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Peña Díaz,
Miguel Ángel. “Romances en las agendas escolares del alumnado del I.E.S. Guadalpeña
de Arcos de la Frontera”.
Culturas Populares. Revista Electrónica 6 (enero-junio 2008). http://www.culturaspopulares.org/textos6/articulos/pena.htm ISSN: 1886-5623 |
Romances en las agendas escolares del alumnado del I.E.S.
Guadalpeña de Arcos de la Frontera
Miguel Ángel Peña
Díaz
I.E.S. Guadalpeña, Arcos de la
Frontera (Cádiz)
Resumen
Este artículo ofrece romances que
han sido extraídos del corpus de los poemas transmitidos en las agendas
escolares del alumnado del I.E.S. Guadalpeña de Arcos de la Frontera (Cádiz),
recogidos a lo largo del 2006.
Palabras clave: romances, estudiantes, agenda, Arcos de la
Frontera
Abstract
This
paper presents some romances that have been extracted from the corpus of poems
transmitted through the school agendas of students from Guadalpeña High School
(Arcos de la Frontera, Cádiz), collected during 2006.
Key words:
romances, students, agenda, Arcos de la Frontera.
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e los poemas que los adolescentes recrean en sus agendas escolares, haciendo de éstas el canal de transmisión por el que fluye de estudiante en estudiante un corpus de textos al que denominan “los poemas de las agendas”, se habló para presentarlos en un artículo titulado “Los poemas de las agendas escolares del alumnado del IES Guadalpeña de Arcos de la Frontera” que puede leerse en Culturas populares. Revista Electrónica 4 (enero-junio 2007). Ese artículo da una muestra del corpus de estos poemas sin hacer alusión directa a los que en éste vamos a transcribir por las peculiares características que presentan.
Son estos también poemas cuyos usuarios rehacen en sus propias transcripciones porque no saben de su autoría, han pasado a pertenecer a las agendas de muchos, a la memoria colectiva del estudiante adolescente, y al repetirlos, los modifican conscientes de que les pertenecen. Decía Ramón Menéndez Pidal que “esta poesía que se rehace en cada repetición, que se refunde en cada una de sus variantes, las cuales viven y se propagan en ondas de carácter colectivo, a través de un grupo humano y sobre un territorio determinado, es la poesía propiamente tradicional, bien distinta de la otra meramente popular. La esencia de lo tradicional está, pues, más allá en la mera recepción o aceptación de una poesía por el pueblo ....... está en la reelaboración de la poesía por medio de las variantes”. [1] Mostraremos aquí más de una versión de algunos de ellos para dejar constancia del proceso de reelaboración al que son sometidos estos poemas.
Del corpus de textos recolectados en el trabajo de campo realizado en los últimos meses del año 2006 en el IES Guadalpeña de Arcos de la Frontera, los que aquí vamos a transcribir constituyen una pequeña parte del total del mismo, ya que hay en él muchos más que responden al molde de la copla lírica que al modelo que aquí traemos a colación: el romance. Este hecho no sólo nos explica que esta riqueza lírica haya contribuido al arrinconamiento de este género, sino que también haya influido a la hora de practicar con él, aun sabiendo que sus creadores lo hagan de modo inconsciente. Podremos observar que en ellos es posible, aunque no siempre, hallar una configuración métrica que responde a la cuarteta o la copla octosilábicas debido a esta influencia que ejerce el amplio repertorio de textos líricos con los que conviven, ya que el romance es un poema en serie no estrófica. Por otra parte, excepto el de “la tumba” (texto número 9), todos están narrados desde la perspectiva del yo lírico que expresa sus sentimientos en las coplas que conforman el corpus.
En lo que respecta al contenido de los textos, como contrapunto a aquellos en los que, de modo optimista, triunfa la amistad, como por ejemplo en las siguientes:
Si la firma es el recuerdo
y el recuerdo la amistad,
acuérdate de la mía
que te quiere de verdad.
Miriam Corona Lozano, 13 años;
Arcos de la Frontera, 2006
De rosa en rosa,
de flor en flor,
de todas mis amigas
eres la mejor.
Miriam Corona Lozano, 13 años;
Arcos de la Frontera, 2006
o se alaba al amante con requiebros, como aquí:
San Pedro bajó del cielo
y belleza repartió,
tú no deberías estar lejos
cuando tanta te dejó.
Noelia Alconchel Moreno, 14
años; Jédula, 2006
Dos columnas de alabastro
de preciosa arquitectura
sostienen el edificio
de tu gracia y hermosura.
Noelia Alconchel Moreno, 14
años; Jédula, 2006
o se deja constancia de la fidelidad hacia él, como en éste:
Una flor se marchita
a los tres días
pero mi amor por ti
dura toda la vida.
Noelia Alconchel Moreno, 14
años; Jédula, 2006
o son expresión de ternura, como los que siguen:
Del rosal salen rosas,
de las rosas el perfume
y de tus labios,
el amor que me consume.
Virginia Pérez Jiménez, 15 años;
Arcos de la Frontera, 2006
¡Ay “.......” de mis amores!
Cada vez que te miro
se me suben los colores.
Virginia Pérez Jiménez, 15 años;
Arcos de la Frontera, 2006
o se lloran las penas por la ausencia del ser amado:
Qué pena es estar fingiendo
que es tan sólo amistad
cuando yo lo que siento es
que te quiero de verdad.
Noelia Alconchel Moreno, 14
años; Jédula, 2006
Qué difícil es querer
en alma y en vida
cuando la persona a la que amo
sólo me dice amiga.
Noelia Alconchel Moreno, 14
años; Jédula, 2006
textos que no hacen sino reforzar el lazo amoroso entronizándolo y gritando un fuerte sí al amor, tenemos estos otros textos, con un número de versos indefinido, que desarrollan una situación dramática en estilo narrativo, con una tendencia al uso del metro octosilábico (aunque el anisosilabismo no deja de estar presente quizás por la edad temprana que poseen) y a la asonancia en los pares diversa, que no monorrima, del romance, que constituirían la cara opuesta a ese optimismo, a ese sí al amor que proclaman aquellos primeros textos, ya que éstos recrean situaciones de suicidio por amor, como por ejemplo en los siguientes:
1.1.
Quería probar su amor, estaba segura de que me quería
y le dije una noche que lo dejaría.
No pidió ninguna explicación,
bajó la cabeza y se marchó.
Pensaba que le daba igual, que su amor era mentira,
que los besos que me daba él ni los sentía.
Pero esa misma noche se quitó la vida
dejando escrito en un papel: “Por ti lo hago, vida mía”.
Yolanda Segovia Villalva, 15
años; Arcos de la Frontera, 2006
1.2
Quería probar su amor, saber si me quería
y esa misma noche le dije que lo dejaría.
No pidió ninguna explicación,
bajó la cabeza y se marchó.
Pensaba que le daba igual, que no me quería,
que los besos que le daba ni siquiera los sentía.
Esa misma noche mi chico se quitó la vida
dejando escrita una nota que decía:
“Por ti lo hago, vida mía”.
Alicia García Pérez, 14 años;
Arcos de la Frontera, 2006
1.3.
Quería probar su amor, estaba segura de que me quería,
le dije una noche que lo dejaría.
No pidió ninguna explicación,
bajó la cabeza y se marchó.
Pensaba que le daba igual, que su amor era mentira,
que los besos que me daba él ni los sentía.
Pero ahora que me doy cuenta de lo equivocada que yo estaba,
porque esa misma noche se quitó la vida
dejando escrito en un papel: “Por ti lo hago, vida mía”.
Jennifer Delgado Garrido, 15
años; Arcos de la Frontera, 2006
1.4.
Quería probar su amor, saber si me quería
y esa misma noche le dije que lo dejaría.
No pidió ninguna explicación,
bajó la cabeza y se marchó.
Pensaba que le daba igual, que no me quería,
que los besos que él me daba ni siquiera los sentía.
Esa misma noche mi chico se quitó la vida
dejando una nota que decía:
“Por ti lo hago, vida mía”.
María del Carmen Vázquez Soto,
14 años; Arcos de la Frontera, 2006
2.
Era una noche oscura, yo estaba ciega de alcohol,
me diste tu mano y me llevaste a la habitación.
Me tiraste en la cama, me desabrochaste el pantalón,
me besaste en la boca y me hiciste el amor.
Me pediste para salir, te contesté que no,
aquel día te llevaste mi vida y también mi corazón.
Después encontré a tu amigo y
una mala noticia me dio.
Te habías quitado la vida después de decirte que no,
sólo dejaste una nota: “Por ti lo hago, mi amor”.
Yolanda Segovia Villalva, 15
años; Arcos de la Frontera, 2006
3.
Un chico llega a su casa con cara de sofocado.
La madre al verle le pregunta: -Hijo, ¿qué te ha
pasado?-
El hijo sin contestar se marcha a su cuarto.
La madre vuelve a preguntar,
el hijo ya no está, pero una nota dejó que decía:
“Madre, me he marchado por un amor que tenía,
siendo tan maja y morena su padre la mató.
Madre, no vayas a llorar
porque yo me voy con toda mi felicidad”.
Virginia Pérez Jiménez, 15 años; Arcos de la Frontera,
2006. Versión editada en la página 65 del artículo “Los poemas de las agendas
escolares del alumnado del IES Guadalpeña de Arcos de la Frontera”, Culturas
populares. Revista Electrónica 4,
(enero-junio de 2007).
o recrean situaciones de amor impedido, como aquí:
4.
A los trece años de ti me enamoré,
me pediste relaciones y yo te contesté.
Se lo dijimos a nuestros padres y ellos dijeron que
no
pero como nos queríamos tanto seguimos con la
relación.
En un cuarto oscuro tú me desnudaste
y para mayor dolor una niña me dejaste.
A los dos años la niña murió,
fíjate si era bonita que hasta el propio enterrador
tiró pico y pala y dijo: -A este ángel no lo entierro yo.-
Yolanda Segovia Villalva, 15
años; Arcos de la Frontera, 2006
o recrean situaciones de amor desgraciado, como en éstos:
5.1.
Un día estaba en la horca con la sentencia cumplida.
Si dejaba de quererte me perdonarían la vida
y yo le dije al verdugo con palabras muy sensibles:
-Tira de la cuerda, amigo, que olvidarte es imposible.-
Virginia Pérez Jiménez, 15 años; Arcos de la Frontera,
2006, publicado en la página 37 del artículo anteriormente citado
5.2.
Un día estaba en la horca con la sentencia leída.
Si dejaba de quererte me perdonarían la vida
y yo le dije al verdugo con palabras muy sensibles:
-Tire de la cuerda, amigo, que olvidarle imposible sería.-
Macarena Cena Romero, 14 años; Arcos de la Frontera,
2006, publicado en la página 37 del artículo anteriormente citado.
6.1.
Yo estaba en la plaza esperando a que vinieras.
Habíamos quedado a las siete y eran las ocho y media.
Cuando me iba a marchar llegó tu mejor amigo
y empezó a hablar conmigo.
Yo sabía que pasaba algo y que iba a hacer mucho daño
y le dije que me lo contara aunque le costara trabajo
y entre lágrimas y llantos me dijo: -No esperes más aquí,
ha tenido un accidente y acaba de morir.-
Macarena Cena Romero, 14 años; Arcos de la Frontera,
2006, publicado en el artículo anteriormente citado en la página 61.
6.2.
Habíamos quedado a las siete, eran las ocho.
Cuando me tenía que marchar,
pero a lo lejos vi a su mejor amigo.
Él se acercó hacia mí,
yo sabía que algo pasaba pero no me lo quería decir
para no hacerme sufrir.
Le dije que me lo dijera
y él con dos lágrimas en los ojos me dijo: -Él no va a
venir,
ha tenido un accidente y acaba de morir.-
Estefanía Jiménez Morón, 15
años; Arcos de la Frontera, 2007
6.3.
Yo estaba en el parque esperando a que tú vinieras.
Quedamos a las siete y eran las ocho y media.
Cuando vino tu amigo
quería hablar conmigo
y me dijo: -No lo esperes más, ya no va a
venir,
ha tenido un accidente y acaba de morir.-
Alicia García Pérez, 14 años;
Jédula, 2006
o recrean situaciones de crimen por amor, como el que sigue:
7.1.
Os voy a contar una historia por la cual cumplí condena,
la culpa fue de mi novio siendo tan guapo y moreno.
Al volver a mi casa con otra lo encontré
y sin mirarla a la cara por la espalda la maté.
Fui a la cárcel a pagar el delito que yo cometí.
A los siete años por fin salí.
Fui directa a mi casa y a mi vieja madre abracé,
le pregunté por mi hermana y entre lágrimas y llantos escuché.
Me dijo que era mi hermana aquella que yo maté.
Myriam Corona Lozano, 13 años;
Arcos de la Frontera, 2006
7.2.
Te voy a contar una historia por la cual cumplí condena,
la culpa fue de mi novio siendo tan guapo y moreno.
Al volver a mi casa con otra chica lo encontré,
sin mirarla a la cara por la espalda la maté.
A la cárcel fui a pagar el delito que cometí.
Al cabo de veinte años una mañana salí.
Me fui derechita a mi casa y a mi vieja madre abracé
y pregunté por mi hermana y entre llantos y lagrimas escuché
y me dijo que mi hermana era aquella que yo maté.
Estefanía Jiménez Morón, 15
años; Arcos de la Frontera, 2007
7.3.
Te voy a contar una historia por la cual cumplí condena,
la culpa fue de mi novia siendo tan guapa y morena.
Al volver a mi casa con otro chico la encontré
y sin mirarle a la cara por la espalda lo maté.
A la cárcel fui a pagar el delito que yo cometí
y al cabo de veinte años una mañana salí.
Me fui derechito a mi casa y cuando a mi vieja madre abracé
pregunté por mi hermana y entre llantos y lágrimas escuché
que mi hermana era aquella que yo maté.
Rosana Villalva Sánchez, 15
años; Algar, 2006
Por otro lado, de entre las preocupaciones del adolescente usuario del repertorio, los temas de la anorexia, la muerte de un ser querido y la droga han de ocupar un lugar destacadísimo como demuestran los siguientes textos:
8.1.
Un chico llega a su casa con cara de sofocado.
La madre al verle le pregunta: -Hijo, ¿qué te ha
pasado?-
El hijo sin contestar se marcha a su cuarto.
La madre vuelve a preguntar,
el hijo ya no está, pero una nota dejó que decía:
“Madre, me he marchado por un amor que tenía,
siendo tan maja y morena su padre la mató.
Madre, no vayas a llorar
porque yo me voy con toda mi felicidad”.
Virginia Pérez Jiménez, 15 años;
Arcos de la Frontera, 2006
8.2.
Ese día estaba triste, no comía ni cantaba,
sabía que dentro de poco mi novia me dejaba.
Mis amigas me llamaban
y sin bajar a gritos las echaba.
Ahora escribo desde el cielo donde ya estoy curada
de la terrible anorexia que a la muerte fui llevada.
Jesús Quiñones Pérez, 15 años;
Arcos de la Frontera, 2006
8.3.
Ese día estaba triste, no comía ni cantaba,
sabía que dentro de poco mi novio me dejaba.
Mis amigas me llamaban
y sin ganas de bajar a gritos las echaban.
Hoy escribo desde el cielo donde ya estoy curada
de la terrible anorexia que a la muerte fui llevada.
Yara Vega Suárez, 15 años; Arcos
de la Frontera, 2006
9.
Cuya (sic) tumba de una madre lloraba un niño gotas
de sangre
y le decía con voz muy clara: -Mamita mía, si
yo supiese
que con rosas y claveles ibas a resucitar,
ni rosas ni claveles te iban a faltar.
Jennifer Delgado Garrido, 15
años; Arcos de la Frontera, 2006
10.
Pasé por el cementerio y se me encogió el corazón
al ver a una madre llorar por el hijo que perdió
y sin querer escuché:
-Hoy era tu cumpleaños, diecisiete cumplías
y veintisiete puñaladas llevas clavadas,
llevas en el corazón.
¿Qué te llevó a esto, qué te faltó en la vida
que te fuiste quitando con la puta cocaína?-
Aroa Ana Garrido Sierra, 14
años; Arcos de la Frontera, 2006
Para terminar presento un texto que se aparta de los anteriores porque, en este caso, el yo narrativo conversa con un ser fantástico, un hada, simulando una situación tal vez en una de las versiones más pueriles en la que los transmisores-autores de estos textos hayan tratado el tema del amor, presentado con la inocencia de lo infantil, como un juego. El texto es el siguiente:
11.
Todas las noches miro por la ventana
y puedo ver una flor bella, un hada.
-¿Quién es tu amor?- me pregunta ella
y yo le contesto: -Es un chico con alma de estrella.-
-¿Lo quieres de verdad?- me pregunta de nuevo
y yo le contesto: -Nuestro amor es un juego.-
Cuando el hada se fue me quedé pensativa
y pudo ver en el cielo escrito “Eres mi vida”.
Elisabeth Muñoz Recio, 15 años;
Arcos de la Frontera, 2006
[1] Menéndez Pidal, R., “Poesía popular y tradicional en la literatura española” (1922), recogido en Los romances de América y otros estudios, Madrid, Austral, 1939 (5ª ed. de 1948, págs. 76-77).