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Nieves Martín, Rafaela. Sobre: Judíos en la literatura española. IX Curso de Cultura Hispanojudía y Sefardí de la
Universidad de Castilla‑La
Mancha, coordinadores Iacob M. Hassán y Ricardo
Izquierdo Benito. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla‑La Mancha, 2001. Culturas Populares. Revista Electrónica 5
(julio-diciembre 2007). http://www.culturaspopulares.org/textos5/notas/nieves.htm ISSN: 1886-5623 |
Judíos en la literatura española. IX Curso de
Cultura Hispanojudía y
Sefardí de la Universidad de Castilla‑La Mancha, coordinadores Iacob M.
Hassán y Ricardo Izquierdo Benito. Cuenca: Ediciones de la Universidad de
Castilla‑La Mancha, 2001; 510 pp.
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ste libro acerca de los Judíos en la
literatura española permite hacer un recorrido
apasionante e interesantísimo tras las huellas que el judío y el converso, como
autor o como tema, como sujeto o como objeto literario, han dejado en la
literatura española peninsular desde sus orígenes hasta hoy. Lo amplio y
exhaustivo de su alcance cronológico y de su atención a los géneros más
diversos de nuestra literatura otorga a esta obra el privilegio de ser el
primer auténtico y global manual sobre un tema del que hasta ahora había
disponible una bibliografía muy amplia, pero también muy dispersa y muy
desigualmente accesible.
Pero
quizás no sea ese el mayor logro de este libro. Lo más destacable de él es,
desde mi punto de vista, su sistematicidad y coherencia, lo bien que ha
ensamblado y conciliado tan variadas y personales perspectivas de análisis como
son las que aportan cada uno de los especialistas e investigadores que se
dieron cita en el IX Curso de Cultura Hispanojudía y Sefardí de la Universidad
de Castilla‑La Mancha (celebrado en Toledo
durante el mes de septiembre de 1999), uno de cuyos frutos es justamente esta
obra. Todo lo cual obliga a decir, antes incluso de empezar su revisión, que
nos encontramos ya ante un punto de referencia ineludible para cualquier
investigación que desde ahora aborde la cuestión judía en nuestra literatura.
Fernando
Díaz Esteban, en "La primitiva poesía española y los judíos" ilustra
cómo estos tomaron parte activa y dieron una orientación innovadora en la época
de los orígenes de nuestra literatura medieval, y cómo ellos mismos se
convirtieron también, desde muy pronto, en tema y excusa de algunas de las
primeras manifestaciones literarias de diversos autores cristianos; y además ─en una época
que fue de convivencia todavía relativamente pacífica entre las unos y otros─, de un modo
mucho más neutro y descriptivo que el que acabaría imponiéndose en los siglos
venideros, mucho más proclives al antijudaísmo literario, sociocultural y
político.
En
"La poesía medieval judía", Paloma Díaz‑Mas profundiza en los rasgos diferenciales de la poesía judía medieval
en castellano a través del análisis de los cuatro únicos poemas conservados
escritos por judíos, e ilustra la influencia que esa producción poética tuvo en
la obra de los escritores cristianos contemporáneos.
Ángel
Gómez Moreno traza, en "Judíos y conversos en la prosa castellana
medieval", un panorama exhaustivo del importantísimo papel que jugaron los
judíos y conversos como creadores, transmisores y traductores, y hasta como
"personajes" retratados, en muy diversas obras en prosa de finales de
la Edad Media. Su magnífico y muy actualizado artículo culmina, además, con un
interesantísimo excurso sobre el círculo cultural del Marqués de Santillana
gracias al cual se puede apreciar cómo este gran intelectual —además de
político— supo mantenerse al margen de la fuerte corriente de antisemitismo
político y cultural que predominó en su época.
En
"La poesía de la Baja Edad Media", Julio Rodríguez Puértolas llama la
atención sobre la importancia del marco histórico de la persecución antisemita
institucionalizada por los Trastámara como punto de partida básico para
comprender en profundidad el tono y el estilo de los cancioneros castellanos,
en los que conviven, por una parte, una corriente antisemita y anticonversa y,
por otra, una literatura escrita por conversos en defensa de su grupo social.
En
lo que al teatro se refiere, y dentro de su estudio acerca de "La Biblia y
el teatro religioso medieval renacentista", Miguel Ángel Pérez Priego
describe la evolución del teatro desde la Edad Media, y llama la atención sobre
el hecho de que en él se omitan por completo los temas procedentes del Antiguo
Testamento, debido a los recelos que despertaba su carater semítico. Casi al
contrario de lo que sucedió en el siglo XVI, en el que llegaron a proliferar
los temas extraídos del Antiguo Testamento, aunque reinterpretados como
anuncios de la nueva fe cristiana, y utilizados como medio de adoctrinamiento
religioso en una sociedad en que el grupo social de los conversos era
ciertamente nutrido.
Francisco
Marcos Marín ofrece, en "La tragicomedia de Calisto y Melibea como
conflicto de comunidades", una certera revisión de los estudios en torno a
la autoría y a la ideología supuestamente conversas de esta obra, así como un
agudo análisis del conflicto entre comunidades que se trasluce en ella.
Felipe
B. Pedraza Jiménez, en "Los judíos en el teatro del siglo XVII: la comedia
y el entremés", perfila de forma clara y estructurada la visión de los
judíos en los distintos géneros teatrales del siglo XVII, y los describe
fluctuantes entre la recreación de tópicos antisemitas y el análisis
psicológico y comprensivo de los conversos, así como entre la condena del judío
y la reivindicación humana del mismo por encima de las consideraciones de casta
o de religión.
Jesús
Antonio Cid hace una clara y muy profunda exposición del protagonismo y de la
visión de los "Judíos en la prosa española del siglo XVII", a lo que
añade una "(imperfecta síntesis y antología mínima)". Sus análisis
ponen de relieve cómo el antisemitismo enraizadísimo en la época convirtió a
los conversos en blanco predilecto de las críticas de la prosa doctrinal, que
les llegó a imputar hasta crímenes rituales y crímenes contra el Estado, y en
figuras muy maniquea y trivialmente tipificadas. Pocos y muy meritorios
testimonios se acercan a la figura del judío de forma relativamente respetuosa
y comprensiva. El estudio del profesor Cid incorpora también comentarios sobre
la visión que algunos judíos presentaron en sus obras sobre los españoles, y
culmina con una interesantísima antología de textos.
Joaquín
Álvarez Barrientos, en "Los judíos y su cultura en la producción literaria
española del siglo XVIII: la construcción del tópico judeo‑masón‑liberal durante la Ilustración y el Romanticismo" muestra cómo en
aquella época histórica se forjó una corriente erudita y liberal interesada en
el estudio y en la defensa de la cultura, de la lengua y de la historia
hebreas, lo que propició la identificación de liberales, masones y judíos,
considerados todos ellos enemigos del orden establecido por sectores
tradicionales y conservadores.
Pura
Fernández ofrece, en "La literatura del siglo XIX y los orígenes del
contubernio judeo‑masónico‑comunista", un análisis exhaustivo de las distintas reacciones
culturales y de los reflejos literarios que el pueblo judío suscitó en la
época, así como del enfrentamiento que provocó el movimiento de repatriación de
los judíos entre los defensores de la tolerancia —liberales, anticlericales y
republicanos, lo que reforzó aún más la identificación entre liberalismo
revolucionario, judaísmo y anticatolicismo—, y los detractores —algunos,
sorprendentemente, de extracción liberal— aferrados a los más rancios
prejuicios religiosos y sociales.
Muy
documentado es igualmente el trabajo de José Schraibman, "La visión
ecuménica de Galdós", donde se glosa el talante flexible, comprensivo y
humanista del gran escritor canario en relación con los judíos, y lo valiente y
excepcional de su actitud dentro de un marco cultural dominado por un
antisemitismo casi irreductible.
José‑Carlos Mainer, en "Los judíos en la literatura española de la
primera mitad del siglo XX: notas sobre un tema" presenta una perfecta
síntesis de los distintos —y a veces opuestos— enfoques con que en aquella
época se abordó la temática judía, que dio cabida a actitudes antisemitas
reaccionarias, como la de Baroja, a otras reivindicativas y simpáticas, como la
de Cansinos‑Assens, y también a algunas
finamente perceptivas, como la de Américo Castro.
José
Manuel Pedrosa ofrece, en "Los judíos en la literatura tradicional
española", un ágil panorama del tratamiento del judío y de lo judío en
nuestra literatura más tradicional y popular, desde sus manifestaciones
medievales hasta las de la actualidad, y muestra cómo su carácter esencialmente
antijudío es el resultado de prejuicios ancestrales y, sobre todo, de una
desinformación y de una falta de cultura global que los investigadores no
pueden dejar de historiar, si se quiere llegar a conocer bien los mecanismos de
producción y, también, de desactivación, de este tipo de creencias y de
manifestaciones literarias populares.
A
este último estudio sigue una muy útil, rigurosa y completa recopilación de
"Bibliografía sobre judíos en la literatura española", elaborada por
Uriel Macías Kapón, y después una valoración conclusiva de Iacob M. Hassán a
propósito de los "Judíos en la literatura española (un curso sobre)",
en donde, además, se establecen, delimitan y aclaran los criterios y el campo
temático y conceptual en torno al cual se organizó el programa del curso en el
que vieron la luz pública todos estos trabajos.
No
cabe más que insistir en que este libro no es una suma de aportaciones ni de
puntos de vista inconexos, sino un todo unitario —aunque no uniforme— que ha de
convertirse, a partir de ahora, en un instrumento básico para el conocimiento
de lo judío y de los judíos en la literatura española, y en una lectura no sólo
útil para investigadores y especialistas, sino también para el amplio público
no erudito pero curioso o interesado en esta materia.
La
edición, minuciosa y cuidada, no hace sino realzar el valor final del libro y
estimular, todavía más, su lectura.
Rafaela
Nieves Martín
Universidad de Alcalá (Madrid)