Serra, Simona. El agua y la sal (ATU 923), cuento tradicional siciliano de la coleccin de G. Pitr. Culturas Populares. Revista Electrnica 4 (enero-junio 2007).

http://www.culturaspopulares.org/textos4/articulos/serra.htm

 

ISSN: 1886-5623

 

 

 

El agua y la sal (ATU 923),

cuento tradicional siciliano de la coleccin de G. Pitr

 

Simona Serra

Universit degli Studi di Cagliari

 

Resumen

Traduccin al espaol del cuento El agua y la sal, que el etngrafo siciliano Giuseppe Pitr public en 1875. Se trata de una versin muy interesante del cuento que tiene el nmero ATU 923 (El amor como la sal) del catlogo universal de tipos narrativos elaborado por Aarne, Thompson and Uther.

Palabras clave: Giuseppe Pitr, El amor como la sal, cuento, Sicilia, Italia, Aarne-Thompson-Uther 923.

 

Abstract

Translation into Spanish of the folktale The Water and the Salt, published by the Sicilian folklorist Giuseppe Pitr in 1875. It is a very interesting version of the folktale number ATU 923 (Love like Salt) in the Aarne, Thompson and Uther catalogue.

Keywords: Giuseppe Pitr, Love Like Salt, Folk Tale, Sicily, Italy, Aarne-Thompson-Uther 923.

 

 

 

G

iuseppe Pitr naci en Palermo el 21 de diciembre de 1841, y falleci en la misma ciudad el 10 de abril de 1916. Mdico, escritor, senador en sus ltimos aos, pero, sobre todo, etngrafo y folclorista, leg a la posteridad uno de los monumentos mayores de la investigacin etnogrfica mundial: los veinticinco volmenes de la Biblioteca delle tradizioni popolari siciliane, que comenzaron a ser publicados en 1870 y quedaron rematados en 1913. Entre otras obras. Porque de Pitr es, tambin, una monumental Grammatica Siciliana (1875), la Bibliografia delle tradizioni popolari in Italia (1894), y un buen puado de monografas ms, que fueron reunidas en la Edicin Nacional de sus obras publicadas a partir de 1939. Adems, Pitr fue el director de los treinta volmenes que vieron la luz entre 1882 y 1906 del Archivio per lo Studio delle Tradizioni Popolari, una revista importantsima en el panorama de la etnografa internacional de su poca. Plant, por aadidura, lo que fue el embrin del que hoy es el Museo Etnografico Siciliano Giuseppe Pitr, de Palermo, uno de los ms importantes museos etnogrficos del mundo.

            Los veinticinco volmenes de la Biblioteca delle tradizioni popolari siciliane estn organizados de este modo:

 

1. Canti popolari siciliani (vol. I), 1870.

2. Canti popolari siciliani (vol. II), 1871.

3. Studi di poesia popolare, 1875.

4. Fiabe, novelle e racconti popolari siciliani (vol. I), 1875.

5. Fiabe, novelle e racconti popolari siciliani (vol. II), 1875.

6. Fiabe, novelle e racconti popolari siciliani (vol. III), 1875.

7. Fiabe, novelle e racconti popolari siciliani (vol. IV), 1875.

8. Proverbi siciliani (vol. I), 1880.

9. Proverbi siciliani (vol. II), 1880.

10. Proverbi siciliani (vol. III), 1880.

11. Proverbi siciliani (vol. IV), 1880.

12. Spettacoli e feste popolari siciliane, 1881.

13. Giuochi fanciulleschi siciliani, 1883.

14. Usi, costumi, credenze e pregiudizi del popolo siciliano (vol. I), 1887.

15. Usi, costumi, credenze e pregiudizi del popolo siciliano (vol. II), 1877.

16. Usi, costumi, credenze e pregiudizi del popolo siciliano (vol. III), 1878.

17. Usi, costumi, credenze e pregiudizi del popolo siciliano (vol. IV), 1878.

18. Fiabe e leggende popolari siciliane, 1888.

19. Medicina popolare siciliana, 1896.

20. Indovinelli, dubbi e scioglilingua del popolo siciliano, 1897.

21. Feste patronali in Sicilia, 1900.

22. Studi di leggende popolari in Sicilia e nuova raccolta di leggende siciliane, 1904.

23. Proverbi, motti e scongiuri del popolo siciliano, 1910.

24. Cartelli, pasquinate, canti, leggende, usi del popolo siciliano, 1913.

25. La famiglia, la casa, la vita del popolo siciliano, 1913.

 

            Del volumen primero de los Fiabe, novelle e racconti popolari siciliani (1875) hemos traducido el cuento nmero 10, Lacqua e lu sali (segn reza su ttulo en siciliano): es decir, El agua y la sal. Se trata de una muy extensa e interesante versin del relato que tiene el nmero 923 en el catlogo de cuentos universales elaborado por Aarne, Thompson y Uther, donde aparece resumido de este modo:

 

           El amor como la sal: Un rey (o un hombre rico) pregunta a sus tres hijas cunto le aman. Las dos mayores comparan su amor con cosas muy preciosas (o dulces), como el oro, las piedras preciosas, el azcar, la miel, los vestidos ms valiosos. Pero la mayor dice que ella le ama igual que a la sal. El padre se siente ofendido por la respuesta de la hija ms joven, y la destierra (o bien decreta su muerte), mientras que recompensa a las hijas mayores de modo proporcional al valor de sus aseveraciones.

           La hija ms joven se pone a trabajar entonces como sirvienta en un pas lejano, con cuyo rey acaba casndose. Ella invita a su padre al banquete de bodas, y le sirve platos que no tienen sal. De ese modo el padre se da cuenta de que la sal es indispensable. La hija entonces revela su identidad[1].

 

            El cuento de El amor como la sal no slo tiene paralelos evidentes en la famossima tragedia del Rey Lear que aparece reelaborada, por ejemplo, en la Historia Regum Britanniae de Geoffrey de Monmouth, o en el King Lear de Shakespeare. Ha sido recogida en tradiciones folclricas de todo el mundo. Entre ellas, las de Finlandia, Lituania, Suecia, Islandia, Irlanda, Inglaterra, Francia, Espaa, Portugal, Pases Bajos, Alemania, Italia, Malta, Hungra, Chequia, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Grecia, Polonia, Rusia, Ucrania, Armenia, Lbano, Qatar, Yemen, Kuwait, Irn, Paquistn, India, China, Japn, Mxico, Brasil, Chile, Caribe britnico, Egipto o Sudfrica. Y, tambin, en las tradiciones orales de diversas comunidades de gitanos y de judos.

            Reproducimos, ya, la versin en espaol del cuento que Pitr public en siciliano. Segn los datos que ofreci el propio Pitr, escrupuloso siempre a la hora de declarar sus fuentes, la narradora que se lo comunic fue Elisabetta Sanfratello, domestica del mio egregio amico sig. avv. Giuseppe Gugino di Vallelunga:

           

           Les va a ser contado, y se les volver a contar, un bellsimo cuento, a ustedes, seores.

           Haba una vez un rey que tena tres hijas. Un da, mientras estaban en la mesa, el padre dijo a las tres hijas:

           ─Bueno, pues vamos a ver quin me quiere ms de vosotras tres.

                       La mayor se dio la vuelta:

                       ─Pap, yo te quiero como a mis ojos.

                       La mediana contest:

                       ─Pap, yo te quiero como a mi corazn.

                       La pequeita contest:

                       ─Yo te quiero como al agua y a la sal.

                       El rey se sinti ofendido:

           ─Que me quieres como al agua y a la sal? Rpido! Llamad a los verdugos, porque voy a darte la muerte!

           Vinieron los verdugos y se llevaron a la nia. Las hermanas, que sintieron lstima de ella, entregaron una perrita a los verdugos y les dijeron:

           ─Cuando lleguis al bosque, matad a la perrita y dad golpes sobre la camisa. A nuestra hermana no debis matarla. Dejadla en una gruta.

           Apenas los verdugos llegaron al bosque, mataron al perro, dieron golpes sobre la camisa, y a ella la dejaron dentro de una gruta. Arrancaron la lengua a la perrita y fueron al encuentro del rey. Cuando llegaron al rey:

                       ─Majestad, aqu estn la camisa y la lengua.

                       Y su Majestad les entreg un premio.

           Dejemos a esta gente y volvamos adonde la nia. Pas un hombre salvaje, y ella le dio cuenta de su mala suerte. El salvaje le dijo:

                       ─Quieres venir conmigo?

                       ─Qu es lo que hago yo aqu? Voy.

           Carg su fardo y march. Apenas llegaron a la habitacin de l, l le ense toda la casa, los muebles, y le dijo:

           ─Aqu tienes todo lo que desees. Ahora tienes que rezar al Seor para que te favorezca con su ayuda, y no debers tener miedo de nada.

           Comieron. l se march a cazar, puesto que era un hombre salvaje. Y ella se qued dentro. Por la maana se levant y se arregl el pelo. Apenas se lav y tir el agua, en la ventana de la princesa se coloc un pavo y cant:

              ─Es en vano que te alises o que te rices el pelo. El hombre salvaje quiere comerte.

              Ella, cuando escuch tal cosa, se ech a llorar. Lleg el hombre salvaje y le dijo:

                        ─Qu pasa?

            ─Qu pasa? Qu es lo que va a pasar? Pues que me lav la cara y, apenas tir el agua, un pavo me dijo: "Es en vano que te alises o que te rices el pelo. El hombre salvaje quiere comerte".

                        El hombre salvaje contest:

                        ─Si te lo vuelve a decir, t le dices:

 

                                   Pavo, pavo,

                                   de tus plumas he de hacer un plumaje,

                                   de tu carne he de hacer un bocado;

                                   he de ser la mujer de tu dueo.

 

            Cuando, al da siguiente, ella le dijo eso, el pavo se sacudi y arroj lejos todas las plumas. El hijo del rey, cuando se asom y vio el pavo desnudo, desnudo, se sinti maravillado y prest atencin. Al da siguiente, la mujer se arregl el pelo y tir el agua. El pavo le dijo:

              ─Es en vano que te alises o que te rices el pelo. El hombre salvaje quiere comerte.

                        Y ella le contest:

 

                                   Pavo, pavo,

                                   de tus plumas he de hacer un plumaje,

                                   de tu carne he de hacer un bocado;

                                   he de ser la mujer de tu dueo.

 

            Cuando el hijo del rey se puso a mirar al pavo, vio, vio que el pavo se iba sacudiendo las dems plumas. Y a la hija del rey se le fue transfigurando su hermosa cara, y volvi a ser tan hermosa como Dios la haba hecho. Dijo [el hijo del rey]:

                        ─Rpido, pap, yo me quiero casar, y deseo a esta chica.

                        El padre dijo:

            ─Veamos quin es dueo de esta chica, porque creo que pertenece al hombre salvaje.

            Envi mensajeros al hombre salvaje, y les orden que solicitasen a la chica. De este modo contest el hombre salvaje:

                        ─Si a ella le gusta, ella con una mano, y yo con cien.

            Llam a la chica y le solt un largo discurso. La chica se hizo de rogar, fingiendo que no deseaba abandonar al hombre salvaje. Pero para sus adentros senta como si hubiese pasado cien aos entre las garras de aquel hombre salvaje. Pues bien, concertaron la boda. Luego lleg el hombre salvaje y le dijo a la chica:

            ─Mira, a m me tienes que matar el da antes de que te cases. Tienes que invitar a los tres reyes del reino: a tu padre el primero. Y has de encargar a todos los criados que pongan agua y sal a todo el mundo, excepto a tu padre.

                        As lo hicieron. Enviaron una citacin a los tres reyes.

            Bueno, pues el caso es que al padre de aquella muchacha le haba ido creciendo la nostalgia de aquella hija, hasta el punto de que enferm de angustia. Cuando recibi el anuncio, dijo:

                        ─Y cmo puedo ir as, cuando siento el fuego de la ausencia de mi hija?

                        Y no quera ir. Luego pens:

                        ─El otro rey se ofender si no voy. Y puede declararme la guerra!

            March. Un da antes de casarse, los novios mataron al hombre salvaje, lo dividieron en cuatro partes y lo distribuyeron por cuatro habitaciones. Cada cuarto en una habitacin. Y la sangre, derramada por todas la habitaciones y por la escalera. El pavo haba dicho que haba que hacerlo as. La sangre y la carne eran de oro y de piedras preciosas. Cuando llegaron los tres reyes y vieron las escaleras de oro, se sintieron inquietos por tener que poner los pies encima:

                        ─No pasa nada ─dijo el pequeo rey─ pasad, que esto no es nada.

            Por la tarde se casaron. Al da siguiente celebraron el almuerzo. El rey orden:

                        ─Nada de sal ni de agua para aquel rey!

            Se sentaron a la mesa, y la pequea reina se coloc al lado de su padre. Pero su padre no coma. La hija le preguntaba:

                        ─Real Majestad, por qu no come? Es que no le gusta la comida?

                        ─En absoluto! Eso no tiene nada que ver. Est muy rica!

                        ─Pues, por qu no come?

                        ─Por nada, es que no me siento bien.

            Y el novio y la novia le alcanzaron algunos tenedores con carne. Al rey no le apeteca comer, y mascaba como una cabra. (Cmo iba a comerla sin sal?).

            Cuando terminaron la comida, se pusieron a contar historias. El Rey, fastidiado como estaba, cont todo lo que haba sucedido con su hija.

            ─Y usted, Real Majestad ─le pregunt la hija─, si viera a su hija la reconocera?

                        ─Dios lo quisiera! Hace tanto que la vi por ltima vez!

            Ella se levant y march a ponerse el vestido que llevaba cuando se separ de su padre, en el momento en que fue enviada a la muerte.

            ─Real Majestad, os acordis ahora de vuestra hija? Es que no soy yo vuestra hija? Me hicsteis matar porque os dije que yo os quera como a la sal y al agua. Ahora habis comprobado lo que significa comer sin sal y sin agua.

            El padre fue incapaz de hablar. Lo nico que hizo fue agacharse, abrazarla y pedirle perdn.

            Ellos se quedaron felices y contentos, y nosotros estamos aqu sin nada[2].

 

            A continuacin, ofrezco el texto original, en siciliano, del cuento de Pitr, en reproduccin fotogrfica de la publicacin de 1875.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



    [1] Traducimos de Hans-Jrg Uther, The types of International Folktales. A Classification and Bibliography, Based on the System of Antti Aarne and Stith Thompson (Helsinki: Suomalainen Tiedeakatemia-Academia Scientiarum Fennica, 2004) nm. 923.

[2] Giuseppe Pitr, Fiabe, novelle e racconti popolari siciliani I (Palermo: L. Pedone Lauriel, 1875) nm. 10; hay Ristampa anastatica delledizione di Palermo, 1870-1913 a cura di Aurelio Rigoli publicada en Palermo, Il Vespro, 1978.