D’az de Ancos, Pilar. ŇCreencias, canciones, relatos y costumbres tradicionales de Castronu–o (Valladolid)Ó. Culturas Populares. Revista Electr—nica 4 (enero-junio 2007).

http://www.culturaspopulares.org/textos4/articulos/diazdeancos.htm

 

ISSN: 1886-5623

 

 

 

Creencias, canciones, relatos y costumbres tradicionales de Castronu–o (Valladolid)

Pilar D’az de Ancos

 

 

Resumen

En este art’culo se estudian algunas tradiciones de la localidad vallisoletana de Castronu–o. Tras una introducci—n geogr‡fica e hist—rica, se expone y estudia un repertorio de juegos tradicionales, canciones populares, supersticiones y creencias, registrado en el a–o 2007 en esta poblaci—n lim’trofe con la provincia de Zamora.

Palabras clave: Castronu–o, Valladolid, folklore, literatura oral, canci—n, romance, juego, cuento, leyenda, superstici—n, etnograf’a, etnomedicina, historia oral.

 

Abstract

This article introduces and analises some traditions of the town of Castronu–o in Valladolid, Spain. After a geographical and historical introduction, a repertoir of traditional games, folk songs, superstitions and common beliefs collected in 2007, is both presented and studied.

Keywords:Castronu–o, Valladolid, Folkore, Oral Literature, Songs, Ballad, Games, Stories, Leyends, Superstitions, Ethnography, Ethnomedicine, Oral History.

 

 

 

E

n los primeros meses del a–o 2007 he tenido la oportunidad de realizar intensas encuestas de campo entre personas del pueblo de Castronu–o (en la provincia de Valladolid), al que me unen lazos familiares. Mis informantes fueron las hermanas M» Azucena y Petra Calder—n Sandon’s (de 74 y 68 a–os, respectivamente), la primera de las cuales vive actualmente en Madrid, mientras que la segunda continśa viviendo en el pueblo.

 

Geograf’a e historia de Castronu–o

Castronu–o es un pueblo de Valladolid, a 56 km. al sudoeste de la capital, en el l’mite con la provincia de Zamora. El casco urbano se localiza sobre las laderas del ŇAlto de la MuelaÓ y est‡ ba–ado por el Duero. En la actualidad, segśn el Instituto Nacional de Estad’stica, tiene 1.024 habitantes. Al estar situado en un extremo de la provincia, las poblaciones importantes de referencia son Tordesillas y Toro, Žsta de la provincia de Zamora.

La ermita del Santo Cristo, edificada con las piedras del antiguo castillo, es actualmente la iglesia parroquial de Santa Mar’a del Castillo. Perteneci— a la Orden de Malta, que la construy— entre finales del siglo XII y principios del XIII. La parroquia de Castronu–o fue parroquia nullius, es decir, exenta de la jurisdicci—n de los obispos. Combina el estilo rom‡nico de origen zamorano, en la cabecera y decoraci—n de las portadas, con influjos g—ticos en arcos y cubiertas.

En el pueblo hay numerosas fuentes de manantial, alguna ya desaparecida, de donde se cog’a el agua para las casas antes de que se canalizara. As’, por ejemplo, la del Ca–o, de San L‡zaro, de la Salud (la de mejor agua), de la Cascajera, de la Cagajona, de Banieto, de Benito Calvo, de la Pelaz (hoy inundada por las arenas del regato) y la fuente Enferma. TambiŽn existen pozos como el del Camino del Vadillo (que ahora est‡ abandonado), el de los Colorados y el de Carrolagranja.

Dentro de su tŽrmino, y en los entornos del embalse de San JosŽ, se localiza el espacio natural de Las Riberas de Castronu–o. Se trata de un ecosistema palustre donde nidifican e invernan aves acu‡ticas como garzas reales, martinetes, garcetas comunes, ‡nades reales, cormoranes, patos cuchara, porrones comunes y mo–udos.

La poblaci—n se dedicaba –y se dedica en la actualidad fundamentalmente a la agricultura. La ganader’a es una actividad complementaria de Žsta y no hay pr‡cticamente industria.

Se cree que este pueblo tiene sus or’genes en un castillo que hab’a en las m‡rgenes del r’o Duero, junto a la embocadura del Trabancos, entre los a–os 866 y el 910, durante el reinado de Alfonso III de Le—n.

Hay discusi—n sobre cu‡l fue el nombre original. Unos dicen que se llam— Castro-Benavente, y otros que Toro el Chico. Lo śnico que est‡ documentado es que se le denomin— La Gran Florida del Duero hasta mediados del siglo XII. El top—nimo actual parece tener relaci—n con el de un antiguo alcaide del castillo, llamado Nu–o PŽrez, alfŽrez mayor de Alfonso VII, que lo reedific— a mediados del siglo XII. Este monarca concedi— fuero a la villa en el a–o 1152. Durante el reinado de Pedro I de Castilla (1358-1369) el nombre de la villa aparece algunas veces en sus cr—nicas.

Durante el reinado de Enrique IV (1454-1474), y hasta 1477, es cuando tiene lugar el periodo m‡s se–alado de la historia de Castronu–o. Como consecuencia de la conferencia de Castronu–o en 1468, y a pesar de tener una hija, Juana Ňla BeltranejaÓ, Enrique IV firm— con su hermana Isabel el Pacto de los Toros de Guisando, en el que se estipul— que, a su muerte, ella ser’a su sucesora mientras no realizase un matrimonio sin el consentimiento del rey. Como Isabel de Castilla se cas— con Fernando de Arag—n, a pesar de las continuas diferencias que exist’an con los aragoneses, Enrique IV anul— el pacto hecho con su hermana y nombr— a su hija su leg’tima heredera. Por este motivo, a su muerte, Castilla se dividi— entre los partidarios de la infanta Do–a Isabel y los partidarios de Do–a Juana.

Do–a Isabel contaba con el apoyo de la mayor parte de las ciudades de Castilla, exceptuando Zamora, Toro y Castronu–o, que fueron el foco principal de aquella guerra entre Juana Ňla BeltranejaÓ y su marido Alfonso V de Portugal, y los que ser’an posteriormente los Reyes Cat—licos. Castronu–o qued— sitiado hasta que su alcaide, Pedro de Menda–a hizo un trato con don Fernando, quien le pag— para que marchara a Portugal con la gente y bienes que ten’a en el castillo. Escarmentados los naturales de la villa por el desenlace, derribaron las murallas de la fortaleza para evitar en lo sucesivo la repetici—n de aquellos hechos.

 

 

CANCIONES POPULARES

 

Se cantan en las fiestas:

 

La peregrina

 

Viva la peregrina

con su esclavina,

su cartera y su bord—n.

Lleva subido el cabello,

tan largo y bello

que el alma en ellos

se me enred—.

 

Lleva zapato blanco,

medias de seda,

sombrero fino

que es un primor.

La lara larala larala lara...

 

 

La botica

 

Si vas a la botica,

no vayas sola,

si vas a la botica,

no vayas sola;

mira que el boticario

gasta pistola,

olŽ morena, olŽ salada;

tente que me caigo,

que me caigo, que me caigo,

tente que me caigo

y no me puedo levantar.

 

Si vas, si vas, si vienes,

si vienes, si vas,

si vas, si vas, si vienes,

si vienes, si vas,

si vas, si vas, si vienes,

si vienes, si vas;

olŽ morena, olŽ salada,

tente que me caigo,

que me caigo, que me caigo,

tente que me caigo

y no me puedo levantar.

 

 

El palillo del t’o RoquŽ

 

El Palillo del t’o RoquŽ

quiere que le toque yo,

que le toque la Teresa,

que tiene la obligaci—n (bis)

 

Que "vela aqu’" el Palillo,

ni–a del t’o Roque;

que "vela aqu’" el Palillo

para que le toque.

 

Si el palillo se rompiera

por alguna coyuntura,

no dejar’a de ser

desgraciada criatura.

 

El Palillo del t’o RoquŽ

quiere que le toque yo,

que le toque la Teresa,

que tiene la obligaci—n.

 

Cuatro novias he tenido,

y la que m‡s me gustaba

era aquella panadera

por las tortas que me daba.

 

Esta otra canci—n la cantaban las ni–as cuando entraban a la escuela en 1939:

 

Queridas compa–eras,

vamos ligeras pronto a formar,

que ha llegado la hora

y la profesora nos llama ya.

Haya silencio y orden,

haya formalidad,

que la que tenga juicio

mucho adelantar‡.

En la escuela nos toca

cerrar boca y no chistar,

tener mucha obediencia,

listo el o’do para escuchar.

Haya silencio y orden É

 

 

JUEGOS

 

          h La soga: dos chicas sujetan una cuerda que mueven a ras de suelo. Otra va saltando a la vez que canta guardando de no perder el ritmo entre la canci—n, el movimiento de la cuerda y los saltos. Con la primera de las canciones que se relacionan a continuaci—n se tira un pa–uelo al suelo y la que salta tiene que recogerlo sin tropezarse con la cuerda que sigue balance‡ndose:

 

Soy la reina de los mares,

ustedes lo van a ver, lo van a ver.

Tiro mi pa–uelo al suelo

y lo vuelvo a recoger.

Que una, que dos y que tres.

 

A la ese o,

a la soledad,

a la campanilla

de la t’a Mar’a,

que estaba borracha

y no se ten’a.

 

Mambrś se fue a la guerra,

viva el amor,

no sŽ cu‡ndo vendr‡,

viva la rosa y el rosal,

si vendr‡ para la Pascua,

viva el amor,

o para la Trinidad,

viva la rosa y el rosal.

La Trinidad se casa,

viva el amor,

Mambrś viene ya,

viva la rosa y su rosal.

En medio de la rosa

nace un amor;

ŔquiŽn se lo llevar‡?

viva la rosa y su rosal.    

 


Al pasar la barca

me dijo el barquero:

Las ni–as bonitas

no pagan dinero.

 

Yo no soy bonita,

ni lo quiero ser;

arriba la barca

y abajo otra vez.

 

Que viva la sal,

que viva el salero,

que viva la dama

que lleva sombrero.

 

En mayo me dio un desmayo,

en mayo me desmayŽ,

en mayo cortŽ una rosa,

y en mayo la deshojŽ.

 

          h La comba: con la misma cuerda, pero moviŽndola Ňa lo altoÓ, dando vueltas, y tambiŽn cantando a la vez que se salta. Ejemplos son:

 

El cocherito, lerŽ,

me dijo anoche, lerŽ,

que si quer’a, lerŽ,

montar en coche, lerŽ.

 

Y yo le dije, lerŽ:

No quiero coche, lerŽ,

que me mareo, lerŽ,

que me mareo, lerŽ.

 

Viva la media naranja,

viva la naranja entera,

viva Franco, viva Mora,

viva Primo de Rivera.

 

          h Los dubles: dando vueltas continuas a la cuerda, de vez en cuando, siguiendo la canci—n, se daba m‡s fuerte y m‡s r‡pido:

 

          La t’a Melitona

          ya no ŇmasaÓ el pan

          porque la falta

          la harina y la sal;

          y la levadura

          la tiene en Pamplona;

          por eso no masa

          la t’a Melitona.

 

         


A la gallinita ciega

          que a un pozo se cay—

          y segśn se iba ahogando

          hac’a clo, clo, clo.

 

          h La taba: es un hueso de cordero que tiene diferente nombre para cada uno de sus cuatro lados: hoyo, taba, pico y fondo. Se pregunta al que va a tirar a quŽ va, es decir, quŽ lado del hueso quiere elegir. Se cogen ocho o diez tabas en la mano y se tiran. Se retiran las tabas que han ca’do en la forma escogida y se sigue tirando con el resto hasta tener todas las tabas de esa forma. Luego se elige otro lado y as’ hasta terminar con los cuatro. Ganaba el que consegu’a antes todas las tabas de todas las posturas.

h Cincopante: se pone uno agachado y el otro salta por encima d‡ndole con la mano en el culo. Se van turnando para saltar o agacharse.

h Calva y chites: el chite es un palo de encina o de hierro de veinte o treinta cms. con una forma curvada (como un ‡ngulo de noventa grados, m‡s o menos), que se clava en la tierra. Desde unos 8 — 10 metros se tira una piedra que es la calva hasta dar al palo. Cuando se consigue tirar el chite, se dice que Ňes calvaÓ y se gana. Se ajusta las veces que se debe tirar para ganar. Si no se da al chite con la calva, sino que se cae de rebote, se dice que es ŇraboÓ y no cuenta.

h Mu–ecas: las hac’an las ni–as con trapos y el pelo era la flor del ma’z. Con trozos de tela les hac’an los vestidos.

h El cuadro: es un juego de chicos. Se dibujaba un cuadrado en el suelo con un palo. Se pon’an cŽntimos en el centro y se intentaban sacar del cuadro lanzando una Ňperra gordaÓ (un cŽntimo m‡s grande) contra ellos. El que sacaba algśn cŽntimo, volv’a a tirar, pero tambiŽn deb’a quedar fuera la Ňperra gordaÓ, porque si no, perd’a.

h Tangue y petacos: tambiŽn es un juego de chicos. El tangue era una madera de unos 10 cm. con forma de disc—bolo (ancho por los extremos y estrecho en el centro). Los petacos se hac’an con chapas bien aplanadas de hierro para que pesaran. Se pon’a el tangue de pie en la tierra y por detr‡s de Žl se pon’a el dinero o los billetes de tren que eran el premio. Cada jugador ten’a tres petacos. A 8 — 10 pasos, se tiraba con los petacos hacia el tangue hasta tirarlo. Cuando Žste se ca’a con el primer petaco, los otros dos se lanzaban hacia el dinero para ganarlo si se acertaba.

h Castro: se pintan unos cuadrados en el suelo y las chicas saltan sobre ellos con un pie hasta llegar a una teja que han lanzado previamente.

h Salto a la rana: en un taburete de madera, ponen una rana de metal y hay que meter una moneda en su boca.

h Celache: un chico se tapaba los ojos y los dem‡s se escond’an. Si encontraba alguno, ten’an que correr ambos hasta donde hab’a estado el que la ŇligabaÓ. Si llegaba primero Žste, el escondido le ten’a que acompa–ar para seguir buscando al resto de los jugadores. Y as’ sucesivamente.

h Chirumba: es el baile de la peonza. Al final de la cuerda se pon’a una chapa aplastada para sujetarla bien entre dos dedos, antes de lanzar la peonza.

h Marro: dos grupos de chicos tiraban de cada uno de los lados de una maroma. El grupo que ten’a m‡s fuerza y arrastraba al otro, ganaba.

 

 

MURGAS Y CANCIONES POPULARES

 

Las murgas, compuestas por gente del pueblo, se cantan en las fiestas. En relaci—n con la fiesta de los quintos, tambiŽn se recuerda alguna canci—n y se est‡n recogiendo ahora los versos que recitaban los j—venes durante las celebraciones.

 

Murgas

 

Ya estamos en esta villa

muy pacientes y gustosos,

saludando a la justicia

y a este pueblo cari–oso.

 

Al saludarles gritamos,

todos con amor profundo,

vivan las buenas muchachas

y el pueblo de Castronu–o.

 

 

 

Esta fiera que traemos

mucho trabajo cost—

para embarcarla aqu’ a Espa–a,

embarcada en el vapor.

 

El bramido del le—n,

y del mochuelo los tonos.

 

A pesar de tanto tiempo

entre las selvas metido,

nadie logr— con acierto

sorprender a estos bandidos.

 


De todo lo de este pueblo,

lo recuerdo y no lo olvido,

lo m‡s bonito es la Muela

donde se encierra el buen vino.

 

 

Es Castronu–o la gloria

del mundo entero,

tiene campi–a preciosa,

tiene unos grandes paseos,

tiene la Muela elegante,

donde van a pasear,

muchachas de quince o veinte,

llenas de formalidad.

 

En Castronu–o

hay t’tulos elegantes:

tienen un buen ingeniero,

coronel y comandante;

tiene unos buenos maestros,

buen mŽdico y boticario;

tiene excelente abogado

e insigne veterinario;

tienen un cura p‡rroco

que ha sido elegido

en los del concurso

śltimo que ha habido;

tiene buen alcalde,

secretario, juez.

Que viva la murga,

que canta muy bien.

 

 

Los quintos

 

Los quintos, los quintos

los van a llevar;

pobrecitas madres

c—mo llorar‡n.

 

Son las madres las que lloran

y los hijos no lo sienten;

son las novias las que lloran

que con ellos se divierten.

 

 


Verso de un Quinto de 1969 (Quinto: Isa’as Maestre. Autor del Verso: Ignacio Hern‡ndez).

 

Un saludo para todos

muy cari–oso y cordial;

antes de empezar mi historia,

me debo de presentar.

 

Isa’as soy de nombre,

Chulo de apodo y de fama,

y en este pueblo, se–ores,

Birojo a mi padre llaman.

 

Lo primero de mi historia,

y a lo que he venido aqu’,

es a sacar una cinta

que una chica ha de lucir.

 

Para m’ es la m‡s bonita

que en el contorno yo encuentro;

me romperŽ la cabeza,

si conseguirla no puedo.

 

Ayśdame caballito

a cumplir mi gran promesa,

pues si no me porto bien

se enfadar‡ hasta mi suegra.

 

Ahora un poco de las modas

tambiŽn podemos hablar:

que si maxi, que si mini,

no sŽ donde llegar‡n.

 

Las chicas de hoy piensan muy poco,

s—lo en vicios y en vestidos,

y en lucir las pantorrillas

en la playa y en el r’o.

 

Por eso estos pobres padres,

que no fueron a la escuela,

han tenido que saber

para quŽ sirven las letras.

 

Aunque dicen que el Volvo tiene

las velocidades largas,

hay que acelerarle a fondo

pa las letras alcanzarlas.

 


Donde habitamos nosotros

tiene cuestas peligrosas,

cuando menos la esperamos

en casa se nos coloca.

 

Por eso, nosotros bregamos

para salir adelante,

trabajando con salero,

alegr’a y buen semblante.

 

TambiŽn un poco dirŽ

de un buen grupo de casados,

que llevando remolacha

a la b‡scula asaltaron.

 

Unos con capa de santos,

otros que no la ten’an,

en la b‡scula de Toro

menuda la que se l’a.

 

Todos los bares de Toro

recorren sin descansar

hasta que, un momento dado,

no les quieren despachar.

 

Al salir ya para el pueblo,

y al poco de carretera,

alguno se corta el paso,

se meti— en una gravera.

 

En Villafranca se–ores

repostaron su motor;

el fr’o en mes de diciembre

consume mucho gasoil.

 

Ya en busca de casa vienen,

con orgullo y decisi—n,

y el m‡s valiente de todos

del camino se sali—.

 

 

CUENTO DE LA NI„A QUE VENDIî SUS TRENZAS PARA SANAR UNA VACA

 

Hay un cuento popular titulado ŇUna ni–a angelicalÓ que conocen los mayores del pueblo. Y dice as’.

Hace muchos a–os, en una lejana aldea, viv’a una familia compuesta por la madre y tres hijos (el padre hab’a fallecido a temprana edad).

Rosi, as’ se llamaba la hija mayor, ten’a doce a–os; era el alma de la casa. Su madre, bastante enferma, se pasaba muchos d’as en cama. La ni–a cuidaba de ella y de sus hermanos.

El sustento de la casa era una vaca a la que llamaban ŇRubiaÓ. Todas las semanas Rosi llevaba al mercado leche fresca, queso, pollos y huevos. La gente que la conoc’a la trataba con cari–o y siempre le dec’an: ŇRosi, tienes unas trenzas que valen un dineralÓ. La ni–a regresaba con el sustento para la semana con el producto de su venta.

Pero un d’a, Rosi se llev— un gran disgusto. La ŇRubiaÓ estaba enferma; apenas com’a y beb’a. ÁQuŽ angustia para la pobre ni–a! ÁQuŽ iba a ser de la familia sin la ŇRubiaÓ!

Llam— al veterinario y recet— una medicina bastante cara. ŔQuŽ hacer si apenas ten’a unas monedas?

Rosi, angustiada, daba vueltas a su cabecita. De repente se acord— de sus trenzas y, sin dudarlo, sali— corriendo a venderlas. Con el dinero que le dieron compr— la medicina y se la administr— r‡pidamente a su vaquita. A las pocas horas, la ŇRubiaÓ empez— a mejorar, com’a y beb’a. Ya no se mor’a la vaquita.

La ni–a, muy contenta, lleg— a la alcoba de su madre, loca de alegr’a y gritando: ŇMadre, madre, la ŇRubiaÓ ya no se muere; est‡ curadaÓ.

La madre la abraz— con inmenso cari–o. En aquel momento se dio cuenta y exclam—: ŇÁTus trenzas, tus trenzas!Ó.

Rosi, rebosando de alegr’a, le dijo: ŇMadre, lo principal es que la ŇRubiaÓ no se muera, que mis trenzas ya crecer‡n, ya crecer‡nÓ.

 

 

LEYENDAS Y CREENCIAS

 

ŔQuŽ nombres se daban al sol y a la luna?

Al sol se le llama Lorenzo; a la luna, Catalina; y las estrellas que ve’amos eran el caballo de Santiago, el carro, la estrella polar y los luceros. Cuando se ve’a una estrella pasar muy r‡pido o la ve’as moverse, se dec’a que, si te dabas en el brazo, te sal’a un lunar.

 

ŔQuŽ se cuenta del arco iris?

Se dec’a que bebe el agua de los r’os.

 

ŔQuŽ figuras forman las estrellas en el cielo?

El camino de Santiago y el carro.

 

ŔQuŽ nombres tienen los vientos?

Cascajera: es un tŽrmino o lugar de Castronu–o que est‡ en el sur.

Estaci—n: se refiere a la estaci—n de ferrocarril que est‡ al este.

Perdiguera: tambiŽn es un tŽrmino del pueblo en la zona este.

Poniente: cuando viene de Zamora y Portugal, del oeste.

 

ŔC—mo se alejan las tormentas?

Tocando las campanas y rezando a Santa B‡rbara:

 

          Santa B‡rbara bendita,

          en el cielo est‡s sequita

          con papel de agua bendita,

          en el ara de la cruz,

          pater noster, amŽn, Jesśs.

 

Adem‡s, mi madre se met’a con una vela en una habitaci—n y se quedaba rezando hasta que pasaba la tormenta. Ten’a mucho miedo porque la chispa pas— a travŽs de ella en una ocasi—n.

 

ŔC—mo se atrae la lluvia?

Rezando a San Isidro. Se le sacaba en procesi—n el 15 de mayo por las eras y se le cantaba:

 

San Isidro Labrador,

danos el agua por Dios.

 

TambiŽn se echaban cohetes al cielo cuando hab’a nubes negras para Ňabrir la nubeÓ, y que lloviera y no cayera ŇpiedraÓ.

 

ŔQuŽ se–ales indican lluvia, tormenta, nieve o buen tiempo?

En el buen tiempo cantan los grillos por la noche, y tambiŽn las ranas cantaban, sobre todo en primavera.

Cuando hab’a tormenta, los animales se alborotaban y el burro se met’a en la cuadra y Žl mismo cerraba el pestillo.

Los animales que indican lluvia son la rana, la culebra, el lagarto y las hormigas. TambiŽn, el arco iris y las nubes.

 


ŔQuŽ indican los eclipses?

La muerte. Nos met’amos en la casa corriendo porque se dec’a que se iba a juntar el cielo con la tierra y se iba a terminar el mundo.

 

ŔQuŽ refranes hay sobre cada mes del a–o?

ŇMarzo airoso, abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermosoÓ.

ŇAguas de mayo crecen el pelo; si no me lo crece me pongo el pa–ueloÓ.

ŇAguas de abril, todas caben en un barrilÓ.

ŇTreinta d’as tiene noviembre con abril, junio y septiembre. Los dem‡s treinta y uno, menos febrerito el corto que sus d’as son veintiochoÓ.

ŇEn abril, cada gota vale por milÓ.

ŇAbril y mayo, las llaves de todo el a–oÓ.

ŇAbril fr’o, mucho pan y poco vinoÓ.

ŇA–o bisiesto, ni cuba ni cestoÓ.

 

ŔC—mo se hac’an los augurios para conocer el tiempo de las pr—ximas semanas, meses, a–o?

Hab’a un calendario de los labradores con un fraile, y se dec’a que Ňcuando se pon’a la capucha el fraile, iba a lloverÓ al d’a siguiente.

 

ŔQuŽ se contaba sobre el d’a de San Juan y de la Ascensi—n?

En San Juan se dec’a que bailaba el sol y se encend’an hogueras. En el d’a de la Ascensi—n hay que estrenar ropa e ir a la procesi—n.

 

ŔPor quŽ se llama as’ el pueblo?

Se dice que era el nombre de una persona importante que hab’a en el pueblo antiguamente. Al principio escrib’amos el nombre separado Castro y Nu–o─, y luego ya lo pusieron junto. TambiŽn se dice que, antes de llamarse as’, se llam— La Gran Florida del Duero.

 


ŔQuiŽn fund— las iglesias, ermitas y santuarios del pueblo? ŔQuŽ enfermedades curan los santos, c—mo y en quŽ fechas o fiestas?

Se dice que la Iglesia de Santa Mar’a del Castillo se llama as’ porque se construy— sobre un castillo que hab’a all’.

San Blas cura las enfermedades de la garganta. Su fiesta es el 3 de febrero, y se hace una misa donde se besa la reliquia del santo para que el enfermo de la garganta se cure; y el que no lo estŽ, no caiga enfermo.

 

ŔQuŽ historias se cuentan sobre los r’os?

En el pueblo hay un Cristo que encontraron bajando por el r’o, le recogieron y le metieron en la iglesia. Era muy grande y le llaman ŇEl Cristo del BodeloÓ, porque ese era el mote de un hombre del pueblo que era muy alto.

 

ŔCu‡les son los santos patronos del pueblo?

Los santos patronos son San Blas y San Miguel Arc‡ngel. Otros santos que se celebran son San Ant—n, Santa çgueda, San Isidro, la Virgen del Carmen y Santa Luc’a.

 

ŔQuŽ se cuenta y quŽ ritos y fiestas hab’a en las festividades de los santos?

Para San Miguel, el d’a de la v’spera se celebraba un gran baile al que acud’a todo el pueblo. El 29 de Septiembre, d’a del Patr—n se hac’a el encierro de toros, que tradicionalmente era por el campo. El 1 de Octubre, San Miguelito, se acud’a al baile t’pico estrenando ropa nueva. Camino del encierro, se hac’an corrillos de gente que iban bailando al estilo de la jota y cantando:

 

Las vacas del pueblo

ya se han escapao, riau, riau;

las vacas del pueblo

ya se han escapao, riau, riau.

 

Y ha dicho el alcalde

que no salga nadie,

que no anden con bromas,

que es muy mal ganao, riau, riau.

 

Si no tienes pelo,

vete al tocador

en casa Ferino,

que es esquilador.


 

Y si no se le quitan bailando

los dolores a la tabernera;

y si no se le quitan bailando,

dŽjala que se muera de pena.

 

(Variante: DŽjala que se joda y se muera)

 

Pobrecitos los borrachos

que est‡n en el camposanto,

que Dios los tenga en la gloria

por haber bebido tanto.

 

Ay Mari Cruz, Mari Cruz apaga luz

que yo no puedo vivir con tanta luz.

Los borrachos en el cementerio

juegan al mus.

 

Pelona, sin pelo;

cuatro pelos que ten’as

los vendiste al estraperlo.

Pelona, sin pelo.

 

Ya no va la ni–a

por agua a la fuente.

Ya no va la ni–a,

ya no se divierte.

 

Ah’ la tienes, bailal‡;

no la rompas el mandil,

mira que no tiene otro

la pobrecita infeliz.

 

 

La fiesta patronal de Castronu–o se hace en honor a San Blas. DespuŽs de la misa se sacaba al santo en procesi—n, y dos cofrades llevaban la vara del santo para devolverla despuŽs a la iglesia durante todo el a–o. A continuaci—n se hac’a un baile, el llamado Ňbaile de las once", para los chavales. Por la tarde, a las cinco, se volv’a a celebrar otro baile para los mayores. TambiŽn se celebraba un festejo taurino en la plaza, poniendo unos carros en c’rculo como ruedo.

En San Ant—n se llevaban los animales a la puerta de la iglesia para que fuesen bendecidos.

Para Santa çgueda y la Virgen del Carmen se hacen novenas. Adem‡s, en Santa çgueda, el 5 de febrero, las mujeres daban el delantal al marido y dejaban las camas sin hacer. Se levantaban, se arreglaban y se pon’an Ňde punta en blancoÓ para ir a la misa. DespuŽs sacaban a la santa en procesi—n, llevando su vara de una casa a otra, acompa–adas de mśsica, y d‡ndola a besar a todas las mujeres. Las mayordomas de Santa çgueda ten’an que ser mujeres casadas. Pasaban todo el d’a fuera de casa celebrando la fiesta.

Antiguamente, como en el mes de mayo sol’a llover poco y eso es malo para las cosechas, se hac’a una procesi—n con San Isidro hasta llevar el santo a las eras altas para rogarle que lloviese.

Una fiesta no religiosa muy importante es la de los quintos, que se ha celebrado siempre en Žpoca de carnavales. Antiguamente, los quintos que deb’an ir a la ŇmiliÓ el a–o siguiente, montados a caballo, recitaban un verso y despuŽs al galope ten’an que matar los gallos que estaban colgados de una cuerda en alto, d‡ndole con una espada. Ganaba el que mataba cada gallo y tambiŽn se premiaba el verso m‡s bonito. Al final, se reun’an todos para comerse los gallos. Los versos, en general, ten’an relaci—n con hechos o personas del pueblo y pod’an ser cr’ticas, bromas, burlas, etc. En la actualidad est‡ prohibido matar el gallo y ahora Ňse corren las cintas" sujetas a un avi—n de madera. Con el paso del tiempo, tambiŽn se han incorporado las chicas.

Otra fiesta en la que participan los quintos es la del ŇmayoÓ. El d’a 1 de mayo los j—venes pon’an en la plaza del pueblo un ‡rbol muy alto que hab’an cortado la noche anterior en la alameda. Hac’an un hoyo muy grande en el centro para sujetarle. Ese era el ŇquintoÓ y estaba all’ todo el mes de mayo. Luego se celebraba un baile a su alrededor.

En invierno, para entretenerse, los chicos llenaban un puchero con ceniza mezclada con agua, Ňmo–igasÓ de los burros, tierra o chinas. Iban por las casas cuyas puertas ten’an dos hojas; la de abajo se dejaba cerrada y la de arriba, abierta. Llamaban a la puerta y preguntaban: ŇŔQuiere Vd. vinagre?Ó. Y, si contestaban que no, le tiraban el puchero en la casa. A esto le llamaban Ňlos tiestosÓ.

 

ŔQuŽ tipo de rivalidades hay con los pueblos vecinos?

Se supone que hay envidias entre Villafranca, Alaejos, Castronu–o y Sieteiglesias, que est‡n todos muy cerca. A las castronu–eras nos llamaban pintureras porque nos pint‡bamos mucho los labios. A los de Alaejos les llamamos ricos y tontos, porque son muy taca–os y muy Ňse–oritosÓ; se dan mucha importancia. TambiŽn se dice de ese pueblo: ŇAlaejos, desde lejosÓ, y ŇSi vas a Alaejos, te traes un costal de piejosÓ. A los villafranquines se les llamaba pelones, porque all’ hab’a mucho pel—n, muchos calvos, y usaban pelucas. Se dice que fue un cura que hubo all’, que era calvo, quien hizo la razaÉ De Sieteigleisas se dice que es el pueblo de los arroperos, porque hac’an mucho dulce de arrope, de la calabaza grande. A los de Castronu–o se nos llamaba ŇborricosÓ porque se dec’a que quer’amos meter la viga atravesada.

 

ŔQuŽ motes llevan los del pueblo y los de los pueblos vecinos, y quŽ chistes se cuentan acerca de ellos? ŔPor quŽ? ŔHay cancioncillas que contengan esos motes?

En el pueblo hay much’simos motes, pero la mayor’a de ellos no se sabe de d—nde vienen. Relato algunos: Paniagua, Calceto, Liponte, Santo, Fusa, Corcheta, Sastrines, Zorro, Tur—n (cazaba los conejos de monte utilizando hurones), Pistola, Chinela (ten’a una pierna tiesa, la pierna ŇchinelaÓ), Cestero (es mi padre y hac’a cestos), Pardalo, Gato, Bolito, Morusco, Barajas, Enguila (trabajaban en el r’o cogiendo peces que vend’an), Presa, Galv‡n, Chinchilla, Chencha, Gallego, ManjarrŽs, Piteras, Gaseosas (vend’a la gaseosa), Gago, Cachic‡n, Almansa, Zotabailes, Milreales, Cocofea, Bacalela, Belloto, Carrasca, Sapa, Enguilatejero, Medrano, Color’n, Girona, Corcheta, Curro, Acharoz, Foro, Petaca, Cansacaminos, Poli, Ara–a, Frutos, Bocatuerta, Tontiler, Tano, Montecuesta, Sacristana, Tornavacas, Perero, Jamba, Mo–a, Albardera, Tranca, Genareta, Liponta, Taburete (porque era muy chiquit’n), Bienvenida (era un peluquero del pueblo y le gustaba mucho la juerga y torear. Le pusieron el apodo por el torero: ŇAnda, siempre est‡s toreando como el BienvenidaÓ), Cangil—n, Cachobo, Tiririna, Jeringa, Capiro, Badillera, Chiripa (quiz‡ porque ten’a una fonda y un bar), Nevao, Ponche (era gordo y muy bajito), Cascarillas y Maruchi la culona, Quiriquita, Birojo, Discoteca, Trabajitos, Pi–ones Moyales. A Petri, algunos de los viejos del pueblo, le llaman Ňla cesterinaÓ porque era hija del Cestero.

Una cancioncilla que se sac— con algunos de los motes es:

 

Por este pueblo, se–ores,

andamos muy desahogados,

porque para conocernos,

de este modo nos tratamos:

empezando junto al suelo

por el que todos pisamos,

vivimos con Paniagua

y con Calceto bailamos;

pisa tambiŽn el Liponte,

al que siguen los Guantes,

con Herm—genes presente

y Cachipulita delante;

luego est‡ Coraz—n Santo,

con la Fusa y la Corcheta;

despuŽs vienen los Sastrines

para alegrar m‡s la fiesta.

 


TambiŽn hay otras especies,

estos son los animales:

Lobos, el Zorro y Tur—n

para rematar con Pardales;

luego viene la Pistola

para estos achantar,

pero contesta el Chinelo

con Fabri para tocar.

 

Cuando tocan baila el Tieso

con la Culona apretao,

a la cual sigue Gir—n

con Trabajitos al lao.

As’ est‡n de admiradores

el Gallego y Quint’n

y un poco m‡s rezagado

les canta el Color’n.

Orete, Pipas y el Moreno

con Curro y el Cestero al lao,

se enfrentan con el Reverte

que buenos pases ha dao.

Manjarres y el Jildapas

atentos est‡n a todo,

pues los Foros con hachazos

est‡n asustando a todos.

S—lo nos queda Medrano,

hablando con Discoteca,

seguro que organizando

para tener la gran fiesta.

 

As’ que hombres y mujeres,

comer y beber a esgarra

para que todos bailemos

con buena fe y sin desgana.

(Canci—n de los quintos del 59 escrita por Gabriel Medina y Antonio ArŽvalo).

 

ŔSe dec’a que los ni–os antes de bautizar eran moros o jud’os? ŔPor quŽ?

A los ni–os sin bautizar se les llamaba jud’os porque estaban todav’a sin acristianar.

 

ŔQuŽ propiedades, im‡genes, santuarios o reliquias se disputaban con los pueblos vecinos? ŔHay alguna Virgen que reclamen varios pueblos?

Alaejos y Sieteiglesias discutieron durante a–os por la Virgen de la Casita, porque no se sabe bien a cu‡l de los dos pueblos pertenece el lugar donde est‡ su ermita. Parece que es del tŽrmino municipal de Sieteiglesias, pero est‡ m‡s cerca de Alaejos.

Se dec’a que all’ se apareci— la Virgen y se llevaba a la gente para que la curara.

 


ŔCon quŽ se met’a miedo a los ni–os?

Con el coco, el sacamantecas, el camu–as, el hombre del saco, el cuarto de los ratones y con vampiros.

 

ŔQuŽ bandoleros y ladrones hab’a en el pueblo o en los alrededores? ŔC—mo se llamaban? ŔQuŽ se contaba de ellos?

Hab’a un se–or que robaba la carne de las casas cuando hac’an la matanza, y se lo llevaba a su casa, lo colgaba y se lo iba comiendo hasta que se le terminaba. Era sucio y desagradable. Le llamaban ŇEl neneÓ.

Cuando las mujeres estaban con los mandiles y se lo recog’an con la mano, las llamaban Ňel neneÓ porque Žl llevaba la carne robada de es manera.

 

ŔQuŽ se contaba y quŽ cancioncillas hab’a sobre las mariquitas? ŔQuŽ nombres ten’an? ŔTra’an buena suerte? ŔSe pod’an matar?

A las mariquitas se les cantaba: "CuŽntame los dedos y te vas con Dios". Y la mariquita echaba a volar.

 

Las mariposas

Las blancas traen buena suerte y las oscuras mala suerte.

 

Cuando picaba una tar‡ntula Ŕse curaba bailando?

No. Se curaba untando la picadura con barro y or’n de la persona que hab’a sido picada.

 

Las golondrinas Ŕayudaron a Cristo? ŔSe las puede matar?

Era pecado matarlas porque dec’an que era un animal de Dios. Los vencejos, parecidos a las golondrinas, s’ se pod’an matar. El ‡guila era mejor matarlo porque se com’a los pollos y todos los animales peque–os.

 

Las cigźe–as Ŕdan buena suerte?

S’. Es un animal que mata mucho bicho (culebras) del campo, limpian mucho el campo.

 

ŔQuŽ animales eran benditos y malditos?

Los animales benditos son la golondrina y la cigźe–a. Los malditos son la culebra, el lagarto y el gato negro.

 

Chistes y anŽcdotas sobre oficios:

De los afiladores se contaba que, cada vez que ven’an al pueblo, tra’an la lluvia consigo.

De los curas y las monjas se dec’a que siempre hab’a historias o l’os entre ellos. De hecho, un cura del pueblo dej— embarazada dos veces a la sobrina del ama que ten’a en su casa. Antes los curas ten’an un ama que les atend’a. Siempre estaba pendiente de la chica, que era guap’sima, y no la dejaba salir con nosotras. Unos dicen que al sacerdote le desterraron a otro lugar y otros, que Žl y las mujeres salieron ŇescopetadosÓ del pueblo.

 

ŔEn quŽ d’as era bueno cortarse las u–as?

Las u–as es bueno cortarlas en s‡bado, a solas y al sol.

 

ŔEra bueno conservar los mechones del pelo?

Dec’an que era bueno conservar los mechones de pelo cuando te lo cortabas. Yo todav’a tengo guardada una trenza que me cortaron de joven.

 

ŔQuŽ remedios hab’a contra

El hipo: hab’a que beber agua con un cuchillo en el vaso, darte un susto o beber el agua con el vaso al revŽs.

Los orzuelos: se pon’a una llave de hierro hueca Ňal serenoÓ durante toda la noche. Por la ma–ana te lo pasaban dos o tres veces por el orzuelo y con la ŇfriuraÓ del hierro se quitaba.

Las verrugas: sin que lo supiera el que ten’a las verrugas, tiraban a un pozo tantos garbanzos como verrugas y al poco tiempo le desaparec’an.

La picadura de la culebra o de otros bichos: se curaba poniendo barro mezclado con or’n sobre la picadura.

Para las hemorroides: para curar Ňlas almorranasÓ, mi padre se met’a unas hierbas en el bolsillo y se le quitaban.

Para no marearse: cuando iba de viaje, mi padre se met’a dos o tres ajos en el bolsillo.

 

ŔHay plantas que curan?

Las friegas de romero echado en alcohol y dejado un poco de tiempo hasta que coja el color de la planta es bueno para los dolores de huesos y para la circulaci—n. TambiŽn, mezclado con vino blanco, ser’a para fortalecer el cabello.

La cebolla frita, templada, quitaba los diviesos (granos con pus).

Las Ňhojas de la VirgenÓ, una planta de maceta, puestas sobre la piel, curaban las heridas y los diviesos.

Las hojas de eucalipto, en agua hirviendo, ayudaban a respirar cuando ten’as catarro.

Las picaduras de las avispas se curaban con vinagre, barro o aguardiente.

Mi madre utilizaba el aguardiente para desinfectar y para quitar el dolor de muelas.

Para la tos nos daban yodo con una pluma de gallina, como si fuera un pincel, en el pecho y en la espalda.

 

ŔC—mo se sab’a el sexo del futuro ni–o?

Si iba a ser ni–o, la tripa de la madre era redonda. Y si iba a ser ni–a, la tripa estaba en pico.

 

ŔDeb’a guardar cuarentena la reciŽn parida?

S’ deb’a guardar cuarentena la reciŽn parida y no pod’a salir de la casa en ese tiempo.

 

ŔC—mo se hac’an los noviazgos y la declaraci—n del mozo?

En el baile es donde se hac’an las declaraciones de los mozos y los noviazgos.

 

ŔQuŽ d’as eran fastos o nefastos para declararse o casarse?

D’as malos para casarse eran los martes y trece. Buenos, cualquiera.

 

ŔQuŽ animales o cosas anuncian la muerte?

Los cucos eran unos animales que anunciaban la muerte y se dec’a: ŇCuando el cuco veas venir, alguno ha de llevarÓ.

 

ŔSe abren las ventanas a la muerte de alguien? ŔSe cubren los espejos?

Cuando muere alguien no se abren las ventanas. Antiguamente s’ se cubr’an los espejos, ahora no.

 

ŔQuŽ actividades no deb’an hacer las mujeres durante la menstruaci—n?

Las mujeres antiguamente no se pod’an ba–ar con la menstruaci—n.

 

ŔQuŽ se cuelga de la ropa o de la cuna del ni–o?

Se cuelga, o se colgaba, una imagen de la Virgen o del Ni–o Jesśs.

 

ŔSe pod’a lavar o hacer otros trabajos en s‡bado, domingo, Jueves Santo o Viernes Santo?

En domingo, Jueves Santo o Viernes Santo no se pod’a hacer ningśn trabajo porque era pecado. El domingo le puso Dios para descansar.

 

ŔQuŽ era lo que se pod’a hacer y lo que no se pod’a hacer en la Semana Santa?

En Semana Santa no se pod’a comer carne, ni casarse, ni bautizar.

 

ŔQuŽ significaba romper un espejo?

Romper un espejo era de mala suerte.

 

ŔQuŽ significaba derramar la sal o el vino en la mesa?

Derramar la sal era mala suerte. Derramar vino daba buena suerte.

 

ŔQuŽ se hace con el agua bendita que sobra de la iglesia?

Con el agua bendita que sobra en la iglesia se bendice la casa por dentro.

 

ŔQuŽ significa el estornudo?

El estornudo significa salud.

 

ŔQuŽ se dice mientras se viste al ni–o?

Cuando se estaba vistiendo al ni–o se dec’a: ŇBendito sea tu pureza, eternamente lo seaÓ.

 

ŔQuŽ personas ten’an gracia para curar?

Los curanderos son los que ten’an poderes para curar, se lo pasaban de padres a hijos y estos a sus hijos, y as’ sucesivamente.

Mi abuela Bernardina, la madre de mi madre, curaba las torceduras de los dedos. Yo lo vi una vez. Mi primo Pepe lleg— con un dedo mal porque se lo hab’a pillado con algo y mi abuela le dijo que se lo iba a mirar para ver c—mo lo ten’a. Le toc— el dedo, se lo vend— y se le cur—.

 

Para tener buena suerte: hab’a algunos que llevaban encima una pata de conejo para que les diera buena suerte.