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Montes Campaña, Silvia. “El cancionero tradicional de Zambra (Córdoba)”. Culturas Populares. Revista Electrónica 2 (mayo-agosto 2006). http://www.culturaspopulares.org/textos2/articulos/montescampana.htm ISSN: 1886-5623 |
El cancionero tradicional
de Zambra (Córdoba)
En este trabajo se incluyen composiciones recogidas en Zambra (Córdoba) que se formaron con fin lúdico principalmente. Hoy en día estas canciones sólo quedan en la mente de las personas mayores, para las que su recuerdo supone ya un considerable esfuerzo mental. Se trata del testimonio de personas entre 50 y 82 años, mayoritariamente de sexo femenino residentes en la citada aldea. En dichas composiciones, algunas compuestas en las llamadas “Veladas de Poetas”, se recoge el saber popular: enseñanzas de tipo general, el tema del humor materializado en la burla de lo feo, la estupidez, lo grotesco, lo escatológico, las suegras o el sexo, pero también temas como la amistad. Lo que parece claro es que queda mucho trabajo que hacer en este campo a la vista de la riqueza de los materiales recogidos.
Palabras clave
Canciones. Zambra. Córdoba.
Veladas de poetas. Saber popular.
This paper presents a collection of songs gathered
in Zambra (Córdoba) among people,
between 50 and 82 years old; most of them women. The majority of these
songs were created with a ludic purpose and some of them were made in the so
called “Veladas
de poetas” (the poet’s evenings); even when they accumulate popular
knowledge with general teachings, they also present humor through mockery of
what is ugly, stupid, grotesque or eschatological as well as topics like the mother in law or sex.
Yet, these songs also have other kinds of topics such as friendship.
Key words
Songs. Zambra. Córdoba.
Veladas de poetas. Popular Knowledge.
A lo largo de la historia los pueblos han sabido difundir sus experiencias cotidianas y sus actitudes ante la vida a través de medios muy variados. Uno de ellos es el medio oral, quizá el más importante por su inmediatez y espontaneidad. En este trabajo he tratado de recoger precisamente eso: la espontaneidad del pensamiento de un pueblo a través de sus coplas. En este sentido, es importante recordar que:
... [...] hay coplas amorosas,
satíricas, morales, sentenciosas, políticas, religiosas, patrióticas y de todo
género. La copla es tan antigua como nuestra historia literaria y se ha perpetuado
hasta nuestros días penetrando en la literatura popular de la que es una forma
poética de las más cultivadas. Del pueblo la tomaron los poetas eruditos, y así
compusieron coplas Juan de la Encina y Sta. Teresa de Jesús. [...] En su origen
fueron las coplas composiciones destinadas a ser puestas en música y cantadas
en regocijos y fiestas populares, y no sólo son producidas por hombres del
pueblo, sino también por poetas cultos. Se llamaron trovas cuando tenían por
objeto los galanteos y la vida cortesana, lo que dio origen al arte de trovar y
a la gaya ciencia a que tan aficionados eran los poetas del s. XV. El carácter
distintivo de la copla es la naturalidad; por eso rechaza las formas rebuscadas
y los pensamientos alambicados. Por eso las coplas que pudiéramos llamar
eruditas, eran una falsa expresión del género [...]. Generalmente consta la
copla de cuatro versos octosílabos, asonantados en los pares; también pueden
ser los versos asonantes o consonantes de 8, 11 o 12 sílabas, o bien octosílabos
alternados con heptasílabos. Puede constar la copla de 3, 4, 5 o más
versos. Hay coplas de villancicos, de redondillas, quintillas, sextillas y de
siete, ocho y nueve versos; las hay llamadas reales que constan de 2 estrofas
de a cinco versos, con una o dos consonancias...[1]
Comencé a recopilar los datos hace tres años en un pueblo de la subbética llamado Zambra. Me basaré en datos de dicha aldea a la hora de elaborar este trabajo. En Zambra viven unos 500 habitantes cuya ocupación principal son las tareas agrícolas. El cultivo más importante es el olivo, cuya recolección se lleva a cabo de noviembre hasta febrero o marzo. Es importante este dato ya que la mayoría de composiciones que van a ser analizadas se formaron con fin lúdico, es decir, para hacer más llevadero el peso de las tareas de recolección y como diversión en los días de fiesta. Hoy en día, con la nueva y ruidosa maquinaria (sopladoras, máquinas de varear, tractores...), desarrollada recientemente, no se conserva la costumbre de cantar en el campo, pero hace unos años era frecuente escuchar a las mujeres cantando estas formas poéticas orales. Era también frecuente cuando las mujeres iban a lavar al río o a la fuente. Sin embargo, hoy en día todo ha quedado en el olvido y estas canciones sólo quedan en la mente de las personas mayores, para las que su recuerdo supone ya un considerable esfuerzo mental. Se trata del testimonio de personas entre 50 y 82 años, mayoritariamente de sexo femenino (seis mujeres frente a dos hombres) residentes en la citada aldea.
La “torrezna” y la collá
La rebaná y la “machuna”
Ya podéis apretar
Que no sus fartan
acitunas.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Por
otro lado, es importante destacar que en estas composiciones se recoge el saber
popular usado en la misma forma que los refranes o como “exempla” para los
jóvenes, como se refleja en la siguiente copla[2]:
El querer de los muchachos
Es como un día de invierno
Ya se rasa, ya se nubla
Ya escampa, ya está
lloviendo.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
La
mayoría de las veces los informantes hablan de “coplillas”, trovos o “chascarrillos”, si bien esta última
denominación es algo confusa ya que, en realidad, los chascarrillos son los
chistes. Aun así la denominación “coplilla” ya nos revela una serie de datos
importantes. Uno de ellos es la apreciación que se hace de la composición. Se
refieren a ella como algo nimio, de poca importancia. No consideran que las
coplas merezcan un estudio ni tampoco consideran vital recogerlas de algún
modo. Quizá porque piensan que siempre han estado ahí y también estarán en el
futuro y que, si desaparecen, será porque han dejado de vigencia. Se sorprenden
cuando notan el interés del investigador por anotar todo lo referente a la
copla. Con respecto al término “trovo” ver la cita supra.
En cuanto a la
forma, la copla anterior refleja todas las propiedades reflejadas infra; en cuanto al contenido, se
pone de manifiesto la variabilidad de los sentimientos de la juventud. Lo que
más llama la atención es el hecho de que esta afirmación no es reciente y, sin
embargo, puede ser aplicada a la actualidad, al igual que los refranes.
Estamos, pues, ante un saber popular
aplicable a otros tiempos y culturas expresado normalmente por personas
mayores. Se trata de una sabiduría práctica de la vida, frente a la sabiduría
teórica que dan la escuela o los libros. Hay que tener en cuenta que, hasta
hace relativamente poco, la forma de aprendizaje era práctica y generacional ya
que en el campo era rara la existencia de una escuela. La gente, sobre todo en
la zona analizada, vivía en cortijos alejados unos de otros, si bien en cada
uno de ellos convivían tres o más generaciones. Por tanto, el contacto con la
gente mayor era más frecuente y eso propiciaba la enseñanza. Esta familia no
nuclear estaba presidida por el miembro varón más viejo. Era durante las tareas
agrícolas cuando se cantaba, o bien en las reuniones familiares nocturnas[3].
Las
composiciones poéticas impregnan la vida diaria y las fiestas. El fin principal
es la diversión: se busca la simpatía dentro de la burla. Algunas coplas suelen
comenzar dirigidas a alguien en particular, es decir, una persona la inventa
dirigida a otra y después se generaliza su uso para situaciones similares. En
mi corpus he podido localizar dos composiciones cuyo autor es conocido[4]:
Antonio Ramón Montes Sicilia. Francisco Cárdenas Molina, de 82 años de edad me
reveló la identidad del creador del siguiente quinteto:
Por haber nacido después
Que nadie te ponga tachas
Pero te hago saber
Que tu cantidad de gachas
No caben en la sartén.
(Francisco Cárdenas Molina,
82 años)
Este
quinteto fue compuesto por A. R. Montes Sicilia para su hijo menor, que estaba celoso
de las atenciones de su padre con los hijos mayores. Las “gachas”[5],
además de ser un plato culinario, son los mimos. Otro quinteto del mismo autor
es el siguiente:
El bebé llora en la cuna
Y el joven quiere amar
El casado juntar fortuna
Y el viejo está en el rincón
Sin esperanza ninguna.
(Francisco Cárdenas Molina,
82 años)
En esta ocasión se compuso el quinteto para un casamiento que se celebró en el cortijo de Antonio Ramón Montes. El tema que trata es la evolución de las ilusiones a través de la vida y cómo los mayores las han perdido todas cuando llegan a cierta edad. Por otro lado, los mayores son considerados las personas más sabias, como se refleja negativamente (por omisión) en la primera copla del siguiente apartado.
Como ya decía en el apartado anterior, es muy corriente encontrar composiciones para dar escarmiento a los jóvenes, a modo de enseñanza. Una de ellas es la siguiente:
Los mocitos de hoy en día
No pueden comer melón
Porque se les cae la baba
Y manchan el camisón
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Las composiciones anteriores son interesantes, sobre todo, para ver el proceso de creación y evolución de las composiciones orales. Sin embargo, a partir de ahora me centraré en composiciones orales anónimas (si bien es cierto que ya las dos últimas lo eran). Siguiendo con las coplas de tipo ejemplar, o que muestran una certeza ante determinados hechos:
El dinero es mú bonito
El dinero es un recreo
Aquél que tiene dinero
Es bonito siendo feo.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
El tema del dinero
es bastante recurrente y es sabido por todo el mundo que el dinero da poder.
Así, he podido observar el uso de expresiones como “con dinero se va a todas
partes”, o similares. El refranero en este sentido tiene numerosos ejemplos:
“Tanto tienes, tanto vales”, “El dinero llama al dinero”, “A los nietos de la
negra, el dinero los blanquea”, “Poderoso caballero es Don Dinero”, “Cuando el
dinero habla, todos callan”. Son sólo algunos de los muchos que se pueden
encontrar en la tradición española.
También es
significativo el uso de la fealdad como motivo. Es algo que tiene un efecto
cómico, aunque aquí no esté usado en ese contexto humorístico, sino más bien de
verdad salomónica. La fealdad como elemento cómico será tratada en el apartado Las
suegras. En
cualquier caso, todos los temas son tratados con exageración, al igual que en
los chistes y refranes. Otra copla ejemplarizante es la siguiente:
No te fíes de los hombres
Aunque los veas llorar
Que van llorando y diciendo:
¡Qué plante te voy a dar!
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Esta
copla, obviamente difundida por mujeres, presenta a los hombres como seres de
los que es conveniente no fiarse[6].
Lo relaciono con el pensamiento tópico de advertencia a las muchachas para que
mantengan "su honra".
Siguiendo
con las coplas de tipo ejemplar:
Anduvites escogiendo
como culo en canasta
¿Y adónde fuites a dar?
Con el culo en las ascuas.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
El estudio filológico
de la composición no puede pasar por alto de hecho de que aparezca un fenómeno
de metátesis[7]: “anduvites”
por “anduviste” (vulgarmente anduvistes) y “fuites” por fuiste. Además tenemos el
uso de palabras vulgares como “culo”. Lo que quiere decir la copla es que
después de tanto escoger y no contentarse con nada, siempre se escoge lo peor.
Por tanto, algo aplicable a nuestros días (y seguramente durante toda la
existencia del ser humano, inconformista de por sí). Otra composición de
enseñanza:
No te fíes del amigo
Que te alaba y te sonríe
Que después de la sonrisa
Puede hacerte una traición.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
En
esta copla se hace patente la falta de rima, pero tampoco es imprescindible
porque, en esta ocasión y, al contrario que en el resto, la copla era cantada.
El resto de coplas han sido recogidas recitadas, simplemente. Como vemos, el
tema es muy parecido al anterior, pero aquí referido a los amigos.
Sin
embargo, no todas las coplas cantadas iban sin rima. Aquí tenemos un ejemplo:
Bacalao, bacalao
Vino tinto y pan tostao
Los ojos de mi morena
Me tienen a mí chalao.
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Destaca el uso de la
repetición al principio sin significado aparente, que sirve para abrir la
copla. Esta fórmula se usa mucho en las composiciones populares, en las que la
repetición es una parte muy importante de las mismas. Tenemos ejemplos en las
canciones populares infantiles, como “La Tarara”, entre otras muchas; por otro
lado, destaca el uso de la rima fónica con la omisión de la “-d-“ intervocálica
perdida para los participios (fenómeno común al andaluz y al resto de dialectos
del español, lo que puede ocasionar en un futuro la pérdida total de esa “-d-“
intervocálica).
Tras
observar el corpus recogido (unas sesenta composiciones) he podido constatar
que el elemento humorístico es el más presente, junto con el didáctico. El
humor está presente en la vida cotidiana y, como consecuencia, tiene también un
reflejo en las composiciones orales. Es costumbre, por otro lado, realizar
actos poéticos que podríamos relaciones en cierta medida con justas poéticas,
ya que durante las fiestas anuales los habitantes de la región suelen convocar
una serie de actos de este tipo. Tan presente está en la vida cotidiana esta
faceta cultural que se requería la presencia de estos poetas en diversos
ámbitos de la vida familiar.
Se reúnen varias
personas venidas de pueblos de los alrededores o de provincias cercanas para
tomar parte en estos actos. Un
ejemplo de la cotidianeidad de los poetas es la siguiente composición, parecida
a la quintilla en la rima, pero no en la forma:
Antonio se fue a Antequera
Casi sin ser menester
Para que Juan Alba viniera
Y luego Juan Alba es
Un hombre como cualquiera
Y eso lo vamos a ver.
(Francisco Cárdenas Molina,
82 años)
Es bastante
interesante porque se trata de un hombre que va a buscar un poeta (Juan Alba)
para el certamen. El autor de la copla (se cree que el que habla es un tal
“Loma”, otro de los poetas que va a tomar parte en la velada) está retando al
invitado y declarándose mejor poeta que él, y así lo va a demostrar. Son
conocidos popularmente como “poetas”, si bien su nombre no se ajusta
exactamente a la denominación que recoge el Diccionario de la R.A.E., ya que el
poeta es el creador de poemas y, a su vez, un poema[8]
es una “... composición literaria escrita en verso o en prosa, y
pertenecientes por su características al ámbito de la poesía. Se atiene a las
leyes del cómputo métricos y a las del ritmo y puede ser muy breve o muy
largo...”, y ya
sospechamos que la velada de poetas se realiza de una manera oral y espontánea.
Construyen básicamente cuatro versos de arte menor rimando entre sí los pares
en asonante, es decir, coplas. A veces la rima es fónica, esto es, debido a la
oralidad, no se reflejan las normas ortográficas, sino que la rima se atiene a
la pronunciación característica del andaluz. La rima asonante les permite una
mayor libertad de uso de las palabras, si bien es cierto que no es necesario tener
un nivel cultural elevado para realizar una buena intervención en este tipo de
actos. Es muy importante la predisposición natural.
Varios poetas[9],
siempre hombres, se enfrentan verbalmente sobre el escenario. Aluden a vicios o
defectos físicos o morales del contrario. Éstos pueden ser reales o no, ya que
lo único que se pretende es hacer reír al auditorio aunque, lógicamente, si son
reales la carcajada es mayor.
También se pueden basar en algún chiste, refrán o copla conocida. No se
trata de ataques personales que generen enemistad, sino ser más ingenioso que
el anterior. No hay vencedores ni vencidos, sino que se trata de pasar un rato
divertido. Además introducen temas de la actualidad política, cultural, social
y económica, ya sea a nivel regional o nacional. Al respecto, A. Cruz Casado:
...con
frecuencia son dos los troveros que se ensañan en una disputa amistosa, pero de
la que no están ausentes, en ocasiones, las puyas, las alusiones malévolas ala
vida íntima y personal de oponente y, alguna vez, los insultos...[10]
A veces, el público también interviene. Este público activo es claramente masculino y espontáneo. En el prólogo de Cruz Casado a la obra de Rodríguez Aguilera (op. cit.):
...El público corea cada estrofa, aplaude, ríe y está a la expectativa del debate invitando y colaborando en el aspecto lúdico de la fiesta...
Tiene
facilidad para la elaboración de estas coplas y puede tomar la palabra o
incitar con algún comentario a que se anime la “disputa”. Así se crea un
ambiente de diversión y expectación. Los asistentes aplaudían especialmente la
gracia “verde” o “picante” referida a la sexualidad. Esto, así como el machismo
tradicional que aún existe en la zona (sobre todo en la gente mayor, con otras
costumbres), hace que no sea muy frecuente la presencia de público femenino,
aunque he de decir que a las últimas veladas a las que he acudido, he podido
notar un aumento considerable del público femenino, si bien es cierto que sigue
predominando el masculino de una cierta edad (mayores de 50 años, sobre todo).
Como ya dije, no es requisito imprescindible que los poetas tenga un elevado
nivel cultural ya que los poetas procuran hacerse entender por el público y el
uso de tecnicismos o cultismos podría interferir en la correcta codificación
del mensaje por parte de los espectadores. De hecho, según señala Rodríguez
Aguilera[11]:
...Sería
conveniente hacer una distinción en cuanto al público asistente: gente culta y
de buena posición social y gente de la calle y trabajadora; esta última es la
que gusta de los poetas. Razones: la gente del campo posee unas características
similares a las del trovero, pues tiene las mismas costumbres, los mismo o
parecidos problemas, el mismo nivel cultural y del mismo ambiente...[...] Otra
de las razones de que el público asistente sea gente humilde, lo mismo que lo
es el poeta, es la siguiente: antiguamente estaba mal visto ser poeta, aunque
se tuviera la facultad de improvisar, si se tenía dinero, no se cantaba en
público. [...] El 80% son personas con más de 60 años, el resto adultos y pocos
niños. El 80 % son varones y el resto mujeres [...] por aquello del machismo, los hombres van solos [...]
prevalece la misoginia [...] Los cantaores se tiran fuerte
y a las mujeres les da vergüenza oír cosas “verdes”. [...] A la juventud le
gustan otras diversiones...
El
texto anterior nos dice que la juventud nos suele acudir a este tipo de veladas
poéticas, porque prefiere otro tipo de diversiones (fútbol, discotecas, etc.).
Todas
estas composiciones tienen en común el tono festivo y lúdico, como la
siguiente:
Tengo más frío que Dios
Y más sueño que San Roque
Pronto tiro la guitarra
Y el demonio que la toque.
(Antonio Rodríguez
Montes, 52 años)
El
tema de la suegra ha sido siempre muy usado con una función humorística,
burlesca. La suegra y los yernos y nueras han sido tratados en numerosas
ocasiones como temas centrales en chistes refranes y, como no, también en las
coplas populares. Se trata siempre de yernos o nueras a los que no quiere la
suegra, o bien burlas por parte de los primeros. Un ejemplo es el siguiente, en
el que también está el tema de la fealdad que ya mencioné supra:
Mi suegra a mí no me quiere
Porque soy rayente y feo
Y ella fue la que asombró
La música en el paseo.
(Martirio Mora Aguilar, 77
años)
La suegra no quiere al
yerno/nuera por motivos económicos:
Mi
suegra no me quiere
Porque
no tengo dinero
Pero
tengo un automóvil
Que
me lleva donde quiero.
(Carmen
Mora Aguilar, 67 años)
Y la siguiente:
Mi suegra ya no
me quiere
Porque
no tengo fortuna
En
queriéndome mi Pepe
Que
se muera la tía tuna.
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Por buena que sea la relación con la suegra, siempre hay rencillas. De ahí la copla siguiente:
Si
mi novio fuera liebre
Y
mi suegra la vereda
Y
yo me volviera galgo,
Señores,
qué polvareda.
(Carmen Mora
Aguilar, 67 años)
La suegra es como un demonio, en boca de la nuera (nótese que es más normal pensar que el moño lo hace una mujer, y no un hombre):
Todas las
suegras son malas
Y
la mía es un demonio
De
cuatro pelos que tiene
Quiere
que le haga un moño.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
En la siguiente copla la suegra es considerada un animal, en este caso un caballo:
Llevé a mi suegra a los
toros
Y dije al verlos salir:
“¡Qué lástima de caballos,
estando mi suegra aquí!”.
(Antonio
Rodríguez Montes, 52 años)
Y la siguiente, en boca también de la nuera (ya que las mujeres son, en este tipo de sociedades, las que manejan los utensilios de cocina):
A
mi suegra la comparo
Con
el paño de cocina
Que
cada vez que me arrimo
Lo
mismo mancha que tizna.
(Rosario
Montes Rodríguez, 54años)
La suegra no quiere a la nuera, como en la copla citada antes:
Mi suegra anda
diciendo
Que
no me quiere pa`nuera
En
qué libro ha leío
Que
yo pa`suegra la quiera.
(Rosario
Montes Rodríguez, 54 años)
Aparece en la copla
la palabra “rayente”, muy usada en Andalucía. Es aplicada a la persona
fastidiosa[12]. “Asombrar”
está usado con el significado de “asustar, espantar”. Por tanto, de aquí
podemos extraer otras característica de las coplas: por un lado la exageración
y, por otro, la presencia en este tipo de composiciones de un vocabulario
especial que a veces están en desuso porque han sido sustituidas por otras
adaptadas a nuestro tiempo. Es el caso de los términos que designan actividades
agrícolas que hoy en día no se realizan (en gran medida por los adelantos
tecnológicos). Además se producen alteraciones fonéticas propias del andaluz.
Las más evidentes han reflejadas en este trabajo, tal y como las he escuchado.
El
tema satírico-burlesco en relación a las suegras está, como ya he dicho,
siempre presente. En este caso, también aquí aparece el tema de lo feo:
Mi suegra no me quiere
Porque tiene un hijo guapo
Pues que lo meta en una orza
Y lo tape con un trapo.
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Es, como ya he dicho, reseñable la presencia de la oposición guapo/feo que aparece en muchas de las coplas. Otra característica no señalada es el uso oral del lenguaje, de ahí la presencia de ese “pues”, ya que la composición no está pensada para la escritura, sino para su difusión oral. La persona que dice esta copla es una mujer y básicamente insta a la suegra a conservar al hijo en ese tipo de recipiente. Además se está burlando de las madres hiper-protectoras. Otro ejemplo similar:
Si mi suegra no me quiere
que se vaya a la puñeta
En cogiendo yo el clavel
A la mierda la maceta.
(Carmen Sillero Lara, 54
años)
En
el mismo sentido:
Mi
novio es un clavel
mi
suegra una maceta
y
el tonto de mi suegro
que
se vaya a la puñeta.
(Rosario
Montes Rodríguez, 54 años)
Otro ejemplo:
A mi suegra la metí
De cabeza en un retrete
Y cuando salió de allí
Salió con la permanente.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Nuevamente
el tema de la suegra, pero esta vez no por rechazo de la suegra, sino que ahora
es la nuera la “atacante”. La siguiente es también en esa línea:
Mi suegra gruñe que gruñe
Y yo la llevé a Almería
Le eché una carga de leña
Y entonces sí que gruñía.
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
El yerno o la nuera vuelven a dejar mal a su suegra. Aun así, no todas las composiciones de suegras son burlescas, sino que hay algunas humorísticas que no atentan contra la figura de la madre del novio. También éstas están recitadas por mujeres:
A mi suegra en el embarazo
Le dio por comer canela
Por eso tiene su hijo
Tan dulce la delantera.
(Martirio Mora Aguilar, 77
años)
Otra
versión de esta copla, en boca del yerno:
A mi suegra en el embarazo
Le dio por comer canela
Por eso tiene su hija
Tan dulce la delantera.
(Antonio Rodríguez Montes,
52 años)
Aparece el tema sexual referido al hijo, que es el objeto de interés por parte de la nuera. Es común, como ya he señalado, la referencia sexual, picante, tanto en coplas masculinas como femeninas. Otra copla de este cariz:
Mi suegra que quiere mucho
Mi suegro mucho más
Su hijo con delirio
¡vaya una gente apañá!
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Se
refleja en la anterior la buena relación entre suegros y nuera. La existencia
en la vida diaria de estos dos tipos de relaciones suegra-nuera condicionan el
hecho de que aquí aparezca, por eso afirmo que estas composiciones son un
reflejo de los sentimientos y actitudes ante la vida que tienen las personas de
una zona realmente.
Una
muestra de que los temas en la cultura popular no son tan distintos entre sí es
el hecho de haber encontrado una manifestación similar a las anteriores fuera
del ámbito geográfico en el que comencé este estudio. Así, una informante de
Puebla de la Reina (Badajoz) me facilitó la siguiente copla:
A mi suegra la enterré
Y la metí en la cocina
Se la comieron los gatos
Creyendo que era sardina.
(Clotilde Muñoz Muñoz, 52
años)
Otra
copla en la que se pretende enterrar a la suegra:
A mi suegra cuando se muera
Que la entierren bocabajo
Por si dice de salirse
Que se vaya más abajo.
(Antonio Rodríguez Montes,
52 años)
La suegra es fea, despreciable y mentirosa, como se ve en las tres coplas siguientes:
Yo subía cuesta arriba
Para no dar mucho arrodeo[13]
Y me tropecé con mi suegra
No he visto bicho más feo.
(Martirio Mora Aguilar, 77
años)
Del pellejo de mi suegra
Tengo que hacerme un serón[14]
Una espuerta pal estiércol
Y un cenacho[15]
pal carbón.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Mi suegra es una “fartusca”[16]
Que a la feria me llevó
A comprarme una peineta
Y luego se arrepintió.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
El suegro normalmente no está retratado en estas coplas, pero he encontrado un ejemplo:
En lo alto d`aquel cerro
Hay un borracho tendío
Es el guarro de mi suegro
Que está borracho perdío.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
En menor número han sido encontradas composiciones con temas distintos a los anteriormente comentados. Uno de esos temas es el del orgullo campesino. Lejos de ser una ofensa constituye un motivo de alegría y orgullo:
Me dijiste cortijera
Pensando que era bajeza
Me pusiste una corona
De los pies a la cabeza.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Otro de los temas es lo relacionado con el sexo, siempre en un tono simpático, no ofensivo:
Cuando probó mi María
El dulce de mi batata
Se la metió entre las patas
Y allí la tiene otavía.
(Antonio Rodríguez Montes,
52 años)
Esta
copla es muy importante con respecto a las anteriores porque está en boca de un
hombre y, aunque ya hemos dicho que prevalecen las mujeres sobre los hombres,
también se pueden hallar coplas masculinas. El hombre habla de su mujer como de
“su María”, y es algo común (no sólo entre los andaluces) usar el nombre
“María” para referirse a las mujeres. Incluso se observa el uso del nombre en
plural. Así, un grupo de mujeres son “marías”. El refranero tiene algún
ejemplo: “La que adoba no es maría, sino la especiería”. Este hecho
probablemente tiene su origen en el nombre de la Virgen, prestando su
nomenclatura al resto de mujeres, aunque es muy importante, por otro lado, la
frecuencia con que se usa este nombre en esta zona, casi siempre acompañado de
otro (María del Carmen, María Gracia, etc); la batata, por su parte, es un
tubérculo anaranjado algo más alargado que la patata, de ahí su similitud con
el órgano sexual masculino; en esta composición tenemos la metátesis y
reducción de todavía, por “otavía”.
La
alusión a los órganos sexuales mediante metáforas y comparaciones. En la
siguiente copla:
Bartola tenía una flauta
Con un agujero solo
Y a Dios le daba la lata
La flauta de Bartolo.
(Antonio Rodríguez Montes,
52 años)
Es también frecuente encontrar el tema escatológico en estas composiciones ya que son una importante fuente de humor:
Mariquilla Turruete
Aprieta bien el “ojete”
Que el olisque que das
Te llega hasta el mollete.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Aquí
el nombre de María aparece en diminutivo. La copla la recojo de una mujer, pero
no parece dirigida a otra mujer en concreto, sino que el nombre es una forma
genérica de designar a cualquier mujer en la que el apellido “Turruete” actúa
como un recurso rítmico, sin aludir a una realidad concreta; el sustantivo
“mollete” alude a un tipo de pan con una forma determinada, pero aquí está
usado con un significado no recogido por la R.A.E. Se refiere al órgano sexual
femenino. Por tanto, vemos que para referirse a los órganos sexuales se
prefiere el uso de metáforas. Así mismo se utiliza el diminutivo de “ojo”:
“ojete” como término coloquial para referirse al ano, por la similitud bien
conocida por todos de una parte del cuerpo con la otra. Está recogido como
acepción en el Diccionario de la RAE.
El
tema de lo feo es muy importante, como decía. No sólo en las coplas anteriores
relacionadas con las suegras, sino en otras como esta:
Eres fea pero fea
Pero fea rematá
En la cajilla de los mistos[17]
Tienes que venir pintá.
(Martirio Mora Aguilar, 77
años)
En la copla anterior sí se refleja el uso de la rima fónica, aunque esto no sea una característica exclusiva del andaluz, sino que cada vez su uso se ha extendido más, como por ejemplo la sustitución del participio “-ado” por “-ao”. Se trata del mismo fenómeno. La caja de las cerillas suele traer un dibujo bastante feo y poco detallado, de ahí la comparación. El tema de la fea aparece también en pareados que reflejan, además, una verdad, o quieren instituirse como tal. Por ejemplo: “La suerte de la fea la bonita la desea”.
Y la siguiente en el
mismo tono:
Todas las feas de Cabra
Se juntaron una tarde
Pa’ pedirle a San
Antonio
Que las bonitas se acaben
(Martirio Mora Aguilar, 77 años)
El ingenio es algo fundamental para creación de estas coplas, como se puede observar en la siguiente, creada a modo de insulto. Si leyéramos sólo los dos primeros versos nos daría la impresión de estar ante una copla de amistad, que habla de sentimientos y situaciones agradables, pero el tercer verso ya nos anticipa que no será así, a modo de punto de inflexión. El cuarto verso, desde luego, constituye la sorpresa y genera la carcajada final:
En el mar se crían peces
En la orilla caracoles
Y en el moño de tu abuela
Piojos como ratones.
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Además de la fealdad, se utiliza mucho el insulto. Se alude a la estupidez del otro y se dice de él que es tonto, sobre todo recurriendo a comparaciones chistosas. “Ser más tonto que...” es una estructura muy utilizada en las composiciones de esta temática. Así:
Las cabras en el corral
Los perros en la perrera
Y tú como eres tan tonto
Te ponemos ande[18] quiera.
(Araceli Campaña García, 50
años)
Eres más tonto que aquél
Que llevó la burra al agua
Y se la trajo sin beber
Porque el pilar se arramaba[19].
(Martirio Mora Aguilar, 77
años)
Hay tontos que tontos nacen
Tontos que tontos son
Y tontos que quieren hacer
tontos
A los que tontos no son.
(Rosario Montes Rodríguez y
Antonio Rodríguez Montes, 54 y 52 años resp.)
Todos los “juanes” son
tontos
Lo digo porque lo sé
Yo tuve un novio Juan
Y por tonto lo espaché[20].
(Araceli Campaña García, 50
años)
La siguiente va en la misma línea que la anterior. Constituyen variantes la una de la otra:
Todos los “juanes” son
tontos
Lo digo porque lo sé,
Y si alguno me está oyendo
También lo digo por él.
(Rosario Montes Rodríguez,
50 años)
El tema ofensivo, como ya he dicho, es muy recurrente, incluso con ausencia de insultos y palabras propiamente ofensivas. A veces ese rechazo se mezcla con el tema amoroso, en el que la chica da negativas al chico una y otra vez:
Pà qué vienes a
verme
En un caballo prestao
Si yo no te quiero
Ni subío ni bajao.
(Araceli Campaña García, 50
años)
El “aspirante a novio” tiene que demostrarlo:
Si quieres que yo te quiera
Ha de ser a condición
Que lo tuyo sea mío
Y lo mío tuyo no.
(Rosario Montes Rodríguez, 54
años)
A
la chica no le importa que su novio la deje porque tiene otros pretendientes:
Mi novio está
“entenguerengue”
Como un vaso de cristal
Como se caiga y se rompa
Otro pongo en su lugar.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
En
esta otra copla a la chica sí le importa haber perdido al novio, ya que por
tener tantos los ha perdido a todos:
Una vez tuve yo un novio
Una vez tuve yo dos
Ahora no tengo ninguno
Será castigo de Dios.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Otra
del mismo tema:
Una vez quise yo a un Pepe
Me pusieron pepitoria
Pepe quiero, Pepe adoro,
Pepe tengo en la memoria.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
En otras coplas el tema amoroso se aborda desde un punto de vista completamente distinto: melancolía, recuerdo del pasado, admiración por la persona amada, etc.:
Cuando paso por tu vera
Voy comiendo pan y queso
Pa’ que no diga tu
madre
Que con verte me mantengo.
Y otra variante:
Cuando paso por tu calle
Voy comiendo pan y queso
Para que no diga tu madre
Que me alimento de tus
besos.
(Araceli Campaña García, 50
años)
En
otras se valora la belleza de la mujer:
Ay que ver lo que ilusiona
Una muchacha bonita
Que al hombre de más valor
El sentío se lo quita.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
El recuerdo del pasado enlaza por ese tópico famoso de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”:
No hay amor como el primero
Que lo tengo conocío
El primer amor que tuve
No se me va del sentío.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
La nostalgia de los padres cuando se les casan las hijas también se refleja en las coplas populares. En este sentido hay que decir que no son éstas las únicas composiciones donde aparece este tema, pues es muy común como tema dentro del cante flamenco, en las sevillanas y otras composiciones cuyo destino principal es servir de diversión al público general andaluz. Así lo podemos ver en la copla siguiente:
Un rosal cría una rosa
Y una maceta un clavel,
Y un padre cría a una hija
Sin saber para quien es.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
La
tradición del baile también tiene su reflejo en las coplas:
En mi vida he visto yo
Lo que he visto en este
baile
Bailar las mujeres solas
Por ser los hombres
cobardes.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Por otro lado, se ataca mucho la presunción de las muchachas, sobre todo entre las vecinas:
Eres como la veleta
Que está en lo alto de la
torre
Viene un aire, viene otro
Y a todos les corresponde.
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Y
la siguiente:
Eres como una veleta
Del puerto de Santa María
Que después de ser veleta
Eres puerca y presumía.
(Carmen Mora Aguilar, 67
años)
Como ya se ha señalado en este trabajo otras coplas sólo pretenden dar cuenta de verdades “universales”, al modo en que lo hacen los refranes. Tenemos algunos ejemplos:
Si la víbora viera
Y el erizo oyera
No habría hombre
Que al campo saliera.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Y
ésta:
No hay ninguna enfermedad
Tan mala como la envidia
Aquél que padezca este mal
No lo quiere ni su familia.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Las construcciones populares como los refranes y las adivinanzas también sirven de inspiración para este tipo de composiciones, ya que forman parte del acervo popular y del lenguaje cotidiano. La siguiente copla podría relacionarse con algún tipo de adivinanza, aunque en cierto modo se puede observar la influencia de las oraciones religiosas. Señalo entre paréntesis el último verso ya que uno de los informantes no lo mencionó (Rosario), pero sí lo hizo el otro (Antonio):
Dios te guarde, higo chumbo
Pariente de mi navaja
Te corto cabeza y culo
Y en medio te hago una raja
(y te mando al otro mundo).
(Rosario Montes Rodríguez y
Antonio Rodríguez Montes, 54 y 52 años)
En
esta zona de Andalucía es muy común el uso de la expresión “Dios te guarde”,
con sus variantes fonéticas (Dió guarde, Dio guare, etc.). Al ser una expresión de saludo y,
por tanto, de uso muy común, tiene mucha tendencia a abreviarse.
Por
último encontramos coplas de amistad. La experiencia personal me dice que son
muy numerosas y están muy extendidas, pero en los informantes entrevistados
sólo he podido encontrar unas pocas:
Con el sol te mando flores
Con la luna cantares
Y en el día de tu santo
Te mando felicidades.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
Yo sé que tienes amigas
Como hojas un jazmín
Pero ninguna te quiere
Como yo te quiero a ti.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
El tono de las composiciones anteriores es serio en referencia a los sentimientos hacia el amigo, pero hay otras en las que parece que el que dice la copla hace un guiño al amigo, con el que se le supone algún tipo de complicidad, de manera que acaba insertándose el tono jocoso:
En el día de tu santo
Tres cosas te deseo
Salud y felicidad
Y un novio que no sea feo.
(Rosario Montes Rodríguez,
54 años)
CONCLUSIÓN
A
la vista de los datos aportados por este trabajo puedo decir que las coplas
tradicionales recogidas tienen fundamentalmente una función lúdica y
humorística. Están insertas dentro de un ambiente festivo, en el que no pueden
faltar elementos típicamente andaluces como el vino, el calor. Estos elementos
juntos hacen que se de un ambiente propicio para componer y cantar al calor de
la gente.
Por
otro lado, uno de los temas más usados hemos visto que es el de las suegras. Es
un tema común a la cultura de muchas regiones de España, como así lo hemos
visto en ese apartado. Es un tema muy recurrente por el tópico de la mala
relación entre suegros y nueras y yernos. Además de este tema es muy tópico el
de “la juventud no tiene experiencia”, el tema festivo, la enseñanza moral,
etc.
A
la vista de estos datos hay que decir que las coplas recogidas me revelan la
situación en que está este tipo de literatura oral. Los habitantes de la región
estudiada no utilizan ya este tipo
de composiciones en su vida diaria como hace unas décadas; esto hace que las
recuerden con menos dificultad. Además la juventud no las ha aprendido y no van
a pasar de generación en generación como ha sido hasta ahora. Supongo que el
motivo es que la juventud actual ya no vive en cortijos como hace unos años y
tiene la posibilidad de salir más, de conocer otras cosas fuera de su ámbito
familiar. Hace unos años el hecho de vivir prácticamente aislados hacía que la
juventud compartieran con las personas mayores mucho tiempo, tanto de trabajo
como de ocio y diversión.
Por
otro lado, los informantes tampoco consideran que el conocimiento de este tipo
de composiciones reporte nada útil a su vida diaria, salvo lo festivo y les
suena raro que al investigador le interesen tanto, lo que nos revela que no les
dan importancia ni tienen ningún interés en mantenerlas recogidas para que las
conozcan las generaciones posteriores.
Lo
que parece claro es que queda mucho trabajo que hacer en esta área de la
literatura comparada y que, a menos que estos datos se recojan en breve, no
será posible recogerlos, puesto que la gente que las conoce ya es mayor y está
en un avanzado estado de envejecimiento. Desde luego se trata de un trabajo arduo
de investigación in situ pero a la vez muy grato, puesto que no se pierde el contacto directo
con las personas, que te cuentan sus experiencias, sus formas de vida, etc.,
algo que no se puede encontrar en ningún libro. Por otro lado, me gustaría
poder recoger aquí todas las vivencias con los informantes porque se pierde un
poco el contexto. Aun así, espero haber sido de utilidad en el conocimiento y
divulgación de este tipo de composiciones.
[1] Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana (1983), Tomo XV, Espasa-Calpe, Madrid.
[2] Estrofas de rima asonante y arte menor, generalmente octosílaba, con rima en los pares y sueltos los impares. Esquema: 8- 8a 8- 8a
[3] “Nocturnas” porque durante el día se trabajaba. El jornal duraba lo que duraban las horas de sol.
[4] Lo conocemos ahora pero con el paso del tiempo se perderá su identidad. El hecho de que conozca su autor me hace pensar que es de reciente creación y, por los indicios que me han dado, de los años setenta. Se conserva el nombre del creador porque uno de los informantes de este trabajo fue testigo de la composición de la copla.
[5]... F.pl. Comida compuesta de harina y miel. Placentae genus. // met. Cualquier masa muy blanda que tiene mucho de líquida. Massa líquida.// pr. / And. Halagos, caricias...Diccionario Usual de la RAE, 1852 (www.rae.es).
[6] Tenemos también un ejemplo de esto en María de Zayas, con sus Desengaños amorosos en el Barroco, aunque éste es sólo un nombre entre los muchos que hay en la literatura española y universal.
[7] Trasposición de sonidos dentro de una palabra. Por ejemplo: cocreta
por croqueta.
[8] PLATAS TASENDE, A.M. (2000), Diccionario de términos literarios, Ed. Espasa, Madrid.
[9] Tomaré este nombre sin comillas aunque, como se ha señalado supra, el nombre no se corresponde totalmente.
[10] A. Cruz Casado, en el prólogo a la obra de RODRÍGUEZ AGUILERA, F. (1987), Poesía popular en la serranía sur de Córdoba, Gráficas González, Córdoba.
[11] Op. cit.
[12] Diccionario de la R.A.E.
[13] Por rodeo.
[14] m. Sera más larga que ancha, que
sirve regularmente para carga de una caballería...Diccionario de la RAE (www.rae.es). Una “sera” es una espuerta grande,
regularmente sin asas (Del ár. hisp. Šaira, espuerta).
[15] m. Espuerta de esparto o palma, con una o dos
asas, que sirve para llevar carne, pescado, hortalizas, frutas o cosas
semejantes...Ídem.
[16] No he
logrado averiguar el origen de esta palabra pero es seguro que está usada en
sentido despectivo a modo de insulto. Intuyo que tiene un significado similar a
“fresca, descarada, que no tiene vergüenza...”.
[17] Cerillas.
[18] En lugar
de donde ó adonde.
[19] Por derramaba.
[20] Por despaché.