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Bryer, Elizabeth, Johanna Simmons, Irene Oakley. “Leyendas urbanas de origen
hispanoamericano en Melbourne (Australia)”. Culturas
Populares. Revista Electrónica 7 (julio-diciembre 2008). http://www.culturaspopulares.org/textos7/articulos/bryer.htm ISSN: 1886-5623 |
Leyendas urbanas de origen hispanoamericano en Melbourne (Australia)
Elizabeth
Bryer
Johanna
Simmons
Irene Oakley
Resumen
En este trabajo analizamos
desde una perspectiva de psicología social una selección de leyendas urbanas
que hemos recogido entre hispano parlantes que viven en Melbourne. Nos
centramos en tres temas: los autoestopistas, el papel de la mujer en la
sociedad y las leyendas cómicas sobre víctimas de casualidades. Además,
utilizando la psicología social, examinamos cómo estas leyendas urbanas logran
ser relevantes para los interlocutores a través de una exploración de sus
contextos y del cambio de sus contenidos con el paso del tiempo. Por otro lado,
vemos cómo la inclusión de moralejas, trasgresiones de reglas sociales,
advertencias y elementos cómicos les sirven a los interlocutores como un modo
de enfrentarse con la vida cotidiana.
Palabras clave: Melbourne,
autoestopistas, locura, vagina dentada, La Llorona, madre, mujeres, el Trauco,
vida cotidiana, cambios sociales.
Abstract
This article is an analysis
of urban legends collected from Spanish speakers who live in Melbourne.
Focusing on three themes—hitchhikers, the role of women in society and
humorous legends about victims of circumstance—and using social
psychology, we examine how these urban legends become relevant for their
interlocutors through an exploration of their contexts and the evolution of
their content over time. Furthermore, this article considers how the inclusion
of morals, transgressions of social rules, warnings and comic elements serve
the interlocutors as a means of confronting everyday life.
Keywords: Melbourne, hitchikers,
madness, toothed vagina, La Llorona, mother, women el Trauco, social changes,
everyday life.
Agradecimiento
Queremos mostrar nuestro más
sincero agradecimiento a los profesores Fernando González Grueso y José Manuel
Pedrosa, por sus orientaciones y apoyo.
E |
l presente artículo nació como
trabajo de campo para la asignatura SPA3VA en The University of Melbourne y La
Trobe University durante el año 2007. Nos hemos encontrado con varias
dificultades, empezando por el hecho de que el castellano no sea nuestra lengua
materna. Tampoco hemos tenido acceso a toda la bibliografía que hubiéramos
deseado. Nuestro profesor Fernando González Grueso nos propuso cambiar el
trabajo de campo para enfocarlo más hacia la sociología y unir las dos
disciplinas.
1. Análisis de motivos y tipos en
las leyendas
En todo el mundo, las
leyendas urbanas forman una parte significativa del folclore de la sociedad, y
típicamente contienen elementos de humor, horror, miedo o misterio[1]. Hemos recogido algunas leyendas
urbanas de hispano parlantes que viven en Melbourne, y después de haberlas
examinado, hemos decidido centrar nuestra atención en tres temas: los
autoestopistas, el papel de la mujer en la sociedad y las leyendas cómicas
sobre víctimas de casualidades. En este trabajo, utilizando la psicología
social, examinaremos cómo estas leyendas urbanas logran ser relevantes para los
interlocutores a través de una exploración de sus contextos, del cambio de sus
contenidos con el paso del tiempo, y de la manera en que muestran las
preocupaciones de la sociedad. Además, veremos cómo la inclusión de moralejas,
trasgresiones de reglas sociales, advertencias y elementos cómicos les sirven a
los interlocutores como un modo de enfrentarse con la vida cotidiana.
1.1. Los autoestopistas
Las leyendas urbanas
sobre autoestopistas tienen arraigo internacional[2].
Ha habido mucho trabajo de campo llevado a cabo en EE.UU que ha identificado y
clasificado varios tipos de leyendas urbanas sobre autoestopistas que
desaparecen[3], motivo
referido en dos de las tres leyendas que hemos recogido que tratan de
autoestopistas. Las tres leyendas, La descarnada, Mónica y Escondidos en la maleta tienen como personaje principal un
autoestopista, el cual siempre termina siendo terrorífico, porque es o
sobrenatural, o asesino. Este personaje, aunque puede que parezca normal en el
inicio, existe en la frontera de la normalidad, y en el espeluznante clímax
lleva al conductor a ese mismo punto, porque, debido al encuentro, el conductor
o se vuelve loco, o se muere. Estas tres leyendas también versan sobre
relaciones entre los géneros, porque si el autoestopista es mujer, el conductor
es hombre, y viceversa, y es precisamente en estas relaciones donde las
preocupaciones de la sociedad se revelan.
La descarnada comienza con una escena en la que
se ofrece un retrato perfecto para una leyenda urbana de horror, un género no
nuevo en el contexto latinoamericano[4].
Es de noche y hay un hombre en su carro, solo, y está ebrio. Ve a una mujer
bonita, así que la recoge. El clímax viene cuando ella se desgarra la piel y,
por el susto que le da al hombre, él o choca el carro, o se vuelve loco. En las
leyendas urbanas, tanto como en otras producciones culturales, ‹‹la mujer ha
sido objeto de proyección […] del temor a lo desconocido[5]››,
así que esta leyenda sigue el sistema arquetípico. El motivo del hombre
engañado por una bruja disfrazada como mujer bonita se encuentra en los cuentos
folclóricos más antiguos. Tradicionalmente, cuando la belleza de la mujer no es
‹‹signo de las bellezas celestiales sino [que] […] inspira el deseo de placer carnal››, se
señala a la audiencia que tal mujer es peligrosa y diabólica[6].
Un ejemplo que muestra
este concepto es el motivo número 1441 de la clasificación de tipos y motivos
de cuentos populares que aparece en el catálogo de Uther[7]:
un hombre paga por el privilegio de quedarse con una joven durante la noche.
Ella se comporta de forma nerviosa, así que él acepta intimar en la oscuridad.
A la mañana siguiente encuentra que al lado suyo hay una vieja fea. Aunque las
circunstancias son completamente diferentes, el motivo es similar al de nuestra
leyenda: el hombre se siente engañado porque la belleza y la juventud de la
mujer es solo un disfraz.
El elemento de horror,
el hecho de que la mujer se saque la piel, es un detalle interesante que
también aparece en otros cuentos indexados en catálogo de Uther. En el motivo
número 1368[8], dos hombres
hablan de los aspectos animales en el carácter de la mujer, y llegan a la
conclusión de que esos aspectos son los resultados del hecho de que las mujeres
poseen varias pieles de animales. Dicen que hay que golpearlas hasta que se
caigan esas pieles, y que con la última piel la mujer se comportará con
obediencia. Esta leyenda folclórica sirve para justificar el abuso hacia las
mujeres, así que es interesante considerar que en La descarnada, la mujer es la que saca su propia
piel, y no revela la buena mujer que es, sino que es realmente una bruja,
dándole a la leyenda urbana su toque de horror. El poder, al contrario que en
el motivo del cuento folclórico, está en manos de la mujer, y ahí está la
trasgresión, el elemento terrorífico: ahí está lo que la sociedad teme que
pase. El hecho de que esta trasgresión hace que se vuelva loco un hombre es más
terrible todavía, porque, tradicionalmente, la locura se le ha asignado a la mujer,
y la razón al hombre[9].
En la leyenda urbana Mónica, un motociclista se enamora de una
mujer que recoge, pero luego los padres de ella le dicen que su hija murió hace
años, así que él se vuelve loco. Una vez más, el engaño del hombre por parte de
la mujer es un motivo relevante. El encanto femenino conlleva la locura. Pero
esta vez hay una nota triste y misteriosa en vez de terrorífica, principalmente
porque el amor juega su papel: el fantasma de Mónica busca a hombres para
tratar de recuperar un amor perdido, y en este caso, el hombre que se encuentra
se está enamorando de ella, mientras descubre que la mujer que conoció en la
noche era una aparición. Esta leyenda tiene mucho en común con el variante C de
la clasificación de Beardsley y Hankey: el frío, la casaca prestada, la
conversación con los padres, y la casaca encontrada en el nicho[10].
Una variante del norte de Perú es parecida pero, como La descarnada, es terrorífica porque la mujer
lleva al hombre a la muerte sin ninguna mención del amor[11].
Sin embargo, algunas
narraciones folclóricas antiguas llevan a cabo esta mezcla de temas. La balada
inglesa The Suffolk Miracle podría ser un ejemplo. Trata de una joven recogida por su novio a
caballo[12].
Ella le presta su pañuelo, el cual el joven ata alrededor de su propia cabeza.
Lo que ella no sabe es que él había muerto de pena hacía un mes, cuando los
padres de ella los separaron. La validación viene cuando los padres abren el
ataúd y descubren que el pañuelo de su hija está en la cabeza del cadáver; el pañuelo,
entonces, tiene la misma función que la casaca. Como trata de un amor perdido,
no evoca un efecto terrorífico sino una nota trágica, que la leyenda urbana,
como ya hemos visto, también refleja. El hecho de que los protagonistas sean
jóvenes enamorados es interesante, porque personajes de este tipo representan
«un símbolo de fecundidad, una garantía de futuro, de continuidad, del conjunto
del grupo, de toda la comunidad[13]».
Con protagonistas de este tipo, la leyenda se vuelve más trágica.
La leyenda urbana que
hemos llamado Escondidos en la maleta cuenta una historia sobre lo que les pasa
a las mujeres que viven fuera de la ciudad y manejan solas camionetas: a veces,
algún hombre se esconde en la parte trasera y, cuando la mujer hace una parada,
la mata, la viola, o le roba las cosas. En esta ocasión, hay unos aspectos muy distintos
a los de los casos anteriores: la mujer es la que maneja el carro, y el autoestopista
no es invitado, esperado, ni deseado. Esta leyenda urbana funciona a nivel de advertencia. Es una manera de
advertirles a las mujeres que deben tener cuidado cuando manejan carros solas,
y quizá, que lo deben de tener cuando hacen cualquier cosa a solas. Esta
leyenda retrata al hombre como el del ciclo trickster, que es la primera fase —la
fase de vida primitiva donde el hombre tiene una actitud de bribonería—
de la evolución del mito del héroe según el Dr. Radin[14].
En esta leyenda, el hombre es un violento engañador al que solo le interesa
quitarle a la mujer lo que más valora: su vida, su cuerpo y sus efectos
personales.
El personaje del
autostopista, entonces, es un personaje potente que sirve para analizar y
caracterizar la relación entre los géneros, en especial el engaño sexual,
amoroso o violento: Un hecho que revela las preocupaciones de la sociedad, y
que así logra que la leyenda sea relevante para los interlocutores. Esta última
leyenda se enfoca hacia el papel de la mujer, un tema que exploraremos con más
detalle a continuación.
No obstante, primero
queremos hacer un paréntesis porque creemos que una discusión sobre el motivo
de la vagina dentada sería reveladora en cuanto a las dos primeras leyendas.
Este motivo ha sido encontrado, entre otros lugares, en América, Groenlandia e
India, y tiene dimensiones tanto psicoanalíticas como fisiológicas. Ha sido
analizado como una muestra del miedo a la castración, como la lucha humana
contra la muerte, y como un motivo que tiene una contraparte física, a saber,
una forma del teratoma cístico, que es capaz de producir órganos humanos y que
en el cincuenta por ciento de los casos produce dientes[15].
El motivo de la vagina dentada se aprecia en las dos primeras leyendas no de
forma explícita, sino de forma metafórica: la vagina dentada no aparece, pero
las connotaciones que encarna la vagina dentada, sí. El miedo a la castración y
a la muerte después de un encuentro con una mujer es el motivo más potente de
ambas leyendas, porque los dos protagonistas son encantados y engañados por una
mujer que ocasiona su muerte, o su locura.
1.2. El papel de la mujer en la
sociedad
La llorona de México, La llorona de Chile y El trauco de Chile son leyendas urbanas con
tradición larga, que discuten el papel de la mujer como madre. Las tres se
centran en la figura de la madre y narran acerca de mujeres que han tenido un
mal comportamiento en relación con sus hijos o que no han cumplido con sus
obligaciones familiares. Las leyendas presentan la antítesis del arquetipo de
la figura de la madre, que tradicionalmente está dedicada a sus niños, y que
respeta el papel social de la familia mientras la mantiene unida. Obviamente,
esto es una simplificación del papel femenino en la sociedad, pero es
pertinente en relación con el género de las leyendas urbanas, por el hecho de
que normalmente presentan figuras sin complejidades. Estas leyendas tienen la
capacidad de funcionar como avisos para las mujeres, para que no dejen de
efectuar sus papeles sociales como madres y como parte del núcleo de la
familia. De esta manera, las leyendas subrayan reglas para la gente y logran
exponer las preocupaciones de la sociedad.
La llorona de México, o la historia de la
mujer que llora por sus hijos perdidos, es una de las más famosas del país.
Existen muchas versiones con matices y énfasis distintos[16],
la mayoría de las cuales ‹‹pueden ser considerad[a]s como historias ejemplares, porque en ell[a]s resultan castigados quienes no cumplen con las reglas morales y
sociales establecidas»[17].
Teninedo en cuenta esta cita
de Valdés, observamos que la figura de La Llorona en esta leyenda normalmente representa
la antítesis de una mujer o madre buena, y el
fuerte castigo de La Llorona enfatiza la importancia de ser una buena madre y funciona como un aviso contra el mal
comportamiento de las mujeres. Además, la leyenda de La Llorona puede ser la imagen por excelencia
«de la trasgresión, por su pecado de infanticidio, y ánima en pena que daña a
la gente››[18]. Esto
demuestra que La Llorona, como figura histórica, tiene la capacidad de aleccionar, una capacidad
que se enfatiza en la mayoría de las versiones, porque la mayoría juzga a las
protagonistas. Otra característica es que la culpabilidad de la mujer es
atribuida con simplicidad y sin discusiones. Por ejemplo, la historia de La
Llorona normalmente
presenta a la mujer como una sirena, bruja, virgen o ramera[19].
Creemos que estos términos peyorativos muestran la necesidad de convertir la
historia en algo simple y fácil de comprender. De todo esto podemos extraer que
ciertas tendencias —a saber, la leyenda como historia ejemplar, la
llorona como imagen de trasgresión, y la simplicidad de la culpabilidad de la
mujer— son comunes en la mayoría de las versiones de la leyenda.
Estas tendencias comunes
están presentes en otras historias del país. Existen leyendas del folklore
mexicano que podrían haber influido en la leyenda de La Llorona que conservamos. Una de las raíces
posibles es la leyenda sobre la Malinche. Según la leyenda, ella fue la
intérprete de Hernán Cortés, y juntos tuvieron un hijo. Al final, él se casó
con una mujer española, y la Malinche ahogó a su niño. La figura de la Malinche
es una fundamental en la historia legendaria de México, y como Miller observa,
conforma un personaje muy complejo[20].
Para algunas personas, ella
es la personificación de la traición, para otras, prototipo de la figura de la
victima o, irónicamente, ‹‹la primera madre de la nueva gente de México, la
gente mestiza, pero asimismo responsable de sus problemas»[21].
Además, según Miller,
en las historias de la Malinche normalmente existe una tensión entre el perfil
de la Virgen y el de la prostituta[22]
que nos acerca a una narración paternalista de la época del colonialismo. Es
interesante preguntar, ¿cómo puede ser que esta complicada y fascinante figura
de la mujer se vuelva un personaje unidimensional, como ha ocurrido en muchas
versiones de La Llorona?
Una posible respuesta es
que, como ya hemos mencionado, se utiliza la figura para aleccionar. Es
interesante ver que en
nuestra versión, la figura de La Llorona no se usa para aleccionar, sino que
está mejor explicada como la primera madre de México. Esto es evidente por la
ubicación de la historia en Guanajuato, que es el lugar simbólico del
nacimiento del nuevo México, porque es el sitio en el que Miguel Hidalgo empezó
la revolución mexicana. La inclusión de este lugar en la leyenda, junto con la
falta de culpabilidad atribuida a la mujer, crea una historia positiva. Sin embargo, en las noticias de
México y EE.UU., el significado popular del nombre de La llorona se ha vuelto sinónimo de madres que
matan a sus hijos. Por eso es interesante resaltar que, en la versión que hemos
recogido, el motivo de la culpabilidad de la mujer no aparece. Por lo tanto, podemos concluir que el sexo
(femenino), la edad (27) y la manera de explicar la leyenda del informante
significan que las implicaciones para la identidad femenina son completamente
distintas de las de la leyenda tradicional. Toda la evidencia surgiere que esta
versión expone una actitud más progresiva y feminista, y que representa la
capacidad de las leyendas urbanas para reflejar los valores sociales de hoy en
día.
La llorona de Chile es una leyenda que también
tiene raíces antiguas que nos permiten ver los cambios sufridos. Esta leyenda
se relaciona con varios arquetipos de los motivos y tipos mundiales, de acuerdo
con las entradas del catálogo de Uther. Esta leyenda tiene conexión con el
motivo 769, que recibe el nombre de La sepultura del niño, y que narra la historia de un niño
muerto que regresa a la tierra para informarle a su madre de que debe parar de
llorar para permitirle descansar en paz[23].
La leyenda que hemos recogido aquí está relacionada con el cuento, porque
presenta a un niño que sufre por las acciones de sus padres. Sin embargo, la
leyenda de La llorona de Chile no incluye ninguna resolución ni lección moral para los
padres. Esta leyenda enfatiza más claramente una lección moral para las mujeres
solteras, porque la muerte de la niña es una mala consecuencia que se debe a
malas acciones. Además, en esta leyenda hay más ejemplos para mujeres por el
enfoque que se hace de la esencialidad de la estructura de la familia nuclear,
y por el importante papel social de los padres.
En un rápido rastreo por
Internet, podemos encontrar otras versiones distintas de esta leyenda de La
llorona de Chile.
La mayoría tiene más elementos en común con la leyenda de México, y por eso la
que tenemos aquí es interesante. La versión más difundida por Internet es la de
una mujer que vive aislada cerca de un río, mientras su esposo trabaja en una
mina. Ella vive allí cuidando a sus niños, pero poco a poco empieza a volverse
loca. Su esposo la visita con poca frecuencia, y por la tristeza que ella
siente por culpa de este abandono, empieza a practicar la magia negra. Una
noche, su esposo regresa y la encuentra practicando ritos oscuros en el río,
así que él se escapa con los niños. Por la tristeza que siente por la pérdida
de sus niños, la mujer comienza a gritar, y la historia dice que todavía alguna
gente la oye llorar por sus hijos[24].
Esta leyenda, al igual que la nuestra, incluye reglas sobre cómo debe de ser la
madre buena, porque nos muestra consecuencias muy negativas para la mujer que
se hace cómplice de su propia tristeza y que no pone a sus hijos antes de todo.
Sin embargo, esta adaptación deposita toda la culpabilidad en la mujer por la
pérdida de sus hijos. La Llorona en nuestra trascripción no detalla una
distinción entre el comportamiento del hombre y el de la mujer, como el tipo
original del relato folclórico indexado en el catálogo de Uther. El rechazo de
las versiones recientes de nuestra informante joven parece mostrar un cambio
social y representar un punto de vista más contemporáneo, del mismo modo que
hace nuestra versión de La llorona de México.
El trauco es una leyenda con una tradición
larga también, y tiene como figura central un monstruo mítico que viola a
mujeres. El acto de la violación que provoca un embarazo se identifica con el
motivo número 304 de Uther. Este tipo de cuento recibe el nombre de Una
guardia nocturna peligrosa, y tiene elementos en común con la leyenda de El trauco por el hecho de que la violación
ocurre cuando la mujer está inconsciente.24
Pero la leyenda es distinta porque, al contrario del arquetipo, que ofrece un
tipo de redención, ya que al final el hombre se casa con la mujer, en la
leyenda la mujer sufre de las consecuencias sin tener el padre de su hijo a su
lado. Esta conexión es importante, porque demuestra que existe cierta
preocupación por los temas de la concepción y la paternidad.
La leyenda de El
Trauco claramente
se enfrenta con el tema de la sexualidad, un tema común en las leyendas
urbanas. Whatley escribe que
las leyendas
reflejan y revelan las fronteras cambiables de lo que es aceptable, o lo que
causa inquietud en la sociedad. Las relaciones sexuales poco adecuadas son a
menudo castigadas en las leyendas […][25].
En esta leyenda apreciamos la
preocupación en relación con la sexualidad femenina, específicamente fuera del
matrimonio y sin intención de engendrar. Este juicio está incluido en la
leyenda con la presentación de la procreación como un acto violento y mítico.
Además, la leyenda prescribe determinados estándares aceptables de conducta. La
leyenda de El Trauco no ha cambiado mucho en el contenido, pero, como la informante de este
cuento explicaba, las implicaciones sí han cambiado. Originalmente la invención
de una criatura como El Trauco era una manera importante de prevenir el rechazo
y la desdicha de una mujer soltera y embarazada, por la salida que le ofrecía.
Es probable que las raíces de
las motivaciones de esta versión de la leyenda empezaran con la búsqueda de una
excusa para el embarazo extramarital. Esta conclusión parece correcta, porque
la gran mayoría de las versiones de la leyenda tiene una función pragmática.
Con el paso del tiempo y
con el aumento de relaciones sexuales prematrimoniales, las implicaciones de la
leyenda también han ido cambiando. Antes, la leyenda funcionaba de una manera
positiva. En esta versión el elemento pragmático en la forma de explicar la
historia también. La
informante dice que la historia ‹‹es como una salida
para las mujeres, como cuando tú sabes que se portan mal››. Sin embargo, las implicaciones
morales de esta leyenda han evolucionado con los cambios sociales. La
informante de esta versión contemporánea puso énfasis en el hecho de que
recientemente algunos hombres se han aprovechado de la leyenda para usarla como
una excusa para violar a mujeres. Por eso, podemos concluir que la leyenda empezó a resolver mediante la
explicación mágica una situación social que desafió la moralidad social, y
todavía funciona de manera semejante pero con dimensiones y matices distintos
que son de la sociedad contemporánea.
En conclusión, observamos una
tendencia que se manifiesta a través de todas las leyendas a proponer una moral
pertinente a la sociedad del momento, y maleable o adaptable con el paso de
tiempo.
1.3. Leyendas cómicas sobre víctimas de casualidades
Las leyendas urbanas El
buceador en los incendios del bosque y El elefante del zoológico son de tipo cómico. La
primera trata de un buceador que de repente (succionado por un helicóptero
contra incendios) se encuentra volando a una altura de cientos de metros y que
a continuación es arrojado sobre un incendio en un bosque, en el que muere. La
segunda cuenta la historia de una familia que va al zoológico y termina aterrorizada,
primero por un elefante y luego por un policía, con el padre clasificado al
final como loco y borracho. Aunque las dos podrían ser vistas, en cierta
medida, como historias trágicas, especialmente la del buceador, el hecho de que
los personajes se encuentren en situaciones absurdas, junto con los elementos
de ironía y sus ciertos rasgos risibles y casi increíbles, hace que las dos se
conviertan en leyendas cómicas. Además, las dos cuentan historias de víctimas
de las casualidades en las que la persona afectada lleva a cabo una actividad
bastante cotidiana. Y, por lo tanto, funcionan como avisos, sugiriendo que
aunque se haga algo muy normal, puede suceder algo especial. Así, logran
aconsejarle a la audiencia cómo enfrentarse con la vida cotidiana.
La leyenda del buceador es una
leyenda bastante contemporánea. Podemos compararla con otra versión que
circulaba por los EE.UU en 1998[26].
Se halla localizada en California, donde los incendios son una realidad muy
habitual, igual que en Australia. La historia es muy similar. Lo que cambia son
algunos detalles. En la versión norteamericana, en vez de usar un helicóptero
con una especie de manguera, como en la versión australiana, el helicóptero
tiene un balde que bajaron al mar para recoger el agua. Estas discrepancias son
testimonios del proceso de adaptación que hace el narrador para ambientar la historia en su realidad social
y en la del oyente. El elemento que persiste de estas versiones de la leyenda
es el uso de un personaje sin características específicas. Este recurso al
«hombre de la calle» hace que sea más fácil identificarse con el personaje, y
que, por tanto, el oyente pueda interiorizar
mejor el aviso. Otro aspecto que podríamos destacar de las leyendas es que
circulan por lugares con situaciones sociales similares, en este caso en países
que sufren grandes incendios.
La segunda leyenda es de
Argentina. La versión transcrita se halla ambientada en la provincia de Buenos
Aires. Sin embargo, hay otra versión del ámbito popular que es más general y que
no define el lugar en la que sucede[27].
Es la historia de una familia que va a un zoológico, donde un elefante mete la
trompa por la ventanilla del auto. Presenta bastantes variantes en relación con
la leyenda transcrita al final de este artículo. Por
ejemplo, los guardias del zoológico le dan
al padre un fernet[28] en vez de un brandy. Es clave hacer notar
aquí que aunque la narradora es argentina, ha vivido en Australia desde hace
más de veinte años. Entonces, tendría más sentido contar una historia que habla
de brandy en vez de fernet.
Se puede ver esto como otro caso en que la narradora
cambia los detalles para acercarlos a su realidad. Además, lo que es
particularmente interesante es la diferencia en las fechas acerca de cuándo
ocurrió. Es posible interpretar este hecho de la leyenda como evidencia de una
misma situación social que sigue estando dominada por víctimas de casualidades
y por elementos de miedo e incertidumbre. Por ejemplo, en la versión
transcrita, la leyenda fue contada a la informante antes del año 1984. En la
otra, se comenta al final del texto: ‹‹lo que pasó con ese
pobre hombre no es del todo claro. Probablemente lo arrestan y seguirá allí
hasta que Kirchner haga algo por él››. Kirchner era el
presidente en el momento de recoger la leyenda urbana, que sitúa a esta versión
en el presente del acto de habla.
Estas dos leyendas fueron
narradas por la misma persona, quien tuvo que hacer un gran esfuerzo para ello.
Un día, ella comentó que ‹‹no necesitábamos leyendas urbanas, la vida
nos daba suficiente miedo››. Ella es argentina, y alguien le contó esa
leyenda antes del 1984. Esa época fue una de las más duras y difíciles en la
historia de Argentina, pues el país estaba apenas saliendo de una terrible
dictadura que acabó en 1982, no sin antes hacerse responsable de la muerte de
30.000 personas. Por lo tanto, es muy interesante ver la relación entre el
mundo de ese período vivido por la informante y el tipo de leyenda contada por
ella. En un mundo en el que todos tienen que tener cuidado en todo lo que hacen
y dicen para no ser vistos como enemigos del Estado y la patria, se puede
imaginar que las víctimas de circunstancia fueron parte de la vida cotidiana. Pero aún más interesante es el tono
de las leyendas: las dos son cómicas, y es evidente que el humor sirve como un
mecanismo de defensa y de resistencia. Por lo tanto, es muy fácil entender por qué la gente de la Argentina
de aquella época transmitía leyendas que llevaban lo terrorífico al terreno de
lo cómico. Es ese elemento humorístico en un contexto sociohistórico difícil el
que hace que estas leyendas transcritas den a sus depositarios la posibilidad
de escapar de su dura realidad y apreciar el lado cómico para poder seguir
adelante.
2. Conclusiones
Es evidente que las
leyendas urbanas no sirven solo como forma de entretenemiento, ni relatan
historias abstractas que se quedan muy aparte de los interlocutores. De hecho,
en muchos casos las leyendas tienen una fuerte conexión con su contexto social.
A través de nuestra exploración de las narraciones sobre
autoestopistas, sobre el papel de la mujer en la sociedad, y sobre cómicas
víctimas de casualidades, hemos mostrado cómo estas leyendas logran ser
relevantes para los interlocutores, especialmente en el marco de sus contextos.
Hemos conocido mejor, además, el cambio de sus tramas con el paso del tiempo, y
la manera en que muestran las inquietudes de la sociedad. Además, hemos visto
que las leyendas sirven como una herramienta que tiene la capacidad para ayudar
a enfrentar la vida cotidiana a través de la inclusión de moralejas,
trasgresiones de reglas sociales, advertencias y elementos cómicos.
3. Etnotextos
Leyenda 1
Informante original
Nombre: Ana García de
Matthews
Edad: 30 años
Lugar de origen: San
Salvador, El Salvador.
Pues hay otra pero esta
es un poquito más… Ah, es como más de contenido adulto.
[Entrevistadora]:—Ah pero no importa.
—No tanto. Eh, la
cuestión es que en El Salvador los… los hombres son bastante… que les gusta ver
a las mujeres bonitas. Entonces, salió una leyenda que cuando viene un hombre
en la noche manejando tu carro, que viene de alguna fiesta o viene tomado, y,
eh, mira a esta mujer en la calle que está pidiendo que, que la lleven en el
carro, ellos paran porque la mujer es muy bonita. Eh, vienen, la suben al carro,
y la invitan a llevársela para algún hotel o algo así, pero cuando la mujer se
sube al carro, a los pocos minutos que ellos van conduciendo en el camino, esta
mujer se empieza a sacar toda su carne. Se despelleja, saca la piel, y entonces
el hombre se asusta tanto que o choca el carro o se vuelve loco también. Es que
en El Salvador tenemos muchos locos. Esas son las dos. ¿Necesitas otra? La otra
es casi similar. Esta última se llama La descarnada. Y la primera se llama La
carreta chillona.
Leyenda 2
Informante
Nombre: Percy Cáceres
Manrique
Edad: 32 años
Lugar de origen:
Arequipa, Perú.
Un día, una noche, un
pata recoge a una flaca en su moto cerca al cementerio de la Apacheta, el
cementerio principal de Arequipa. Se hace amigo de ella, la lleva a pasear, se
están conversando y toda la cosa. Entonces la flaca dice que tenía mucho frío.
Entonces le presta su casaca de cuero, porque, claro, es motociclista. Claro
que este tiene casaca de cuero, ¿no? Entonces se la lleva a pasear, y después
la va a dejar a su casa. La deja en su casa y queda que la va a ir a visitar el
otro día.
Y entonces, ya pues el
pata se va, todo chévere dice, emocionado porque la flaca era muy bonita. Y
dice, pues que el otro día el pata va a buscarla a la chica a la casa. Entonces
toca la puerta todo emocionado y salen los padres. Sale un señor y él pregunta
pues por la chica que se llamaba Mónica. Y él dice:
—No, Mónica ha…
murió hace unos años atrás.
Y el otro dice:
—No,
yo no lo puedo creer porque he estado ayer con ella y yo le he venido a dejarla
acá a tu casa, y entró a tu casa.
Y él dice:
— No, si no nos
crees, corre al cementerio y ahí está su… ahí está su
nicho.
Y el pata, incrédulo,
entonces dice que se fue al cementerio porque no creía lo que le había dicho
los padres. Y, y como se llama… [ríe], y dice que va al cementerio, y entonces
busca el nicho donde estaba la flaca, y encuentra encima del nicho su casaca. Y
que dice que después el pata se volvió loquito. Y se dice que muchas noches se
aparece Mónica buscando a patas con, a los cuales tratar de conquistar para
tratar de recuperar a un amor perdido, alguna cosa así.
Leyenda 3
Informante
Nombre: Marianne Van De
Wyngard
Edad: 18 años
Lugar de origen:
Santiago, Chile.
Okay. Bueno, esto pasa
es muy común en, en la… violencia y lo, la delincuencia chilena. Que muchas
mujeres, como sobre todo en el lugar que yo vivo, porque no es como city, es como más campo, y tú tienes que
andar en autos como grandes, como jeeps o vans.
Entonces las mujeres
pasan, por ejemplo, van al supermercado y com… van a comprar, van de shopping o cualquier cosa. Y esto, esta
gente, estos hombres que roban, se sube la maleta en the ute of the car, y van todo el camino escondidos
ahí, y entonces cuando la mujer llega a su casa o para, o qué sé yo, hace una
parada, que por… por cualquier razón, el hombre salta
de ahí, de la maleta, y acogota, o sea, mata a la mujer, o la viola, o le roba
las cosas. Y es muy común. Es muy, muy común en Chile.
Leyenda 4
Informante
Nombre: Aída Reyes Cruz
Edad: 27 años
Lugar de origen: Ciudad
de México, México.
La leyenda de La Llorona
se sitúa en la ciudad de Guanajuato, que empezó en la época colonial y a la
fecha, las de México la siguen creyendo. La historia es de que... Era una
mujer, viuda que
tenía sus hijos, pero murió un día… Pues murió, y dejó sus hijos solos allí. Y
de pura... como se dice… De puro regret de, de la… del dolor de dejarlos solos, sin
nadie que los pueda cuidar, y eso, se cree que en las noches, a partir de las ocho de la
noche que ya está oscuro, nadie, nadie, nadie debe
estar en las calles, porque esta mujer con vestido blanco y largo, en velo
cubriéndole la cara blanco, sale por las
calles, sale en volar, y a llorar y a gemir por sus hijos que dejó desamparados en la ciudad de Guanajuato.
Leyenda 5
Informante
Nombre: Marianne Van De
Wyngard
Edad: 18 años
Lugar de origen:
Santiago, Chile.
Sí, y ¿qué otra leyenda
puede ser? Mm… La quintrala, La quintrala. Qué otra puede ser… La de La
llorona. También es
como no tiene una zona definida, pero […][29]
Era una niñita que vivía en la Vincolla, la Vincolla es una población de, de
Chile, y que todas las noche sus papas le pegaban, y ella lloraba y lloraba y
lloraba, y hasta que un día, de repente, la encontraron a esta niñita muerta,
como con una almohada en su cabez… en su cara. Y… y la gente preocu…, como…, no
nunca nadie supo por qué había muerto así.
Entonces dicen que, de
repente, en las noches, esta niñita anda vagando, y anda llorando. Y la gente
la escucha en las poblaciones como escuchan un llanto, y tratan de buscar quién
es, y, y eh es la llorona. Sí.
Leyenda 6
Informante
Nombre: Marianne Van De
Wyngard
Edad: 18 años
Lugar de origen:
Santiago, Chile.
Bueno, en Chile tenemos muchas
leyendas. Principalmente en el sur de Chile, donde está el área de pescadores,
recolectores, y los aborígene… los aborígenes de nuestro país. Esta es la
leyenda de El Trauco, que está localizada en el sur de Chile, principalmente en Chiloé. La
leyenda trata sobre un supuesto hombre que anda rondando en las noches por los
bosques y viola a las mujeres. Entonces, cuando una mujer de esta zona dice:
“Estoy embarazada”, “¿Y quién fue, quién el padre?”, pregunta la gente, ella
dice: “¡El Trauco!”. Pero eso es como un método de salida para las mujeres,
como cuando tú sabes que portan mal, o tienen experiencias, como tienen algo
por ahí, y es como para buscar el por qué. Ella le, le, le echan la culpa al
Trauco. Y bueno, y los hombres también se aprovechan de esa leyenda para violar
a mujeres, como pretendiendo ser el Trauco…
Leyenda 7
Informante
Nombre: Alicia Stein
Edad: 49 años
Lugar de origen: Buenos Aires, Argentina.
Bueno, la historia que les voy a
contar ahora es una historia que me contó mi compañero de trabajo, Stuart
Harsley, porque yo estaba pidiendo que me comentaran algún mito urbano para
poder después decírselo a Irene, para este trabajo que tiene que hacer.
Y bueno, Stuart me dijo que había
uno que a él le gustaba mucho, y este mito urbano, era que habían encontrado
una vez, después de unos de los incendios que hay así, acá en Australia, porque
él es australiano, me contó que el mito era que después de unos de los
incendios que había así en el verano de estos fuegos terribles, que hay a veces
acá en Australia. Habían encontrado en el lugar, en el medio de donde había
estado el incendio, el cuerpo de un hombre, y que estaba vestido como un
buceador, que tenía incluso los tanques, aunque no sé como no hubieran
explotado. Pero que estaba así con patos de rana y vestido con el traje del neoprene y todo, como buceador, en medio del
incendio, en medio del bosque.
Y, según Stuart, dice que, lo que
dicen, es que lo que pasó, es que cuando van los helicópteros que traen agua
para tratar de apagar los fuegos en el bosque, van y chupan agua del mar. Y que
accidentalmente, chuparon al pobre buceador que estaba ahí en el mar, y cuando
largaron todo el agua, salió el buceador con el agua, y ahí es como terminó el
pobre en medio del bosque, en medio donde estaba el incendio. Ya.
Leyenda 8
Informante
Nombre: Alicia Stein
Edad: 49 años
Lugar de origen: Buenos Aires, Argentina.
Y les voy a contar una historia
que me contó a mí, mi amiga Cata, hace muchos años, antes de que yo viniera acá
a vivir a Australia, así que era antes de 1984, o de los años de 80 o 70. Era
una historia que a mí me causó mucha gracia. Entonces, siempre me acuerdo, y me
parece que es una historia que no puede ser otra cosa que una leyenda urbana.
Resulta que en Argentina hay uno
de estos zoológicos, tipo el Werribee Zoo, que hay acá, es uno de esos zoológicos al aire libre, donde la gente
puede ir a ver a los animales que están en su hábitat natural, y van en el
auto, y van a ver esos animales.
Entonces, iba una familia en un
auto, y les habían dicho que tenían que mantener las ventanillas del auto cerradas.
Pero bueno, uno de los chicos, medio tonto, agarró, [ríe]
y abrió la ventanilla, y justo cuando abrió la ventanilla se acercó un
elefante, y metió la trompa adentro del auto por la ventanilla, y el chico se
asustó y rápidamente cerró la ventanilla y le aplastó la trompa al pobre
elefante.
Entonces, el pobre elefante, que
le dolía la trompa, empezó a patear el auto para poder salir de ahí, y bueno,
pateó el auto. Por suerte el chico abrió la ventanilla sacó la, la, la trompa,
y se fue el elefante corriendo. Y bueno, la gente que estaba ahí en el auto
quedó bastante choqueada, ¿no? Con lo que había pasada, y el auto estaba hecho
un desastre: todo el costado del auto estaba abollado. Y bueno, el cuidador del
zoológico que estaba ahí estaba horrorizado, y vio lo que había pasado.
Entonces fue y le dijo al conductor del auto, dice:
—Mire, usted se tiene que
tranquilizar un poco antes de poder irse a la ciudad. Porque tenían que ir por
una ruta que se llama la ruta Panamericana: es una ruta donde se va muy rápido.
Tenían que volverse para la ciudad, para Buenos Aires.
Y entonces dice:
—Mire, tómese una copita.
Yo le voy a dar una copita acá de un brandy, para que se tranquilice los
nervios, y así puede seguir adelante. Y bueno, eventualmente el tipo se tranquilizó,
y se fueron en el auto hacia la ciudad. Y justo había habido un choque, un
choque de esos múltiples donde hay muchos autos que chocan uno al lado del
otro. Y estaba ahí la policía tratando de organizar las cosas. Entonces, la
policía decía:
—Bueno, todos los que
estuvieron involucrados en el choque tienen que ir hacia la derecha. Y los que
no, pueden seguir adelante.
Y bueno, este hombre no había
estado en el choque. Entonces él siguió adelante, y el policía dice:
—No, no. Usted tiene que
venir para acá.
Él dice:
—No, yo no estuve en el
choque.
Dice:
—¿Cómo no estuvo en el
choque? Mire lo que tiene en el auto, el auto está hecho un desastre.
Y entonces el tipo dice:
—No, no, no, esto no lo,
no, no fue en el choque, me lo pateó un elefante. [Ríe]
Entonces el policía lo miró al
tipo como que estaba completamente loco y dice:
—Usted debe estar borracho.
Y entonces le hizo probar a ver
si realmente tenía alcohol en el aliento o no, y por supuesto el pobre hombre
había tomado el brandy, así que fue toda una historia hasta que el policía tuvo
que confirmar, nomás, con el cuidador del zoológico que había sido así nomás la
historia. Así que este es una historia que a mí siempre me gustó mucho y que no
puede ser otra cosa que un mito urbano. Bueno, ya está.
Gracias.
[1] Véase Bernard Guerin y Yoshihiko Miyazaki. “Rumores, chisme y
leyendas urbanas: una teoría de contigencia social”, Revista Latinoamericana de Psicología volumen 35 (2003) pp. 257-272, p.
265. http://www.rlpsi.org/articulos_2003/rumores_chisme_leyendas_2003_3.pdf
[2] Véase Gillian Bennet. “The Vanishing Hitchhiker at Fifty-five”, Western
Folklore 57 (1998) pp.
1-7. p. 3.
[3] Bennet, “The Vanishing Hitchiker at Fifty-five”, p. 2.
[4] Véase José Antonio Pulido. “El horror: un motivo
literario en el cuento latinoamericano y del Caribe”, Contexto 8:10 (2004) pp. 229-249, p. 229.
[5] Jesús Sais Galdós; Beatriz Fernández
Ruiz; y José Luis Álvaro Estramiana. “De Moscovici a Jung: el arquetipo
femenino y su iconografía”, Athenea Digital 11 (2007) pp. 132-148, p. 142.
[6] Emilio Quevedo; Gloria
Echeverry de Pardo; y Clara Gómez de Q. “Brujería, enfermedad mental, mujer y
sociedad”, Revista Colombiana de Psiquiatría volumen 15, número 4 (1986) pp.
367-396, p. 370. http://www.psiquiatria.org.co/php/docsRevista/224350brujeria.pdf
[7] Véase Hans-Jorg Uther. The Types of International Folktales: a
Classification and Bibliography, based on the System of Antti Aarne and Stith
Thompson. Helsinki: Suomalainen Tiedeakateamia
Academia Scientiarum Fennica, 2004, p. 222.
[8] Véase Uter, The Types of International Folktales, p. 175.
[9] Véase Pilar Sánchez Calle. “La locura en
la literatura femenina en lengua inglesa del siglo XX”, Lingüística,
Literatura y Didáctica del Ingles. 2006-2007, p. 1.
[10] Véase Bennet, “The Vanishing Hitchhiker at Fifty-five”, p. 2.
[11] Véase José Manuel Pedrosa. “Una colección de leyendas urbanas de Lima (Perú)”, Revista
de folklore. Tomo 19ª,
número 220 (1999): 132-140, p. 17. http://www.funjdiaz.net/folklore/
07ficha.cfm?id=1721
[12] Helen Hartness Flanders. Ancient Ballads and Songs Traditionally
Sung in New England, Volume IV. Philadelphia: University of Pennsylvania
Press, 1965, p. 297.
[13] José Manuel Pedrosa. “Carreteras peligrosas y
locos que cortan cabezas: de un cuento en sánscrito del siglo XII a la leyenda
urbana de La muerte del novio.” UNED. Revista Signa 16 (2007) pp. 35-55. p. 51.
[14] Véase Nuria Peña Luna. “Identificación positiva entre los símbolos de
poder y el éxito en las Campañas publicitarias. Un estudio particular en Pedro
Domecq”, Colegio de Posgraduados en Administración de la República Mexicana
A. C. 2007, p. 12. http://www.colparmex.org/Revista/Art3/16.pdf
[15] Bruce Jackson. “Vagina Dentada and Cystic Teratoma.” The Journal
of American Folklore, 84:333 (Julio-septiembre, 1971) pp. 341-342.
[16] Probablemente, debido a la popularidad de
esta leyenda, existen más versiones que en otros casos. Por eso no todas las
versiones funcionan como un aviso, pero somos de la opinión de que la gran
mayoría sí sirven de este propósito.
[17] Marisela Valdés.
“En la mirada, en el oído.
Narraciones tradicionales de la Llorona”. Revista de literaturas populares número 2 (2002): 139-157, p. 155-6. http://www.rlp.culturaspopulares.org/textos/4/07-Valdes.pdf
[18] Valdés, “En la mirada, en el oído”, p.
156.
[19] Santistevan, Bernadine. The Spirit of the Llorona. 2000-2005. 1 Octubre 2007 párrafo 3. <http:// www.lallorona.com/La_index.html> Esta página de internet presenta ejemplos que simplifican la imagen típica de la llorona en cuatro categorías.
[20] Naomi J. Miller y Naomi Yavneh. Maternal Measures: Figuring Caregiving in the Early Modern Period. Ashgate: USA, 2000, p. 306-310.
[21] Traducimos Miller
et. al., Maternal Measures, p. 310.
[22] Véase Miller et. al., Maternal Measures, p. 312.
[23] Véase Uther, The Types of International Folktales.
[24] Julio O. Arancibia. “La Llorona”. Dedal
de Oro Portada 39
oct./nov. 2007, párrafos
1–8. http://www.dedaldeoro.cl/ley_lallorona.htm Este es un ejemplo muy representativo del
argumento de la leyenda en Internet. Aunque no es un testimonio científico, sí
nos parece interesante hacer mención de él aquí.
24 Véase Uther, The Types of International Folktales, p. 186.
[25] Traducimos de Marianne Whatley. “Did you hear about the girl who…?”, Contemporary Legends,
Folklore, and Human Sexuality. New York: New York University Press, 2000, p. 131.
[26] Para una versión del ámbito
popular, véase el sitio web Darwin Awards. Scuba Divers and Forest
Fires.1998, p. 1. Visita 06/10/2007. http://www.darwinawards.com/legends/legends1998-03.html. Este es un
ejemplo muy representativo del argumento de la leyenda en Internet. Aunque no
es un testimonio científico, sí nos parece interesante hacer mención de él
aquí.
[27] Una versión del ámbito popular es esta:
Guillermo Piro. Historia con elefante. 2005. Visita 06/10/2007.
http://www.bonk.com.ar/tp/archive/377/historia-con-elefante.
Este es un ejemplo muy representativo del argumento de la leyenda en Internet.
Aunque no es un testimonio científico, sí nos parece interesante hacer mención
de él aquí.
[28] Una bebida alcohólica de Argentina.
[29] Utilizamos este símbolo porque a pesar de haber
utilizado el programa Adobe Audition 2.0, no se puede entender lo que dice.