenit profanum edictum[121],
qua citius rumore funesto repleta mox ad ipsius civitatis suburbia
famavelociter[122] currens
pertransiit[123]: fit
repente idolatrarum plausus, et exultatio, Christianos vero metus horribilis,
ac moeror[124] invadit[125].
Ut autem innotuit Virginibus sacris mandatum, nefarium caetaris[126]
Christianis metus[127]
trepidantibus, ipsae imperterritae manentes gaudio magno sunt repletae, totoque
pectore Christum concipientes, coeperunt ingenti desiderio ad palmam martyrii
anhelare. Continuo itaque prorrumpentes[128]
in vocem laudis, et orationis omnes unanimiter exclamant: Ecce tempus optatum,
ecce hora quam desiderabamus, advenit faelix[129]
dies qui nobis offertur[130],
quid retribuamus Domino pro omnibus quae retribuit nobis? O Deus omnipotens,
qui nos a morte nefanda ereptas ad vitam temporalem servasti, obsecramus
clementiam tuam, ut per mortem transitoriam ob confessionem nominis tui
digneris nos ad vitam perducere sempiternam[131].
Haec et his similia illis[132]
orantibus, ecce subito supervenientes apparitores, ubique Christianos
investigantes has novem Virgines incumbentes orationi reperiunt, quas ut
didicerunt[133]
christianas esse horribiliter captas raptim pertrahunt ad tribunal Regis
Catelli[134], cumque
traherentur atrociter, ibant gaudentes quoniam dignae habitae sunt pro nomine
Jesu contumeliam pati, sicque persistebant constanti animo, et vultu hilari, ac
si ad deliciosas epulas[135]
vocarentur.
Lección 6:
Praesentatis[136]
Virginibus ante Regis conspectum, intuens Rex earum pulchritudinem, considerans
etiam omnes similes facie[137],
et pares aetate, miratus super his, blando eas sermone adorsus est in hunc
modum. O puellae nobiles! Foelicem[138],
quidem vitam poteratis ducere si Deorum nostrorum cultui[139]
vos constaret esse devotas. Non enim ambigo vos illustri exortas progenie, quas
tanta[140] formae
elegantia mirabili gratia venustat. Verum nequid in vos absque causae
cognitione decernam, genus vestrum nosse desidero pariter, et conditionem. Ab
haec B.[141] Genivera
respondit dicens, si genus nostrum nosse desideras filiae tuae sumus, si
conditionem quaeris Christi famulas nos profitemur. Cui Rex revera filias vos
adoptare me polliceor, si christianae superstitionis errore abjecto[142]
Diis immortalibus culturam studueritis exhibere[143].
Cui B.[144] Genivera
filias quidem tuas non adoptione[145],
sed natura nos facit, nam scias procul dubio nos a te[146]
generatas, et ex uxore tua natas fuisse. Tunc Rex attonitus dixit huius rei
veritatem scire volo, et utrum jocose an serio haec loquaris mihi non differas
aperire. Ad quem B.[147]
Genivera confidenter ait. Domine mi Rex, certum tibi sit quod Regina Calsia nos
novem germanas uno die peperit, quam rem pro[148]
pudore volens tuam, aliorumque latere notitiam[149],
tradidit nos famulae suae in profundum gurgitis sumergendas. Famula vero Deo
volente nostri miserta commendavit nos alendas mulieribus christianis, a quibus
diligenter nutritae, et earum studio[150]
sacramento Baptismi sumus regeneratae: deinde postquam adolevimus, edoctae
fuimus a Christianis in fide Christi, quem verum Deum novimus, et ei nostram
obtulimus virginitatem. His auditis Rex stupefactus, et vehementer admirans, confestim
fecit vocari Reginam, et eam secretius alloquens instanter exigit ab ea, ut
istius rei sibi panderet veritatem. At Regina[151]
videns rem amplius non posse latere, ut pote certis declaratam inditiis totius
facti seriem[152] Regi per
ordinem indicavit.[153]
In
illo tempore: Disit[154]
Jesus discipulis suis parabolam hanc[155]:
simile est regnum coelorum thesauro abscondito in agro, quem, qui invenit homo
abscondit, et prae gaudio illius vadit, et vendit[156]
universa, quae habet, et emit agrum illum. Et, reliqua[157].
Lección 7:
Postquam
agnovit Rex filias suas, vocavit eas, et[158]
scorsum[159] et paucis
assistentibus benigne eas affatus[160]
est his verbis: O dilectae filiae[161]
quas perditas hodie invenio, quas hodie a morte ad vitam recipio, gaudeo super
tam inesperata[162]
fortuna, gratulor super tam foelici[163]
successu: hodie coelum novem milhi praefert[164]
sidera[165], hodie
novem egregia pignora mihi nascuntur. Ergo nolite videri degeneres, sed
abjicientes vanitatem illius plebeculae a qua fuistis seductae, ingredimini
patris palatium, et Diis nostris solemnia vota redentes[166],
fruimini gloria Regni mei. Ego vobis providebo sponsos de regio sanguine, et
affluenter regalibus divitiis[167]
vos dotabo, vel si magis vobis[168]
placuerit[169] virginalem
vitam ducere, deae Veste[170]
vos decenter sacris obsequiis mancipabo. Tunc B.[171]
Liberata constanter inquit ad Regem: Domine Rex, multum tibi debemus, quem
patrem carnalem recognoscimus, sed multo amplius debemus Deo, qui est pater
omnium, qui nos de non esse vocabit ad esse, et ad agnitionem sui nominis
dignatus est perducere: illum colimus verum et unum Dominum[172],
qui cultores suos ad vitam perducit aeternam. Idola vero, quae vos adoratis,
non Deos, sed pessima constat esse daemonia, quae sperantes in se[173]
vanis falaciis[174]
seducunt, et in futuro[175]
habebunt eos participes in gehena[176].
At tu mi[177] pater
consule tibi, et abjecta spurcitia[178]
recognosce Creatorem tuum, cuius permissione terreni regni sceptra gubernas,
quem, si toto[179] corde
credideris, et fideliter ei servieris, ab isto regno transitorio, et caduco
transferret[180] te ad regnum
indeficiens, et aeternum.
Lección 8:
Deinde
Regina conversa ad filias ait[181]:
O natae carissimae[182]!
Quas una die peperi, quibus dolens ad tempus carui; ecce vos iterum parturio,
agnoscite matrem vestram, possidete maternos thalamos, eligite vestes varias,
et pretiosa[183] ornamenta
mecumque pariter[184]
magnae Dianae exolvite tripudia laeta. Ad quam B.[185]
Liberata libera voce respondit: Mater nostra, tu quidem nos peperisti, sicut
dicis, sed mox miserabiliter abjiciens exposuisti nos piscibus devorandas,
Dominus[186] autem nos
misericorditer collegit, et annulo[187]
fidei suae subharravit[188],
ipsum credimus, et colimus Jesum Christum verum Dominum[189],
pro quo[190] etiam
mortem si oportuerit pati non formidamus[191].
Ad haec Rex ira commotus torvoque vultu B.[192]
Liberatam respiciens, inquit ad eam: Per magnum Jovem, si monitis nostris, tu[193]
et sorores tuae non adquieveritis, ut Christianorum deliramenta abnegantes Deos
nostros adorare non differatis, morte crudeli vos faciam interire: Tunc autem[194]
omnes exultantes pariter una voce dixerunt: hoc est quod semper desideravimus
ut pro nomine Christi mortem suscipere mereamur. Rursum rex mitioribus verbis
ait ad eas: natae meae, condoleo juventuti et simplicitati vestrae, sed
imperiale mandatum nos urget, ut non liceat nobis parcere cuiquam pro hac
causa. Verumptamen[195]
quia deceptas vos video do vobis indutias[196]
usque mane, ut interim de salute vestra deliberantes die chrastina[197],
vel Diis thurificantes magnifice a me honoremini[198],
vel si forte hoc facere contempseritis, subeatis sententiam capitalem. Egressae igitur a conspectu Regis
receperunt se in locum unum, et ibi permanserunt in oratione, et gratiarum
actione usque ad vesperam. Nocte autem facta surgentes ab oratione ajunt inter
se: Quamvis parentes nostri gentilitatis macula sint infecti, naturalis tamen
pietas nos admonet, ut si eos ab infidelitatis errore revocare non possumus,
saltem culpam illorum, studeamus aliquantisper minorare. Deus ergo, qui matrem nostram servavit a nostra
intereptione[199], ipse
patrem nostrum custodiat ab effussione sanguinis nostri, ut parentibus nostris
servatis innoxiis a reatu parricidii per aliorum manus cursus agonis nostri
consummetur.
Lección 9:
Ineunt[200],
itaque sacrae Virgines consilium, ut relicta civitate paterna, non simul, sed
separatim eant exules per quaecumque loca eas duxerit divina voluntas. Quo
firmato, B.[201] Liberata
elevans oculos, et manus[202]
ad coelum oravit dicens: Domine Deus Creator coeli, et terrae, qui nos ex uno
utero uno die nasci fecisti, qui nos a mortis tenebris liberatas ad lucem verae
fidei perduxisti, te precamur, ut nos pro tuo amore exultantes ad patriam
coelestem perducas, pro tuo nomine dispersas iterum in unum recolligas, et in
sinu Abrahae digneris nos insimiliter[203]
collocare. Cunctisque respondentibus Amen; sese mutuo deosculantes, et lacrimas
lacrimis[204]
immiscentes[205] vale dicto
discesserunt[206] ab invicem
quo Spiritus Sanctus u namquamque[207]
direxit[208]. Postea
per diversa loca a persecutoribus[209]
comprehensae, omnes martyrii coronam adeptae sunt, sicut earum gesta declarant:
B.[210]
vero Liberata, cuius ad praesens passionem describere suscepti est propositi,
nonnullis Christianis comitata[211],
qui eius intentionem agnoscentes illi coniunxerunt[212],
Eremum[213] intravit,
ibique cum illis aliquanto tempore asperrimam ducens vitam[214],
crudis herbarum radicibus, fructibusque sylvestrium[215]
arborum a vespera in vesperam reficiebatur. Gentiles vero, postquam Christianos
per urbes, et oppida inventos variis suppliciis trucidarunt, mox etiam per
rupes montium, per concava vallium latitantes perquirere non cessabant. Tandem
per deserta, et invia illos perscrutantes nihil locorum inexploratum
dimittebant[216].
Perlustratis[217] itaque
multis terrarum spatiis[218],
demum B.[219] Liberatam
cum adjunctis sibi fidelibus in locis abditis reperiunt[220].
Admirantes eius[221]
pulchritudinem, atque prudentiam conabantur illam minis, et blanditiis ad
cultum idolatriae inclinare. Ipsa vero in confessione nominis Christi immobiliter persistens[222],
nec minis eorum concuti[223],
nec blanditiis poterat emoliri. Statuerunt itaque comites eius coram ipsa variis torquere suppliciis, ut
sic saltem aliorum cruciatibus exterrita eorum adquiesceret voluntati. Sed Christi Virgo cum omni constantia
adhortabatur[224] socios non
timere vitam temporalem commutare pro aeterna, miseram pro beata multisque
consolationibus confortans, animos illorum non cessabat orare Dominum[225]
ne deficerent[226] in
tormentis[227].
Praemissis igitur cuctis[228]
ad regna[229] coelorum
per palmam martyrii[230],
tandem ipsa variis excruciata tormentorum generibus, cum a fide[231]
Christi nulla ratione posset avelli, capitis abscissione[232]
martyrium consummavit[233].
Sicque liberata a fluminis[234]
submersione[235], liberata
ab infidelitatis errore, liberata a corruptione carnis, liberata ab ergastulo
corporis[236], per
martyrii triumphum XV[237]
Kalendas Februarii[238]
libera[239] pervenit
ad Christum, cui est honor et gloria cum Patre, et Sancto Spiritu in saecula
saeculorum. Amen.
* Este trabajo toma como base una comunicación realizada en el XX
Coloquio del Medieval Hispanic Research Seminar (Londres, 25 y 26 de junio de
2009) y está dedicado al maestro Alan D. Deyermond, cuyo fallecimiento se
produjo durante la elaboración de este artículo.
[1] Según el pliego suelto, la santa nació en Balcagia ─la actual Bayona─, pero para
algunos historiadores Santa Librada nació en Aquitania, en la localidad de
Sainte-Livrade-sur-Lot, y tal vez murió en el mismo lugar. Véase Attilio Bislenghi, Luces y sombras. Mil años
de amor y devoción a Santa Librada, Sigüenza: Gráficas
Carpintero, 2003 y R. Castex, Sainte
Livrade. Étude historique et critique sur sa vie, son martyre, ses reliques et
son culte, Lille: 1890.
Parece que tampoco hay un acuerdo sobre la fecha de su nacimiento, para
A. Bislenghi «aunque la tradición
insista en fechar el martirio de Librada en el 138 o 139 d. C., las primeras
persecuciones anticristianas en la Galia, no parecen remontar al 177, durante
la persecución de Marco Aurelio y están circunscritas al área de Lugdunum, la actual Lión. Otra hipótesis, más verosímil, pone la fecha más
adelante, en los inicios del siglo IV y atribuye el hecho a Diocleciano… no es
del todo improbable la hipótesis de que Librada, filia reguli, es decir hija de un reyezuelo o jefe de tribu visigoda, fuese
condenada a muerte durante la dominación bárbara de Aquitania, entre el 416 y
el 507 d. C., culpada de haber abrazado la religión cristiana», op. cit., pp. 22 y 23.
[2] La vida y martirio de la bienaventurada
sancta Librada, virgen y mártir, hija del rey Cathelo y de la reina Calsia ─reyes de una ciudad llamada Balcagia─, la qual nació juntamente con otras ocho hermanas todas de un parto,
cuya maravillosa crianza y sancta vida la presente obra recuenta. Biblioteca Nacional de Madrid, Signatura R/ 24310 (2). El texto del
pliego ha sido editado y publicado por María Eugenia Díaz Tena, «Hagiografía: ¿un género marginal? El caso de un
pliego suelto hagiográfico en prosa sobre santa Librada» in Incipit, Buenos Aires: SECRIT, 2008, pp. 135-162; y por Carlos Alberto Vega, El transformismo religioso. La
abnegación sexual de la mujer en la España medieval,
Madrid: Pliegos, 2008, pp. 253-261. Hubo una coincidencia en el tiempo de
salida de ambas publicaciones.
[3] Datos sobre Sebastián Martínez: Mariano Alcocer y Martínez, Catálogo razonado de obras impresas
en Valladolid (1481-1800), Valladolid: Junta de
Castilla y León, 1993; Juan Catalina
García, Biblioteca de escritores de la provincia de Guadalajara, Madrid: Est. Tipográfico “Sucesores de Rivadeneyra”, 1899, pp.
704-705; Juan Delgado
Casado, Diccionario de impresores españoles (siglos XV- XVII), Madrid: Arco Libros, 1996, pp. 436-438; María Marsá, Materiales para una historia de la imprenta en
Valladolid (siglos XVI y XVII), León: Universidad de
León, 2007; Julián Martín Abad, La
imprenta en Alcalá de Henares (1502- 1600), Madrid:
Arco Libros, 1991, pp. 106-109; Augustin Redondo,
Antonio de Guevara (1480?-1545) et l´Espagne de son temps, Genève: Librairie Droz, 1976, pp. 456-462; Gregorio Sánchez Doncel, «La imprenta en
Sigüenza» in Anales Seguntinos, vol. I- nº1,
Sigüenza: 1984, pp. 107-119.
[4] Algunas portadas con frontispicio: Antonio de Guevara, Segunda parte del libro llamado Monte
Calvario, Valladolid: Sebastián Martínez, 1552; Cortes
de Valladolid del año M.D.XXXVII. Las pregmáticas y capítulos que su magestad
del Emperador y rey nuestro señor hizo…con la declaración que sobre los trajes
y sedas hizo, Valladolid: Sebastián Martínez,
1553; Beato Alonso de Orozco, Recopilación
de todas las obras que ha escripto el muy reverendo padre fray… Agora
nuevamente corregidas por el mesmo auctor, Valladolid:
Sebastián Martínez, 1554; Pragmática sobre la impressión y libros, Valladolid: Sebastián Martínez, 1558.
[5] Cristóbal Pérez Pastor, La
imprenta en Medina del Campo (ed. de Pedro M. Cátedra), Salamanca: Junta de Castilla y
León, 1992, pp. 131-132, n. 119. En la Biblioteca General de la USAL existe un ejemplar,
con la signatura: BG 20034.
[6] Biblioteca General de la Universidad de Salamanca: BG/44053.
[7] Mariano Alcocer y Martínez,
Catálogo razonado de obras impresas en Valladolid (1481-1800), Valladolid: Junta de Castilla y León, 1993, p. 131; María Marsá, Materiales para una historia
de la imprenta en Valladolid (siglos XVI y XVII),
León: Universidad de León, 2007, p. 119.
[8] En el privilegio de la obra se llama al autor Pedro Hernández de
Villaumbrales, rector de la iglesia de Santa María de la Antigua de la villa de
Becerril.
[9] Existe un ejemplar de la misma en la BNM, con la signatura R/12680;
aunque también hemos consultado un ejemplar perteneciente a la biblioteca
particular de Mercedes Fernández Valladares [Superlibros de Vicente y Pedro
Salvá; ex libris de Ricardo Heredia, conde de Benahavís].
[10] Juan Antonio Martínez
Gómez-Gordo, «Errores en la hagiografía de Santa Librada, virgen y
mártir» in Actas del II encuentro de historiadores del Valle del Henares, Alcalá de Henares: Institución de Estudios Complutenses, 1990, pp.
777-789.
[11] Libros impresos por Sebastián Martínez en Sigüenza: Breviarium
iuxta consuetudinem almae ecclesiae seguntinae (1561);
IHS. Breviarium
iuxta consuetudinem almae ecclesiae seguntinae. Ex sacra potissinum scriptura,
& probatis sanctorum historiis, nuper confectum, accuratissemeq; castigatum (1561); Officium commune sanctorum
iuxta consuetudine alme ecclesie seguntine (1562); Officium sanctorum iuxta consuetudinem
alme ecclesiae seguntine
(1564); Officium totius hebdomade sancte. Iuxta consuetudinem alme ecclesiae
seguntinae (1564); Summa
sacramentorum eccle. Ex doctrina F. Francisci a Victoria ord. Praed. Apud Salmanticam primarii cathedratici, congesta per F. Thomam de Chaves illius discipulum (1564) [obra que ya había impreso en Valladolid en 1561 y que se
conserva en la Biblioteca General de la USAL: BG 22444]; Instructio brevis
el valde utilis pro novis curatis et etiam antiquis, qui negligunt habere
libros: in qua reperient quomodo procedendum sit in sacramento penitentie (1565).
[12] Daniel Ruiz Bueno, Actas
de los mártires, Madrid: Biblioteca de Autores
Cristianos, 1968. Tampoco aparecen las ocho hermanas de Santa Librada.
[13] Martirologio Romano (versión española
ajustada a la ed. vaticana de 1948 por el P. Valentín M. Sánchez Ruiz, S.J.), Madrid: Apostolado
de la prensa, 1953, pp. 194-195.
[14] Joaquín Bastús, Nuevo
nomenclator sagrado o Diccionario abreviado de todos los santos del
martirologio romano, Barcelona: Librería de Isidro
Cerdá, 1864; Dom Philippe Rouillard,
Diccionario de los santos de cada día, Vilassar de
Mar: Oikos-Tau, 1989; David Hugh Farmer,
The Oxford dictionary of saints, Oxford: Oxford
University Press, 1997.
[15] Jacques Gelis,
«Wilgeforte: la sainte crucifiée» in Populations et cultures, Rennes: Université de Rennes 2, 1989, pp. 315-323; Carlos Alberto Vega (2008), op. cit., pp. 153-200 (epígrafe dedicado a las santas barbadas); Ángel Gómez
Moreno, Claves hagiográficas de la literatura española (Del Cantar de Mio Cid a Cervantes), Madrid:
Iberoamericana Editorial, 2008, pp. 27, 144 y 169.
[16] Existe una amplia bibliografía seguntina que aclara la confusión que
se ha producido entre Santa Librada y Santa Wilgeforte, reivindica la
antigüedad de Santa Librada y afirma que nada tiene que ver con la santa
barbada y crucificada: Diego E. González
Chantos y Ullauri (1806), op. cit.; Juan Antonio Martínez Gómez-Gordo,
Leyendas de tres personajes históricos de Sigüenza,
Sigüenza: Centro de Iniciativas y Turismo de Sigüenza, 1971; Toribio Minguella y Arnedo de las Mercedes, Santa
Librada, virgen y mártir, Patrona de Sigüenza y su obispado: estudio histórico, Madrid: Tip. de la Revista de Archivos, 1910; Toribio Minguella y Arnedo, Historia de la
diócesis de Sigüenza y de sus obispos, Madrid:
Imprenta de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1910, vol. 1, pp.
336-341; Attilio Bislenghi (2003),
op. cit.
[17] Ms. Escurialense
N‑III‑5, fols. 91c‑94c, citado en
Julián Zarco Cuevas, Catálogo
de los manuscritos catalanes, valencianos, gallegos y
portugueses de la Biblioteca de El Escorial,
Madrid: Tipografía del Archivo, 1932,
p. 64.
[18] Dato que muy atinadamente me recordó Andrew Beresford. Arcipreste de
Hita, Libro de Buen Amor (ed. G. B.
Gybbon-Monypenny), Madrid: Castalia, 1988, p. 381.
[19] Miguel M. García-Bermejo Giner,
Catálogo del teatro español del siglo XVI,
Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1996, p. 164; Juan M. Sánchez, Bibliografía aragonesa del
siglo XVI, Madrid: Arco Libros, 1991, p. 184;
Bartolomé Palau, Victoria de
Cristo (ed. crítica, introducción y notas de José
Gómez Palazón), Kassel: Reichenberger, 1997, pp. 2-12 (Introducción).
[20] Toribio Minguella y Arnedo
(1910)2, op. cit., vol. 1, pp. 336-341.
[21] Actualmente no hay rastro de la existencia de ese texto (probablemente
desaparecido durante la guerra civil) de Pedro Salazar en el Archivo de la
Catedral de Sigüenza.
[22] Juan Basilio Santoro, Hagiografía y vidas de los santos del nuevo
testamento (vol. I), Bilbao: Matías Mares, 1585, fol.
100 c-d.
[23] José Manuel Pedrosa,
«Flor de canciones tradicionales inéditas de los Siglos de Oro: el Cancionero de Jerónimo de Barrionuevo (BNM Ms. 3736) y otros manuscritos
madrileños» in Revista de Filología Románica, nº
11-12, Madrid: Servicio de Publicaciones Universidad Complutense, 1994-1995,
pp. 309-325.
[24] Sobre Santa Librada en Sigüenza: Attilio Bislenghi (2003), op. cit.;
Jacques Gélis, «Le culte de Santa
Librada à Sigüenza: Patronage urbain et emblématique impériale» in Revista
de Dialectología y Tradiciones Populares, tomo LI
cuaderno primero, Madrid: 1996, pp. 221-240; Diego
E. González Chantos y Ullauri
(1806), op. cit.; Juan
Antonio Martínez Gómez-Gordo
(1971), op. cit.; Toribio Minguella y Arnedo de las Mercedes (1910)1, op.
cit.
[25] Tras una visita al Archivo de la Catedral de Sigüenza, el amabilísimo
archivero catedralicio ─D.
Felipe-Gil Peces Rata─, nos confirmó que el Breviario de Don Rodrigo se perdió durante los desórdenes y el saqueo de la guerra civil en
1936.
[26] Minguella (1910)1, op. cit, p. 21.
[27] Diego E. González Chantos y
Ullauri (1806), op. cit., p. 97.
[28] María Marsá, La
imprenta en La Rioja (siglos XVI y XVII), Madrid: Arco
Libros, 2002.
[29] Minguella (1910)1, op. cit., 22.
[30] Minguella (1910)1, op. cit., pp. 39-45 e
(1910)2, op. cit., vol. 1, pp. 317-322.
[31] Diego E. González Chantos y
Ullauri (1806), op. cit., pp. 166-176.
[32] Ver apéndice II en que se
ofrece el texto latino de la vida de santa Librada, se cotejan los tres textos
en latín que se han conservado y se indican las diferencias entre el texto
latino y el texto castellano del pliego, el cual no editamos –por haber sido
objeto del trabajo mencionado en la nota 2-.
[33] Gracias a la pericia de José Carlos Martín Iglesias, profesor e
investigador de la USAL, podemos confirmar que el latín usado en la
transcripción del texto del Leccionario es un latín
clásico, bastante correcto y elegante en las construcciones sintácticas, propio
del llamado “Renacimiento del siglo XII”.
[34] María Sánchez Pérez, Las
relaciones de sucesos en pliegos sueltos poéticos del siglo XVI: estudio
cultural y literario (tesis doctoral sin editar),
Salamanca: Universidad de Salamanca, 2006.
[35] Este motivo aparece documentado en el Motif-Index
of Folk-Literature, de Stith Thompson, Indiana: Rosenkilde and
Bagger, 1957, vol. 5, 409: T586. Multiple births; T586.1. Many children at a birth;
T586.1.3. Nine children at a
birth. Al respecto pueden verse también François Delpech, «Como puerca en cenagal: remarques sur quelques naissances insolites dans les
légendes généalogiques ibériques», La condición de la mujer en la Edad Media
(Madrid: Universidad
Complutense, 1986) pp. 343-370; y José Manuel Pedrosa,
«Rey Fernando, rey don Sancho, Pero
Pando, Padre Pando, Pero Palo, Fray Príapo, Fray Pedro: metamorfosis de un
canto de disparates (siglos XIII-XX)»,
Bulletin Hispanique 98:1
(1996), pp. 5-27.
[36] María Eugenia Díaz Tena
(2008), op. cit., p. 155. El subrayado del texto del pliego es nuestro.
[37] Juan Eduardo Cirlot, Diccionario
de símbolos, Madrid: Siruela, 1997, p. 322: la
multiplicidad de lo mismo «alude a la secreta y en el fondo terrible unidad de
todo… La multiplicidad monstruosa per se es la de
lo mismo, imagen de ruptura, disociación, dispersión, separación. Por esta
causa, es símbolo característico patológico».
[38] Según Juan Eduardo Cirlot, op.cit., p. 132, el cerdo es «símbolo de los deseos impuros, de la
transformación de lo superior en inferior y del abismamiento amoral en lo
perverso». Para Jean Chevalier y
Alain Gheerbrant (Diccionario
de símbolos, Barcelona:
Herder, 1988, p. 275): «si
el puerco se considera generalmente el más impuro de los animales, la cerda en
cambio es un símbolo de fecundidad y de abundancia… La cerda simboliza el
principio femenino reducido a su único papel de reproducción; el cerdo es casi
siempre el símbolo de las tendencias oscuras, en todas las formas que éstas
revisten, de ignorancia, de gula, de lujuria y de egoísmo».
[39] Véase el artículo de François Delpech
citado en la nota 35.
[40] Isabel Lozano Renieblas, Novelas de aventuras medievales. Género y
traducción en la Edad Media hispánica, pp. 128-134;
César Domínguez, «De aquel pecado que le acusaban a falsedat. Reinas injustamente acusadas en los libros de caballerías (Ysonberta,
Florençia, la santa Enperatrís y Sevilla» in Literatura de caballerías y
orígenes de la novela (ed. de Rafael Beltrán),
Valencia: Universidad de Valencia, 1998, pp. 159-180.
[41] Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, op. cit., pp. 760-762: «los ángeles, según el pseudo Dionisio Aeropagita, están
jerarquizados en nueve coros, o tres tríadas: la perfección, el orden en el
orden, la unidad en la unidad… Nueve es uno de los números de las esferas
celestes. Simétricamente, también es el de los círculos infernales… Si para
Dante, como para muchos otros, nueve es el número del cielo, también es el de
Beatriz, que en sí misma es símbolo del amor… Por ser el nueve el último de la
serie de las cifras, anuncia a la vez un fin y un nuevo comienzo, es decir, una
transposición a un nuevo plano. Se encontraría aquí la idea de nuevo nacimiento
y germinación, al mismo tiempo que la de muerte».
[42] Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, op. cit., pp. 652-654: «la loba es sinónimo de salvajismo y de desenfreno, ya
en la mitología grecolatina la loba de Mormólice, nodriza de Aqueronte, amenaza
a los niños. También es símbolo de fecundidad y frecuentemente es nodriza de
grandes personajes de la historia de los pueblos».
[43] Frederic C. Tubach, Index Exemplorum, Helsinki: Suomalainen Tiedeakatemia, 1969, p.
315: Motivo 4107.
River, children thrown into.
Juan Eduardo Cirlot,
op.cit., p. 391: el río es
«un símbolo ambivalente por corresponder a la fuerza creadora de la naturaleza
y del tiempo. De un lado simboliza la fertilidad y el progresivo riego de la
tierra; de otro, el transcurso irreversible y, en consecuencia, el abandono y
el olvido».
[44] Juan Eduardo Cirlot,
op.cit., p. 63: «El simbolismo
del abandono corresponde al mismo aspecto que el del “objeto perdido”; ambos
son paralelos al de la muerte y la resurrección. Sentirse abandonado es,
esencialmente, sentirse abandonado del “dios en nosotros”, del componente
eterno del espíritu, proyectándose en una situación existencial ese extravío,
que también posee relación con el tema del laberinto».
[45] Elizabeth Frenzel, Diccionario
de motivos de la literatura universal, Madrid: Gredos,
1980, pp. 58-66.
[46] Luis González Fernández,
«Tipología de personajes “hermosos” en el Códice de Autos Viejos» en Criticón 94-95, Toulouse: Presses Universitaires du Mirail, 2005, pp. 147-167.
[47] Elizabeth Frenzel, op.
cit., pp. 403-411.
[48] Juan Eduardo Cirlot, op.cit., p. 168.
[49] Hemos tomado como texto base del Leccionario del siglo XII el editado por Toribio Minguella
y Arnedo, Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus obispos, Madrid: Imprenta de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos,
1910, vol. 1, 317-322. Cotejamos el texto de Minguella con el editado por Diego
E. González Chantos y Ullauri, Santa
Librada virgen y mártir, patrona de la Santa Iglesia, ciudad y obispado de
Sigüenza, Madrid: Imprenta de la Administración del
Real Arbitrio, 1806, 166-176; y con el texto del ms. 98 (antiguo ms. 23) del
Archivo de la Catedral de Sigüenza, 1616. En lo que respecta a la puntuación,
hemos seguido las –siempre acertadas- sugerencias del profesor José Carlos
Martín.
También indicamos las diferencias existentes entre el texto latino de
la vida de santa Librada y la traducción castellana del pliego que contiene su
vida.
[50] Chantos y ms. 98: quae. Forma que parece
más correcta.
[51] Ms. 98: orbes.
[52] Chantos y ms. 98: famosissima. Forma que
parece más correcta.
[53] Ms. 98: postmodum. Forma que parece más
correcta.
[54] Ms. 98: Aestutiana. Forma que parece más
correcta.
[55] Ms. 98: pro sapia. Forma que parece más correcta.
[56] Chantos: connuptam.
[57] Ms. 98: permitente. Forma que parece más correcta.
[58] Ms. 98: faecunda. Forma que parece más correcta.
[59] Ms. 98: falta la palabra hora.
[60] Ms. 98: admixtione. Forma que parece más
correcta.
[61] Compertum sería la forma más correcta.
[62] Chantos: pepererit.
[63] Chantos y ms. 98: foeminei. La forma más
correcta sería faeminei.
[64] Ms. 98: noticiam. Forma que parece más
correcta.
[65] Ms. 98: no aparecen las siguientes palabras: in iumentis, vel
pecudibus monstruosum videtur, et maternae.
[66] Ms. 98: malignitatis. Forma que parece más
correcta.
[67] Ms. 98: adse. Forma que parece más
correcta.
[68] Ms. 98: lacenter.
[69] Ms. 98: flumen deferat. Forma que parece
más correcta.
[70] Ms. 98: inprofundum.
[71] Chantos: muliebris. Forma que parece más
correcta.
[72] Chantos: no aparece la palabra siquidem.
[73] Ms. 98: autem faemina. Forma que parece
más correcta.
[74] Chantos: ferotior.
[75] Ms. 98: no aparecen las siguientes palabras: persequitur, et quas
vix in lucem.
[76] Chantos: disposuit.
[77] Chantos: meditari.
[78] Chantos: erat.
[79] Chantos: criminis magnitudinem.
[80] Ms. 98: introduce una palabra, que no puedo leer.
[81] Chantos: no aparece la frase quid inter haec sibi sit agendum.
[82] Chantos: no aparece la palabra vero.
[83] Ms. 98: in habitabatur.
[84] Ms. 98: afectum. Forma que parece más
correcta.
[85] Ms. 98: exibere. Forma que parece más
correcta.
[86] Ms. 98: quicquid. Forma que parece más
correcta.
[87] Chantos: tan.
[88] Ms. 98: Deum. Forma que parece más correcta.
[89] Ms. 98: Dominum retributionem
condignam pro tam pio opere contulisse.
[90] Pliego: no aparece en el pliego la traducción de este fragmento: Nempe non
dissimilis haec obstetricibus Aegiptiis, quae magis timuerunt Dominum quam
Regem, unde et Dominus aedificavit eis domos, huic quoque credendum est pium
Dominum aeternam domum in coelo pro tam pio opere preparasse.
[91] Chantos: nutrices. Forma que parece más correcta.
[92] Chantos: mater non affectu.
[93] Ms. 98: admonite.
[94] Ms. 98: contempnere. Forma que parece más correcta.
[95] Chantos: adcrevissent.
[96] Ms. 98: colloquutionem. Forma que parece más correcta.
[97] Ms. 98: donaverat. Forma que parece más correcta.
[98] Ms. 98: deus. Forma que parece más correcta.
[99] Ms. 98: immenssas.
[100] Chantos: se se.
[101] Ms. 98: immarcessibili. Forma que parece
más correcta.
[102] Chantos: falta la frase immarcescibili gratia quam de patris
terreni vana et.
[103] Pliego: todo el fragmento
que sigue -hasta la siguiente Lección- aparece traducido en el pliego de forma
más breve y resumida.
[104] Ms. 98: Deus. Forma que parece más
correcta.
[105] Chantos: fecerit.
[106] Ms. 98: tamta.
[107] Ms. 98: ex inde.
[108] Ms. 98: no aparece este et.
[109] Chantos: se se.
[110] Ms. 98: Interea. Forma que parece más
correcta.
[111] Pliego: falta esta
referencia al diablo.
[112] Ms. 98: nomem.
[113] Ms. 98: persequutio. Forma que parece más
correcta.
[114] Ms. 98: Exiit enim edictum. Forma que
parece más correcta.
[115] Ms. 98: compelleretur. Forma que parece
más correcta.
[116] Ms. 98: idolis. Forma que parece más
correcta.
[117] Ms. 98: diversa poenarum genera. Forma que
parece más correcta.
[118] Ms. 98: incunitanter.
[119] Pliego: no se traduce esa
última frase: ipse… teneretur.
[120] Ms. 98: tandem ad urbem. Forma que parece
más correcta.
[121] Ms. 98: prophanum aedictum. Forma que
parece más correcta.
[122] Chantos: fama, velociter; Ms. 98: fama
velociter, forma que parece más correcta.
[123] Pliego: no aparece esta
referencia a la difusión del rumor por los suburbios de la ciudad, que es la
zona en la que viven los cristianos.
[124] Chantos: meror.
[125] Pliego: se dice todo lo
contrario, que los cristianos y las 9 hermanas recibieron con gozo la noticia
de la persecución.
[126] Ms. 98: caeteris. Forma que parece más
correcta.
[127] Ms. 98: metu. Forma que parece más
correcta.
[128] Chantos: prorumpentes.
[129] Chantos: foelix; Ms. 98: felix, forma que parece más correcta.
[130] Ms. 98: quae nobis offert. Forma que
parece más correcta: quae nobis offertur.
[131] Pliego: atribuye esta
exclamación a santa Librada, que la dice con las manos alzadas al cielo; el
pliego también hace que las ocho hermanas de santa Librada respondan “Amén”
tras la invocación de Librada, cosa que no sucede en el texto del Leccionario.
[132] Ms. 98: no aparece la palabra illis. Forma
que parece más correcta.
[133] Ms. 98: didicere. Forma que parece más
correcta.
[134] Chantos y ms. 98: Catellii. Forma que
parece más correcta.
[135] Ms. 98: delitiosas aepulas.
[136] Ms. 98: Presentatis. Forma que parece más
correcta.
[137] Ms. 98: faciei.
[138] Ms. 98: felicem. Forma que parece más
correcta.
[139] Chantos: cultus.
[140] Ms. 98: tamta.
[141] Ms. 98: beata. Forma que parece más
correcta.
[142] Chantos: objecto.
[143] Ms. 98: exibere. Forma que parece más
correcta.
[144] Ms. 98: beata. Forma que parece más
correcta.
[145] Ms. 98: adoptio. Forma que parece más
correcta.
[146] Ms. 98: ate.
[147] Ms. 98: beata. Forma que parece más
correcta.
[148] Ms. 98: pre. Forma que parece más
correcta.
[149] Ms. 98: noticiam. Forma que parece más
correcta.
[150] Ms. 98: et per earum studium. Forma que
parece más correcta.
[151] Chantos: Reginam.
[152] Ms. 98: serie.
[153] Ms. 98: a continuación se introduce el siguiente epígrafe: Lect. S.
Evang. Secundum Matth. Cap. XIII.
[154] Chantos: Dixit; Ms. 98: Dixit.
[155] Chantos: no aparecen las palabras parabolam hanc.
[156] Ms. 98: vendidit.
[157] Chantos: no aparece la palabra reliqua.
Pliego: no aparece
la referencia al texto del evangelio según san Mateo
[158] Ms. 98: no aparece este et. Forma que
parece más correcta.
[159] Chantos: seorsum. Forma que parece más
correcta: sceorsum.
[160] Chantos: afflatus.
[161] Chantos: filiae!
[162] Ms. 98: insperata. Forma que parece más
correcta.
[163] Ms. 98: felici. Forma que parece más
correcta.
[164] Chantos: mihi novem praefert; Ms. 98: mihi
profert, forma que parece más correcta.
[165] Ms. 98: sydera. Forma que parece más
correcta.
[166] Ms. 98: reddentes. Forma que parece más
correcta.
[167] Chantos: delitiis.
[168] Ms. 98: vos.
[169] Chantos: vobis magis placuerit.
[170] Chantos: de veste; Ms. 98: Vesta.
Pliego: no hace
ninguna referencia a las Vestales.
[171] Ms. 98: beata. Forma que parece más
correcta.
[172] Ms. 98: Deum. Forma que parece más
correcta.
[173] Ms. 98: inse.
[174] Ms. 98: fallaciis. Forma que parece más
correcta.
[175] Ms. 98: infuturo.
[176] Ms. 98: gehemna.
[177] Chantos: mihi.
[178] Ms. 98: abiecta idolorum spurcitia. Forma
que parece más correcta.
[179] Chantos: tuto.
[180] Ms. 98: transferet. Forma que parece más
correcta.
[181] Pliego: dice que la reina
ve que sus hijas están muy fuertes y no responden al rey como le gustaría, dato
que no aparece en el texto latino.
[182] Ms. 98: charissimae. Forma que parece más
correcta.
[183] Ms. 98: preciosa. Forma que parece más
correcta.
[184] Chantos: no parece la palabra pariter.
[185] Ms. 98: beata. Forma que parece más
correcta.
[186] Ms. 98: Deus. Forma que parece más
correcta.
[187] Ms. 98: anulo. Forma que parece más
correcta.
[188] Ms. 98: subarravit. Forma que parece más
correcta.
[189] Ms. 98: Deum. Forma que parece más
correcta.
[190] Ms. 98: proquo.
[191] Pliego: esta frase no
aparece traducida en el texto castellano.
[192] Ms. 98: beatam. Forma que parece más
correcta.
[193] Chantos: ut.
[194] Ms. 98: esta palabra no aparece.
[195] Chantos y ms. 98: Veruntamen. Forma que
parece más correcta.
[196] Ms. 98: inducias. Forma que parece más
correcta.
[197] Ms. 98: crastina. Forma que parece más
correcta.
[198] Ms. 98: honorificamini. Forma que parece
más correcta.
[199] Ms. 98: interemptione. Forma que parece
más correcta.
[200] Chantos: Habuerunt.
[201] Ms. 98: beata. Forma que parece más
correcta.
[202] Ms. 98: elevans manus et oculos. Forma que parece más
correcta.
[203] Ms. 98: insimul. Forma que parece más
correcta.
[204] Ms. 98: lachrymas lachrymis. Forma que
parece más correcta.
[205] Chantos: et lachrymis immiscentes.
[206] Ms. 98: disceserunt. Forma que parece más
correcta.
[207] Ms. 98: unamquamque. Forma que parece más
correcta.
[208] Chantos: unamquamque direxerit.
[209] Ms. 98: apersequutoribus. Forma que parece más correcta: a
persequutoribus.
[210] Ms. 98: Beata. Forma que parece más correcta.
[211] Ms. 98: commitata. Forma que parece más correcta.
[212] Ms. 98: illi se coniunxerunt. Forma que parece más correcta.
[213] Ms. 98: Heremum. Forma que parece más correcta.
[214] Chantos: asperrimam vitam agens.
[215] Ms. 98: silvestrium. Forma que parece más correcta.
[216] Ms. 98: dimitebant. Forma que parece más correcta.
[217] Ms. 98: Per lustratis.
[218] Ms. 98: spaciis. Forma que parece más correcta.
[219] Ms. 98: beatam. Forma que parece más correcta.
[220] Ms. 98: ab ditis repererunt. Forma que parece más correcta: repererunt.
[221] Ms. 98: Admirantes autem eius. Forma que parece más
correcta.
[222] Ms. 98: persistens immobilis. Forma que
parece más correcta.
[223] Chantos: no aparece la palabra concuti.
[224] Ms. 98: ad hortabatur.
[225] Ms. 98: Deum. Forma que parece más
correcta.
[226] Chantos: defuerent.
[227] Pliego: la traducción de
toda esta frase aparece antes en el pliego, justo después de decir que santa
Librada estaba muy fuerte en su credo.
Ms. 98: intormentis.
[228] Ms. 98: cunctis. Forma que parece más
correcta.
[229] Chantos: cunstis ad regnum.
[230] Pliego: dice a
continuación ad quan nos perducat.
[231] Ms. 98: afide.
[232] Ms. 98: abscisione. Forma que parece más
correcta.
[233] Ms. 98: consumavit. Cuius corpus in ecclesia Seguntina in archa
argentea honorifice positum quiescit.
[234] Ms. 98: afluminis.
[235] Chantos: no aparecen las palabras a fluminis submersione.
[236] Pliego: hay diferencias
entre esta frase del Leccionario y la del pliego.
[237] Ms. 98: decimo quinto. Forma que parece
más correcta.
[238] Pliego: no aparece la
fecha.
[239] Chantos: libere.