Agndez Garca, Jos Luis. Cuentecillos espaoles (III). La sabidura de las naciones de Basts y su influencia en El porqu de los dichos de Iribarren. Culturas Populares. Revista Electrnica 4 (enero-junio 2007).

http://www.culturaspopulares.org/textos4/articulos/agundez2.htm

ISSN: 1886-5623

 

 

Cuentecillos espaoles (III). La sabidura de las naciones de Basts

y su influencia en El porqu de los dichos de Iribarren

Jos Luis Agndez Garca

Fundacin Machado (Sevilla)

 

Resumen

Vicente Joaqun y Basts (1799-1873) fue un decidido estudioso de las tradiciones; y lo fue especialmente dentro del campo de la paremiologa, donde era proverbial su afn por el descubrimiento del origen y la historia de los dichos y refranes. Quera que se conociesen sus significaciones. Como resultado de sus desvelos, obtuvo una gran coleccin de refranes que glos con innegable erudicin, como lo haban hecho en su tiempo Correas, Hernn Nez, Covarrubias, Mal Lara y dems paremilogos ya clsicos. Entre esas glosas, como en los precedentes, dispuso una buena porcin de cuentecillos, ancdotas y dems elementos narrativos mnimos. Su La sabidura de las naciones (1862-1867) fue un buen punto de apoyo para los paremilogos que le sucedieron; entre ellos uno de los ms populares, cercano a nuestros das est Iribarren, cuyo El porqu de los dichos (1955) se sigue reeditando regularmente. El presente trabajo extracta los cuentecillos de La sabidura e intenta descubrir su influyo en El porqu.

Palabras clave: literatura siglo XIX, paremiologa, fraseologa, lexicologa, cuento tradicional, adagio, sentencia, mxima, dicho, proverbio, locucin, refrn.

 

Abstract

Vicente Joaqun y Basts (1799-1873) was a resolute researcher of traditions. Specially interested in the study of proverbs and sayings, he was eager to find out their starting point and history. He wanted the meanings of the proverbs to be known by common people and as a result of his efforts, he collected a great amount of sayings which he glossed with erudition, immitating specialists such as Correas, Hernn Nez, Covarrubias, Mal Lara and other classical researchers of proverbs. Among his comments, he disposed of a great number of short tales, anecdotes and the other short narrative elements. La sabidura de las naciones (1862-1867) was a good support for researchers of proverbs to come, such as Iribarren, whose El porqu de los dichos (1955) is still regularly reissued. This article extracts the short tales from La sabidura and tries to discover its influence on El porqu.

Keywords: 19th Century Literature, Proverbs, Phraseology, Lexicology, Traditional Tales, Adage, Sentence, Maxim, Tag, Proverb, Expression, Saying.

 

 

C

omentbamos, en un artculo precedente de esta misma revista (2 [2006]) sobre los cuentecillos de El Averiguador Universal, la importancia del cuento en el discurso, de su valor innegable en varias disciplinas. El cuento fue tambin sustancia fundamental en la elaboracin de determinados refraneros glosados. No pudo ser de otra forma cuando los paremilogos cayeron en la cuenta de que muchos refranes habran ascendido a tal categora tras convivir un tiempo formando parte de unos cuentos originales de los que se desprenderan como frmulas aisladas que se iran desvinculando hasta tomar vida independiente de los relatos. Durante el perodo en que expresiones y cuentos fuesen coetneos en la mente colectiva, las frmulas seran condensacin que hiciese expandir en el oyente, en cuestin de segundos, la totalidad de la fabulacin al ser mencionada. An tenemos un amplio repertorio de refranes que conservan de forma fresca en nosotros las referencias al cuento original; pero en otros muchos casos eso no es as. Quedan muchos refranes por las antologas hurfanos de sus vnculos o con referencias iniciales inciertas, discutibles o perdidas. Algo es algo, dijo al ver el hueso el galgo (Ms de 21.000); Algo es algo. Y le echaba un pelo al santo (Ms de 21.000); Algo es algo. Y coma hielo (12.600 refranes); Algo es algo. Y roa una correa el galgo (Todava 10.700); Algo se pesca! Y llevaba una rana en la cesta (Los 6.666); Ajos majan: bien comern. Dijo el gato: Quiz mal. (12.600 refranes); Despus de los pollos idos, Tapa el portillo (12.600 refranes)... Podra hacerse una lista interminable de refranes que hacen referencia clara a algn cuento como la mnima muestra anterior, enteramente de los diversos refraneros de Rodrguez Marn, da a entender. En algunos casos, el refrn parece lo suficientemente elocuente como para dar por supuesto que se trata de un lance anodino; lo que puede que llevara a los estudiosos a interpretarlo como una simple, elemental ocurrencia; pero en tal ocasin todo viene a ser conjeturas que pueden fallar, como demuestra el hecho de que no siempre los investigadores llegan a las mismas conclusiones ante las mismas formas ni sus explicaciones o relatos concuerdan; el propio Basts, en la obra que estudiaremos, en el refrn El Sastre del Campillo, trabajaba de balde y pona el hilo, fundndose en un refrn que parece elocuente, se limita a interpretar, sin ms: Se referir sin duda esta locucin un sastre (...), el cual tendria la abnegacion que expresa el adagio, de trabajar de balde y poner el hilo. Pero nos preguntamos si eso fue todo. Posiblemente, s, pero no es seguro. Adems de casos no suficientemente esclarecidos, hay otros totalmente velados en los que la referencia posiblemente seguir perdida para siempre; incluso es patente que eso ya era as en tiempo de los primeros paremilogos, a los que se les escaparon los orgenes de cientos de refranes; mas, por fortuna, muchos otros fueron rescatados del olvido y aparecen plenos en los refraneros bajo las frmulas que los representaron.

            La sabidura de las naciones de Basts[1], sobre el que versa el estudio del presente artculo, es un claro ejemplo de refranero glosado con una buena porcin de cuentos descritos tras las frmulas de sus refranes. Por desgracia para el folklorista, su principal fuente de inspiracin es la tradicin escrita, aunque no haya renunciado a la oral. En ocasiones, cuando explica algn hecho o cuento, utiliza los consabidos cuentan o se dice, y tal vez debamos entender estos trminos como vinculados a lo contado o dicho en los escritos; pero nos entusiasma la idea de que esos se dice hagan mencin exacta a lo que manifiestan literalmente: a que los cuentos a los que se refieren los hubiese allegado de la pervivencia oral, incluidas las ancdotas, leyendas o hechos histricos. No puede negarse que todas estas narraciones tambin se refieren oralmente en determinados crculos, y ms entonces. Nuestras reservas, en este caso de Basts, nos vienen por la gran erudicin que ilustr a este paremilogo; nuestras esperanzas, por otro lado, surgen por su empeo y tesn por resolver el origen de los dichos y refranes, empeo reconocido por sus coetneos y por el que fue recordado durante tiempo (le tildar la enciclopedia Espasa de: Rebuscador incansable de modismos y etimologista consumado), empeo, en fin, que tuvo que llevarle a indagar en mil formas y lugares, a anotar de conversaciones tanto como a extractar de libros.

            La preocupacin de Basts en sus prlogos, antes de mostrarnos su trabajo, es ennoblecer el refrn. Es consciente del origen humilde del mismo; sabe que por ello puede ser rechazado; se empea en remarcar el aprecio con que fue acogido por los ms grandes pensadores de la antigedad clsica, y nos presenta el ejemplo de innegables hombres de letras de nuestra cultura que se dedicaron a su estudio.

            Tiene muy claro que los refranes caen hasta momentos profundos de la historia del hombre, que han llegado a nosotros de generacin en generacin completando una enorme labor pedaggica y normativa, hasta el punto de habrseles llamado la sabidura de las naciones, y entre nosotros, los EVANGELIOS CHICOS ABREVIADOS, nos recordar en el prlogo (p. IX). Sobre ese pervivir del pasado, ese origen remoto y annimo incidir tras una de las denominaciones con que se los conoci: Dbaseles en un principio los refranes el nombre de retraeres, que equivale recuerdos (p. XIII).

            Nos repasa las fuentes en que ya brota el refrn recopilado o creado: la literatura religiosa (Proverbios, Eclesistico [de Jess, hijo de Sirac]...), siete sabios, los druidas (que los retenan mentalmente, por tenerlos prohibidos), los poetas gnmicos, Pitgoras, Scrates, Platn, Aristteles (Clereo y Teofrasto, sus discpulos), Plutarco, proverbios sacerdotales para hablar a los orculos, etc. Y asegura que ya se conocan en Espaa antes de que se escribiesen.

            Seguidamente explica la labor de los precursores que prepararon el camino hasta l, y afirma que se limitaban a ir aumentando el nmero de refranes sin comentarlos, lo cual, evidentemente, no es cierto. Para l en cambio, asegura, su propsito es averiguar el origen y significado histrico (p. XV) para que se haga un uso correcto de los mismos, tarea que le parece ms difcil, pero ms conveniente.

            En la serie tercera volver a insistir en la idea de que los refranes son enseanza de la experiencia colectiva de nuestras generaciones precedentes: De aqu se saca, que son los refranes, como unos hijos legtimos de la costumbre, que nos ensean las cosas que nuestros pasados aprobaron. Y sta causa los sabios no suelen menospreciarlos: antes llganse ellos, como buenos consejeros" (p. 10, reflejando el Prlogo las cartas en Refranes que escribi Blasco de Garay, Racionero de la Santa Iglesia en Toledo).

            La cita precedente concluye con la idea a propsito de que el refrn tiene unos orgenes humildes; pero fue bendecido por los sabios y hombres cultos, como los que mencionaba anteriormente, que, especialmente en sus pocas de madurez, los recogan y atesoraban con gran aprecio y veneracin. Ese es el pensamiento insistente que expondr en el prlogo a la segunda serie (pp. 5-12), donde publicar las justificaciones del maestro Len (alumno de Hernn Nez) para dar a la imprenta los refranes que compilara su maestro (1555, aprobados en Valladolid el 10 de diciembre de 1549), llenos de tanto valor y autoridad. Este maestro Len, tras hacer relacin de tan gran cantidad de sabios antiguos empeados en lo mismo, exalta la figura del Comendador, al que llama Fnix de nuestra edad, que despus de escribir obras de gran doctrina sobre Sneca, Plinio, Pomponio Mela y otros que no estn impresas, la postre, dio en escribir estos Refranes.

            Expuesta la tan alta misin y dignidad de los refranes, recurriendo a tan insigne figura, incluso a textos antiguos, Basts comienza decididamente su misin de esclarecer el origen de los mismos, y, afortunadamente, tuvo que acudir al cuento en ocasiones, al suceso, la ancdota, las leyendas tradicionales, recibidas por va oral o escrita, de cualquier forma, de larga tradicin; todo ello bajo las correspondientes frmulas, desde el mnimo vocablo, hasta el ms perfecto refrn, pasando por los proverbios, dichos y dems expresiones o apelativos que utilicemos.

            Continuando con la idea que nos impuls en el primer artculo, extractaremos los cuentos hallados en La sabidura. Somos conscientes de que gran parte de ellos reflejan los de los clsicos griegos y latinos, muy especialmente Plutarco, pero no podemos renunciar a ellos en este trabajo ms dado a las tradiciones de la literatura oral, porque son los mismos que discurrirn a lo largo de la historia de la literatura, los mismos que veamos en Timoneda, en Santa Cruz despus, en Arguijo y todos cuantos llegaron detrs influencindose, o no; pues cabe la posibilidad de que saltasen, al menos en algunos casos, de las letras a la oralidad y al contrario; eso si no tenemos que remontarnos a unos orgenes primigenios hablados.

            Hay cuentecillos indudablemente folklricos, como el que inserta en el refrn Por un clavo se pierde una herradura (ATU 774C: La leyenda de la herradura). Entonces este chascarrillo deba de ser tan conocida que Basts recuerda el cuento: Cuntase tambien cierta ancdota, muy moral, acerca un trozo de herradura que viajando Jess con san Pedro no quiso este coger, y que recogi y guard el Seor, etc. Pero no termina de narrarlo, quizs porque no fuese necesario: todo el mundo lo sabra. Idntico caso es el del refrn Yo le he conocido ciruelo, cuento perfectamente catalogado y con infinidad de versiones de tradicin oral y escrita (cf. nuestros Cuentos populares sevillanos, Sevilla, Fundacin Machado, 1999, n 248: San Nicols). Conocidsimo es el del refrn Sacarse un ojo por sacar otro dos (ATU 1331: El envidioso y el codicioso), del que podramos enumerar infinidad de versiones orales y escritas. Muy familiares son, por lo dems, otros varios cuentos, como los relatados bajo los refranes Achica compadre y llevars la galga; A quien dan, no escoje; Mientras bebo no me doy; Todo se andar; Al freir ser el reir, Al trocar ser el llorar; Dios te la depare buena; Anda que es chata (sobre este refrn puede consultarse el esplndido trabajo de Jos Fradejas Lebrero, De un refrn al cine: Le quitay de la horca como puta, en El cuento folklrico en la literatura y en la tradicin oral, ed. de Rafael Beltrn y Marta Haro, pp. 151-185; en el que pueden consultarse infinidad de versiones reflejadas en la literatura escrita); Este es gallo, etc., en los que no vamos a detenernos en estudios por no ser propsito de este trabajo.

            Junto a ellos, existe toda una larga serie de ancdotas que, como hemos sealados, han ido rodando de autor en autor a lo largo de la literatura, en muchos casos desde unos orgenes clsicos sobradamente claros, como Zapatero tu zapato; El dinero huele bien salga de donde saliere o el que aparece en la nota a pie de pgina en Para los desdichados se hizo la horca (cuento que, indiscutiblemente, ha saltado tambin a la tradicin oral), entre otros muchos. Hay una buena porcin de fbulas que toma directamente de autores conocidos, como la que refleja en El hombre ambidiestro, espigada de Prncipe. Tambin, ciertamente, est en Prncipe (fb. CI) la del pelcano que se abre el pecho por los hijos (Amor de pelcano), fbula que tambin recordar Leonardo de Vinci (El pelcano y sus hijuelos), Hartzenbusch (I, 23: El milano y el pelcano, donde se dice que es inspirada en Pfeffel), que tambin traduce otra de Lessing sobre el tema (n XVII: El pelcano). Lope de Vega la incluy en El piadoso aragons... Y otro largo nmero de fbulas clebres, como el parto de los montes o Deseando el camello tener cuernos, perdio las orejas, algunas de los cuales son de una procedencia mucho ms antigua y se cuentan oralmente como cuentos populares de animales, o se rememoran ntidamente tras la frmula del refrn.

            Tambin son interesantes algunas ancdotas por su raigambre popular, tal vez basadas en alguna costumbre, como Pelar la pava o A la luna de Valencia; en muchos casos de origen discutible.

            Hay algunas ancdotas o relatos que parecen exclusivamente ligados a la historia; mas dado su carcter narrativo, su relacin con un refrn divulgado de viva voz y su difusin oral en mbitos concretos, como La carta de Uras en los sermones, o Cortar la cabeza la Hidra, til en ambientes ldicos y didcticos, los reflejamos aqu. Es nuestra intencin recopilar, en estos artculos, insistimos, las relaciones, cuentos, chascarrillos, ancdotas (muchas eminentemente histricas, tal vez refrendadas por documentos histricos, son excluidas) y dems creaciones de carcter narrativo. No todas las narraciones estn igualmente elaboradas y detalladas; los estudiosos, cindose a los materiales, obviamente, se esmeraron en pormenorizar cuentos o se limitaron a plantear el esbozo de un argumento; en cualquier caso se trata de hallar relatos con accin, aunque sea mnima. Esto excluye todo refrn que se explique con costumbres o usos, como Echar o meter el montante, por ejemplo, que debe entenderse porque los maestros de esgrima usaban una especie de espada larga llamada montante, sin que nos refiera ningn hecho concreto de ningn maestro de esgrima. Cabe sealar, no obstante, que, pese a nuestro propsito, los lmites entre las categoras que hemos sealado no son siempre claros, por lo que podra haberse prescindido de algn refrn y haberse tomado, tal vez, algn otro ms.

            Nuestra segunda intencin es sealar la importancia de Basts en esa cadena que eslabona la larga y doble tradicin literaria del cuento y la paremiologa. Por un lado, como ya hemos sealado, exista toda una literatura escrita (Timoneda, Santa Cruz...; a veces circulando manuscritamente) entregada a la recopilacin de cuentecillos con determinados fines para el discurso y el dilogo de tertulias, encuentros... Cabe decir que ya los ms tempraneros recolectores y algunos de los ms relevantes, como el propio Timoneda, escriben parte de sus cuentos como explicacin del por qu se dijo, es decir, estaban haciendo lo mismo que har Basts (lo cual recordar este l mismo). No es extrao esto en Timoneda, pues si su pretensin de tener una recopilacin de cuentos para uso oral en los instantes apropiados estuvo en el origen de la parte ms distinguida de su obra, bien deba de saber que uno de esos momentos viene cuando surge el dicho o refrn. El buen conversador tiene el recurso de entrar en baza con el correspondiente a propsito de ese refrn, continuar con el chascarrillo y apropiarse de la palabra y protagonismo. En ese sentido, y como puede observarse, su aportacin es considerable.

            Por otro lado, y principalmente, su vinculacin ms directa est con toda esa serie de paremilogos que se venan dedicando a glosar refranes. Se diferencia de algunos de ellos, y en eso s tiene razn, en que el nmero de refranes no le importa tanto como el esclarecimiento de su origen: quiere que se usen con la mayor propiedad y con consciencia de la realidad que late tras ellos. Algunos refranes son verdaderos estudios monogrficos llenos de erudicin literaria e histrica. En este sentido, su trabajo es muy semejante a Mal Lara, y especialmente a Covarrubias; con este las semejanzas son mayores pues, por su afn esclarecedor, no se detiene cuando se le presenta la ocasin de explicar determinadas palabras, erigindose, por lo tanto, en inesperado lexicgrafo. Como hemos dicho, no pretende hacer un acopio exhaustivo de refranes, a modo de diccionario, como tantos precedentes; en este sentido se aleja de Correas, cuyas glosas son ms escuetas y cuyo volumen de refranes, por otra parte, es ingente, y ms ligado a la tradicin oral. Como no pretende hacer un diccionario de sentencias, elude su ordenacin alfabtica o de cualquier otro tipo, lo que dificulta enormemente la bsqueda de refranes concretos. Aunque no le faltar razn a su prologuista cuando dice que las ordenaciones alfabticas no son solucin, pues un mismo refrn puede decirse de mil formas. Basts, por lo dems, no slo sigue los trabajos de sus anteriores, sino que parte de ellos transcribiendo opiniones, citas o relatos. Lo mismo harn los que le siguieron a l, que partirn de los cimientos labrados por los precedentes haciendo constar el lugar de su fundamento, que muchas veces son garanta de autoridad, pero otras veces silenciando la autora de las ideas hurtadas.

            Tras l, pues, vendrn inmediatamente otros estudiosos que lo seguirn, como Sbarbi, Rodrguez Marn, Montoto y los folkloristas de la segunda mitad del s. XIX. Y, superado el horizonte del nuevo siglo, vendr otra nueva generacin a inspirarse en todos ellos, como Martnez Kleiser, copilador de recopiladores, Casares, Vicente Vega, Vergara Martn, pero especialmente Iribarren[2], cuya obra, con todo mrito, sigue an vigente, y cuyo celebrado y meritorio El porqu de los dichos sigue publicndose incesantemente en nuestros das. Por el contrario, y por desgracia, Basts est oculto tras la nebulosa del tiempo, pese a haber dado un nuevo impulso a la tradicin de los refraneros glosados: l fue inspiracin directa y decidida para Iribarren, a quien podramos imaginar extractando todo cuanto en su predecesor hall apropiado para los lectores de su tiempo, casi un siglo despus, y tambin lo fue indirectamente, porque Iribarren tambin bebi en la generacin intermedia que se haba surtido de la fuente de Basts. La importancia de La sabidura, pues, es de primer orden para Iribarren. Para Jos Mara Romera, en su estudio de El porqu, las fuentes principales de Iribarren son los diccionarios, como el Vocabulario de Correas, y el Tesoro de Covarrubias (en menor medida los normativos, como el Diccionario de Autoridades), a lo que aade en importancia los repertorios paremiolgicos y los diccionarios especializados, as los de Sbarbi y Rodrguez Marn, Vergara Martn (Diccionario geogrfico-popular, de 1923), Gela Iturriaga (Refranero del mar, de 1944) o Vicente Vega (Diccionario ilustrado de frases clebres y citas literarias, de 1952). Luego agrega: Son muchas las obras miscelneas y pintorescas de todo gnero empleadas ocasionalmente para un modismo o ancdota, entre las que Iribarren no establece por lo general otras diferencias que las de su oportunidad para este o aquel dicho. Y contina, eso s, mencionando aqu a Basts: Muy aprovechadas por l son las de Joaqun Basts (Memorndum anual y perpetuo, y sobre todo La Sabidura de las Naciones). Por nuestra parte, no tenemos duda de que la utilizacin de la obra de Basts no es de forma ocasional, sino primordial. Como veremos, lo menciona sobre un centenar de veces, y casi otras tantas lo copia textualmente, y sin citar; tal vez porque, en algn caso, sea consciente de que Basts est usando textos anteriores. Y no es slo que utilice textos o fragmentos que estn en Basts, es que, incluso, en la eleccin de algunas expresiones mnimas parece seguir el rastro de las escogidas por l, como Comer de mogolln, Sudar el hopo, Aqu fue Troya, El de marras o Dimes y diretes, por ejemplo. Es coincidencia, incluso, que escoja vocablos como mequetrefe, perilln o bicoca y los explique en trminos semejantes? Si las coincidencias fuesen escasas, podramos justificarlas, tal vez podran desecharse una a una, mas no las abrumadoras coincidencia en general. No supone esto que Basts fuese su nica fuente de inspiracin, o la primordial, sino que fue de primer orden y que la explor por completo recogiendo cuanto le fue de utilidad para sus coetneos. Iribarren utiliza a Basts como Basts haba utilizado a Covarrubias, por ejemplo. A veces para recordar sus ideas, en ocasiones para contrastarlas. Nada que reprochar por revivir sus ideas.

            Nuestra intencin es reconocer el mrito que Basts debe disfrutar dentro de la paremiologa, identificarlo con uno de los eslabones ms slidos dentro de la tradicin de estas obras. Desde igo de Mendoza, si no queremos remontarnos a la cultura occidental anterior, hasta Iribarren, cada uno de los estudiosos ha sido figura valiosa, pues cada uno ha aportado nuevas frmulas para inventariar y esclarecer las expresiones que utilizamos actualmente como fruto de la experiencia de la sabidura popular, cada uno es importante, y Basts fundamental: debe formar parte del reducido grupo digno de tenerse en cuenta en esta materia.

            No es nuestro inters hacer un estudio exhaustivo de las coincidencias entre Basts e Iribarren, que requerira mayor dedicacin pues, tanto uno como otro huyen de todo tipo de ordenacin alfabtica, lo cual, como sealamos, no es ayuda definitiva, pero podra facilitar la tarea. Para mayor complicacin, los textos no siempre concuerdan con los refranes. A veces una expresin independiente en uno le cuadra mejor dentro de un refrn general al otro.

            Comenzaremos el presente trabajo con un primer apartado de refranes en el que Iribarren cita a Basts, junto a alguna anotacin de lo que representa ste en dicho refrn. En este apartado, la frmula del refrn sealada en estos textos coincide con la de Iribarren (obviamente, no es as en los refranes glosados con relatos, donde las frmulas son las propias de Basts). La primera mencin a Basts refleja en cada caso la cita que hace el navarro, a la que agregamos una segunda donde especificamos el nmero del refrn, pues Iribarren ha preferido citar nicamente la pgina exacta del texto (salvo en algn caso en que cita por el nmero de refrn) que ha tomado de su predecesor (en alguna ocasin erradamente; nosotros damos los nmeros de la pgina que ocupa todo el refrn); cuando la frmula difiere notablemente, solemos exponer tambin la de Basts. Como el Memorndum de Basts es citado en escasas ocasiones por Iribarren, comparado con La sabidura, siempre que se omite la obra objeto de copia, se referir a esta ltima, as como a El Porqu, si nos referimos a Iribarren. En un segundo apartado, exponemos aquellos refranes de los que Iribarren ha copiado clarsimamente a Basts, o las semejanzas son muy grandes. Finalmente, extractamos los cuentecillos de La sabidura, algunos de los cuales son retomados por Iribarren, lo cual hacemos constar.

            Aun cuando proclamemos a Basts como uno de los principales modelos de Iribarren, es justo reconocer que no todo le fue tomado para ser ampliado o sintetizado, incluso a veces es rebatido. En cuanto al reflejo, no es igual en todas las expresiones: a veces toma unas lneas, a veces fragmentos enteros, en ocasiones copia de memoria; vase, por ejemplo, cmo explica cada uno la expresin Como una guitarra en un entierro, en la que Iribarren no menciona a Basts ni a ningn otro precedente:

 

Es decir, una cosa inoportuna, fuera de lugar, un despropsito.

            Este modismo es antiqusimo, como que en el Cap. XXII, v. 6, del libro del Eclesistico se lee ya: Un discurso fuera de tiempo viene ser como la msica en un duelo funeral. Musica in luctu importuna narratio, etc.

 

Como anillo de oro en hocico de cerda.

            Comparacin oriental para espresar la inoportunidad de alguna cosa. Es tomada de los Proverbios de Salomon, Cap. XI, v. 22. La belleza en una mujer fatua, es como sortija de oro en el hocico de un cerdo.

            Crculus aureus in naribus suis, mulier pulcra et fatua.

            Los italianos para espresar la inoportunidad de una cosa se valen de un modismo especial. Dicen que la cosa est all: Comme Pilato nel Credo. (Basts, I, 277; p. 318-319)

 

            Comparacin popular para expresar que una cosa es inoportuna, fuera de lugar, un despropsito.

            Es un modismo antiqusimo, como que, con parecida expresin, aparece en el captulo 22, vers. 6 del Eclesiasts, donde se lee: Un discurso fuera de tiempo viene a ser como la msica en un duelo o funeral. (Musica in luctu importuna narratio, etc.).

            Idntico significado tiene la comparacin oriental Como anillo en hocico de cerda, que est tomada de los Proverbios de Salomn (cap. 11, vers. 22): La belleza de una mujer fatua es como sortija de oro en el hocico de un cerdo.

            Los italianos dicen Comme Pilato nel Credo. (Iribarren, p. 182a)

 

            No son raros los casos en que la referencia de un refrn o sentencia es tan evidente que no cabe sino acudir ineludiblemente a fuentes bblicas o litrgicas, por ejemplo, para su explicacin. Basts hizo un gran trabajo en este apartado, por lo que el impulso de pensar que aqu tambin se convirti Basts en gua nos tienta. El lugar para acudir a la explicacin de la sentencia est a la vista y es evidente, pero no lo es tanto la coincidencia en la eleccin de tales sentencias y con bastante asiduidad; como, por ejemplo, Muchos son los llamados y pocos los escogidos, donde tanto Iribarren (p. 322b) como Basts (III, 182; p. 297) se limitan a enviarnos a la cita bblica, evidentemente.

            Es patente, en suma, que Iribarren copia a Basts ms de lo que proclama. Difcil es calcular cunto exactamente, ni es relevante. No parece justo, pues, que l mismo quiera proclamar, airear, que Basts ha copiado a Covarrubias algn fragmento sin advertirlo. En La ley del embudo y la ley del encaje, extracta unos textos de Basts (III, p. 54) [III, 11; pp. 53-54: en La ley permite veces lo que prohibe el honor] y seguidamente desvela: Esto escribe Basts (La Sabidura de las Naciones, 3. serie, pg. 54), repitiendo, aun cuando no la cita, la explicacin de Covarrubias, que en su Tesoro de la Lengua Castellana (1611), dijo en la palabra encaxar: La ley del encaje:. (Iribarren, pp. 167b-168a)

 

 

            REFRANES EN QUE IRIBARREN MENCIONA A BASTS.-

 

  1. El quid de la dificultad (Iribarren, p. 27a). Expone las ideas de Basts (I, p. 40) [I, 6; p. 40].
  2. Liar el petate (Iribarren, p. 39a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 43) [I, 8; pp. 43-44: Va liar el petate].
  3. Sudar el hopo (Iribarren, p. 99a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 66).
  4. Tomar las de Villadiego (Iribarren, pp. 96b-98b). Inserta Iribarren la carta que incluye Basts en el prlogo a la primera serie de su Sabidura, carta que Hartzenbusch le haba enviado sobre tal frase. Explicar despus Basts [I, 9; pp. 44-45] el refrn, donde tambin parece evidente que Iribarren se ha fijado.
  5. Estar, o ponerse, en berlina (Iribarren, p. 71). Utiliza comentarios de Basts
  6. (I, p. 68) [I, 29; p. 68: Estar en berlina].
  7. Avergelo Vargas (Iribarren, pp. 14b-15a). Utiliza el nombre de Basts (sin especificar cita) [I, 31; pp. 70-71] para apoyar una de las opiniones sobre la identidad del personaje.
  8. El preste Juan de las Indias (Iribarren, p. 342). Utiliza la idea de Basts (I, p. 71).
  9. Vsteme despacio que estoy deprisa (Iribarren, pp. 243b-244a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 88) [I, 48; pp. 88-89: Vsteme despacio que voy de prisa].
  10. No te levanta ni el Sursum corda (Iribarren, p. 195). Transcripcin de Basts (I, p. 97) [I, 55; p. 97].
  11. Acosado por los ingleses. Tener uno muchos ingleses (Iribarren, p. 127a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 114) [I, 71; p. 114: Perseguido por los ingleses. Tener muchos ingleses].
  12. Echar margaritas a los puercos (Iribarren, p. 49a). Refiere la idea de Basts, pero aporta ms (I, 131) [I, 88, p. 131].
  13. A Roma por todo (Iribarren, p. 133a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 147) [I, 102; p. 146-148: Cuando Roma fueres haz lo que vieres].
  14. Poner una pica en Flandes (Iribarren, pp. 67b-68a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 153) [I, 110; pp. 153-154].
  15. El ojo del amo engorda el caballo (Iribarren, p. 301). Idea de Basts que comenta (I, n 111) [I, 111; p. 154; tambin lo menciona en I, 70, p. 113: en el refrn Los duelos con pan son menos].
  16. Mojar la oreja de otro con saliva (Iribarren, p. 50). Idea de Basts (I, p. 156) [I, 113, p. 156: Ha que te mojo la oreja con la saliva?] que no le convence, por lo contrapone la del Diccionario de Autoridades. Volver Basts [II, 100; pp. 159] a insistir sobre el modismo en la expresin Que haga seas con las orejas, dentro del refrn A que te mojo la oreja con saliva.
  17. Hacer escupir el dinero (Iribarren, p, 40b). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 185) [I, 143; pp. 184-185].
  18. Salidas o entradas de pavana (Iribarren, p. 139b-140a). Utiliza comentarios de Basts (sin especificar) [I, 147, p. 188: Entrada de Pavana: salida de pavana].
  19. Peor es meneallo (Iribarren, 59b). Sigue a Basts (I, p. 197) [I, 157; p. 197].
  20. Ser un bolonio (Iribarren, pp. 160b-161a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 204) [I, 165; p. 204: Es un bolonio].
  21. El hbito no hace al monje (Iribarren, p. 321b). Sigue la idea de Basts (I, p. 216) [I, 178; pp. 214-218].
  22. Echar o meter el montante (Iribarren, p. 141a). Idea de Basts (Memorndum, I, p. 886) [Tambin en I, 181; p. 220: Meter el montante].
  23. La ocasin la pintan calva (Iribarren, pp. 110a-111a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 235) [I, 198; p. 235: Coger la ocasin por la melena. Asir la ocasin por los pelos].
  24. Tener muchas nfulas (Iribarren, p. 22b). Expone las ideas de Basts, que cita del Memorndum (tomo 1., pg. 146); pero la idea est tambin en La sabidura [I, 213; pp. 253-254: Hombre de muchas nfulas].
  25. Echar su cuarto a espadas (Iribarren, p. 36a). Expone la idea de Basts (I, p. 221) [I, 183; pp. 221-222].
  26. El campo de Agramante (Iribarren, p. 170a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 256) [I, 217; pp. 257-257: Es un campo de Agramante].
  27. Mentir ms que la gaceta (Iribarren, pp. 207a-208a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 269) [I, 230; p. 267-269: en el refrn Miente ms que la Gaceta, incluido en Quien siempre me miente, nunca me engaa].
  28. No se gan Zamora en una hora (Iribarren, p. 312b). Menciona los comentarios de Hartzenbusch al prlogo de la primera serie de Basts [La expresin aparecer en I, 274, pp. 315-316].
  29. Andarse a la flor del berro (Iribarren, p. 94b-95a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 280) [I, 241: Andarse la flor del Berro].
  30. Sin faltar una jota (Iribarren, p. 21b). Refleja la idea de Basts, que localiza en el Memorndum (tomo 2., pgs. 748-749); pero tambin est en La sabidura [I, 242, pp. 281-282].
  31. Dar [o echar] una peluca (Iribarren, 53a). Confiesa que es idea de Basts (I, p. 282) [I, 243; p. 282-284: Dar una peluca], que transcribir Montoto.
  32. Ciertos son los toros. (Iribarren, pp. 20b-21a). Utiliza comentarios de Basts (I, p. 300) [I, 263; pp. 299-302].
  33. Tocayo y tocaya (Iribarren, p. 259). Idea de Basts (I, p. 319) [I, 278; pp. 319-320: Tocayo, tocaya].
  34. Tener muchos humos (Iribarren, pp. 107b-108a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 37) [II, 3; p. 37].
  35. Dar gato por liebre (Iribarren, p. 48). Es la idea de Basts (II, p. 49) [II, 9; p. 48-50: Venderle uno gato por liebre, dentro del modismo Buscar cinco pis al gato].
  36. A cencerros tapados (Iribarren, 55b-56a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 65) [II, 21; pp. 65-66].
  37. Andar al retortero. Traer al retortero (Iribarren, pp. 69b-70a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 71) [II, 25; p. 71].
  38. Estar entre dos fuegos (Iribarren, p. 61). Refleja la idea de Basts (II, p. 76), que le parece demasiado erudita y rebuscada [II, 30; pp. 76-78: Estar entre dos fuegos, en Estar entre el martillo y el yunque].
  39. Coger una mona (Iribarren, p. 56). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 82) [II, 34; p. 82-83: Ha tomado la mona en Coger una turca].
  40. Coger una turca (Iribarren, p. 30). Basts (II, p. 82) [II, 34; p. 82-83].
  41. Ser el non plus ultra (Iribarren, p. 202b-203a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 87) [II, 39; pp. 87-88: Ser el Non plus ultra]
  42. Tortas y pan pintado (Iribarren, p. 88a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 88) [II, 40; pp. 88-89].
  43. Tener muchas camndulas (Iribarren, p. 26a). Expone las ideas de Basts (II, p. 98) [II, 50; p. 98].
  44. Para las calendas griegas (Iribarren, p. 141). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 102) [II, 53; pp. 102-103: Por las Calendas griegas].
  45. Bicoca (Iribarren, pp. 280b-281a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 105) [II, 55; pp. 104-107: Una bicoca].
  46. Echarle a uno el sambenito (Iribarren, p. 62). Extracta la opinin de Basts (p. 25) [III, 84; pp. 178-179: Llevar su Sambenito].
  47. Durar ms que la obra del Pilar (Iribarren, pp. 205b-206a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 146) [II, 89; pp. 146-148: La obra del Escoria!].
  48. Cantar la palinodia (Iribarren, p. 35a) Expone la idea de Basts (cita en I) [II, 92, pp. 151-152].
  49. No dejar roso ni velloso (Iribarren, p. 137a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 153) [II, 94; pp. 153].
  50. Y aqu paz, y despus, gloria (Iribarren, p. 131). Idea de Basts (II, p. 164) [II, 102; pp. 163-164: en Estamos gozando de una Paz Octaviana].
  51. All van leyes do quieren reyes (Iribarren, pp. 305b-306a). Utiliza comentarios de Basts (I, prlogo de Hartzenbusch) [Volver al refrn en II, 103; pp. 164-168: All van leyes, do quieren reyes].
  52. Armarse un Tiberio (Iribarren, p. 68a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 176) [II, 107; pp. 176-181: Habr un Tiberio: unas Vsperas sicilianas: un San Bartolom: unas Pascuas veronesas: un San Quintn: un Trafalgar: una Marimorena: la de Dios es Cristo: y Tirarse los bonetes].
  53. Armar la de Dios es Cristo (Iribarren, p. 29b-30a). Expone las ideas de Basts (II, pp. 180-181) [II, 107; pp. 176-181: Habr un Tiberio: unas Vsperas sicilianas: un San Bartolom: unas Pascuas veronesas: un San Quintn: un Trafalgar: una Marimorena: la de Dios es Cristo: y Tirarse los bonetes].
  54. Poner los puntos sobre las es (Iribarren, p. 75a). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 184) [II, 111; pp. 184-189: Hombre que pone tildes las ies].
  55. La luna de miel (Iribarren, p. 82). Utiliza comentarios de Basts (II, p. 193) [II, 113; pp. 192-197: en Estar la Luna sobre el horno].
  56. A ro revuelto ganancia de pescadores (Iribarren, 320b-321a). De Basts (sin especificar) [II, 120; pp. 205-206].
  57. Temblar como un azogado (Iribarren, 192-193). De Basts (Memorndum, pg. 517) [Y en La sabidura, II, 122; p. 208].
  58. Pasar la noche en blanco (Iribarren, p, 45b). Expone la idea de Basts (II, p. 215) [II, 125; pp. 215-216: en la expresin Una noche toledana].
  59. Pagar con las setenas (Iribarren, p. 150a). Utiliza comentarios de Basts (Memorndum, I, p. 662) [Igualmente en La sabidura, II, 130; p. 226].
  60. Volver la chaqueta (Iribarren, p. 49b-50a). Mencin a Basts (II, 284) [II, 160; pp. 284-285: Cambiar volver casaca].
  61. Vale lo que pesa (Iribarren, p. 85a). Idea que toma de Basts (II, p. 296) [II, 168; pp. 296-298: en el refrn Ni al nio el bolo, ni al santo el voto].
  62. Como pedrada en ojo de boticario (Iribarren, pp. 187a-188a). Utiliza comentarios de Basts (III, p. 38) [III, 2; pp. 38].
  63. La vida es emfera (Iribarren, p. 244a). Utiliza comentarios de Basts (III, p. 53) [III, 10; pp. 51-53: en Hacer buen agosto su agostillo].
  64. Tertulia y tertuliano (Iribarren, p. 276). Utiliza comentarios de Basts (Memorndum, I, p. 175) [Pero tambin en III, 15; pp. 59-60: Un tertuliano, una tertuliana]
  65. Covachuela y covachuelista (Iribarren, pp. 289b-290a). Utiliza comentarios de Basts (III, p. 72) [III, 22; pp. 72-73: Un Covachuelista].
  66. Preparar o liar los brtulos (Iribarren, p. 120a). Utiliza comentarios de Basts (III, p. 115) [III, 47; pp. 115: Preparar los brtulos].
  67. A quien Dios se la d, San Pedro se la bendiga (Iribarren, pp. 309b-310a).
  68. Utiliza comentarios de Basts (Memorndum, I, p. 809) [Tambin en III, 71; pp. 154-156: A quien Dios se la diere, san Pedro, san Juan san Antonio se la bendiga, en El bien y el mal vienen de Dios].
  69. Tener vista de lince. Ser un lince (Iribarren, pp. 188a-189a). Utiliza comentarios de Basts (III, p. 199) [III, 95; p. 199: Es un lince].
  70. Con treinta mil diablos (Iribarren, p. 145b). Es transcripcin de Basts (Memorndum, I, p. 981) [Idea que repite en III, 97; pp. 202-204: en El diablo est en Cantillana].
  71. Lgrimas de cocodrilo (Iribarren, p. 168). Utiliza comentarios de Basts (III, p. 224) [III, 111; pp. 224-225].
  72. De la Ceca a la Meca (Iribarren, pp. 32a-33b). Hace un comentario referente al Valle de Andorra que recoge de Basts (Memorndum anual, tomo 1., pgina 62). Basts [La sabidura, III, 114; pp. 227-230: De Andorra el valle, / Ya de muchos, ya de nadie en Modismos proverbiales de localidad] vuelve sobre dicho valle, pero con una idea diferente.
  73. Es un poltrn (Iribarren, p. 277). Transcribe literalmente la idea de Basts (3, 231) [III, 115; p. 231: Poltrn].
  74. Dentro de cien aos, todos calvos (Iribarren, pp. 315b-316a). Mencin a Basts (sin concretar) [III, 119; p. 237: Al cabo de cien aos todos seremos calvos, en Al cabo de los aos mil vuelve el agua por do solia ir], para sealar que no comenta el proverbio, y que nadie ms ha recogido, por lo que considera que es moderno.
  75. Mane, Thecel, Phares (Iribarren, p. 334b). Utiliza comentarios de Basts (III, p. 249) [III, 131; pp. 249-250].
  76. Es un da sealado (Iribarren, pp. 48b-49a). Utiliza comentarios de Basts (Memorndum, I, p. 30).
  77. El entierro de la sardina y el baile de Piata (Iribarren, p. 338). Refiere la
  78. Idea de Basts (Memorndum, I, p. 223).
  79. Ms vale tarde que nunca (Iribarren, p. 299). Transcribe de Basts (Memorndum, I, p. 558).
  80. Franchute y Gabacho (Iribarren, p. 275). Utiliza comentarios de Basts (Memorndum, I, p. 758).
  81. Andar o estar hecho un azacn (Iribarren, p. 137a). Refiere la idea de Basts (Memorndum, II, p. 171).
  82. Las siete maravillas del mundo (Iribarren, p. 333a). Transcripcin de la idea de Basts (Memorndum, II, p. 646).
  83. A donde fueres, haz como vieres (Iribarren, p. 299). Refiere la idea de Basts (Memorndum, II, p. 1028).

 

 

            REFRANES EN QUE POSIBLEMENTE UTILIZA, SIN MENCIONAR, A BASTS COMO FUENTE.-

 

  1. A cada cerdo [puerco] le llega su San Martn (Iribarren, 306b). Copia literalmente el principio de Basts [I, 21, p. 61: A cada cerdo le llega su San Martin].
  2. Al buen callar llaman Sancho (Iribarren, p. 316). Puede haber obtenido algunas anotaciones de las muchas que aporta Basts [I, 28, pp. 66-68].
  3. Tomar las de Villadiego (Iribarren, pp. 96b-98b). Adems de insertar la carta del prlogo de Hartzenbusch, tambin demuestra que ha ledo la expresin correspondiente [I, 9, pp. 44-45].
  4. Buenas son mangas despus de Pascuas (Iribarren, 313a). La definicin parece inspirada en Basts [I, 39, pp. 79-80].
  5. Saber ms que Merln (Iribarren, 201). Recoge anotaciones que estn en Basts (Pellicer, Feijo) [I, 49, pp. 89-90: Sabe mas que Merlin].
  6. Meterse de hoz y coz (Iribarren, p. 46). Comienza con las mismas anotaciones que estn en Basts [I, 52, pp. 93-94: Meterse de hoz en coz].
  7. Comer de mogolln (Iribarren, p. 35a). Sin duda, sigue a Basts [I, 66, pp. 108-109].
  8. Ir por lana y volver trasquilado (Iribarren, pp. 18b-19a). Coincide en alguna cita con Basts [I, 78, pp. 121-122] (Fernn Gonzlez, Fuero Juzgo).
  9. Meterse en camisa de once varas (Iribarren, p. 76a). Siendo uno de los ms extensos de Basts por la cantidad de aportaciones etnolgicas y clsicas, Iribarren se limita a exponer su idea con el nico testimonio de Sancha Velsquez, segn cuentan, dice para adoptar como hijo legtimo y heredero de sus estados al llamado Mudarra Gonzlez, lo cual est en Basts [I, 89, p. 132-133: Hijo ageno mtelo por la manga y salirse ha por el seno], que volver a insistir en otro refrn [II, 105; pp. 169-175: Meterse en Camisa de once varas].
  10. El muerto, al hoyo, y el vivo, al bollo (Iribarren, pp. 312b-313a). Coincide con Basts en las citas [I, 92, pp. 135-136: El muerto la fosada y el vivo la hogaza].
  11. Cuando te dieren la vaquilla, corre con la soguilla (Iribarren, pp. 313b-314a). Coincide en las citas con Basts [I, 104, p. 149, y I, 198, pp. 235-236, en el refrn: Coger la Ocasion por la melena. Asir la Ocasion por los cabellos].
  12. En martes, ni te cases ni te embarques (Iribarren, p. 304). Coincide con Basts en citas [I, 120, pp. 161-162: En martes no te cases, ni te embarques].
  13. Puede arder en un candil (Iribarren, p. 44a). La definicin coincide con la de Basts [I, 121, pp. 162-163].
  14. Todo se ha perdido, menos el honor (Iribarren, p. 235b). Es la idea de Basts, que desarrolla ms ampliamente [I, 122, pp. 163-165: Todo se ha perdido menos el honor].
  15. Pasar el Rubicn (Iribarren, p. 175a). Tal vez siga la exposicin del hecho histrico trazado por Basts [I, 126, pp. 169-170: Resolviese pasar el Rubicn], aunque las coincidencias no son concluyentes: Iribarren: El Rubicn era un pequeo ro que separaba a Italia de la Galia Cisalpina; Basts: El Rubicn es un pequeo rio de Italia llamado ahora Fiumesino Rugone, que servia de lmites entre la Galia Cisalpina y la Italia propiamente dicha).
  16. Predicar en desierto, sermn perdido (Iribarren, p. 305b). Hay frmulas semejantes a las de Basts, aunque podra excusarse por coincidencias de la cita del Quijote [I, 135, pp. 177-178: Predicar en desierto].
  17. Escribir ms que el Tostado (Iribarren, pp. 181-182). La fuente, secundaria al menos, es sin duda Basts [I, 141, p. 183: Ha escrito mas que el Tostado], tal vez a travs de Rodrguez Marn (exponen idntica bibliografa y el epitafio).
  18. Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi seor (Iribarren, pp. 244b-245a). Usa los mismos comentarios y el mismo romance que Basts [I, 150; pp. 190-191], aunque Iribarren especifica la fuente exacta.
  19. No hay libro tan malo que no tenga algo bueno. (Iribarren, pp. 303b-304a). Parece seguir a Clemencn en la idea general, pero tal vez se haya guiado de Basts [I, 154; pp. 194-195] para la indicacin de Diego de Mendoza.
  20. Un clavo saca otro clavo (Iribarren, p. 312a). Sigue a Basts [I, 159; p. 198].
  21. Aqu fue Troya (Iribarren, pp. 60b-61a). Posiblemente Basts [I, 166; p. 205] le orient a la cita de Virgilio.
  22. El vulgo es necio, y, pues lo paga, es justo hablarle en necio para darle gusto (Iribarren, p. 240). Iribarren parte de la cita de Lope, como Basts [I, 169; pp. 207-208: Porque como las paga el vulgo, es justo Hablarle en necio para darle gusto], pero podra decirse que por mediacin de Sbarbi: cabe, pues, desvincular a Iribarren de Basts en este caso.
  23. El nmero de los tontos es infinito (Iribarren, pp. 316b-317a). Como Basts, [I, 180; pp. 218-220: El nmero de los tontos abunda mucho) parte de la misma cita del Eclesiasts, lo cual no es, evidentemente, concluyente.
  24. Saber ms que Calepino. Tener ms hojas que un Calepino (Iribarren, p. 198b). Esboza la biografa del fraile italiano, en trminos similares, que refiere Basts [I, 254; p. 292: Sabe mas que el Calepino].
  25. Ahora lo veredes, dijo Agrajes (Iribarren, p. 111a). Se limita a comentar la misma cita que Basts [I, 275; p. 317] trae sobre Quevedo.
  26. El de marras (Iribarren, 115a). Refleja la misma cita de Berceo que Basts expone bajo el dicho En tiempo de marras [II, 3; p. 37: En tiempo del rey Wamba].
  27. Echar la soga tras el caldero (Iribarren, 16b-17a) Recoge citas coincidentes con Basts [II, 3; p. 37], a las que agrega algunas ms.
  28. El becerro de oro (Iribarren, p. 359a). Evidentemente, comenta la misma cita que Basts [II, 18; p. 61 Adorar al becerro de oro], de una forma coincidente: (Basts: Es una alusin la conducta observada por los israelitas en el desierto. Iribarren: Recuerda la conducta de los israelitas en el desierto
  29. Estar bajo la frula de otro (Iribarren, pp. 25b-26a). Copia a Basts [II, 51; pp. 99-100: Estar bajo la frula en el refrn Coscorrn de caaheja, duele poco y mucho suena].
  30. Dimes y diretes (Iribarren, 60b). Copia literalmente a Basts, aadiendo el comentario de Cejador [II, 75; p. 131: Dimes y diretes. Dares y tomares en No dijo oste ni moste].
  31. Andar a la sopa o a la sopa boba (Iribarren, 132b-133a). Transcribe literalmente una parte de Basts [II, 91; pp. 149-150: Andar la sopa].
  32. Ms ligero que un volatn. Dar ms vueltas que un volatn (Iribarren, p. 206). Sigue los mismos comentarios y citas que Basts [II, 95; pp. 153-155: en Ligero como el ave de San Lucas].
  33. Armarse una marimorena (Iribarren, 39). Coincide con Basts en el origen y circunstancias del dicho, pero en este caso tales circunstancias son justificables, porque ambos siguen a un mismo autor anterior (Jos Mara de Zuaznvar), obviando que Iribarren no fuese apercibido de tal autor por Basts, lo cual bien pudo ser, pues ya se ha visto cmo de este refrn de Basts Iribarren ha tomado otros textos; la redaccin no es coincidente en este caso [II, 107; pp. 176-181: Habr un Tiberio: unas Vsperas sicilianas: un San Bartolom: unas Pascuas veronesas: un San Quintn: un Trafalgar: una Marimorena: la de Dios es Cristo: y Tirarse los bonetes].
  34. Una golondrina no hace verano (Iribarren, 318b-319a). Es innegable que ha tenido en cuenta a Basts [II, 137; pp. 239-240]: refleja detalles tomados de l, como el refrn cataln.
  35. Las delicias de Capua (Iribarren, p. 350b). Resume la idea de Basts [II, 147; pp. 261-262], pero con fragmentos copiados literalmente.
  36. Las indirectas del padre Cobos (Iribarren, p. 170). Parte, como Basts [II, 149; pp. 263-265, en A ti te lo digo hijuela: entindelo t mi nuera], de la fbula de Hartzenbush; Basts la transcribe enteramente, l fragmentos bibliogrficos mnimos.
  37. Volver la chaqueta (Iribarren, p. 49b-50a). Expone la idea de Montoto, pero aclara en nota a pie de pgina que ha comprobado que Montoto la copia de Basts (II, 284) [II, 160, pp. 284-285: cambiar o volver casaca].
  38. Poner pies en polvorosa (Iribarren, p. 106). Parece acudir a una cita sealada por Basts [II, 174; pp. 312: la misma expresin en Poner faldas aldas en cintura].
  39. Ya no habr Pirineos (Iribarren, 235a) Sin duda, se trata de un resumen de Basts [III, 2; pp. 3-38: Ya no hay Pirineos], con fragmentos copiados literalmente.
  40. Darle a uno su porqu (Iribarren, 107b). La referencia y los extractos de Olzoga son transcripciones literales de Basts [III, 7; pp. 48].
  41. Perilln (Iribarren, 291a). Lo toma de Basts [III, 17; p. 62: Es un Perilln].
  42. Estar bajo la gida (Iribarren, p. 138a). Transcripcin literal de Basts [III, 55 p. 125].
  43. Meter o sembrar cizaa (Iribarren, pp. 137b-138a). Transcripcin literal de Basts [III, 64; pp. 143-144].
  44. Calumnia, que algo queda (Iribarren, p. 308b). Recoge, de entre muchas de Basts [III, 65; pp. 144-146], la cita de Bacon, mas sera arriesgado garantizar que por influencia suya.
  45. Mequetrefe (Iribarren, p. 285b). Escriba Iribarren: Segn le hace poco, esta voz es de origen ingls y procede de maketriple, que significa fabricante de baratijas. La transcripcin fontica al castellano es fcil de entender. El verbo to make –que se pronuncia mec- significa hacer o construir. Trefli es baratija.. Basts [III, 75; pp. 161-163: Un mequetrefe, en Yo le he conocido ciruelo], por su parte, deca lo siguiente: Dervase de la voz antigua inglesa Maketrefel que significa fabricante de baratijas de cosas de poco valor. Las semejanzas podran, por supuesto, ser casuales.
  46. Filpica y Catilinaria (Iribarren, p. 285b). Evidentemente, no cabe otra alternativa que acudir a lugar comn, pero Iribarren parece resumir la larga exposicin de Basts [III, 79; pp. 168-171: Una Filpica, una Catilinaria], mas haciendo uso de expresiones idnticas.
  47. Echar el ncora (Iribarren: 114b). Iribarren copia casi literalmente la explicacin de Basts [III, 83; pp. 175-178: Echar el ncora sagrada en Quien espera desespera]: Es con alusion a que los antiguos solian llevar de respeto en sus embarcaciones una ncora consagrada los dioses y que se echaba al mar en lances de gran aprieto, y esta se llamaba el ncora sagrada. Luego expone la explicacin de Covarrubias, que posiblemente inspirara a Basts; despus agrega algn comentario propio.
  48. Cobrar el barato (Iribarren, p. 92). Parece que ha copiado una pequea parte de Basts, lo referente a Montalbn [III, 86; pp. 183-184].
  49. El diablo est en Cantillana (Iribarren, p. 116a). Parece que Iribarren entresaca datos de Basts [III, 97; pp. 202-204], adems de los que ambos tienen coincidentes por seguir a Clemencn.
  50. En un santiamn (Iribarren, 176a). Iribarren se limita a hacer una breve definicin que bien podra haber entresacado de la ms amplia exposicin de Basts [III, 101; pp. 208-209].
  51. Las cuentas del Gran Capitn (Iribarren, 214). Hay coincidencias en la definicin del dicho en Basts [III, 103; pp. 210-212], mas, en este caso, podran justificarse como casuales.
  52. Adivina quin te dio (Iribarren, 38b-39a). Iribarren copia partes de Basts [III, 144; pp. 263-264].
  53. Echar una zancadilla (Iribarren, 115a). Copia a Basts [III, 157; pp. 276-277].
  54. El parto de los montes (Iribarren, 161b). La alusin es tan evidente que no podra defenderse la copia de Basts, pero la forma en que lo explica no difiere sustancialmente [III, 170; p. 286].
  55. El herrero de Arganda que l se lo fuella y l se lo macha, y l se lo lleva vender la plaza (Iribarren, 165a). Aunque Iribarren refleja algunas etimologas, termina dando la explicacin de Basts: Tomaria orgen, esta locucin proverbial, de la conducta observada por algun herrero de Arganda, pueblo de la provincia de Madrid [III, 171; pp. 286-288].
  56. Atar los perros con longaniza (Iribarren, 71b). La parte final (el modismo italiano y la referencia a la costumbre romana estn tomados literalmente de Basts [III, 174; p. 291: No ata los perros con longaniza].
  57. Pender de un hilo. Cortar el hilo de la vida (Iribarren, pp. 91b-92a). Copia a Basts [III, 199; pp. 310-312: Pende su vida de un hilo, en Estar con la candela en la mano].

 

 

            CUENTECILLOS EN QUE IRIBARREN COPIA A BASTS, O IMITA:

 

            Cada uno sabe donde le aprieta el zapato.

            Un patricio romano tena una esposa jven, bella, rica y honrada, y sin embargo la repudi.

            Como este divorcio no parecia fundado en ningun motivo razonable, sus amigos se lo reprobaron, pero el marido les contest con el siguiente aplogo.

            Veis mi calzado, les dijo, mostrndoles el pi revestido con una rica solea. Habeis vosotros visto otro mejor trabajado, ni mas elegante? Sin embargo:

YO SE EN DONDE ME LASTIMA EL PI.

            De aqu suponen que se form el proverbio () (Basts, La sabidura, I, 2, p. 35) (Iribarren, El porqu, p. 85b, lo cita y transcribe literalmente.)

 

            Quien mucho abarca poco aprieta.

            () Habase erigido Buffon aun viviendo una esttua, al pi de la cual se puso la siguiente inscripcin latina: Naturam amplectitur omnen: Abraza toda la naturaleza. Y un hombre chistoso aadi continuacin: Quien mucho abarca poco aprieta; lo que habiendo llegado noticia de Buffon fue bastante para que pidiese se suprimieran el elogio y la crtica. (Basts: La sabidura, I, 3; p. 37) (Iribarren, El porqu, p. 302a, cita y transcribe.)

 

            Come para vivir, no vivas para comer.

() Come poco, cena ms poco: es refran que se halla ya en la coleccin de Nez, y que D. Quijote aconseja Sancho le tenga presente cuando est mandando en la nsula Barataria. () (Basts, La sabidura, I, 14, pp. 51-55) (Iribarren, El porqu, p. 324a: Come poco y cena ms poco. Recoge esta cita nica de la gran cantidad de aportaciones de Basts al tema.)

 

            Fate en la vrgen y no corras.

            Adagio que espresa que despues de tener f y confianza en los santos, debemos trabajar y coadyuvar al buen xito de nuestras pretensiones.

            Parece que tom origen de un imprudente torero que entregado la confianza celestial, se comprometia los mayores peligros, sin tomar precaucin alguna para evitarlos, y que un dia vino el toro y cogindole entre los cuernos, despus de estarle zarandeando bien por ellos, le tir contra los de la luna, cayendo luego muy mal parado en medio del redondel; y que entonces el pblico recordando sus imprudencias, le grit: Fate en la Vrgen y no corras. (Basts, La sabidura, I, 42; pp. 81-82; en el refrn A quien madruga Dios le ayuda.-Aydate y Dios te ayudar) (Iribarren, El porqu, pp. 92b-93a: Fate de la Virgen y no corras; transcribe la ancdota con alteraciones mnimas y agrega algn comentario.)

 

A la luna de Valencia.

Quedar la luna de Valencia ()

Otros quieren que venga el refran del chasco que se llev cierto individuo que hubo de pasar horas de la noche esperando intilmente en su zagun patio descubierto de una casa, que en Valencia se llama tambin luna. (Basts, La sabidura, I, 76; pp. 119-120) (Iribarren, El porqu, pp. 58b- 59a: Quedarse a la luna de Valencia; cita y transcribe.)

 

            Deseando el camello tener cuernos, perdio las orejas.

            Alusin una fbula que se cuenta de este animal.

Antiqusimo refran, del que se hace ya mencion en el poema del Conde Fernan Gonzalez y tiene relacion con una costumbre no menos antigua () (Basts, La sabidura, I, 78; pp. 121-122; en el refrn Ir por lana y volver trasquilado) [Recurdese la versin de Esopo: EL CAMELLO QUE QUISO TENER CUERNOS: Un camello, que vio a un toro orgulloso de sus cuernos, tuvo envidia de l y quiso llegar a tener unos iguales. Por eso, se present ante Zeus a pedir que le concediera cuernos. Entonces, Zeus indignado contra l porque no le bastaba el tamao de su cuerpo y su fuerza, sino que todava ansiaba ms, no solo no le otorg los cuernos, sino que incluso le quit parte de las orejas () (Esopo, Fbulas, tr. P. Bdenas de la Pea, Madrid, Gredos, 2000, n 117)] (Iribarren, p. 18, tambin alude al poema de Fernn Gonzlez en el refrn Ir por lana...)

 

            Como la justicia de Peralvillo, que despus de asaeteado al hombre, le fulminan el proceso.

            Aplcase este refran un tribunal autoridad cuando obra precipitadamente.

            Este antiguo proverbio espaol se form con motivo de la asombrosa actividad con que procedia el tribunal de la Santa Hermandad contra los delincuentes de su jurisdiccion, asaetndolos en Peralvillo, pueblo inmediato Ciudad Real, camino de Toledo, luego de justificado sumariamente el delito cometido en despoblado.

            Quevedo llam Peralvillo de las bolsas, en la Fortuna con seso, al estudio de un abogado ignorante y embrolln, porque en el bufete de aquel letrado daban fin las bolsas de los pleiteantes, como en Peralvillo daban fin los ladrones y malhechores. (Basts, La sabidura, I, 96; pp. 138-139) (Iribarren, El porqu, pp. 211b-212a. Seala los Diccionarios de Vergara Martn y Sbarbi como fuente de extraccin; pero el mismo texto estaba en Basts, al que no menciona.)

 

            El bigote al ojo y sin cuarto.

            () El nombre bigote le formaron nuestros abuelos viendo y oyendo que un aleman retorcindose el pelo del labio superior esclamaba: bey Gott, vive Dios. Otros le dan un origen ingls de by-God, que tambien significa vive Dios. Esta es la opinion de Camden.

            () Cuntase de D. Juan de Castro, almirante y virey de las Indias portuguesas, cuyos bigotes son clebres en su biografia, el hecho siguiente:

            Mandando este virey en la India en 1645, los infieles sitiaron la ciudad de Diu, plaza importante que poseian los portugueses. Para hacer levantar el sitio era menester equipar una flota, pero faltaban los fondos necesarios. En este apuro, qu hizo el portugus Castro? Se hizo cortar uno de sus bigotes y le envi en garantia los negociantes de Goa, por la suma de doscientos millones de reis que les pedia prestados.

            La grandeza de alma del portugus era conocida, la suma por consiguiente fue prestada, el sitio levantado y el bigote honestamente retirado () (Basts, La sabidura, I, 108; pp. 151-152) (Iribarren, pp. 272b-273a: Bigote. Cita y transcribe a Basts.)

 

            Que Dios guarde.

            () En una nota puesta por el clebre orientalista francs Savary su traduccin del Alcoran, precedida de un compendio de la vida de Mahoma, dice; que habiendo pedido algunos cristianos al Profeta la historia de los Siete durmientes, contestles: Maana os la contar: y como hubiese olvidado aadir, si Dios quiere, fue reprendido Mahoma; y entonces cuenta que Al le revel esta mxima que continu en su libro lectura por excelencia llamado el Corn Alcoran: No digas jams har tal cosa, sin aadir, si Dios quiere. (Basts, La sabidura, I, 124; pp. 166-167) (Iribarren, p. 144: Si Dios Quiere. Identifica los comentarios de Basts en el Memorndum, I, p. 921.)

 

Vale mas tarde que nunca.

Dcese que el orgen de este refran viene de que siendo de mucha edad el filsofo Digenes se propuso aprender msica, y habindole dicho uno de sus amigos, Iam senex discis, esto es, ya eres viejo para aprender; el filsofo le contest: Praestantius sero doctum esse, quam nunquam; es decir, vale mas ser instruido docto tarde que nunca. () (Basts, La sabidura, I, 153; p. 193) (Iribarren, El porqu, p. 303a: Ms vale tarde que nunca, cita y extracta el mismo texto de Basts, Memorndum, I, p. 558.)

 

            Todas las cosas son difciles antes de ser fciles.

            Se atribuye esta especie de proverbio Cristbal Coln, cuando algunos de los envidiosos de su gloria trataban de rebajar el mrito del descubrimiento del Nuevo Mundo.

            Con este motivo cuntase que estando comiendo un dia con varios de aquellos detractores, tom uno de los huevos pasado por agua que acababan de servir la mesa y les propuso si se empeaba alguno en hacerle tener derecho por la punta. Todos lo ensayaron varias veces, mas ninguno lo consigui, y entonces tomando otra vez Cristbal Colon el huevo les dijo: Seores, no creo que la cosa sea tan difcil como parece, y dando un golpecito sobre la mesa con la punta del huevo y aplastndole un poco consigui que se mantuviese derecho.

            Oh!!! Esclamaron todos, esta es la cosa mas fcil del mundo.

            Es verdad, repuso Cristbal Colon, todas las cosas son difciles antes de ser fciles.

            Convengamos, sin embargo, continu Coln, en que pesar de su sencillez y facilidad no habeis dado en ello, y que yo solo he sido el que ha soltado la dificultad. Lo mismo sucedi pues con el descubrimiento del Nuevo Mundo. Todo lo que es natural parece fcil, cuando una vez se ha conocido encontrado. La dificultad est en ser el inventor, el primero en conocerlo y en demostrarlo.

            Esta ancdota atribuida Cristbal Colon, que muchos creen apcrifa, se contaba ya de Brunelleschi, clebre arquitecto florentino, anterior de muchos aos Colon. (Basts, La sabidura, I, 189; pp. 226-227) (Iribarren [El porqu, pp. 214b-215a: El huevo de Coln], que no menciona a Basts, sentencia tras contar la relacin con otras palabras: Esta ancdota de Coln, que muchos creen apcrifa, se contaba de Brunelleschi, el clebre arquitecto florentino, anterior en muchos aos al inmortal genovs.)

 

Reunir las cuatro SSSS de los enamorados.

Estas cuatro eses son las iniciales de sabio, solo, solicito y secreto.

Este dicho proverbial lo esplic Luis Barahona en las Lgrimas de Anglica, de este modo:

            Ciego ha de ser el fiel enamorado ()

(Basts, La sabidura, I, 210; pp. 250-251) (Iribarren, El porqu, pp. 340b-341a. No lo menciona, pero es indudablemente su inspirador.)

 

            Ah me las dn todas.

            He aqu como cuentan el orgen de este refran modismo que usamos cuando nos hablan de una cosa que nos es del todo indiferente, de desgracias sobre cosa persona que no nos toca, estn bien empleadas en el sugeto sobre que recaen.

            Puso un antiguo Alcalde mayor un auto de prision contra un bergante, y dile al alguacil para su ejecucion. Fue el ministro de justicia prenderle, mas al echarle mano le sacudi el pillastre una terrible guantada, dicindole al mismo tiempo: toma, para el juez que te envia.

            Volvise corriendo el alguacil amostazado, y presentndose al Alcalde mayor con la mano en el carrillo y bufando de coraje: Seor, le dijo, ahora mismo acaban de dar su seora una bofetada. –A m! pregunt la autoridad, estraando la noticia. –S seor, no lo dude V.S., replic el corchete, en este momento acaban de pegar su seora una tremenda bofetada en esta mi cara. –En tu cara dices? –S, seor, en mi cara, –Oh! Entonces, contest el Alcalde con mucha sorna:

            Ah me las dn todas. (Basts, La sabidura, I, 269; pp. 309-310) (Iribarren, El porqu, p. 90. Transcribe de Basts, junto a variantes de otros autores.)

 

Hablar ad-efesios.

() Hubo en Efeso un ciudadano virtuoso llamado Hermodoro, que habiendo excitado por su brillante posicion social la envidia de muchos de sus conciudadanos, resolvieron condenarle al Ostracismo destierro: y en efecto, fue inicuamente obligado tener que abandonar su patria por un determinado nmero de aos.

En medio del desrden que rein en este acto tumultuario, intentaron varias veces Hermodoro y sus amigos hacer oir su voz y demostrar al pueblo de Efeso su inculpabilidad inocencia, mas nunca pudieron conseguir que diesen oido sus disculpas, ni se atendieran sus justificaciones, de donde naci el proverbio,

Hablad ad-efesios,

cuando no se hace caso de nuestras palabras observaciones. (Basts, La sabidura, II, 22; pp. 66-67) (Iribarren, 16b-17b: hablar ad ephesios. Adefesio. Transcribe la versin de Basts, permitindose algunas modificaciones, pero sealando la fuente exacta.)

 

Nadie diga de esta agua yo no beber.

() Es una alusion la aventura de un borracho, que jurando sin cesar que no beberia agua de una fuente, se ahog ltimamente en su pilon.

Esta ancdota se lee en Ariosto.

Come veleno e sangue viperino,

Lacqua fuggia, quanto fuggir si puote.

Or quivi muore, e quel che piu annoia

El sentir che nell acqua sene muoia.

Huia del agua como de un veneno, como de la sangre de una vbora; sin embargo muri, y su mayor sentimiento fue morir en el agua. () (Basts, La sabidura, II, 32; pp. 77-80, en el refrn Hoy para m, maana para t) (Iribarren, El porqu, pp. 311b-312a: Nadie diga De esta agua no beber. Cita y copia a Basts.)

 

T lo quisiste, fraile mosten,

T lo quisiste, t te lo ten.

() Mosten Mostense es sinnimo de Premostratense, religioso de la rden de Cannigos regulares, fundada por San Norberto en 1120; lo que tal vez supondria que la aplicacion de dar echar una peluca principiaria tendria lugar con alguno que desearia entrar en esta rden, y el cual, por su desordenada conducta, dio lugar que le echaran y al hacerlo le dijeran:

T lo quisiste, fraile mosten,

T lo quisiste, t te lo ten. (Basts, La sabidura, II, 35; pp. 83-84) (Iribarren, El porqu, p. 322a. Transcribe de Basts.)

 

Como los desposados de Hornachuelos.

() En este pueblo de Estremadura los padres de un mozo y de una jven trataron de casarlos y otorgronse el uno al otro antes que se viesen. Pero como ambos a dos eran feos y abominables, cuando los carearon para darse las manos, ni el uno ni el otro quisieron hacerlo.

Al final, para dar contento sus padres, se casaron, pero qued el refrn: Los novios de Hornachuelos: l llora por no llevarla y ella por no ir con l. (Basts, La sabidura, II, 71; p. 126) (Iribarren, El porqu, p, 206a: transcribe la versin de Mal Lara y la presente.)

 

Cantar la palinodia.

() Se remonta su orgen al tiempo del poeta Stecicore, de Himera en Sicilia, quien, habiendo compuesto una stira picante contra Helena, hizo despues un elogio de su hermosura, de su virtud y de su fidelidad Menelao.

Pausanias refiere este hecho del modo siguiente:

Habiendo perdido el poeta Stecicore la vista en castigo de los versos mordaces que habia escrito contra Helena, no la recobr hasta despues de haber retractado sus calumnias, con una nueva composicion contraria la primera, la que se llam despues palinodia, voz griega que equivale la latina recantatio; es decir, canto en el que se deshace se desdice lo cantado anteriormente. (Basts, La sabidura, II, 92; pp. 151-152) (Iribarren, El porqu, p. 35a: relata la ancdota de Stecicore, pero no la transcribe literalmente.)

 

Andar a caza de grillos.

() El Comendador Griego pone este refran en la forma siguiente:

Cuando la zorra anda caza de grillos, no hay para ella, ni para sus hijos.

Una fbula de la zorra dice que un dia fu caza de grillos, y cuando pensaba que le tenia debajo de s, sonaba en otra parte y con esto anduvo perdida toda una noche, hasta que de cansada y corrida lo dej y dio ocasin al proverbio.

Tambin se dice: Andar grillos. (Basts, La sabidura, II, 124; p. 214) (Iribarren, El porqu, p. 67a. Refleja la misma cita que Basts, pero esta vez sigue a Covarrubias directamente.)

 

            Las verdades de Pero Grullo, una Perogrullada.

            [Seala algunas, entre ellas, varias de Quevedo en la Visita de los chistes, y concluye:] Aaden que hay una profeca suya en Asturias, de que ha de venir por el rio una avenida de oro y toneles de vino de Rivadavia; y que por estar prevenidos para la pesca, los paisanos de Pero Grullo andan siempre descalzos. (Basts, La sabidura, II, 158, pp. 278-279) (Iribarren, pp. 161b-162b: Las verdades de Perogrullo. Tambin seala las de Quevedo y el agregado final, de La pcara Justina.)

 

            El papel todo lo admite.

            () El conde de Segur refiere en sus Memorias una ancdota que tiene alguna relacion con la materia.

            Diderot, quien Catalina de Rusia habia llamado cerca de s para que la ilustrara en las reformas que deseaba hacer en su imperio, le aconsejaba grandes innovaciones que la Emperatriz no siempre habia realizado.

            Un dia el filsofo manifest S. M. I. su sorpresa con cierto resentimiento, y la Emperatriz le contest:

Tenga presente Mr. Diderot la diferente posicion en que en el plan de reforma que hemos emprendido nos encontramos. Vos, sabio ilustrado filsofo, espresais con toda estension y sin dificultad alguna vuestros grandes pensamientos, porque trabajais sobre papel, materia unida y compacta que todo lo admite sin resistirse ni presentar obstculos ni vuestra imaginacion ni vuestra pluma; mientras que yo, pobre emperatriz, tengo que trabajar sobre la piel humana que, como vos sabeis, es muy irritable y quisquillosa. (Basts, La sabidura, III, 13, p. 57) (Iribarren, El porqu, 322b: El papel todo lo aguanta. La coincidencia es total, pero no revela la fuente.)

 

            Un quid pro quod.

            () Atribyese el orgen de esta expresion una receta de un mdico ignorante distraido, en la que pidi un QUI por un QUO, y dio lugar con esta equivocacion al envenenamiento del enfermo; bien la ignorancia de un farmecutico, que al despachar la receta tomara un QUI por un QUO, y causara la misma desgracia.

            De aqu vino el dicho proverbial que aun se usa veces:

            Dios me libre de quids pro quos de boticarios y de etcteras de notarios. () (Basts, La sabidura, III, 51, pp. 118-120) (Iribarren, p. 24, cita y transcribe literalmente.)

 

            Herrar o quitar el banco.

            () Dcese que tuvo su orgen este refran de un herrador que como tal se le permiti colocar en la calle el potro, banco y dems armatostes del oficio, y que luego no le ejercia, perjudicando al pblico sin proporcionarle ninguna utilidad, por lo que los vecinos se empearon en que herrara quitara el banco.

            Conocemos una linda poesa del seor Breton de los Herreros que tiene por ttulo tema: Herrar quitar el banco.

            Cuntase que viendo herrar su caballo el mariscal de Sajonia, dijo al herrador que tenia malas herraduras, y para probar su aserto cogi una y la dobl con sus nervudos dedos, como si fuera de estao.

            El herrador se encogi de hombros y call, pero cuando el mariscal le pag le dijo: No es mejor vuestra moneda seor, que mis herraduras segn veo, porque mirad, y agarrando los escudos los fue torciendo de la misma manera que el mariscal habia torcido su herradura. (Basts, La sabidura, III, 54, pp. 123-124) (Iribarren, El porqu, p. 93b, cita y transcribe literalmente.)

 

La cola del perro de Alcibiades.

Este clebre general ateniense tenia un hermoso perro que le habia costado sesenta minas, y un dia se le autoj (sic) cortarle la cola, que era su mas bello adorno.

Sus amigos reprobaron esta accion, dicindole que todo el mundo la condenaba y se ocupaba de ella.

Pues esto era precisamente lo que me habia propuesto y deseaba, contestles riendo Alcibiades, porque mientras se entretendrn esos gaznpiros con este hecho, me dejarn lo menos en paz, y no se metern en averiguar otras acciones mias.

() Zopiro se mutil la nariz y las orejas para distraer la atencin de los babilonios excitando su piedad, mientras que trabajaba en secreto para la prdida de la ciudad, cuyas puertas abri por fin Dario su general () (Basts, La sabidura, III, 77, pp. 164-167, en el refrn No quiero perro con cencerro) (Iribarren, p. 359a: El perro de Alcibades, no menciona a Basts, sino a Vicente Vega, pero es la misma versin que la de Basts.)

 

Tornarse el sueo del perro.

Cambiar un gozo por un quebranto, un bien imaginario por un mal efectivo y real.

Dicen que tuvo su orgen de un perro que soaba que comia un pedazo de carne y daba muchas dentelladas y algunos aullidos sordos de contento. Cuando el amo vindole de esta manera tom un palo y le sacudi de firme hasta que despert y se hall el perro sin bocado y apaleado. (Basts, La sabidura, III, 77, pp. 164-167, en el refrn No quiero perro con cencerro) (Iribarren, El porqu, p. 143a: Tornarse [o volverse] el sueo del perro. Aunque no menciona a Basts, debi leerlo; extracta una versin casi idntica a la suya, aunque con algunas variantes. Tal vez no lo mencione por apoyarse en la versin de Covarrubias directamente)

 

La f del carbonero

Se llama as la f sencilla y franca que tiene el hombre ingenuo que cree sin discutir.

Dicen que vino este proverbio del cuento siguiente que se lee en las Memorias de Trevoux:

Habia un carbonero exclusiva y constantemente ocupado en su oficio quien parece que el diablo habia tomado por cuenta. Un dia disfrazado de doctor de la Sorbona, le emprendi de frente y preguntle qu era lo que l creia acerca la f de Jesucristo, y el buen hombre contestle: Yo creo todo lo que cree la Iglesia.

            Entonces el diablo apremindole de nuevo le dijo: Y bien, qu es lo que cree la Iglesia? lo cual el carbonero contest dejando confundido y patitieso al maligno espritu: —Ella cree todo lo que creo yo. (Basts, La sabidura, III, 155, pp. 273-275, en el refrn: Hombre sin f. Hombre sin freno) (Iribarren, El porqu, p. 161, cita y transcribe literalmente.)

 

Las verdades del barquero.

[Tras sugerir el cuentecillo:] Otros dicen que las verdades del barquero son cuatro y suponen ser las siguientes.

1.        Quien da pan perro ajeno, pierde pan y pierde el perro.

2.        El que no est hecho bragas, las costuras le hacen llagas.

3.        El pan duro, duro; vale mas duro, que ninguno.

4.        El zapato aunque malo, mas vale en el pi que en la mano. (Basts, La sabidura, III, 205, pp. 317-318) (Iribarren, El porqu, p. 79, menciona este refrn en Basts, del que extracta un fragmento, sin especificar lugar exacto.)

 

 

            OTROS CUENTECILLOS DE BASTS:

 

            Si es ms rico que coma dos veces,

es una especie de reto que hace al rico el pobre, cuyo pan grosero est sazonado con un vigoroso apetito, mientras que todo el lujo de los festines mas refinados no pueden suplir este atractivo que el rico veces desconoce.

            Recurdese la contestacin de aquel hacendista acosado la hora de comer por un pobre que le pedia limosna, diciendo que tenia hambre –Cuan feliz es ese tunante! dice que tiene hambre, y yo no puedo pasar un bocado

            En el festin de Trimalcion se lee ya este antiguo proverbio: Tu beatior es? bis prande, bis caena. Si tu eres mas rico que yo, come y cena pues dos veces. (Basts, La Sabidura, I, 14, pp. 51-55, en el refrn Come para vivir, no vivas para comer)

 

            No debe uno desnudarse, antes de ir meterse en la cama,

            esto es, nadie debe desprenderse de sus bienes, mientras pueda gozar de ellos, ni cederlos hasta que vaya descender al sepulcro; contestacin significativa que dio un Prncipe su hijo que le apremiaba para que le cediera sus estados, y mxima muy particularmente recomendada en el Eclesistico () (Basts, La sabidura, I, 16; pp. 55-56; en el refrn Quien d lo suyo antes de su muerte, que le den con un mazo en la frente)

 

            El Sastre del Campillo, trabajaba de balde y pona el hilo.

            () Se referir sin duda esta locucin un sastre que habria en alguno de los varios pueblos aldeas que llevan en Espaa el nombre de Campillo, el cual tendria la abnegacion que expresa el adagio, de trabajar de balde y poner el hilo (). (Basts, La sabidura, I, 18; p. 58)

           

Al hombre favorecido de la fortuna, oro le cae naturalmente en la boca.

A propsito de este ltimo proverbio se cuenta que el Visir Raghib-Pacha, que brillaba al frente de los poetas turcos del siglo XVIII, se complacia en poner en prctica este proverbio.

En una comida que solia dar semanalmente los hombres mas distinguidos en letras y ciencias, el plato principal de ella era siempre una pirmide de arroz con manteca, con el cual estaban mezclados muchos granos de oro y plata de buen tamao.

Cada comensal tomaba su vez con la cuchara, y de aquel que se encontraba con el mejor lote, se decia que el oro le habia caido naturalmente en la boca (). (Basts, La sabidura, I, 30; pp. 68-70; en el refrn A los atrevidos la fortuna les favorece)

 

Al que mejor administre, no el bolsillo se registre.

Fu un administrador felicitar principios de ao nuevo al Cardenal Dubois cuyas rentas manejaba, y esperando las estrenas aguinaldo que en tales dias suelen darse, su Eminencia le dijo: Amigo, os cedo por estrenas todo lo que me habeis robado entre aos () (Basts, La sabidura, I, 32; pp. 71-72; en el refrn Administrador que administra, y enfermo que se enjuaga, algo traga)

 

Al perezoso le nace pelo en la palma de la mano.

() Entre los antiguos se usaba esta expresin como frmula de desafio. Habiendo dicho Crasso un embajador de Seleucia: Yo te contestar en tu pais, este embajador le repuso con fuerza: Antes que tu puedas entrar en l, brotar el pelo en la palma de mi mano () (Basts, La sabidura, I, 34; pp. 72-75; en el refrn El perezoso es siempre menesteroso)

 

            Por su mal nacieron alas la hormiga,

            se aplica, aunque fundado en un error de historia natural, un hombre de baja esfera habiendo subido alto lugar y no sabindose gobernar, ni conducir, cay de l afrentsamente. (Basts, La sabidura, I, 34; pp. 72-75; en el refrn El perezoso es siempre menesteroso)

 

            A Dios rogando y con el mazo dando,

del que hemos hablado, se atribuye un batidor de oro, que encontrando sus oficiales tranquilamente rezando, y bajo cuyo pretesto habian suspendido el trabajo de batir el oro con el mazo, les dijo: Ea, amigos, yo no me opongo a que se reze en las horas de trabajo, pero todo puede conciliarse:

            A Dios rogando y con el mazo dando () (Basts, La sabidura, I, 42; pp. 81-82; en el refrn A quien madruga Dios le ayuda.-Aydate y Dios te ayudar)

 

            A quien madruga Dios le ayuda. -Aydate y Dios te ayudar

            () En uno de los paseos que solia dar el Papa Pio VIII por los alrededores de Roma, vi una via del todo abandonada, y llamando al dueo de ella le reconvino amistosamente por su indolencia, y el labrador, despues de escuchar al Padre Santo y prometer cuidarla mejor, le suplic que se dignara bendecirla.

            Lo har con mucho gusto, dijo Su Santidad, pero no te olvides de podarla. (Basts, La sabidura, I, 42; pp. 81-82)

 

            El dinero huele bien salga de donde saliere,

se cree que naci del hecho histrico siguiente:

            Habiendo impuesto el emperador Vespasiano una contribucin sobre las letrinas, contra la opinion de su hijo Tito, cuando le trajeron el primer dinero tom una moneda, y acercndola la nariz al Prncipe le pregunt: Huele acaso mal? lo que dio lugar al proverbio de que nos ocupamos, del cual Juvenal se sirvi para la Sat. 14, v. 204.

            Luci bonus est odor ex re

            Qualibet. (Basts, La sabidura, I, 46; pp. 85-87; en el refrn Quien tiene argen, tiene todo bien)

 

[Desgraciado de l si no es cierto].

() El dinero es un buen servidor, pero mal amo seor, proverbio atribuido al canciller Baion ()

Es menester poder decir del dinero lo que el filsofo Aristipo de una bella cortesana: Yo poseo Laia, sin que ella me posea m.

Un proverbio antiguo aconseja no tocar ni manosear el dinero de otro porque como en l se observa, el mas hombre de bien no aade jams un cuarto la suma existente.

El dinero se hizo redondo para que pudiera correr, segn mxima de los hombres prdigos y generosos.

Pero tambin se hizo plano, aaden con prontitud los avaros y econmicos, para poder ser empaquetado y guardarse.

Cierto personaje que habia mandado en nuestras Amricas en la alta clase de Virey de una de aquellas regiones, estaba en Madrid tiempo habia encausado, cuando un dia pregunt el Rey uno de sus ministros, qu habia dado lugar aquel procedimiento; y habindole dicho que porque se le suponia que habia dilapidado doscientos mil duros durante su mandato, el rey contest: Desgraciado de l si no es cierto. (Basts, La sabidura, I, 46; pp. 85-87; en el refrn Quien tiene argen, tiene todo bien)

 

            Achica compadre y llevars la galga.

            () Dicen que tuvo orgen este refran de un cazador que fue pedir la galga de un amigo para ir matar una liebre, que, l decia, era tan grande como un becerro.

            Si tan grande es la liebre, mi galga no servir, le manifest el dueo de ella.

            Yo te dir, repuso el cazador, materialmente como un cerro no, pero como una cabra, lo menos.

            Tampoco servir la perra, por consiguiente: ACHICA COMPADRE Y LLEVARS LA GALGA; y as sucesivamente fue achicando el volumen de la libre, hasta que qued del tamao de las comunes, y entonces LLEV LA GALGA. (Basts, La sabidura, I, 47, pp. 88-89)

 

            Es un Sicofanta.

            () Cuntase que habiendo servido una vez ricos higos de la Atica en la mesa de Jerxes, este monarca pregunt que de donde eran, y habindole contestado que de Atenas, mand quitarlos de delante jurando no volver comerlos hasta que fuese dueo de las higueras que los producian. (Basts, La sabidura, I, 58; pp. 100-101)

 

            Fianzas pocas y con discrecin.

            () Si quereis saber el valor del dinero, dice otro proverbio, prestadle. Entonces vereis que la plata se paga peso de oro, sin duda por lo que cuesta reembolsarlo. (Basts, La sabidura, I, 60; pp. 102-103)

 

            A quien dan, no escoje.

            He aqu el origen de este refran. Viendo uno que traia en el rostro una tremenda cuchillada que le desfiguraba del todo, y dicindole otro Pero hombre, cmo demonios le han dado V. ese tajo en tan mala parte? Contest el herido: Compadre, quien dan no escoje, y qued en proverbio (Basts, La sabidura, I, 75, pp. 118-119: en el refrn Vale mas dar que recibir)

 

            Escribe antes que des, y recibe antes que escribas.

            () De aqu los italianos tienen un refrn que dice:

            Piensa mucho, habla poco, escribe menos.

            Un clebre Prelado queriendo demostrar la necesidad de tomar precauciones antes de escribir recordaba que: Jesus solo una vez escribi en su vida, y aun esta, aadia el buen prelado, lo hizo sobre el polvo en la arena, fin de que el viento borrase o se llevase la escritura. (Basts, La sabidura, I, 67; pp. 109-110)

es peligros, sin tomar precauciondo coadyuvar al buen a. y esperando las estrenas le habia caido naturalmente en la b

Ua de gato y cara hbito de beato.

() Una supersticion muy comun entre varios pueblos suponia que el hbito de mentir producia unas pequeas manchas en las uas, lo que se llamaba tener las uas floridas, o llenas de mentiras, considerados como otras tantas de ellas.

Esta supersticion existia tambien entre los romanos, y Horacio hace mencion de ella en la Oda 9 del lib. II, en la que habla de la ua sealada de Barina.

Habindose caprichosamente enemistado un trovador provenzal llamado Guillermo de Balaou, con la dama quien l servia, Guillerma de Jauviac, y deseando luego anudar sus interrumpidas relaciones, exigile ella que se cortara la ua del dedo mas larga y se la presentara; porque como era muy hbil tocador de instrumentos de cuerda, y sirvindose precisamente de ella para lucir su habilidad, quiso con esta exigencia cerciorarse de la sinceridad de la reconciliacin de su amante, castigando al mismo tiempo su volubilidad inconstancia; todo lo que se sujet gustoso para conquistar el amor perdido de su dama. (Basts, La sabidura, I, 87; pp. 130-131)

 

            Zapatero tu zapato.

            Refrn con el que advertimos que cada uno se est en los lmites de su profesin, que no hable sino de lo que entienda.

            He aqu su origen:

            Deseando el clebre pintor griego Apeles, hijo de Pitio, natural segn unos de Cos Colofonia, y segn otros de Efeso, perfeccionare mas y mas en su arte, acostumbraba exponer al pblico sus pinturas, y escondido detrs, escuchaba para aprovecharse, las crticas que de ellas se hacian.

            Un dia manifestando un zapatero que faltaba algun requisito la sandalia de uno de los personajes del cuadro, se aprovech de aquella observacin Apeles, y al dia siguiente present ya su cuadro con la enmienda indicada.

            Mas el zapatero, envanecido por el resultado de su observacin, quiso pasar criticar otras partes del cuadro que nada tenian que ver con su oficio; cuando saliendo de pronto Apeles le dijo:

           Ne sutor ultra crepidam:

           Zapatero tu zapato;

que ha pasado proverbio, para indicar que cada uno debe atenerse hablar de su arte, sin entrometerse, ni ascender cosas agenas superiores del suyo.

            Dedicbase Apeles con todo esmero su noble profesion, que no dejaba pasar dia sin pintar, lo que dio lugar al otro proverbio:

           Nulla dies sine lnea.

            Merced tanta aplicacin, hizo progresos extraordinarios en su arte, y lleg superar luego Pamfilo su maestro, y todos los dems pintores griegos.

            Alejandro tenia tan alta idea de la habilidad de Apeles, que segn el testimonio de Plinio, no quiso ser pintado retratado por ningun otro pintor.

            Luis XV dio un dia al pintor Latour, que estaba haciendo su retrato, una leccion tan oportuna como fuerte y en un sentido anlogo al del primer proverbio.

            Ocupndose el artista del retrato del Rey, sostenia con el monarca una conversacion familiar sobre poltica que el rey tenia la bondad de permitirle, pero naturalmente indiscreto el pintor lleg su temeridad al estremo de esclamar: Pero seor, en ltimo resultado no tenemos marina; y el monarca por toda contestacin le dijo: y Vernet?

            Aludiendo los paisajes martimos marinas ejecutadas por el clebre pintor Vernet.

            Bien sabido es tambien el consejo que daba Voltaire su peluquero que habia compuesto una tragedia y se la dedic.

            Maestro Andrs, le deca, haced peluca; nada mas que peluca. (Basts, La sabidura, I, 91; pp. 134-135)

 

            Estar bajo la espada de Damocles.

            Cuando una persona est amenazada de un peligro inminente, suele decirse que est bajo la espada de Damocles. H aqu el origen de esta locucin.

            Damocles era uno de los cortesanos aduladores de Dionisio de Siracusa, llamado el Tirano. En todas ocasiones celebraba sus riquezas, su magnificencia y sobre todo su felicidad. Dionisio le invit cierto dia un esplndido convite, en el que fue obsequiado y servido como un prncipe. Mas lo mejor de la fiesta levanta los ojos Damocles, y ve con asombro que sobre su cabeza colgaba del techo una espada desnuda, solo sostenida por una cerda de caballo. Horrorizado del peligro en que se encontraba, pidi permiso para retirarse, mas no lo hizo sin conocer por medio de aquella ingeniosa alegoria, que la existencia de un tirano no era tan feliz como l un dia habia creido (). (Basts, La sabidura, I, 93; pp. 136-137)

 

            Gato con botas no coje ratones.

            Hemos oido asegurar que cierto general de marina (Q.E.P.D.) siempre que veia sus oficiales luciendo ajustados guantes, les encajaba esta especie de proverbio, cuyo orgen desconocemos, bien que su significado no necesita esplicaciones ()

            Haber perdido sus guantes ()

            El historiador ingls Cambden -1559- dice que la reina Elisabet de Inglaterra prendada de Roberto de Evreux conde de Essex, le regal uno de sus guantes para que le llevara en su sombrero; favor que no dispens ningun otro de los muchos prncipes que por ella suspiraban, todos los cuales no impidieron que reinara y muriera vrgen como espresa el epitafio latino que ella mand poner sobre su tumba:

            Hic sita est Elisabeth quae virgo regavit, virgo obiit (...). (Basts, La sabidura, I, 98; pp. 139-140)

 

            Acabara como el rosario de la Aurora.

            Modismo del cual nos servimos en lenguaje familiar para expresar que una cosa acabar mal.

            Y es con alusion cierto choque que hubo entre los que acompaaban al rosario que en muchos pueblos, particularmente de Andaluca, se canta y anda por las calles los domingos al asomar la aurora. Y en tanto se cree que concluy mal aquella querella, que el refran termina con decir que Acab a farolazos.

            Otros dicen:

            Acabar como el rosario de Espera,

pueblo de Andaluca en la provincia de Cdiz, dicesis de Sevilla, en donde suponen pas la vidriosa escena de los farolazos. (Basts, La sabidura, I, 101; p. 146)

 

            El ojo del amo engorda el caballo.

            () Plutarco cita el proverbio: El ojo del amo engorda al caballo en el Cap. 27, del tratado acerca: Como deben alimentarse los nios, y supone que fue la contestacion que dio un palafrenero quien le preguntaron, que era lo que engordaba mas un caballo. (Basts, La sabidura, I, 111; p. 154)

 

            No es pobre el que tiene poco, sino el que desea mucho.

            () Es una gran dicha, decia uno un filsofo, tener lo que se desea. Y este le replic: Mayor es la dicha todava no desear mas de lo que se tiene. () (Basts, La sabidura, I, 114; p. 157)

 

            Artero, artero, mas non buen caballero.

            Tuvo su orgen este refran de las palabras que dijo el conde Don Manrique de Lara al tiempo de morir de las heridas que recibi de Ferran Ruiz de Castro en la batalla de Huete. Aludia la astucia de que habia usado su contrario, poniendo sus armas un escudero, quien mat el conde en la batalla, creyendo que era Ferran Ruiz de Castro; y como este qued vivo, y el conde desprevenido, dio Ferran Ruiz sobre l cuando mas descuidado estaba y le hiri de muerte, y al morir dijo:

            Artero, artero, mas non buen caballero. (Basts, La sabidura, I, 118; pp. 160-161)

 

            Es la corte pesan vaca?

            Modismo que se usa y aplica preguntando cuando se junta en un punto mucha gente, sin gran motivo fundamento.

            Tuvo su orgen de las aldeas, en donde cuando matan un buey, que como es cosa que raras veces acontece, todos acuden comprar carne y se junta mucha gente con motivo de pesar vender vaca, como dice el modismo. (Basts, La sabidura, I, 123; p. 165)

 

            Hombre de calzas atacadas.

            () Ambrosio de Salazar, citado por Pellicer, habla de uno quien, estando en visita con las calzas henchidas de salvado, se le vaciaron por un agujero que hizo un clavo de la silla, con mucha risa de los circunstantes () (Basts, La sabidura, I, 137; pp. 178-180)

 

            Mientras bebo no me doy.

            Es decir interin me ocupo entretengo con la bebida con otra cosa, dejo de azotarme de trabajar.

            Esta especie de proverbio, que es muy comn entre los holgazanes, se lee en la ingeniosa comedia del festivo poeta dramtico D. Agustn Moreto titulado: El lego del Crmen.

            Criticando sin duda con mucha razn y motivo, los abusos que en su tiempo se habian introducido y se cometian entre los voluntarios disciplinantes de Semana Santa dice.

                         Un hombre se iba azotando,

                       Por la calle iba corriendo,

                       Y en cuanta taberna hallaba

                       Hacia estacion y estaba

                       Un cuarto de hora bebiendo.

                       Djole uno, mirad que hoy

                       Beber tanto es desvaro,

                       Y l respondio: —Seor mio,

                       MIENTRAS BEBO NO ME DOY.

            (Basts, La sabidura, I, 138; p. 180)

           

            Pasar de Zapatillas a Chapines.

            () Con motivo de haber usado las mujeres un calzado tan alto se cuenta la siguiente patraa: A fin de evitar que las mujeres anduviesen mucho tiempo y fuesen callejeras, dicen que se las persuadi que usasen los chapines, con los cuales adquiririan mayor talla y se igualarian los hombres, lo que pronto se convinieron, pero que estos se los hicieron de palo y muy pesados para que andaran (sic) con dificultad. Mas que ellas lo eludieron hacindolos ahuecar primero y luego mandndolos fabricar de una materia ligera como el corcho, que no les impedia andar con soltura y gallardia, burlando de esta manera la intencion de los hombres. () (Basts, La sabidura, I, 144; pp. 185-186)

 

            Mas vale ser cabeza de Raton que cola de Leon.

            Es preferible ser uno dueo de su casa el primero de una corporacion por humilde reducida que sea, que el ltimo de otra agena por brillo que tenga.

            Parece que tom orgen este proverbio, despues de la razon natural en que se apoya, de una ancdota que cuenta Julio Csar.

            Dirigindose este caudillo Espaa, de cuyas legiones acababa de ser nombrado Cuestor, al pasar por los Alpes y ver sobre el camino un pueblo infelicsimo, algunos de los generales de su comitiva dijeron que no era posible que en aquel villoro hubiese objeto, ni materia para la ambicin. A lo que Csar les contest en tono muy formal: Yo preferiria sin embargo ser el primero en ese pueblo, que el segundo de Roma () (Basts, La sabidura, I, 145; pp. 186-187)

 

            Quien ha buen vecino, ha buen matino.

            () Plutarco en la vida de Temstocles refiere que teniendo que vender este cierta posesion, advirti al pregonero, que proclamara hiciera conocer los compradores que tenia muy buenos vecinos () (Basts, La sabidura, I, 146; pp. 187-188)

 

            Amicus Plato, sed magis amica veritas.

            () Instado Pericles por un amigo para que jurra en falso su favor, contestle que como amigo le serviria en todo cuanto pudiese; pero que la amistad no debia exceder tampoco los lmites de la obligacin sagrada que nos impone el deber y la religin. Esto es, que contra con l y con su amistad en un todo, usque ad aras, hasta el ara el altar, pero respetando sin mancillar este la religin.

            Cuntase que Francisco I de Francia instado en 1534, por Enrique VIII de Inglaterra para que se separara de la Iglesia romana, como l acababa de hacer, le contest: Je suis votre ami, mais jusqu aux autels. (Basts, La sabidura, I, 148; pp. 189-190) este cierta poseis el segundo de Roma (... villorsobre el camino un pueblo infelicmaner

 

            Todo se andar.

            Es decir nada quedar por ver, nada se olvidar, ni omitir, todo se recorrer, etc.

            Dicen que tuvo su origen esta locucin de un azotado, que dndole el verdugo siempre sobre una misma espalda se lo indic por el dao que le hacia, y que el ministro de justicia vapuleando le contest: No tengas cuidado hermano, que,

           TODO SE ANDAR.

(Basts, La sabidura, I, 151; p. 191)

 

            Estar entre Scila y Caribdis.

            () El padre Kirquer dice que un buzo muy hbil de la ciudad de Catania en Sicilia, llamado Pesce Col Pez Nicolao, se zambull en Caribdis para satisfacer la curiosidad de Federico rey de Npoles, de donde sali los tres cuartos de hora llevando en la mano una copa de oro que el rey habia mandado arrojar al abismo. Federico, no contento con esta peligrosa prueba y con las noticias que le dio Nicolao del interior de aquel antro, le inst que se sumergiese otra vez, y animado de sus ofrecimientos se arroj de nuevo, pero fue para no volver salir jams de aquel abismo. (Basts, La sabidura, I, 156; pp. 195-197)

 

            Como la juda de Zaragoza, que ceg llorando duelos agenos.

            Esta juda de Zaragoza seria una de aquellas mujeres que con los nombres de endechaderas plaideras, se alquilaban para seguir llorando detrs de los entierros.

            De aqu es que hay otro refrn que se lee ya en la coleccin del Comendador griego que dice:

 

 Tu no mi hermano,

tu no mi primo,

llrote por medio

celemin de trigo.

 

            Se hace mencion de estas lloronas de oficio, desde la mas remota antigedad. () (Basts, La sabidura, I, 160; pp. 199-201)

 

            Disputa sobre la punta de un alfiler, de una espada.

            Lo mismo que ocupase con calor inters de una cosa insignificante, que no vale la pena.

            Los griegos tenian un proverbio parecido:

            Disputar acerca la sombra de un asno.

            Este proverbio se fundaba sobre una historia que Demstenes cont unos jueces que no le escuchaban mientras estaba defendiendo la vida de un ateniense; y con cuyo ardid consigui llamar la atencin de los magistrados.

            Un joven, les dijo, haba alquilado un asno para ir de Atenas Megara. Cerca del medioda, el sol abrasaba, sin encontrarse una insignificante sombra donde guarecerse. Qu hace el viajero? Se apea de su asno, se sienta en el suelo, y encuentra un alivio su sombra.

            El dueo de la cabalgadura que le acompaaba decia, que aquel sitio no le pertenecia, y lo probaba esponiendo que si bien habia alquilado el asno, pero no la sombra.

            El joven se empeaba en que habiendo alquilado el asno, se entendia que habia alquilado tambien su sombra, y que por consiguiente podia y queria disfrutar de ella. La disputa fue tomando creces, de las palabras pasaron las obras y como con estos dos modos de argumentacion nada adelantaron, convinieron en que el negocio se llevase los tribunales

            Aqu llegaba Demstenes, cuando habiendo conseguido llamar la atencion de los jueces que se mostraron ansiosos de saber el resultado de este ridculo litigio, suspendi la narracion del fingido aplogo, y apostrofando los jueces les hizo conocer cuan mal obraban fijando toda su atencion en la disputa de la sombra del asno, mientras desoian la grave cuestion de la vida de un hombre que l defendia.

            Los latinos tenian tambien su respectivo proverbio y decian: Rixari de lana caprina, tomado de dos imbciles que promovieron una acalorada disputa para determinar si el carnero llevaba lana o pelo. Espresion que se lee en el siguiente verso de Horacio.

            Alter rixatur de lana caprina.

             Los alemanes llaman estas cuestiones: disputar acerca la barba del emperador, es decir, del color de la barba, y esto fue de resultas de unos lances que ocurrieron en tiempo del emperador Federico Barbarroja acerca de si su barba era roja rubia. (Basts, La sabidura, I, 167; pp. 205-206) su sombra.

jero? Se apea de su asno, se sienta en el suelo, y encuentra un alivio se; y con cuyo ardid consigui

 

            El secreto de Anchuelos.

            () San Cirilo en sus aplogos morales encargaba hablando del secreto que se confiara: O uno, ninguno.

            Preguntado Ganganelli –Clemente XIV– si tenia confianza en sus secretarios, contest: —Mucho confio en su discrecin, aunque son tres –y ense los tres dedos de su mano derecha con los cuales se toma la pluma; es decir que las cosas de importancia no se valia de nadie sino de s mismo. (Basts, La sabidura, I, 168; p. 207)

 

La familiaridad engendra desprecio.

() Cuando uno se familiariza mucho con sus inferiores, deja de ser tratado con el respeto que le es debido.

() Parece como si los dos hubisemos comido en un mismo plato.

Una vida de Santa Elisabet, reina de Ungria, celebrando la caridad de esta Santa por los pobres, dice, que los hacia comer en su mismo plato.

Este uso bueno malo, aade el mismo Legrand dAussy, se conserv por mucho tiempo en Francia, y ha subsistido en parte en aquella crte hasta el tiempo de Luis XIV.

El rey, dice la condesa de Montpensier en sus Memorias tomo IV, no metia mano en un plato, sin pedir antes permiso al que en l comia, y mandaba que se siguiera comiendo con l. Como yo estaba acostumbrada, continua la duquesa, mirar al rey con gran respeto, me sorprendia esta familiaridad, y estuve mucho tiempo sin poder acomodarme ella, hasta que ltimamente viendo que los otros lo practicaban, y que la reina misma me dijo un dia que el rey no era amigo de cumplimientos, y que deseaba se comiera tambien en su plato, me determin hacerlo. (Basts, La sabidura, I, 172; pp. 209-211)

 

            Volver las ollas de Egipto.

            () Es tomado este refrn del captulo XVI del Exodo, libro escrito por Moiss, y que contiene la salida de los hijos de Israel de Egipto.

            Murmurando en el desierto los israelitas por las privaciones que tenian que sufrir despus de haber salido de Egipto, dijeron Moiss y Aaron sus caudillos: Ojal hubiramos muerto manos del Seor en Egipto, cuando estbamos sentados junto las calderas olla llenas de carne y comamos pan cuando queramos. () (Basts, La sabidura, I, 175; p. 212)

 

            El hbito no hace al monje.

            () Por la catadura se conoce al hombre.

            () San Ambrosio dice que: El rostro es un tcito intrprete del corazon: y lo mismo sucede con la manera de vestir, de andar, de reir, etc.

            Es notable el hecho del mismo Santo, que rehus admitir en el clero un jven, solo por haberle notado un gesto poco decente, y otro por su manera chocante de andar: y el desastrado fin de ambos, prob que no se habia equivocado. (Basts, La sabidura, I, 178; pp. 214-218)

 

            El nmero de los tontos abunda mucho

            Fndase sin duda en lo que dice San Jernimo en uno de los comentarios Isaas.

            Nullus tam imperitus scriptor est, qui lectores non inventa similem sui. Por imbcil que sea un autor, siempre encuentra un lector que se le parece.

            ... Boileau termina el primer canto de su Arte potica diciendo: Un tonto encuentra siempre otro tonto mayor que le admira

            El mariscal de Grammot no podia comprender que Dios amase los tontos

            Un tonto, segn Franklin, tiene siempre bastante talento para ser malvado. (Basts, La sabidura, I, 180; pp. 218-220) [Ciertamente, el presente refrn no est glosado con ninguna ancdota o cuentecillo, mas es un ejemplo de mximas o pensamientos que solan incluirse en la poca en los libros miscelneos concebidos para divertir. Valga como ejemplo. Entre los cuentos de Rafael Boira, se incluan pensamientos, uno de ellos manifestaba: Deca un filsofo:

            —Dios ama todas sus criaturas, pero cuesta trabajo el convencerse de que ame los necios. (El libro de los cuentos, Madrid, 1862, I, pp. 142-143)]

 

            Nudo gordiano.

            Lo mismo que dificultad indisoluble, negocio cuestion imposible dificilsima de resolver. He aqu el orgen histrico y etimolgico del Nudo Gordiano.

            Combatidos entre s los frigios por los partidos que dilaceraban su patria, consultaron al Orculo para saber el modo como dar cabo aquellos males; y la contestacin fue, que las desgracias no cesarian mientras no eligiesen un rey.

            Preguntaron de nuevo quien habian de elegir; y el Orculo contest, que al primero que encontrasen que se dirigiese al templo de Jpiter montado en un carro.

            Apenas salieron del templo, cuando encontraron un labriego llamado Gordius que habiendo madrugado iba al templo con su carreta y sus bueyes encomendarse Jpiter, antes de empezar su tarea, y en el instante le proclamaron rey; y Gordius, en memoria de este suceso, consagr a Jpiter el carro en que iba montado.

            El nudo con que estaba atado el yugo la lanza, estaba hecho con tal artificio, que no podia descubrirse ninguno de los dos cabos, y este es el clebre nudo conocido en la antigedad con el nombre de Nudo gordiano.

            Se cuenta que mas adelante el Orculo declar que aquel que lo desatase, tendria el imperio del Asia. Y cuando Alejandro en su expedicin contra Daro pas por la ciudad del Gordium, antigua residencia del rey Midas, hijo de Gordiano, quiso ver el carro clebre por el nudo, creyendo que se reservaba para l la promesa del Orculo. Examinle detenidamente, y despus de haber intentado en vano desatarlo, como los dems que anteriormente lo habian tanteado, temiendo que sus soldados sacasen de esto algun mal agero, no importa, dijo, si no le desato, le cortar: tanto monta cortarlo como desatarlo, todo es deshacerlo, y tirando de su espada le cort por el medio, con lo que se eludi cumpli en parte el Orculo; oraculi sortem, vel elusit vel implevit, que dice Quinto Curcio.

            De aqu tomaron los reyes de Espaa la empresa acuada en almoneda con un yugo cortadas las coyundas y la letra: tanto monta. (Basts, La sabidura, I, 184; pp. 222-223)

 

            Hombre ambidiestro.

            () En un aplogo linda fbula del Seor Prncipe, titulada La mano derecha y la izquierda, se demuestra porque no todos somos ambidiestros, es decir porque no podemos servirnos de la mano izquierda como de la derecha. Con motivo pregunta esta aquella.

 

 Dirasme por Belzeb

En qu demonios consista

En que, siendo yo tan lista

Seas torpe siempre t?

  —Mi aptitud, dijo la Izquierda

Siempre la tuya ha igualada;

Pero a ti te han educado,

Y m me han criado lerda.

  De qu me sirve tener

Aptitud para mi oficio,

Si no tengo el ejercicio

Que la hace desenvolver?

  La Izquierda tuvo razn,

Porque, lectores, no es cuento:

De qu os servir el talento,

Si os falta la educacin?

(Basts, La sabidura, I, 186; pp. 224-225 [La fbula inicia el libro de Fbulas de Agustn Prncipe I, 1])

 

            Hable Burgos, que Toledo har lo que yo le mande.

            (...) Est tomado este modismo de lo que pas en unas Cortes tenidas en Alcal de Henares el ao de 1349, convocadas por el rey D. Alonso el XI.

            Entre los procuradores cortes de Toledo y Burgos hubo gran competencia acerca cual ocuparia el primer lugar, y cual de ellos hablaria primero, alegando cada parte los derechos y las razones en que creia apoyar su pretensin. Pero el rey cort oportunamente la polmica diciendo: Yo hablo por Toledo, y Toledo har lo que yo le mandare: hable Burgos.

            De esta manera se apacigu la contienda, disponiendo que Burgos que estaba en posesion del mejor asiento, como dice Florez, tuviese el primer asiento y el primer voto, y que Toledo se le diese un asiento apartado de los dems, en frente del rey, y que fuese nombrado primero por el rey la forma dicha: Yo hablo por Toledo. (Basts, La sabidura, I, 218; p. 257)

 

            Cuantos mas moros mas ganancia.

            Esta espresion que aplicamos cuando son muchas las dificultades que tenemos que vencer, numerosos los enemigos que combatir, en cuyo caso debe ser mayor el botin despojos que dejare el enemigo vencido, est tomada de la historia del Cid Ruiz Diaz del Vivar.

            Cuntase en ella que despus que se hubo apoderado de Valencia, fue Miramamolin, caudillo moro, con un poderoso ejrcito quitrsela, y que al ver el del Vivar aterradas su esposa doa Jimena y sus hijas, circunvalados como estaban por tanta morisma, las dijo para animarlas:

           No temays, doa Jimena

Y fijas, que tanto amo.

           Mientras que yo fuere vivo,

De nada tengais cuidado,

Que estos moros que aqu vedes

Vencidos habrn quedado.

           Y con el su gran aver,

Fijas os habr casado,

Que cuantos mas son los moros

Mas ganancia habrn dejado.

(Basts, La sabidura, I, 222; p. 260)

 

            Leoncitos mi? mi leoncitos?

            () Es alusin la aventura de los leones que se lee en el captulo XVIII, de la Segunda parte de D. Quijote de Cervantes. (Basts, La sabidura, I, 223; pp. 260-261)

 

            Si buenos azotes me daban, bien caballero me iba: etc.

            Y propsito de este comienzo de carta [que Sancho escribi a su mujer Teresa Panza, antes de ir a tomar posesin de la nsula], observaremos que tambien ha pasado proverbio, opinando Clemencin que seria tomado de algun azotado que refiriendo despues con descaro y petulancia el vapuleo azotaina que sufri, por el estilo de los romances germanescos de Quevedo y Gngora, espondria que si bien es verdad recibia buenos azotes, en cambio en compensacion iba bien montado en el borrico en el que lo paseaban y llevaban la vergenza () (Basts, La sabidura, I, 224; pp. 261-262, en el refrn: Pon lo tuyo en consejo, y unos dirn que es blanco y otros que es negro)

 

            Haz lo que bien digo, y no lo que mal hago

            () Este proverbio que se supone fue la respuesta de un predicador al cual se le reconvenia por observar una conducta que estaba en contradiccion con su doctrina, tiene tal vez su origen y su esplicacion en el pasage siguiente del Evangelio de S. Mateo () Cap. XXIII, v. 3. () (Basts, La sabidura, I, 226; pp. 263-264)

 

            Ruin con ruin, que as Casan en Dueas.

            () Suponen que tuvo su origen de cuando en Dueas, villa de Castilla la Vieja, cas de segundas nupcias el rey D. Fernando V el Catlico, con la reina Doa Germana, nieta de su hermana Doa Leonor, que fu reina de Navarra, el lnes 18 de marzo, dia de San Miguel del ao 1506. (Basts, La sabidura, I, 244; p. 284)

 

            Pega, pero escucha.

            Clebre contestacion de Temistocles, que solemos veces dar familiarmente al hombre tenaz y testarudo, que sin querer escuchar razones se opone abiertamente lo que proponemos.

            Cuando Jerges rey de Persia se dirigi contra Atenas acordse que los Lacedemonios Espartanos irian defender el paso desfiladero de las Termpilas, y que los Atenienses pasarian ocupar el estrecho de Artemisa.

            Promovise una disputa entre los Lacedemonios y Atenienses acerca quien debia encargarse del mando en jefe de la escuadra naval, y aunque Temistocles tenia un derecho incontestable este honor, fue de los primeros que aconsejaron los Atenienses que por estas cuestiones no comprometieran en manera alguna la salvacion de la Grecia, y de resultas fue nombrado generalsimo Euribades que lo era de Esparta.

            Mas luego espantado este al ver la inmensa escuadra de Jerges quiso evitar el combate y retirarse hcia el istmo en donde estaba reunido el ejrcito de tierra de los Peloponesos, los que Temstocles se opuso.

            Sabes, Temistocles, le dijo Euribades, que en los juegos pblicos se castigaba aquellos que se levantan antes de dada la rden para hacerlo?

            Es muy cierto, contest Temistocles, pero as tampoco jams son coronados los que quedan detrs.

            Euribades irritado en un momento de arrebato, levant su baston para pegarle, pero Temistocles por toda contestacion le dijo:

            Pega, pero escucha.

            Este rasgo de moderacion y de grandeza de nimo al mismo tiempo, desarm Euribades; baj el baston, escuch Temistocles y sigui dcilmente el parecer del general ateniense. (Basts, La sabidura, I, 251; pp. 289-290)

 

            En invierno no hay amigo como una capa.

            Atribyese Scrates el orgen de este modismo comun, cuya esplicacion lleva en s.

            Cuntase que durante un riguroso invierno y rodeado de un gran nmero de amigos, ninguno lleg a notar que este ilustre filsofo carecia de capa para abrigarse.

            Trascurrida la estacion del frio y oyendo que otro sabio amigo suyo celebraba la dulzura de su carcter y su profundo saber ilustracion, y queriendo atribuir estas bellas cualidades el verse rodeado constantemente de amigos: Scrates con cierta risa irnica y amarga al mismo tiempo contest: Tal vez ser as: pero no dudeis que en invierno no hay amigo como una buena capa.

            Dicen que despues que Scrates hubo construido su casa le hicieron observar que era muy pequea. –Ah! contest, quieran los dioses que un dia se llene de amigos! (Basts, La sabidura, I, 258; pp. 295-296)

 

Un galimatas: Una gerigonza.

() El P. Terreros hablando del orgen del nombre galimatas dice lo siguiente: M. Huet cree que qued de un pleito en que se disputaba un gallo de un hombre llamado Matas; y como los alegatos se ponian entonces en latin, y el defensor se embrollase fuerza de repetir Gallus et Mathias, y en lugar de decir Callus Mathiae, decia Galli Mathias, de aqu qued Gallimatias. () (Basts, La sabidura, I, 259; pp. 296-297)

 

            Desde el huevo la manzana.

            () Refran de orgen latino generalizado en Espaa y que se aplica al hombre pesado () A la manera de aquel pesadsimo escritor que queriendo contar referir la destruccion de Troya empez por el huevo de donde se supone habia salido Elena, y prosigui hasta la manzana de la discordia que Pris juzg debia conferir a Venus. () (Basts, La sabidura, I, 260; p. 297)

 

            La costumbre hace el vicio.

            () Antiguamente se decia: La costumbre es el puente del diablo ()

            Los antiguos para espresar bien la fuerza de la costumbre decian: Taurum tollet qui vitulum sustulerit. Llevar un toro el que se haya acostumbrado llevar un becerro.

            Se funda este principio en el hecho que refiere Quintiliano: Milon, dice, habindose acostumbrado llevar todos los dias un becerro sobre sus espaldas, se encontr con el tiempo que llevaba un toro. (Basts, La sabidura, I, 261; pp. 298-299)

 

De noche todos los gatos son pardos.

() Los griegos tenian un proverbio que en latin decia: Sublata lucerna, nihil discriminis inter mulieres.

Apagada la luz todas las mujeres son iguales, no se diferencias entre s.

Plutarco refiere en su tratado De los preceptos del matrimonio, que una hermosa y casta matrona cit este proverbio Philipo rey de Macedonia para disuadirle que cesara en las pretensiones amorosas con que la perseguia.

Recurdase cierta ancdota que se refiere de un rey de Aragon que tom su esposa por otra dama de la que estaba locamente enamorado. (Basts, La sabidura, I, 262; p. 299)

 

            Las paredes oyen.

            () Este proverbio corresponde al de los latinos Staterii paries: la pared el muro de Estaterio. Se refiere que Staterio fue castigado de muerte porque personas que estaban ocultas detrs de un delgado tabique, oyeron y declararon que intentaba sublevar el estado. (Basts, La sabidura, I, 288; p. 309)

 

Quien bien est que no se mueva.

() Un epitafio que se lee sobre el sepulcro de un italiano dominado por la hipocondra dice:

Stavo bene, ma per star meglior, sto qui.

Estaba bien, pero deseando estar mejor, estoy aqu: en la tumba. () (Basts, La sabidura, II, 2; pp. 36-37)

 

Vender humos.

Es lo mismo que vender proteccion y favor, por ser las mas de las veces mentira y humo los ofrecimientos.

Ejemplar fue el castigo que tom el emperador Alejandro Severo, y que refiere en su vida Elio Lampridio, contra un charlatan llamado Vetronio Turino, que se decia amigo del emperador y sacaba dinero los incautos, hacindoles creer que con su recomendacin obtendrian lo que solicitaban. Descubiertas sus trampas y probado plenamente el delito, mand ponerle atado con una cadena en un palo y encender al pi fuego con leas verdes, con cuyo humo se ahogase antes que el fuego le consumiese, y mientras tanto el pregonero voz en grito anunciaba.

            Fumo periit, qui fumus vendidit.

            Muere con humo, quien humos vendia. () (Basts, La sabidura, II, 3; pp. 37-39, en la expresin Tener muchos humos)

 

Como la lanza de Aquiles, que hiere y cura.

() El origen histrico de este modismo es el siguiente: Marchando Telefo, hijo de Hrcules y de Auget, contra los griegos que iban sitiar Troya, y habiendo sido herido por Aquiles, el Orculo le aconsej hacer alianza con este prncipe y seguir el sistema curativo los remedios que le aconsejare propinare el sabio Chiron. Este mdico-farmacutico, pues, le cur ponindole el occido de hierro de la misma lanza con la cual habia sido herido Telefo.

Por esta razon y para recordar mejor este hecho, se dice veces en lugar de: Es como la lanza de Aquiles; es como la lanza de Telefo.

Tenemos otro refrn que dice:

Con lo que Sancho sana, Domingo adolece,

para espresar que no puede aplicarse todos una misma cosa. (Basts, La sabidura, II, 4; p. 40)quellas mujeres que con los nombres de je le dio

 

En tiempo del rey Wamba.

() All en tiempo del rey que rabi por gachas, del rey Perico, personages imaginarios () (Basts, La sabidura, II, 5; pp. 40-41)

 

            Para los desdichados se hizo la horca.

            () Cuntase con relacin la horca, que pasando Carlos V un dia por delante de uno de estos patbulos, se quit el sombrero saludndole muy respetuosamente, y se aade que lo hizo porque dicho monarca, como otros hombres filosficos y pensadores, consideraban el cadalso como una de las bases de la civilizacion. ()

H aqu una ancdota que se refiere como verdadera, y que hasta cierto punto lo justifica.

            Un nufrago abord una costa desconocida y escarpada. El gran peligro que acababa de correr tenia todava exaltada su imaginacion. Cree que est pisando una tierra salvaje, inhospitalaria, y no v en su temor mas que hordas de antropfagos prontos devorarle. Deslzase entre las rocas y los rboles, precipitando suspendiendo el paso y figurndose oir su sentencia de muerte al menor ruido. Llega por fin un sitio en donde descubre trazas humanas. A su vista retrocede espantado, pero, dicha inesperada! Al volverse, descubre no lejos de s una horca

Desde aquel instante la calma vuelve su corazon. Alza los ojos al cielo y esclama: Bendito seais, Dios mio, porque me habeis traido un pas civilizado. (Basts, La sabidura, II, 7; pp. 44-47)

 

Cuando algun insensato entre los antiguos habia resuelto ahorcarse, vemos que preferian hacerlo de una higuera. La historia de Grecia nos dice que habiendo determinado el filsofo Ateniense Timon arrancar una higuera que le incomodaba en su jardin, y de la que varios se habian ya ahorcado, hizo anunciar son de trompeta que si alguno deseaba ahorcarse de ella se diese prisa hacerlo, en razn que pensaba cortarla cuanto antes. (En nota a pie de pgina 46)

 

            Libertad soltura no es por oro comprada.

            Sentencia que tradujo de las fbulas llamadas Espicas el Arcipreste de Hita Juan Ruiz, poeta castellano principios del siglo XIV, en la fbula de las Ranas pidiendo Rey.

            El original dice:

            Non bene toto libertas venditur auro:

            Hoc coelis bonum praeterit orbis opes.

(Basts, La sabidura, II, 8; pp. 47-48)

 

            Un rey ignorante es un asno coronado.

            () Se refiere un hecho que se lee en las antiguas crnicas francesas.

            Estando Luis de Ultramar en Tours, fue oir misa la iglesia de San Martin con muchos seores de su comitiva. Algunos de ellos, habiendo reconocido en el coro Fulco II, llamado el Bueno, conde de Anjou, bajo los hbitos canonicales, lo hicieron notar al rey con una afectacion burlona, y el rey, en lugar de reprimir aquellas bufonadas, se ech tambien reir como ellos.

Irritado Fulco de semejante insulto, al salir del Oficio, escribi al rey la siguiente carta fuerte y lacnica:

Al rey de Francia, el Conde de Anjou, salud.

Tened entendido, Seor, que un rey sin instruccin es un asno coronado.

Tiene razon, dijo el monarca al leer aquellas palabras, la ciencia es todava mas til los soberanos que sus sbditos. () (Basts, La sabidura, II, 11; pp. 50-52, bajo el refrn: Mas sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena)

 

Todos los hombres son iguales; la virtud sola, no la fortuna, debe diferenciarlos entre s.

() Los doctores hebreos refieren el siguiente aplogo. — Por qu, preguntan, Dios no form en la primera creacion mas que un hombre, Adan?

Porque, contestan, andando el tiempo no pudiesen decir un hombre otro: Yo soy de raza mas noble distinguida que la tuya. () (Basts, La sabidura, II, 17; pp. 58-61, en el refrn: Solo la virtud es la verdadera nobleza)

 

Virtudes vencen seales.

Antiguo proverbio espaol que indica que con el buen proceder se desmienten y destruyen los indicios y las inclinaciones naturales que pudieran tenerse al vicio la maldad.

Creen algunos que tuvo su orgen este proverbio de Scrates, que sin embargo de verse en l todos los indicios de una propension y tendencia al vicio, como se lo vaticin en su juventud un fisionomista y l mismo lo confes despues a sus discpulos, supo dominarse si mismo, contrariar sus bastardas pasiones y marchar constantemente por la senda del honor y de la virtud. (Basts, La sabidura, II, 17; pp. 58-61, en el refrn: Solo la virtud es la verdadera nobleza)

 

Muerto yo, arda el mundo.

Habiendo Neron oido citar este proverbio por uno de sus cortesanos, esclam: Yo quiero mas bien que el incendio tenga lugar viviendo yo, y consecuente con este propsito mand pegar fuego Roma. () (Basts, La sabidura, II, 19; pp. 62-64, en el refrn: All dars rayo all vayas rayo en casa de Tamayo)

 

            Cada uno lleva su cruz en este mundo.

            () San Marcos, Cap. VIII, v. 34, y S. Lucas en el Cap. IX, v. 23, viene decir lo mismo.

            Habia un hombre de buena estatura, casado con una mujer muy baja, y siempre que tenia que asegurar una cosa delante de ella, ponia la mano sobre su cabeza y decia: Por esta cruz que Dios me ha dado, juro tal cosa. () (Basts, La sabidura, II, 23; pp. 67-67, en el refrn: Cada cual tiene su Alguacil)

 

            Sacarse un ojo por sacar otro dos.

            Este proverbio, que es suficiente para juzgar de la ndole humana, es antiqusimo. Dicen que tuvo su orgen de una leyenda que suponen del tiempo de San Martin, titulada El codicioso y el envidioso.

            Un hombre codicioso y otro envidioso viajaban juntos y encontraron San Martin, quien despues de haber andado algun tiempo con ellos se dio conocer dicindoles en el momento mismo de dejarles.

            Quiero haceros felices. Uno de vosotros que pida todo lo que desee y se lo conceder; al mismo tiempo que dar el doble de lo concedido al otro que nada habr pedido.

            H aqu, pues, nuestros dos compadres muy contentos, pero al mismo tiempo muy embarazados, porque cada uno de ellos aspiraba la parte mas ventajosa que el santo se reservaba dar al que dejase de pedir.

            En esta situacion se exhortaban mtuamente pedir cuanto pudieran apetecer, pero ninguno queria usar de este derecho el primero, por envidia de que el compaero gozaria de dobles derechos y satisfacciones. Todas las razones, todos los ardides de que se valian para determinar al compaero que hiciera su demanda, no podian determinarlos verificarlo, cuando el codicioso, en un arrebato de furor se abalanza al envidioso, y cogindole por la garganta amenaza estrangularle si no se determina hablar el primero.

            En esta apurada situacion conviene en hacerlo el envidioso, y tomando consejo de su pasion dominante, dice:

            Pues bien, yo que he de hablar el primero, lo har, Y PIDO TENER UN OJO MENOS.

            Dicho y hecho; inmediatamente qued este tuerto y su compaero ciego.

            Tal fue el beneficio que sacaron de su posicion; resultando, segn esta leyenda, que el vicio fue castigado por el vicio mismo.

            Voltaire refiere un cuento que tiene mucha analoga con la anterior leyenda. Dice que en otro tiempo, en el de Maricastaa, un rey de Espaa habia prometido hacer distribuir considerables limosnas todos los habitantes de las inmediaciones de Brgos, que habian sido arruinados por la guerra. Llegaron los vasallos las puertas de palacio, pero los ugieres no les permitieron entrar sino con la condicion de partir con ellos los beneficios. El primero que se present al rey fue un buen hombre llamado Cardero, y echado los pis del monarca, le dijo: Seor, suplico V. A. se sirva hacernos dar cada uno de nosotros cien azotes.

            —Vaya una demanda, dijo el rey. Y en qu se funda tan original peticion? —En que vuestros criados, dijo Cardero, se han empeado en que quieren absolutamente la mitad de lo que vos nos dareis.

El rey se ri como era natural de la splica, y tom las disposiciones convenientes para dar cada uno lo que merecia. (Basts, La sabidura, II, 24; pp. 68-71, en el refrn: Cun ciego es aquel que no ve por tela de cedazo)

           

No por el huevo, sino por el fuero.

() Cuenta Covarrubias [sub voce Gevo] que un seor impuso sus vasallos la contribucin de un huevo, y que ellos pleitearon y se resistieron pagarlo, gastando sendos cuartos en defenderse; y echndoles en cara algunos otros como por tan poca cosa aventuraban tanto, respondieron que no lo hacian por el huevo, sino por el fuero. (Basts, La sabidura, II, 29; p. 75)

 

No debe meterse el dedo entre el rbol y la corteza. (Basts, La sabidura, II, 30; pp. 76-77, en el refrn Estar entre el martillo y el yunque) (Aunque Basts no lo refiere, hay un cuento muy apropsito para este refrn, el ATU 38: La pata en el rbol rajado. Vase una versin muy simple: PEDRO Y EL LOBO: () Y se encontr con un gorila abriendo un tronco con un hacha y le dice:

            —Trae ese hacha: t no te atreves a abrir eso.

            Cogi el hacha, y golpe el tronco y se abri una raja. El gorila mete las manos y, al soltar el hacha, se queda con las manos atrapadas en la abertura [Agndez, Cuentos populares andaluces de animales, Sevilla, Fundacin Machado, 2005, n 69])

 

Para maana los negocios serios.

El orgen de este proverbio que usamos para manifestar que tomamos los negocios con calma, aplazando el exmen y solucion de ellos para mas adelante, suponiendo que ya tendremos tiempo y lugar para ocuparnos de ellos, es tomado de un hecho de la historia de Grecia que refiere Plutarco en la vida de Pelopidas.

Los tbanos se veian oprimidos bajo el gobierno tirano de Archias y de Leontidas, cuando Pelopidas, Melon, Damclides, Teopompo, Epaminondas y algunos otros formaron el proyecto de libertarles de tan odioso yugo.

Phidias, uno de los conjurados, se hizo nombrar secretario de Archias y de Philippo, que eran entonces Polemarcas caudillos de guerra, y les invit una cena en el campo fin de entregarlos los conjurados cuando estuviesen tomados del vino y enervados por los desrdenes y excesos.

Durante esta cena orga lleg un espreso de Atenas poniendo en conocimiento de Archias todo el plan de la conjuracion.

Conducido el mensajero delante de Archias, le entreg la carta dicindole que el que le enviaba le habia encargado mucho que la leyera sobre la marcha, porque en ella se trataba de negocios muy serios.

Negocios serios! —dijo Archias, que estaba tomado ya de vino— los negocios serios para maana; y metiendo el rollo pliego debajo del travesao de su triclinio cama, sigui la conversacion que tenia entablada con Phidias pero las pocas horas los conjurados habian ya triunfado. (Basts, La sabidura, II, 32; pp. 77-80, en el refrn Hoy para m, maana para t)

 

Despus de los truenos viene la lluvia.

Este antiguo proverbio, que sirve para espresar que despues de las amenazas suelen venir los golpes, es atribuido Scrates.

Todo el mundo sabe que Xantipa, su mujer, era una furia infernal: un dia, despues de haber insultado groseramente su esposo, viendo que este, sentado la puerta de su casa, oa aquellas injurias con calma filosfica, acab de desahogar su rabia arrojando sobre la cabeza de Scrates un barreo de agua, y esta no muy limpia.

Ya sabia yo, dijo friamente el filsofo sus amigos, que despues de los truenos vendria la lluvia.

() Preguntndole un dia Xenofon Scrates por qu se habia casado con ella cuando conocia su mal genio, —Porque esa mujer, respondi Scrates, ejercita mi paciencia; y sufriendo sus impertinencias, estoy seguro de que las que puedan tener los dems no me sern muy sensibles. (Basts, La sabidura, II, 36; pp. 84-85, en el refrn Cuando nace el Sol nace sobre buenos y malos)

           

El infierno est empedrado de buenas intenciones,

con relacion sin duda los vicios enmascarados encubiertos bajo el aspecto de virtudes, de las cuales dice Bossuet que est lleno el infierno.

In inferno nulla est redemptio.

() Cuntase que molestado Miguel Angel con las impertinentes visitas del cierto Cardenal, estamp su retrato en un cuadro que estaba haciendo del infierno, y quejndose despues el retratado al Papa, le contest Su Santidad en tono jocoso: Si te hubiera pintado en el purgatorio, yo te sacaria fuerza de sufragios y oraciones, pero en el infierno, amigo mio, nulla est redemptio, no hay medio para sacarte de all. (Basts, La sabidura, II, 43; pp. 91-92, en el refrn De desgraciados est el infierno lleno)

 

Los trofeos de Milciades no le dejan dormir.

Aplicamos irnicamente esta espresion algun jven holgazan, perezoso y mal aplicado.

H aqu el orgen histrico de esta locucion. Temstocles ambicioso y apasionado por la gloria, no podia oir hablar ya en su juventud sin honrosa envidia, de las brillantes expediciones de Milciades: desde sus juveniles aos el futuro general de las falanges griegas entreveia algo, mas all de la derrota de los brbaros en los campos de Maraton.

Esta idea le ocupaba noche y dia, y cuando sus amigos le preguntaban los motivos de sus preocupaciones y de su alejamiento de las diversiones y placeres propios de su edad, respondia:

Los trofeos de Milciades me priven de dormir. () (Basts, La sabidura, II, 54; p. 104)

 

Anda que es chata.

Lo mismo que decir no me acomoda lo que se me propone, sigo la conversacion el negocio de que antes nos estbamos ocupando.

H aqu cmo cuenta el orgen de este refran uno de nuestros distinguidos escritores:

Llevaban ahorcar caballero en un asno un criminal jven y bien apuesto, y al pasar por delante del burdel, manceba casa pblica de mujeres, sali apresuradamente uno de ellas, y encarndose con el reo declar que queria casarse con l, y de esta manera salvarle de la horca, con arreglo la jurisprudencia criminal que entonces parecia regia.

            Mas el condenado, que no seria rana, reparando que la novia era horriblemente chata, volvindose al verdugo que habia detenido el paso del asno, le dijo: —Anda, que es chata: es decir arrea, dale al asno, siga la marcha; prefiero la horca casar con mujer tan desmesuradamente fea. (Basts, La sabidura, II, 63; p. 115)

 

Ad Murenas.

() Se cuenta de Craso que tuvo tal sentimiento por la muerte de una Murena [pez terrible que terminaba con los condenados que eran arrojados a los estanques donde se criaban, pero que, al ser domesticadas, se volvan especialmente dciles], que llor como una hija, y mand hacer para su entierro un sepulcro; por cuyo estremo Dornicio, segn refiere Eliano en el lib. XXII, Cap. 24, le dijo, creyendo ridiculizarle: Craso, t lloras una Murena?

Y es que este le contest: Es verdad, pero en contraposicion, ti se te han muerto tres mujeres y no has llorado ninguna. () (Basts, La sabidura, II, 67; pp. 120-121)

 

La cabeza del ignorante es como una esponja seca.

Bacon decia que la cabeza de las personas de alta estatura se parecen las casas; es decir, que el piso mas alto suele ser el peor amueblado, lo que no siempre es cierto. () (Basts, La sabidura, II, 70; pp. 122-126, en el refrn Do no hay cabeza raida, no hay cosa cumplida)

 

No dijo oste ni moste.

Locucion familiar que equivale sin hablar palabra, sin gastar cumplimientos.

Cuntase que un fulano, que estaba muriendo, decia de vez en cuando oste, y luego moste, y poco repetia las mismas palabras. Uno de los asistentes, y amigo del enfermo, preguntle que por qu decia aquellas cosas inconexas y sin sentido, y l le contest, que para desmentir el modismo comun, que dice: se muri sin decir oste ni moste, lo que de m, aadi, no se dir, porque seguir diciendo oste y moste mientras tenga fuerzas para hacerlo. () (Basts, La sabidura, II, 75; p. 131)

 

No le hace mas falta que la tuerta el ojo.

() En un sentido anlogo, se dice:

No es nada lo del ojo, y lo llevaba en la mano. (Basts, La sabidura, II, 80; pp. 136) (Se trata de un refrn siempre referido a una ancdota contada de mil formas, trae alguna el propio Iribarren, El porqu, pp. 17b-18a)

 

Ms ladron que Caco.

() Al volver Hrcules de Espaa con sus ganados, Caco le rob sus vacas, llevndolas sus antros cuevas tirando de las colas, para que por las pisadas no rastreasen dnde las habia conducido; pero sus bramidos las descubrieron y Caco muri manos de Hrcules por sus latrocinios. (Basts, La sabidura, II, 82; p. 138)

 

Enalmagrar y echar estremo.

Proverbio muy antiguo que se lee en Covarrubias, y que se aplicaba un perdido infame, que habindose aprovechado de la inocencia de una mujer, la desechaba luego de haber abusado de ella y buscaba otra () (Basts, La sabidura, II, 83; pp. 138-139)

 

Oracin breve sube al cielo.

() A un santo obispo en su visita pastoral le presentaron una buena anciana que en todas sus plegarias y rogativas no sabia decir mas que —Oh!—dirigindose con fervor Dios; y el piadoso prelado lejos de reprenderla, la dijo que continuara orando de esta manera, elevando el corazon al Seor, de quien todo debia esperarlo.

() Preguntado Licurgo por qu habia dispuesto que no se ofreciese los dioses sino pequeos presentes y de poco valor, contest que con el objeto que pudiesen repetirlos con frecuencia y no cesasen de honrarlos. (Basts, La sabidura, II, 85; pp. 140-143)

 

Dios me guarde de mis amigos, que de mis enemigos me guardar yo.

() Stobeo refiere que sacrificando los dioses el rey Antgono les rogaba le protegiesen contra sus amigos, y que los que le preguntaban el motivo de esta rogativa estraa, contestaba que no era menester ninguna proteccion contra los enemigos, porque conocindolos ya sabia preservarse de ellos. () (Basts, La sabidura, II, 87; pp. 143-145)

 

Has topado algo, Sancho? Y aun algos.

Espresion proverbial tomada de la famosa aventura del supuesto barco encantado que D. Quijote encontr en el Ebro, y que se lee en el Captulo XXIX de su Segunda parte.

Queriendo Cervantes ridiculizar la creencia vulgar que entonces dominaba de que al pasar la lnea equinoccial ocurria la muerte de los animalejos que accidentalmente pudiesen tener los navegantes, dice D. Quijote Sancho, que en prueba de que habian ya pasado dicha lnea yendo Ebro abajo enteramente abandonados la corriente, se tentara y pescara, bien persuadido que nada encontraria; mas al observar que la esperiencia no habia confirmado su proposicion, pregunta con formalidad:

Pues qu has topado algo?

Y aun algos, respondi Sancho con mucha socarronera, pasando desde entonces proverbio dicha pregunta. (Basts, La sabidura, II, 88; pp. 145-146)

 

Vanidad de vanidades.

            () Preguntaron un dia al Doctor Jonson, por qu la vanidad es el tipo de la ignorancia, y contest: Por la misma razon que los ciegos llevan la cabeza mucho mas erguida que los que tienen buena vista () (Basts, La sabidura, II, 90; pp. 148-149)

 

Mimado como el nio de la Rollona.

() Es con relacion un nio que se dice tenia siete aos y aun mamaba. () (Basts, La sabidura, II, 98; p. 159)

 

Horadar la oreja, dejarse horadar la oreja.

() Para arracadas clebres, las que llevaba Cleopatra, una de cuyas perlas mand deshacer en vinagre, para echarla en la ensalada que se sirvi en la cena que di su querido Marco Antonio. Era esta perla de un precio desconocido, y habiendo intentado deshacer la pareja que quedaba y habindolo impedido Marco Antonio, sirvi despues partida por medio para adornar la esttua de Venus en Roma. (...) (Basts, La sabidura, II, 100; pp. 159-163, en el refrn Que haga seas con las orejas)

 

Lo que arrastra honra.

Lo que arrastra honra: fue la respuesta que dio la zorra la mona que le pidi un pedazo de lo que le sobraba y arrastraba de la cola, para poder ella cubrir su asiento. () (Basts, La sabidura, II, 104; p. 169)

 

Que tu camisa ignore tu secreto.

Espresa esta mxima proverbio la reserva con que deben proceder los hombres, particularmente los pblicos, en negocios de estado.

Atribyese la invencion de este proverbio al senador Q. Metelo, llamado el Macedonio, quien preguntado cual era su intencion que objeto se proponia con las marchas y contramarchas que hacia ejecutar sus tropas, despues de haber levantado el sitio de la ciudad de Cantabria en Espaa, dijo:

Si mi tnica mi camisa supiera mi secreto, la quemaria en el instante. () (Basts, La sabidura, II, 105; pp. 169-175, en el refrn Meterse en Camisa de once varas)         

 

Si Marina bail, tome lo que hall

Aplcase este proverbio la mujer que desenvueltamente hace dice alguna cosa, por la cual se le sigue una mala nota.

Hay la costumbre en algunas aldeas, en acabando de bailar, que el mozo abrase [sic] la pareja, y debi de ser el abrazo que dieron esta Marina tan descompuesto, que escandaliz y dio que decir al lugar todo, y naci el proverbio que nos ocupa. () (Basts, La sabidura, II, 109; pp. 182-184, en el refrn El que canta y danza, se agita y no avanza)

 

Voluble como la Luna.

Fndase este proverbio en las diferentes fases que va presentando la luna, por efecto de su respectiva posicion con el sol.

Plutarco en el banquete de los siete sabios: —Cap. LXII— trae el siguiente aplogo: La luna un dia pidi su madre que le hiciese una capa ajustada su talle. Y su madre la contest, como podr hacrtela, hija ma, si t cambias de talle todas las semanas? () (Basts, La sabidura, II, 113; pp. 192-197, en el refrn Estar la luna sobre el horno)

 

Mientras sers feliz contars con muchos amigos, pero si los tiempos te fueren contrarios, quedars solo.

() Preguntado Scrates si Archelao, hijo de Perdicas, que pasaba entonces por el hombre mas dichoso de su tiempo, seria feliz, respondi: No puedo decirlo, porque nunca le he hablado. Y el Rey de Persia lo ser? Le interrogaron otra vez: Cmo puedo yo saberlo, contest, ignorando hasta que punto es sabio y justo? () (Basts, La sabidura, II, 129, pp. 222-226)

 

Un deseo no satisfecho, es el primer paso al mal estar la infelicidad.

() Una tradicion oriental refiere que un dia Oromaz el genio del bien, se apareci al virtuoso Usbek y le dijo: Forma un deseo y yo te lo satisfar en el instante.

Fuente de la luz, —respondi el sabio,— yo te suplico que reduscas [sic] limites mis deseos los solos bienes que no puedan faltarme. () (Basts, La sabidura, II, 129, pp. 222-226, en el refrn Mientras sers feliz contars con muchos amigos, pero si los tiempos te fueren contrarios, quedars solo)

 

El socorro de Escalona, cuando le llega el agua es quemada la villa toda.

            Este proverbio que es otro de los que se leen en la coleccion del Comendador Griego [sub voce Escalona], sirve para manifestar lo intil de ciertos consejos socorros cuando se dan llegan tarde.

            Tuvo su orgen de lo que pas en Escalona villa distante ocho leguas de Toledo situada en un alto de la ribera del Alberche que corre debajo: habiendo ocurrido un incendio en dicho pueblo bajaron al rio por agua, mas cuando subieron con ella ya todo estaba abrasado.

            Tambien decimos:

            Despues de muerto Pascual trajronle el orinal. (Basts, La sabidura, II, 148, pp. 262-263, en el refrn La casa hecha y el huerco la puerta)

 

            Obispo por Obispo, salo don Domingo.

            Es seguramente este refrn de los mas antiguos, como dijimos en la introduccion de esta obra; y sin embargo, antes de este acontecimiento se conocia ya otro que espresaba la misma idea y dice:

A tanto por tanto, Avito lleve el manto. (Basts, La sabidura, II, 152, pp. 268-269)

[Hernn Nez: Obipo por Obipo, ealo don Domingo: () Es una alusion la famosa ancdota de la eleccion de don Domingo Arroyuelo obispo de Burgos principios del siglo XIV, quien en la divergencia de pareceres en que se encontraban para la eleccion de obispo, resolvi quedarse con la prebenda y nombrarse s mismo diciendo: Obispo por obispo salo don Domingo]

 

            Hablara yo para maana.

            () Covarrubias dice que un Gobernador habia mandado que ahorcaran uno, acusado de cierto delito, y que ya tenia puesto el dogal al cuello, cuando el reo le llam al oido y en secreto le dijo que tenia que entregarle una buena cantidad de coronas. —Cmo es eso! dijo el juez en alta voz: HABLARA YO PARA MAANA, si sois de corona, no quiero yo quedar descomulgado, suspndase la ejecucin, y volvieron a la crcel al delincuente, etc. etc. (Basts, La sabidura, II, 159, pp. 279-284, en el refrn Habla para que te conozcamos)

 

            Amor de padre, que todo lo otro es aire.

            () Plutarco en uno de sus apotegmas dice: que estando Agesilao uno de los mas clebres capitanes de Lacedemonia, jugando un dia dentro de su casa con sus hijos que eran muy pequeos, un amigo de confianza entr de improviso en la sala y le vi montado en una caa y corriendo entre los chiquillos.

            A la sorpresa del amigo, Agesilao sin inmutarse le contest.

Suspende el juicio; juzgars cuando seas padre. (Basts, La sabidura, II, 165; pp. 291: en el refrn Por do salta la cabra, salta lo que la mana, : Cabra por via, cual la madre tal la hija)

 

            Es de la madera que los fabrican.

            Esto es tiene las cualidades necesarias para obtener el destino la dignidad que se trata de conferirle.

            Crese que esta espresion es procedente de un proverbio griego que Apuleyo atribuye Pitgoras y que l trae traducido al latin en su primera apologia: Non quovis ligno fiat Mercurius.

            Para espresar que asi como un tronco de higuera basta para hacer una estatua de una divinidad grosera como Priapo, es menester una madera de mejor calidad, mas compacta y preciosa para fabricar un Mercurio, la divinidad de las bellas artes. (Basts, La sabidura, II, 167, pp. 294-295, en el refrn Esto es harina de otro costal)

 

            Al freir ser el reir,

Al trocar ser el llorar.

            Frases adverbiales con las cuales se expresa el tiempo en que se ha de ver si una cosa ha de llegar tener efecto y cual ser este.

            He aqu como se cuenta el orgen de este refran. Mand uno componer una sarten y el estaador lo hizo muy mal, y burlndose aun despues del dueo le dijo al entregrsela:

            Al freir ser el reir.

            Y que este tomndola contest con sorna.

            Al trocar ser el llorar,

porque en pago acababa de meterle una moneda falsa. ()

            Covarrubias refiere del modo siguiente el orgen de la otra expresion proverbial:

            Al freir de los huevos.

            Hurt un ladronzuelo una sartn de un meson y al salir con ella top con la huspeda, la cual preguntndole que llevaba escondido contestla: al freir de los huevos lo sabreis. (Basts, La sabidura, II, 169, p. 298)

 

            Callar como negra en bao

            Se dice callar como negra en bao, del que disimula y calla sin responder las palabras ocasionadas para enojarse.

            Naci este modismo en las tierras calurosas donde se usan los baos pblicos, en los cuales entrando en el de las mujeres que est obscuro, y sin luz, alguna negra, aunque las dems mujeres le digan alguna cosa, la pregunten, no dice palabra, ni responde, porque siendo conocida por su habla acento no la echasen afrentosamente, dicindola palabras pesadas como por ejemplo:

            Para que va la negra al bao, si blanca no puede ser. () (Basts, La sabidura, II, 176, pp. 313-314)

 

            Es una Marisabidilla.

            Lo mismo que es una mujer que presume de sbia de conocimientos estraordinarios con relacion su sexo.

            Se aplica como apodo, ridiculizando la que adolece de este defecto, y veces en tono jocoso.

            Esta fatuidad no es solo propia de algunas mujeres de nuestro siglo, sino que en todos tiempos ha habido MARISABIDILLAS, temidas siempre de los hombres pensadores.

            T deseas saber, dijo Marcial Galla, por qu no quiero casarme contigo?

            pues sbelo: porque eres sbia.

            Qaeris cur nolim te ducere, Galla?

            Diserta es.

                       (Martial. XI, 20)

 

            Lese en la historia del Bajo imperio que el emperador Theophilo no quiso tampoco casarse con la hermosa Icasia, de la que estaba apasionadsimo, porque un dia le dio una contestacion tan sublime que le dej desconcertado. () (Basts, La sabidura, III, 4, pp. 42-43)

 

            Ya que no seas casto, s cauto.

            () Ni mala seas, ni hagas las semejas.

            Obra siempre bien y evita al mismo tiempo todo lo que pueda parecer mal ser motivo de escndalo.

            Un buen cura francs aconsejaba un menguado marido que se quejaba en alta voz de los escesos y estravos de su mujer, que se callara, hablara bajo, porque decia que mas le valia ser

 

Cornelio Tcito,

que

Publio Cornelio.

(Basts, La sabidura, III, 8, pp. 48-49)

 

            Es un perillan.

            () Ignrase quin era este personaje y qu familia pertenecia tan esclarecido caballero, segn se le califica en la inscripcion que en versos latinos leoninos se lee sobre su sepulcro en la capilla de san Eugenio de la iglesia de Toledo.

            Sin embargo, se cuenta de este militar distinguido y pundonoroso que no podia resistir la idea de que le pisasen ni aun despues de muerto, y que para evitarlo pidio al rey por premio de todos sus largos servicios, que le permitiera labrar su enterramiento en alto, como en efecto est en dicha capilla de santa Eugenia de la catedral de Toledo. (Basts, La sabidura, III, 17, p. 62)

 

            Para domar fieras, una madre.

            Este adagio vulgar dicen que tuvo su orgen en Italia.

            Una tradicion autorizada supone que principios del siglo XV sucedi en Florencia el hecho siguiente:

            Un leon, de los varios que se custodiaban en la casa de fieras, hall un modo un dia de burlar la vigilancia de sus guardas, dndose correr por las calles de la ciudad, que no tard en alarmarse con aquel suceso; pero el leon proseguia su marcha triunfante, dando lugar que se deplorasen no pocas desgracias. A la algazara del tumulto que aquella nueva producia, una seora florentina que iba por la calle vuelve el rostro, y al ver cerca de ella al leon, no fue duea de contener un hijo suyo de pocos meses que llevaba en los brazos, y la criatura apenas cay, cuando la fiera la tenia en la boca, habindole hecho presa en un muslo.

            Inmediatamente la madre como una loca se lanza hcia el len, se arrodilla ante l con los brazos abiertos, y prorrumpiendo en exclamaciones y gritos desaforados, el animal la mira durante algun tiempo, suelta al nio intacto y se aleja.

            La madre, convertida en una verdadera leona, se arroja sobre su criatura que respondi al delirio materno empezando llorar.

            Desde entonces sin duda hay en Florencia y otros parajes un adagio que dice: Para domar fieras, una madre.

            Hecho que ha dado lugar una bella produccion artstica que conocemos con el nombre de El leon de Florencia. (Basts, La sabidura, III, 18, pp. 62-63)

 

            Dios te la depare buena.

            Equivale decir que la suerte te favorezca, que la fortuna te sea propicia, etc.

            Naci este modismo, segn parece, de un mdico que aburrido de las encontradas opiniones que regian en el ejercicio de su profesion la habia enteramente abandonado, hasta que un dia le ocurri y puso en prctica el mas original y estrao pensamiento.

            Entretvose en formar dos tres mil recetas sobre dos tres mil enfermedades, segn los dos tres mil sistemas, mtodos opiniones que entre sus dos tres mil comprofesores regian habian regido; y repletas sus alforjas, zurron cartera con aquellos pases cdulas para el cementerio, entregse nuevamente al ejercicio de la profesion mdica.

            Llegaba casa del enfermo, interrogbale diestro y siniestro, palpaba y sobaba al paciente volont, y terminada toda esta parte cmica, metia la mano en la verdadera caja de Pandora, y sacando una receta y dndola con mucha prosopopeya al enfermo, le decia en tono mayor:

            Tomad, hermano:

y luego en tono menor y como aparte aadia:

            Dios te la depare buena:

y h aqu el probable supuesto orgen del proverbio. (Basts, La sabidura, III, 19, pp. 63-65, en el refrn: Dios te d buena man derecha.)

 

            Dominus tecum.

            Expresion latina, equivalente El Seor sea contigo, que era muy comun proferir en otro tiempo, siempre que uno de los presentes una reunion estornudaba.

            () El estornudar la izquierda era una seal fatal, al paso que el estornudar la derecha era un agero favorable. As es que Plutarco nos dice que, estando Temstocles sacrificando sobre su nave antes de darse la batalla contra Xerxes, y habiendo uno de los asistentes estornudado la derecha, el augur Eufrantides predijo al instante la victoria los griegos.

            () Apuleyo hace mencion de ella en su Asno de oro, refiriendo el cuento de aquella mujer adltera cuyo cmplice tenia escondido en su casa, y que estornud al llegar el marido. Petronio habla de la misma, y dice que habiendo estornudado Gilon, Eumulpo le salud. Plinio le supone igualmente comun, etc., etc.

En la Antologa griega hay un epigrama gracioso, en el que se hace mencion de un hombre, cuya nariz, dice, era tan extremadamente larga, que no invocaba Jpiter cuando estornudaba, porque no llegaba el ruido sus oidos. () (Basts, La sabidura, III, 25, pp. 76-79)

 

Eso mismo es como la carabina de Ambrosio, cargada de caamones, y sin plvora.

() (Basts, La sabidura, III, 28, pp. 81-83, en el refrn: La carabina de Ambrosio. La espada de Bernardo [del Carpio])

 

Vestir al uso drico.

() Las jvenes de Esparta bailaban enteramente desnudas en ciertas ceremonias pblicas () cuando Licurgo reform las costumbres de los lacedemonios, conserv esta danza llamada:

El baile de la inocencia.

Le bailaban las doncellas delante del altar de Diana con graciosas y modestas actitudes y con pasos lentos y graves.

La clebre Elena se ejercitaba en este baile cuando fue vista por Teseo, quien enamorado de ella la rob.

Dion refiere que un dia se presentaron dos hombres desnudos delante de Livia, princesa de raro mrito y de la mas acendrada castidad. El Senado de Atenas queria castigar aquellos hombres por su falta de respeto, pero ella intercedi por ellos diciendo que:

Los hombres desnudos no son mas que estatuas para las mujeres castas. () (Basts, La sabidura, III, 31, pp. 86-87)

 

A pasquin, pasquinada.

() Esta estatua [hallada en la calle en que el gracioso zapatero Pasquin o Pasquino haba deleitado a los que se congregaban ante l] tronco de mrmol blanco se halla en Roma en un ngulo del palacio Orsini. Suelen fijarse las stiras en la estatua de Pasquin, y las contestaciones ellas en otra estatua inmediata al Capitolio llamado Marfio, entre las cuales establecian cierta correspondencia conversacion satrica. Por ejemplo: cuando Sixto V fue promovido al solio pontificio, su hermana la seora Camila, que habia sido lavandera, ascendi princesa, y h aqu que amaneci la estatua de Pasquin con una camisa sucia. Marfio le pregunt al dia siguiente la causa de ir tan puerco, y Pasquin le respondi: Porque mi lavandera se ha vuelto princesa. () (Basts, La sabidura, III, 32, pp. 88-90)

 

Napoleon jams ha existido.

() A propsito de esto se cuenta que el obispo que confirm al primer Napoleon, antes de imponerle el sagrado crisma le pregunt cmo se llamaba, y que habiendo contestado Napoleon, replic el prelado:

— Napoleon! No recuerdo haber oido nunca el nombre de este santo, ni le he visto en el martirologio, ni le he leido en las actas de los mrtires, ni —No importa —interrumpi el jven algo amostazado: —San Napoleon es un santo corzo y esto basta. (Basts, La sabidura, III, 34, pp. 90-98. En nota a pie de pgina)

 

El vino y las mujeres hacen apostatar los hombres.

() Las cuatro M.M.M.M. de Atenas.

Aparecieron escritas en una esquina de la ciudad, y aunque en vano se empearon varios ingenios descifrar, Platon lo consigui poniendo la solucion de esta manera:

M.                   M.                   M.                   M.

Mulier             Mala,              Mors               Mariti.

La mujer mala mata al marido. () (Basts, La sabidura, III, 37, pp. 100-101)

 

Para el que se convida, no hay mala comida.

() Preguntando Georgias Leontino cmo habia llegado la edad avanzadsima en que se encontraba, contest: Porque nunca en mi vida he comido fuera de mi casa. (Basts, La sabidura, III, 39, pp. 102-104)

 

Acqua alle funi.

Agua las cuerdas.

Grito de alarma que solemos dar en italiano en un momento solemne, atropellando todas las prevenciones en contra, para advertir y salvar un gran mal.

H aqu la historia de esta exclamacion.

El dia en que el clebre arquitecto Domingo Fontana, bajo los poderosos auspicios de Sixto V, se propuso elevar enfrente de la baslica de San Pedro de Roma el obelisco egipcio que decora la plaza, un pueblo inmenso habia acudido presenciar la difcil operacin tanto tiempo preparada ()

[Tras los intentos de varios papas por ejecutar la obra] El 10 de setiembre de 1586, Fontana estaba, pues, en la plaza de San Pedro acompaado del respetable cortejo de ochocientos obreros, de ciento cincuenta caballos y de sesenta mquinas.

() [Sixto V impone silencio bajo pena de muerte para facilitar la operacin] Principia la maniobra: el coloso se levanta pausadamente en medio de un silencio religioso. La operacin seguia, cuando de pronto el obelisco se detiene en su ascension por causas desconocidas al mismo tiempo se oye la voz vibrante, que grita: Acqua alle funi! (Agua las cuerdas!)

Era la voz de un marino que vi la necesidad de remojar las cuerdas y las poleas, que iban inflamarse por efecto del fuerte roce y gran presion que sufrian para salvar aquella operacin, como en efecto la salv, aprovechando Fontana tan oportuna advertencia.

() [Lejos de ser castigado, el Papa concedi un favor al marino que salv la operacin] Y cuando todos creian que ese pobre marino iba pedir una gracia extraordinaria, se content con decir: —Santsimo Padre: El domingo de Ramos las iglesias de Roma consumen multitud de palmas; mi padre posee sobre la costa de Gnova, cerca del pueblecito de San Remo, un bosquecito de palmeras; pido que mi padre y sucesivamente sus descendientes gocen el derecho exclusivo de vender las palmas las iglesias de Roma durante esta solemnidad.

            () Desde esta poca, pues, es decir, despues del ao de 1586 los descendientes del marino de San Remo no han dejado de gozar de este potico privilegio (). (Basts, La sabidura, III, 40, pp. 104-106)

 

            La carta de Uras.

            () Es una alusion la infamia que cometi el rey David enviando Uras, uno de los mejores oficiales de su ejrcito, de cuya mujer llamada Bersabe estaba enamorado y de la que habia abusado, con una carta cerrada que el mismo Uras entreg Joab, general que mandaba el sitio de Rabba dicindole: Poned Uras, dador de la presente, al frente de la batalla, en donde est lo mas recio del combate, y abandonadle para que perezca: como en efecto pereci. () Lib. II de los Reyes, cap. XI, v. 15. (Basts, La sabidura, III, 43, pp. 109-110)

 

Lleg tiempo como el zapato de san Nicols.

() Compadecido el santo [Nicols de Bari] siendo secular de que un hidalgo noble, natural de Patara, su patria, en la Licia, acosado de la necesidad intentaba prostituir la honestidad de tres hijas que tenia hermosas y recogidas, ech tres talegos de oro, otros dicen tres zapatos llenos de l, en tres distintas noches, por la ventana del cuarto del mal padre cuando dormia: con cuyo dinero cas sus hijas; advirtiendo que el ltimo talego zapato trajo doble cantidad porque habia de servir no solo para casar la hija tercera, sino para mantenerse el padre sin depender de los yernos. () (Basts, La sabidura, III, 58, pp. 130-131)

 

No hay tierra sin vecino.

() Una ancdota se cuenta de Luis XIV quien un paisano le dio una leccion de moderacion semejante, mientras que orgulloso se ocupaba el monarca de engrandecer el sitio real de Versalles. (Basts, La sabidura, III, 59, pp. 131-133)

 

El mas rico se lleva la mortaja.

() Felipe, rey de Macedonia, tenia dispuesto que tres veces al dia un criado heraldo le anunciara en voz alta, particularmente antes de dar audiencia, que pesar de ser un monarca tan poderoso, en rigor no era mas que un hombre mortal:

            Filippe, homo es. () (Basts, La sabidura, III, 61, pp. 134-137)

 

            La estampa dice la bestia animal que uno pertenece.

            () Fisonomista.

            Habiendo el filsofo Zopiro, que pasaba por muy hbil en el conocimiento de los hombres por la fisonoma, examinado atentamente la de Scrates delante de una numerosa sociedad, dijo que este no podia menos de ser lascivo, ebrio, embustero inclinado todos los vicios.

            Los que oian al charlatan se reian carcajadas porque conocian fondo la pureza de costumbres de Scrates, pero este les impuso silencio dicindoles:

            Tiene mucha razon, pues todo eso hubiera yo sido sin el ausilio de la educacion y de la filosofia.

            Ciceron que refiere este hecho en el libro III de sus Cuestiones tusculanas () (Basts, La sabidura, III, 63, pp. 138-143)

 

            Calumnia, que algo queda.

            () Pasando un Cucaro por un camino atropell con su caballo un perro, el cual le mordi, de modo que de poco no cay en tierra el cucaro. Este, enfadado, le dijo, pero con mucho sosiego: Ni llevo armas, ni mato nadie; pero yo te pondr en mala fama calumniar, y morirs.

            Habiendo, en efecto, encontrado poco varios trabajadores comenz gritar: A ese perro que rabia, y al instante logr con la calumnia que lo matasen palos. (Basts, La sabidura, III, 65, pp. 144-146)

 

            La admiracin es hija de la ignorancia.

            () La admiracin es hija de la ignorancia y la madre de lo maravilloso.

            San Jernimo dice que no hay escritor, por tonto que sea, que no encuentre un lector que se le parezca.

            Nullus tam imperitus scriptor est, qui lectorem non inveniat similem sui. Prefacio al libro XII, comentando Isaas.

            Y Boileau aadia: Que un tonto encuentra siempre otro tonto mayor que le admira.

            Tambien hay un modismo que dice:

Esto debe ser hermoso, pues que yo nada comprendo [Sobre este modismo, puede leerse la ancdota de Timoneda, Sobremesa, II, 103 (10)]. (Basts, La sabidura, III, 66, pp. 146-147)

 

Soplar y sorber no puede junto ser.

() Hay un aplogo en el que figura un stiro que viendo un campesino soplar sus dedos para calentarlos y su comida para enfriarla, exclama: Yo no ser jams amigo de un hombre que con una misma boca sopla lo frio y lo caliente.

Sin embargo, este aplogo es mas antiguo de lo que parece. En el cap. 28, v. 14 del Eclesistico se lee:

Si soplares en una chispa se encender de ella fuego, y si escupieres sobre ella se apagar, y lo uno y lo otro sale de la misma boca.

Sufflaveris in scintillam, quasi ignis exardebit. (Basts, La sabidura, III, 67, pp. 147-148)

 

Yo le he conocido ciruelo.

() Es alusion uno que habiendo visto fabricar un Santo Cristo del tronco de un ciruelo que tenia en su huerta, no podia despues acabar de resolverse rezarle, recordando las ciruelas que aquel rbol habia dado y l habia comido. () (Basts, La sabidura, III, 75, pp. 161-163) (Es un refrn con infinidad de versiones y variantes, tanto de frmulas como de fabulacin, por lo que Iribarren [El porqu, p. 121: Quien te conoci ciruelo, cmo te tendr devocin?)] pasa de largo de esta versin de Basts)

 

Un cascaciruelas.

Lo mismo que un chisgaravs, un ttere, un ente despreciable, soberanamente ridculo. Se aplica al que se afana mucho y no hace nada.

Los griegos y romanos daban el nombre de CALLIPIDOS esta especie de gentes que metindose en todo y aparentando figurar en todo, no hacen nada absolutamente.

Suetonio dice, que se aplic este dictado Tiberio, porque despues de haber hecho grandes preparativos de viaje durante muchos aos seguidos, para ir visitar las principales ciudades del imperio, al fin no sali de Roma de sus alrededores. (Basts, La sabidura, III, 75, pp. 161-163, en el refrn Yo le he conocido ciruelo)

 

Mantenerle como perro por carnestolendas.

Hacerle una burla pesada. Alude la costumbre antiqusima de la cual hablan varios autores. Suetonio dice que Oton rondando de noche las calles de Roma si encontraba algun borracho, le manteaba tenindole en la capa distento sagulo in sublime iactare: y Marcial hablando con su libro, dice que no se fia de alabanzas, porque vuelta de ellas se burlarian de l mantendole:

Ibis ab excusso missus in asta sugo. (Basts, La sabidura, III, 77, pp. 164-167, en el refrn No quiero perro con cencerro)

 

Pedir peras al olmo.

Pedir imposibles. Expresion metafrica proverbial que corresponde la latina: aetiopem lavare, nodum in se ipso quaerere.

Lavar la cabeza un moro negro es lo mismo que ocuparse de una cosa que no puede conseguirse que es imposible que se realice.

Este proverbio era conocido de los griegos y de los latinos.

Est embebido en una fbula de Esopo, en la que se habla de un maestro que hacia continuamente lavar un esclavo etope para volverle blanco.

Estaba un dia Digenes reconviniendo un malvado, y un amigo suyo le pregunt qu era lo que estaba haciendo: —Ya lo ves, contest el filsofo, estoy lavando la cabeza un etope negro para que se vuelva blanco. () (Basts, La sabidura, III, 78, pp. 167-168)

 

            Nada se seca mas pronto que las lgrimas.

            () El dolor encuentra en las lgrimas satisfaccion, y alivio. Hay segn Shakespeare un lujo en el pesar.

Un poeta sentado cerca de un sepulcro cantaba tristemente acompandose con su lira. —Qu haces aqu? Le pregunt un extranjero que pasaba. —Me consuelo llorando, contest el cantor, y continu. () (Basts, La sabidura, III, 87, pp. 184-186)

 

Es menester unir la piel del zorro la del leon.

Se atribuye este proverbio Lisandro, famoso general lacedemonio, cuya poltica estaba basada en solo dos principios, la fuerza y la perfidia; siendo su mxima favorita que los nios debia engaarles con juguetes y los hombres con perjurios.

Un dia que le echaban en cara de servirse apelar medios indignos de un hombre como l, que hacia alarde de descender de Hrcules:

Es menester, contest aludiendo al leon de Nemea, servirse de la piel del zorro cuando falta la del leon.

Pndaro habia dicho antes que Lisandro:

El que quiera vencer triunfar de un obstculo, debe armarse de la fuerza del leon y de la prudencia de la serpiente. (Basts, La sabidura, III, 93, pp. 193-195)

 

Muchos componedores descomponen la novia.

() Es con relacion una novia que todos los parientes se habian empeado en ataviar y poner adornos y colgar preseas, dijes y perendengues, y por fin se present transformada en un mamarracho. (Basts, La sabidura, III, 99, pp. 205-206, en el refrn Mesurada como novia en Tlamo)

 

Bedel, Bedel, tu aquel.

() Y ya que de bedeles hablamos, tal vez no ser fuera de propsito referir un lance ocurrido en tiempo y en la misma ctedra del ilustrado jesuita Juan de Mariana y que refiere el licenciado Cosme Gomez de Tejada de los Reyes, paisano y casi coetneo de Mariana en la Historia de Talavera, patria de entrambos.

Habia dado la hora en la universidad, y el Bedel cumpliendo su consigna, cerrado el aula en la que leia dicho sabio jesuita, cuando llega un escolar que se habia descuidado un poco y se ve consiguiente privado de entrar en la clase. El alumno que sentia en el alma no poder oir la leccion de su idolatrado maestro, discurre y busca un medio para no perder aquella enseanza, y burlando la vigilancia del Bedel aprovechando la negligencia de este funcionario universitario, se proporciona una escalera de mano, la coloca oportunamente debajo de una ventana, se asoma por ella, desde la cual podia ver y oir al catedrtico, y se pone contento escribir la leccion.

Al maestro Mariana le llamaria la atencion la ocurrencia del alumno, mas para reconvenir en l su descuido retraso le dirigi aquellas palabras del Evangelio:

Qui non intrat per ostium, fur est, el latro.

A las cuales el escolar, que no seria rana, le replic inmediatamente:

Utique Domine; al furendam tuam doctrinam.

Mariana le reconvino dicindole:

El que no entra por la puerta es un ladron.

Y el escolar le contest con prontitud:

S seor, ladron, para robar tu doctrina. (Basts, La sabidura, III, 100, pp. 206-208)

 

Los disparates de Juan de la Encina.

() [1496, se imprimieron sus poesas en Salamanca]

Entre ellas hay veinte coplas de nueve pis cada una y de ocho slabas cada pi con el ttulo de: Disparates trobados por Juan de la Encina.

El asunto es una sarta de desatinos y disparates puestos de estudio propsito para hacer reir. H aqu cmo comienzan:

            Anoche de madrugada

Ya despues de medioda,

Vi venir en romera

Una nube muy cargada, etc.

            No despues de mucho rato

Vi venir un orinal () (Basts, La sabidura, III, 107; pp. 216-217)

 

Cortar la cabeza la Hidra.

() La fbula dice que cuando se cortaba una, salia al momento otra, menos que se cicatrizase la herida con fuego.

Habiendo Hrcules recibido rden de Euristeo para matar este monstruo, tuvo que valerse de todo su valor y ardid para llevar cabo una empresa tan arriesgada, enumerada entre doce grandes trabajos de Hrcules. () (Basts, La sabidura, III, 123, p. 241)

 

Que te quites de delante.

Acababa de ser nombrado Alejandro jefe de la expedicion contra los persas, y un gran nmero de hombres de estado y filsofos de Corinto pasaron felicitarle por esta eleccion. Entre ellos esperaba el general que iria tambien saludarle Digenes el Cnico; pero nada estaba mas lejos del pensamiento de este filsofo. Fue, pues, Alejandro ver al Cnico. Encontrle echado al sol inmediato al tonel que le servia de casa, y despues de saludarle le dijo si queria de l alguna cosa. S, le dijo el orgulloso filsofo, que te quites de delante, porque me impides tomar el sol.

A pesar de quedar herido Alejandro con esta respuesta petulante y con el desprecio que hizo de l Digenes, dicen que admir su grandeza de nimo; y como sus oficiales al retirarse se burlaran del jefe de los cnicos, parece que dijo: En cuanto m, si no fuese Alejandro quisiera ser Digenes. () (Basts, La sabidura, III, 126, pp. 243-244)

 

Estmago hambriento no tiene orejas.

Se ha creido que este proverbio tuvo su orgen de un favorito de Tito con relacion una juda llamada Miriam, la cual durante el sitio que puso Jerusalen este emperador, habia llegado, por efecto de la horrorosa hambre que sufrian, mantenerse con la carne de su propio hijo. Pero la historia nos demuestra que este proverbio era conocido antes de este horrible hecho.

Arengando Caton al pueblo en una poca de gran caresta, habia dicho como recuerda Guitard: Arduum est, Quirites, ad ventrem auribus carentem verba facere.

Es difcil, oh caballeros!, hacerse oir del vientre que no tiene orejas. (Basts, La sabidura, III, 132, pp. 250-251, en el refrn El hambriento cree ver la cara de Dios en el pan que se le ofrece)

 

Tiene su ninfa Egeria.

() La fbula dice que la ninfa Egeria se retir llorar en la soledad de los montes la muerte de su esposo; y tanto se deshizo en lgrimas que se convirti en fuente (...) (Basts, La sabidura, III, 140, pp. 258-259)

 

Amor de Pelcano.

() Entre las muchas fbulas que se cuentan del Pelcano, la mas notable es sin duda la que supone que estima en tanta manera sus hijuelos, que muere por ellos, abrindose l mismo su pecho para alimentarlos con su propia sangre.

Pero es menester tener en consideracion que lo que dio lugar esta creencia vulgar es, que debajo del pico tiene una especie de buche saco en que deposita la pesca que coge nadando, para comrsela despus solas con sus hijuelos con toda comodidad y holgura.

La manera de abrir este saco para extraer el alimento, apretndolo contra el pecho para dar de comer sus polluelos, fue el origen de la fbula que se abria el cuerpo con el pico, sin otro objeto que alimentarlos con su propia sangre costa de su misma vida. Fbula que dio ascenso, no solo el vulgo en general, sino que fue admitida y sostenida tambien por muchos hombres ilustrados, entre ellos el venerable Fr. Luis de Granada, quien coment largamente el maravilloso suceso.

Siguiendo esta opinion, el Pelcano fue y es considerado por muchos iconlogos como la imagen del amor paternal de Jesucristo sacrificado por los hombres, y el emblema de la estimacion de los buenos prncipes para con sus pueblos. () (Basts, La sabidura, III, 142, pp. 259-261)

 

Cornada de ansares, uada de leon.

() Por la ua se conoce al leon.

Los latinos ya decian:

            Ex ungue leonem.

Basta veces un solo rasgo para conocer un hombre de un gran talento de un carcter especial.

Es un proverbio de orgen griego del clebre escultor Phidias que habiendo de hacer un leon concibi la forma y el grandor de la fiera, segn dicen, con la sola inspeccin de una de sus uas sin haber visto jams ningun leon. (Basts, La sabidura, III, 147, p. 266, en el refrn cornada de ansaron, uarada de leon)

 

No hay camino real en Matemticas.

Dcese que el orgen de este modismo muy comun, viene de Euclides, clebre gemetra griego, que enseaba Matemticas en Alejandra en tiempo de Tolomeo, hijo de Lago, 320 aos antes de Jesucristo.

Como otro de sus discpulos fuese el hijo del mismo rey, cansado el alumno rgio un dia de las dificultades que le ofrecia la resolucion de un problema de geometra, preguntle al maestro si habia algun otro medio mas fcil para resolverlo: No, contest Euclides, no hay camino real en Matemticas. (Basts, La sabidura, III, 148, pp. 266-267)

 

            Y aun sahumada.

            () Cuando Juan Haldudo el rico, vecino de Quintanar, jur satisfacer su criado Andrs la soldada que reclamaba, gracias la oficiosa intervencion de D. Quijote, dijo con mucha socarronera que le pagaria un real sobre otro y aun sahumados; lo que contest el protector, que tal vez conoceria la doble intencion del ofrecimiento, que del sahumerio le hacia gracia. (Basts, La sabidura, III, 149, p. 267)

 

Este es gallo.

            Dicho comun para ridiculizar una mala pintura.

Cuenta don Quijote en el cap. LXXI de su segunda parte, que habia en Ubeda un pintor llamado Orbaneja, que cuando le preguntaban qu pintaba, respondia: lo que saliere; y si por ventura pintaba un gallo, escribia debajo: este es gallo, porque no pensasen que era zorra. (Basts, La sabidura, III, 161, pp. 279-280, en el refrn El rey es mi gallo)

 

Adonde quiera que yo me siente ser vuestra cabecera.

As termina el cuento que el bellaco de Sancho Panza cont cuando entre el Duque y D. Quijote se promovi aquel incidente acerca de quin de los dos ocuparia la cabecera de la mesa. Segunda parte, Cap. XXXI.

Cristbal Suarez de Figueroa en el Pasagero, alivio 10, refiere lo que sucedi cierto mercader con un Duque de Medina Sidonia que tiene mucha analoga con este pasaje del Quijote, y que tal vez Cervantes tuvo presente.

Psose inadvertidamente el mercader la derecha del Duque, y habiendo andado algunos pasos y reconocido su yerro, dijo el mercader: Suplico V. E. se sirva perdonar mi indiscrecion; y tras esto iba mudar de lugar, pero el Duque no quiso permitirle dicindole: Bien vais, porque yo en cualquier parte que est soy siempre el mismo. (Basts, La sabidura, III, 167, pp. 284-285)

 

El buen soldado scalo del arado.

Refran que se lee ya en la coleccin del Comendador Griego. As lo hacian los romanos que sacaban del arado los hombres para hacerlos soldados, capitanes y dictadores. Alude esto ltimo particularmente Lucio Q. Cincinato, clebre romano que en el ao 458 antes de Cristo fue sacado del arado para ser elevado la dignidad de Cnsul romano.

Y este hombre, despues de haber ejercido con el mayor pulso y firmeza su magistratura, concluida esta, volvi arar su campo.

Por segunda vez fue sacado de l para obtener nuevamente el consulado; por dos veces la dictadura; los honores del triunfo; y ofrecindole el Senado tierras, esclavos, ganados, todo lo rehus constantemente para volver cultivar su reducida posesin. () (Basts, La sabidura, III, 169, pp. 285-286)

 

El parto de los montes.

() Es con relacion la sabida fbula de Fedro [Fbulas, IV, 25], en la que supone que una montaa se puso en conmocion, y todo para parir un raton. (Basts, La sabidura, III, 170, p. 286)

 

El herrero de Arganda que l se lo fuella y l se lo macha, y l se lo lleva vender la plaza.

Este antiguo refran, que en s trae la explicacion, se aplica al que trabaja sus solas, sin tomar consejo y ayuda de nadie ()

Tomaria su orgen, esta locucion proverbial, de la conducta observada por algun herrero de Arganda, pueblo de la provincia de Madrid, dicesis de Toledo. () (Basts, La sabidura, III, 171, pp. 286-288)

 

Por un clavo se pierde una herradura.

Advierte este refran que el descuido sobre alguna cosa, al parecer de poca importancia, suele acarrear prdidas y daos muy graves.

De aqu se dijo: Por un clavo se pierde una herradura, por una herradura un caballo y por un caballo un caballero.

Resultando que de una insignificante falta, acontece un gran mal; porque, como lo explica un bondadoso comentador: La falta de un clavo da lugar que se pierda la herradura; perdida la herradura, el caballo no puede andar y ocasiona la prdida del animal, y perdido este, se pierde tambin el caballero, porque el enemigo le consigue y le mata; y todo esto, por no haber atendido al clavo de la herradura de un caballero.

() Cuntase tambien cierta ancdota, muy moral, acerca un trozo de herradura que viajando Jess con san Pedro no quiso este coger, y que recogi y guard el Seor, etc. [No quiso san Pedro agacharse para recoger la herradura, mas luego, acuciado por el hambre y la sed, se tuvo que arrodillar varias veces para recoger unas cerezas.] (Basts, La sabidura, III, 171, pp. 286-288, en el refrn El herrero de Arganda que l se lo fuella y l se lo macha, y l se lo lleva vender la plaza)

 

Apartad, padre!...

Expresion que suponen dijo el clebre Alonso Cano estando agonizando y rechazando al propio tiempo el crucifijo que su confesor le presentaba para que le adorase en aquellos momentos angustiosos.

Qu hace!!! —preguntle el padre con sorpresa. — No sabe que la imagen que separa es la de Jesucristo muerto en la cruz para salvarle, y que es quien le ha de juzgar como todos, y al que tiene todo pecador que implorar el perdon de sus pecados?

Djeme, padre, morir en paz! —contest el anciano moribundo, —aparte por Dios de mi vista ese crucifijo; traiga una cruz sola, que yo, con la imaginacion, me representar el Cristo. Quiere acaso que me irrite porque est tan mal labrado, y que me lleve el diablo? () (Basts, La sabidura, III, 173, pp. 288-289)

 

Buenos cannigos y mal cabildo.

() Con este motivo se refieren varias ancdotas, y entre ellas la de un general que deseando construir un cuerpo de guardia inmediato una catedral, tante el nimo de los cannigos y halllos todos aisladamente propicios al proyecto: mas reunindose luego todos ellos en cabildo, fall la corporacion en contrario.

El general, que se vi desairado y que por otra parte no era hombre para pararse en pelillos cuando se le ponia una cosa entre ceja y ceja, mand secretamente que en menos de una noche se construyese el deseado cuerpo de guardia, y cuando los cannigos fueron por la madrugada maitines, se encontraron con la novedad de que el puesto militar estaba levantado y con la correspondiente guardia, con lo cual los cannigos estaban para darse los demonios.

Deseando luego el general calmar la ojeriza de los cannigos, convidlos todos una comida hizo servir la vez cada uno de los comensales un buen guiso diferente, que cada uno de ellos elogi como excelente despues de haberle probado.

Cuando instantneamente, una seal convenida, todos estos potajes fueron arrebatados por numerosos criados, quienes los echaron en una desmesurada sopera vaca que habia en medio de la mesa, y que con la mezcla de tanta comida, pasaron formar un plato que por precision habia de ser detestable.

Seores, dijo entonces el general, he querido presentarles un smil de lo que son ustedes. Tomados separadamente son ustedes muy buenos, pero reunidos, maldito lo que valen sus seoras.

Y enseguida mand servirles otra deliciosa y suculenta comida general, con lo que calm en todos los sentidos la irritabilidad canonical y capitular. (Basts, La sabidura, III, 178, pp. 294-295)

 

Tanto que peor.

H aqu el orgen de esta locucion:

En la segunda parte de El sobremesa y alivio de caminantes, de Juan de Timoneda, se leen cincuenta cuentos que tienen la circunstancia de contener cada uno de ellos la declaracion de un dicho frase proverbial; y como muestra de ellos reproducimos el primero.

Hablndole un mancebo labrador si queria casarse con una moza del mesmo pueblo, respondi que no, porque le habian dicho que era grande comedora de pan, y que no podia l mantenerla, por no tener mas de lo que ganaba cada dia con sus manos. Sabido por la moza, encuentra con l en la calle y dcele: Sabido he que no queris casaros conmigo, porque dicen que soy gran comedora de pan. Sabeis cunto lo soy, que me obligo con este solo mendruguillo de pan que traigo en el remango de la laya, beber un cntaro de vino?

Respondi el mancebo: Tanto peor. [Espasa-Calpe, ed. Cuartero-Chevalier, I, 26] (Basts, La sabidura, III, 179, pp. 296-296)

 

Que se ha vestido primero el jubn que la camisa.

Estndose vistiendo un mancebo ladrn que acababan de azotar, y dndose priesa por ahorrar la grita de los muchachos, dijo uno de dos hombres que lo estaban mirando al otro:

   Habis visto?, y qu priesa se est dando en vestirse!

Respondi el otro:

—Mirad qu tanta, que se ha vestido primero el jubn que la camisa. (Timoneda, Sobremesa, I, 90) [Incluido en Basts, La sabidura, III, 195, pp. 306-307, en el refrn La caridad bien ordenada comienza por s mimo]

 

Perico el de los Palotes

Perico entre ellas.

Pelar la Pava

() En una ilustrada Revista literaria que aos atrs salia luz en Madrid, public don Juan Mara Maury, autor de LEspagne Poetique, lo siguiente:

 

PERICO ENTRE ELLAS

 

CUENTO REFERIDO POR UNA DONCELLA DEL ALCZAR

————

Naci bonito y se cri mimado

El murciano galan Pero Fonclara

Hidalgo, buena lanza, auque preciado

Mas que del brazo de la linda cara:

A sus juegos de esgrima aficionado,

Cuando crecido, par se aficionara

De su madre jugar con las doncellas:

Viene de all lo de PERICO ENTRE ELLAS.

           Sigui su inclinacion muchas, cuando

Fuera ya tiempo de fijarse en una:

Ventecico entre flores susurrando;

Palabras dulces y seguir la tuna.

Despues de producido algun desmando,

Dio con la chica del seor de Osuna:

Oyle grata el requebrar de moda,

Y estrechar algo mas union que boda.

           Concertaron que dentro del castillo

Quedase aparentando que se iba:

El escondiste el hueco de un portillo:

A las doce tendrn cena festiva:

A las once, asustndole, el pestillo

Levantan; es la jven compasiva:

Porque no se fastidie en no hacer nada,

Le trae ocupacion proporcionada.

           Dos aves que pelar para el asado,

Pues no hay criado en que fiar La hora

Ansiada dio; las dos, las cuatro han dado;

Ya se tienden los rayos de la aurora.

Danle en fin libertad: sale emplumado,

Saludndole as la voz traidora:

Pollitos pele quien PEL LA PAVA,

Y plumas vista el que de gallo andaba.

            Pelar la pava.

Frase proverbial, lo mismo que murmurar por pasatiempo.

Pasar el tiempo entretenidamente.

Parece que vino de haber sido sorprendida una moza de servicio con un galan de su clase en postura no muy ejemplar entre la cancela y el zaguan, y que interrogados acerca de en qu se ocupaban, salieron con que pelaban los dos la pava, y verdaderamente la pelaban. Es decir que bajo pretexto de pelar desplumar la pava, se entretenian mientras tanto charlando (Basts, La sabidura, III, 203, pp. 315-316)

 

Uno piensa el bayo, y otro el que le ensilla.

Esto se dijo y qued en proverbio al ver que el dueo de un caballo bayo de color dorado bajo, le ensillava (sic) para entregarle al que acababa de comprarlo, mientras el caballo creeria por las monadas que hacia, que solo era para sacarle pasear y volverle al regalado pesebre. () (Basts, La sabidura, III, 207, p. 319)

 

            Teneo te Africa.

            Expresion oportuna que solt Scipion, general romano, al llegar Africa.

            Cervantes cuenta este acontecimiento histrico del modo siguiente:

            Llega Scipion Africa, tropieza en saltando de la embarcacion tierra, tinenlo por mal agero sus soldados; pero l abrazndose inmediatamente con el suelo dijo: No te me podrs huir, frica, porque te tengo asida y entre mis brazos.

Quijote, 2. parte, cap. 58. () (Basts, La sabidura, III, 208, pp. 319-320)

 



[1] Vicente Joaqun Basts y Carrera naci en Tremp (Lrida) en 1799 y falleci en Barcelona en 1873. Estudi Farmacia; fue Catedrtico en el Liceo filarmnico-dramtico de Barcelona; pero tambin se entreg al estudio de las letras. Dirigi y particip en diversas publicaciones peridicas, adems de producir varias publicaciones: Diccionario histrico enciclopdico (1828), Arqueologa o coleccin general de monumentos (1831), Curso de declamacin o arte dramtico (1833-1865), Barcelona antigua (1834), Historia de la Palestina o Tierra Santa (1834), Historia de los Templarios (1834), Nuevas anotaciones al ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (1832-1834), Oficio de Semana Santa, Diccionario de Historia Sagrada, Las metamorfosis de Ovidio (1851), Memorndum anual y perpetuo de todos los acontecimientos naturales o extraordinarios, histricos, civiles y religiosos que ocurren o de los cuales se hace mencin en el curso del ao: explicando el origen, la etimologa, el significado y la historia de cada uno de ellos (1855-1856), Nomencltor sagrado (1858), El trivio y el cuadrivio La nueva enciclopedia: el como, cuando y la razon de las cosas (1862), etc. Todas ellas publicadas en Barcelona.

            Para nuestro propsito consideramos nicamente La sabidura de las naciones, los evangelios abreviados. Probable orgen, etimologa y razon histrica de muchos proverbios, refranes y modismos usados en Espaa con oportunas observaciones del S. D. Juan Eugenio Hartzenbusch, Barcelona, Librera de Salvador Manero, 1862, 1863, 1867.

            La referencias que har Iribarren en su El porqu (el cual contrastamos con La sabidura de las naciones) al mencionado Memorndum son ms escasas. Tambin menciona en su bibliografa las Nuevas anotaciones al Ingenioso Hidalgo.

[2] Jos Mara Iribarren naci en Tudela el da 31 de octubre de 1906 y falleci el 11 de junio de 1971. Estudi Derecho y Filosofa y Letras. Fue secretario del general Mola durante la guerra Civil, dedicndose posteriormente a la abogaca y las letras. Ostent diversos cargos, como acadmico de la Real Academia Espaola de la Lengua. Es figura descollante en las letras navarras del pasado siglo XX. Su produccin literaria fue muy variada, desde sus iniciales Estampas tudelanas (1931), hasta algunas producciones que han aparecido pstumamente. Gran parte de su produccin hace referencia a tradiciones, folklore y costumbres de Navarra.

            Para nuestro propsito se considera nicamente El porqu de los dichos. Sentido, origen y ancdota de los dichos, modismos y frases proverbiales de Espaa con otras muchas curiosidades (1955), reimpreso y agregado en sucesivas ediciones. Citamos por la 11 edicin del Gobierno de Navarra. Departamento de Educacin y Cultura, 1988, con estudio, introduccin e ndices de Jos Mara Romera.