Ziemendorff, Stefan. “Sustancias estimulantes y brebajes afrodisíacos en la tradición de la Amazonía peruana”. Culturas Populares. Revista Electrónica 7 (julio-diciembre 2008).

http://www.culturaspopulares.org/textos7/articulos/ziemendorff.htm

 

ISSN: 1886-5623

 

 

 

 

Sustancias estimulantes y brebajes afrodisíacos

en la tradición de la Amazonía peruana

 

 

 

Stefan Ziemendorff

 

 

Resumen

Estudio de las sustancias (de origen vegetal y de origen animal) estimulantes del deseo y de la capacidad sexual que consume la gente común de las poblaciones de la Amazonía peruana. Análisis de su relación con creencias y supersticiones de la zona.

Palabras clave: Perú, Amazonía, etnomedicina, etnobotánica, etnoveterinaria, superstición, afrodisíacos.

 

Abstract

This paper presents a study of the vegetal and animal compounds used by the population of the Peruvian Amazonia for the stimulation of desire and sexual potential.

Keywords: Peru, Amazonia, ethnobotanic, superstition, aphrodisiac.

 

 

Recetas que la sabiduría y la lujuria popular loretanas proponen para el retorno o el refuerzo de la virilidad, vulgarmente llamadas, con perdón de la expresión, “levantamuertos” o peor todavía “parapingas”, y menciono sólo algunas, porque en esta región de la Patria la preocupación por todo lo que se refiere al sexo es tan acuciosa y múltiple que hay, literalmente, millares de compuestos de este tipo, lo que hace imposible, aún con la mejor buena voluntad, que un individuo aislado pueda agotar la lista ni siquiera estando dispuesto a inmolar su vida en la experiencia

(Informe del Comandante Pantaleón Pantoja, según la novela Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa, 1973).

 

 

 

M

uchos forasteros piensan que solo se trata de algunos tragos que solucionan disfunciones eréctiles a viejitos, y que sus resultados no van más allá de un efecto meramente psicológico. Pues cometen una terrible equivocación: la conjugación de la mayor biodiversidad del planeta con un mosaico étnico variado de chamanes, brujos y curanderos de toda índole que aprovechan sabiamente la biodiversidad de la Amazonía, han creado una ciencia milenaria única que da respuesta a prácticamente cualquier problema de naturaleza humana, y no solamente de los relacionados a la salud.

            “Para muestra un botón”, dice un conocido refrán. ¿Tiene mala suerte en la caza? No hay problema: hay plantas que, al frotarlas sobre el cuerpo y sobre las armas que van a ser utilizadas, y hasta sobre la misma munición, hacen que los animales no puedan olerlos; es decir: no pueden percibir su presencia. También puede friccionar la nariz de un perro con unas hojas que mejoran su olfato; también, si le coloca unas gotas en los ojos, estas le alterarán la vista de manera que pueda percibir detalladamente durante horas los contrastes en la densa vegetación, y divisar con sorprendente facilidad sus presas.

 

Flor de la campanilla

 

De igual modo, los chamanes apoyan a los huaqueros (profanadores de tumbas) mediante la ingestión de la poderosa y alucinógena flor de la campanilla (floripondio, familia Brugmansia; véase su fotografía), para que descubran los escondites de tesoros antiguos; además, les dan antídotos para evitar el antimonio (intoxicación que se supone propiciada por los espíritus que protegen las tumbas) cuando acuden a saquear[1]. Los chamanes, aplicando sus pociones mágicas, pueden hacer, de flojos, laboriosos; a los borrachos los convierten en abstemios; a los tristes, en felices; y a los demasiado pacíficos, de ser necesario, los vuelven irascibles.

            Pues bien, en el campo de las interrelaciones sexuales, la función de los brebajes poderosos es tan amplia como los problemas que afligen a las personas, a las parejas, o a quienes están “en busca” de esa persona ideal. Así, si se siente poco satisfecho con su apariencia física, hay una infinidad de brebajes a base de exóticas hierbas y animales de la Amazonía que hacen bajar de peso, crecer el pelo, quitar el acné o desarrollar los músculos. Si todo esto no basta, se puede recurrir al agua de una catarata que se coloca en las cejas para que la mirada se vuelva seductora, o a perfumes secretos que lo vuelven a uno irresistible para el otro género[2].

Los jóvenes de Cocachimba, un pueblito en el Departamento de Amazonas (Perú), recurren a otro método. Los machos de una especie de gecos que habita allí portan hojas en la boca durante el tiempo de aparejamiento para atraer a las hembras. Estas hojas se las quitan los muchachos para ponerlas en el té de las muchachas, con el fin de lograr el mismo efecto seductor[3].

            Sin embargo, las más conocidas y comerciales de todas las pociones tradicionales son los afrodisíacos, los cuales se deben saber dosificar, pues sus efectos son muy variados. Dependiendo del tipo de persona y del problema que tenga, hay soluciones muy diferentes. Así, existen brebajes que tienen efectos instantáneos; otros funcionan a corto, a mediano o a largo plazo. Dentro del último grupo destacan la maca (lepidium peruvianum), que tiene efectos ya científicamente comprobados, porque aumenta la testosterona de los hombres y prolonga la vida sexual de las mujeres. Y la fruta del aguaje (mauritia flexuosa: véase en la fotografía), que es el alimento de la Amazonía al que se le atribuyen mayores poderes, pues rejuvenece a quien la ingiere.

 

Mauritia flexuosa

 

Pero cuidado: hay que saberla tomar de manera razonable y con precaución. Sobre todo los niños, pues, según muchos loretanos, su alto contenido de hormonas femeninas hace que las niñas luzcan “desarrolladitas” y se muestren “inquietas” desde muy temprana edad, y si es bebida en exceso por niños corre la creencia de que pueden volverse homosexuales.

            Los más cotizados son el grupo de afrodisíacos instantáneos, de los que describía el ya mencionado Pantaleón Pantoja de la novela de Mario Vargas Llosa al experimentar sus resultados: “particularmente efectivo, por la velocidad casi aeronáutica con que opera sobre el centro generador, es la mezcla de ipururo con aguardiente, que, apenas ingerida, causó en el suscrito un enfebrecimiento indisimulable, con la vergüenza que cabe imaginar, pues infortunadamente la experiencia no se llevaba a cabo en el propio hogar, sino en el centro nocturno "Las Tinieblas", del balneario de Nanay”[4].

            También hay aquellos afrodisíacos que afectan principalmente a las mujeres, como el clavohuasca (tynnanthus panurensis), cuyos efectos han sido estudiados y aceptados clínicamente[5], que es un preparado con miel de abeja y aguardiente puro, o a veces mezclado con los famosos licores “7 raíces”, ”21 raíces”, y el “Rompecalzón”. También en este caso hay que tener tino en el consumo, porque, según un amigo iquiteño, se han reportado casos de exceso de consumo de clavohuasca en que la mujer se pone tan “caliente” que llega a quedarse embarazada sin haber realizado ningún acto sexual, por lo que pueden llegar a nacer hijos sin padre, cosa que parece propia solo de la Biblia, aunque podrá ser una excusa de fácil recurso para algunas mujeres infieles[6].

            Si, por el contrario, lo que se pretende es evitar el embarazo, existen remedios muy poderosos, como unas semillas que paralizan el aparato reproductor de la mujer, durante varios meses o de manera definitiva. También podemos encontrar los que pueden prolongar la edad fértil de las mujeres, y otros que puedan ayudar a escoger el sexo deseado de los hijos: para que nazca un hombre, se recomienda consumir antes de la procreación durante varios días pene del Motelo, una especie de tortuga (Geochelone denticulata).

Pero mientras las plantas son predominantes en los preparados medicinales, en el caso de los afrodisíacos los animales o algunas de sus partes son los ingredientes básicos de las pociones. Para mencionar solo algunos, tenemos el lagarto negro (Melanosuchus niger), o el mono machín (Cebus apella), que recibe el nombre popular de mono masturbador. A partir de este gracioso animal se prepara el famoso “huesito de mono”; se raspa y se toma con aguardiente en ocasiones muy especiales, porque, según la creencia popular, se dice que, una vez eréctil, quita todo placer al hombre, aunque este se mantiene “vigente” durante toda la noche y puede sostener relaciones sexuales con todo un equipo de fútbol femenino, o con mujeres que realmente no le causan mucha atracción[7].

Hay otro pobre mamífero, el llamado achuni (Nasua nasua, véase en la foto), que se ha puesto involuntariamente en la mirada de los comerciantes de afrodisíacos gracias a la particularidad de que anda con un miembro viril de unos ocho centímetros (lo cual no es nada despreciable para un animal que solo tiene treinta centímetros de largo), erecto de forma permanente. Esto lo logra gracias a que tiene la particularidad de albergar un hueso dentro de su pene que lo mantiene “bien parado” prácticamente desde que es un cachorro hasta que muere. Aquellos que desean estar de igual forma hasta su ancianidad adquieren ese peculiar hueso, y lo mantienen dentro de sus preparados de aguardiente siempre.

 

Achuni (Nasua nasua)

 

         Estos no son los únicos animales a los que se les atribuye fuerzas viriles superiores. También al oso de los anteojos (Tremarctos ornatus), en su caso, por el descomunal tamaño de su aparato reproductor. Por eso, cuando se obtiene un ejemplar del animal, su pene se seca, rebana o raspa; en algunos casos, entero, es macerado en aguardiente, y luego bebido por aquellos que desean contar con los mismos atributos.

Sobre su supuesta efectividad, el alcalde de un distrito de la cuenca amazónica narra una anécdota bastante ilustrativa: “Tenía un amigo de setenta y dos años, que ya se había olvidado de las mujeres. Al tomar el trago de aguardiente con pene de oso se ha puesto muy fuerte, y sostenía relaciones con dos chibolas a la vez, con tanta excitación que murió en pleno acto. Por si esto no fuera suficiente, la fuerza del trago trascendió su muerte, así que cuando lo íbamos a enterrar no podíamos siquiera cerrar su ataúd, y tuvimos que traer una sierra para solucionar el inconveniente. Luego fabricaron un ataúd chiquito para su miembro, y lo enterraron a su lado”[8].

 

 

Por otro lado, existen preparaciones como la del viborachado, que son elaboradas a base de todo tipo de serpientes, como la shushupe (Lachesis muta), jergón (Bothrops atrox), y la boa constrictor. Este tipo de prácticas no se realiza solo en el Perú, pues el uso de las serpientes en este tipo de preparados está muy extendido en otras muchas tradiciones; es un fenómeno a nivel mundial, probablemente por la forma faliforme de las serpientes. Así fue que, en 1999, en la provincia Phong Na, en Vietnam, un biólogo descubrió una especie de serpiente desconocida que había sido macerada con aguardiente de arroz en un frasco en la tienda de un vendedor de productos afrodisíacos. Sobre los violentos efectos del viborachado dejamos nuevamente reportar al Comandante Pantoja: “Aún peor, y realmente satánico, es el bebedizo llamado viborachado, aguardiente en el que se macera una víbora venenosa, de preferencia Jergón, de efectos más cataclísmicos que los anteriores, porque, ofrecido esta vez casualmente al autor de este parte, en otro sitio nocturno de Iquitos, el club "La Selva", le comunicó un ardor y endurecimiento de tal ferocidad y urgencia que, con pesar que aún no merma, tuvo que recurrir en el incómodo lavabo del local mencionado, al vicio solitario que creía ya extinto desde los días de su infancia, para recobrar la paz”[9].

            “Querido amigo, toda teoría es gris, pero es verde el áureo árbol de la vida”, dice Mefistófeles en el Fausto de Goethe. Y, a pesar de que no se debe hacer caso a los demonios, no me pude resistir a hacer la prueba. Para lo cual consulté a mi amigo Pedro en Iquitos, capital de la Amazonía peruana. Pedro: “Lo que te venden con los nombres más llamativos en el mercado no sirve. Pero tengo un amigo que tiene un preparativo que solo lo vende a sus mejores amigos. No creía en realidad en eso, pero el efecto es realmente llamativo. Te tomas dos copitas chiquitas y te das cuenta cómo el cuerpo recalienta inmediatamente. El efecto es tan asegurado que mi esposa me pide frecuentemente que tome una copita. El vecino de mi amigo cometió un error fatal. Por año nuevo mezcló medio litro de este brebaje con champán, y se lo tomo solito: le salió una erección tan fuerte y dolorosa que lo tuvieron que llevar al hospital, donde salió después de tres días que le dieron inyecciones antiinflamatorias; si quieres, lo visitamos a mi amigo”[10]. Haciéndole caso al Mefistófeles de la Amazonía, me compré media botella del brebaje secreto y lo probé en casa. Una copa de este brebaje tenía un efecto de calentamiento inmediato del cuerpo y un efecto de retrasar la eyaculación como otras bebidas alcohólicas en cantidades moderadas.

Cabe indicar que no existen estudios científicos que muestren que el efecto de los preparados realizados a base de animales sea algo más que un placebo; así mismo, la preparación de muchos de los brebajes mencionados en este artículo es realizada con animales frescos, como se muestra en la foto, y puede causar intoxicaciones. Finalmente, muchas especies mencionadas en este artículo se encuentran en vías de extinción, por lo cual recomendamos prescindir o abstenerse de probar estos afrodisíacos, e inclinarse por aquellos de origen vegetal que suelen contar con nombres muy explícitos (veáse en el recuadro inferior). Y si usted es uno de aquellos afortunados que no requieren de ello, o le sobra libido y se ve tentado de buscar “consuelo” fuera del hogar, no se preocupe: la Amazonía también cuenta con brebajes que disminuyen el deseo para poder mantener una relación matrimonial en total tranquilidad.

 

 

 



[1] Entrevista con un chamán en Lamud, Departamento de Amazonas, 2007.

[2] Entrevistas con vendedores de medicina tradicional en el Pasaje Paquita, Iquitos, 2007.

[3] Entrevista con el poblador Telesforo Santillan, Cocachimba, Departamento de Amazonas, 2008.

[4] Mario Vargas Llosa, Pantaleón y las visitadoras, Editorial Seix Barral, 1973, pp. 89-90.

[5] Según www.Kraeuterwelt.ch (2006).

[6] Entrevista con el barman del local “El Mesón”, en el boulevard del Río Itaya, Iquitos, 2007.

[7] Información obtenida por Ing. José Reto en Rioja (Dep. San Martin), durante una obra para la Municipalidad.

[8] Entrevista con Tomas Avellaneda, Alcalde del Distrito de Kañaris, Departamento de Lambayeque, en el 2005, durante la supervisión de una obra de agua potable financiada por la embajada alemana.

[9] Mario Vargas Llosa, Pantaleón y las visitadoras, Editorial Seix Barral, 1973, pp. 89-90.

[10] Entrevista con un compañero de trabajo en la Empresa de Agua Potable de Iquitos, 2007.